El corazón de la noche

Por Gwendolyn Jensen-Woodard

La señorita Jannessa Guillory era la hija de un embajador y se esperaba de ella que cumpliese con su deber: casarse con una persona de su misma clase y ayudar a su padre. Sin embargo, la noche le llamaba de tal manera que no podía rechazarla. Y cuando una voz la encontró en la oscuridad, sabía que no podía frenar sus pasiones.

• Idioma: Español
• Editorial: Vanilla Heart Publishing
• Fecha de lanzamiento: 22 mar 2016
• ISBN: 9781507135341

Vista previa del libro

Dedicación

Dedicado a Dedrick y, por siempre, a mis chicas. Mucho amor.

Agradecimientos

Gracias a Jerry por la primera lectura, a Lindy por sus correcciones, a Ari por el amor y a Alex. Os quiero.

––––––––

Heart 1 graphic

El corazón de la noche

Un relato corto sobre la noche

por Gwendolyn Jensen-Woodard

La señorita Jannessa Emilie Liliana Guillory no sentía mucho afecto por su nombre. Siempre le había parecido que era demasiado largo y, en cierto sentido, muy complicado. Su padre, su excelencia Herraoud Guillory, era el embajador francés de una pequeña región situada al sureste de Hungría. Sin duda, la zona era muy agradable, al menos así lo percibía Jannessa, que estaba muy protegida donde vivía. Sí, era muy agradable pasear entre los árboles y los estilizados setos de la finca de su padre. No obstante, también sabía que más allá de los muros y la carretera vivían personas menos privilegiadas cuya vida era más difícil. A causa de este pensamiento, no le preocupaba ser la prisionera de su padre en todo menos en nombre. Él se esforzaba en buscar un matrimonio rentable para ella. Bueno, el matrimonio era para ella, la rentabilidad se la quedaba él.

La madre de Jannessa murió cuando Jannessa era bastante pequeña. Estaba muy segura de que, por alguna razón, su padre jamás se lo había perdonado. Ella tenía todo lo que necesitase o desease, eso sí, materialmente hablando. Sedas, rasos, las muñecas de mayor calidad y, por supuesto, las mejores chucherías en tal cantidad que podría dar de comer a una familia del pueblo durante un año entero. No obstante, jamás recibió el amor de su padre. Apenas le dirigía una palabra o una mirada. Nunca le abrazó ni le hizo una caricia en la espalda. Jannessa destacaba en todos sus estudios gracias a su tutor francés, pero el señor Guillory jamás le dijo: Buen trabajo o Estoy orgulloso de ti. En lugar de eso, se quedaba sola en la finca de un país extraño, mientras que su padre estaba casi siempre en cualquier otro sitio. Su cuidadora, Sabine, siempre era amable con ella, pero no era lo mismo que el amor de un padre.

Jannessa se prometió a sí misma que se esforzaría al máximo para no dejar nunca solos a sus hijos y que siempre les amaría. Tampoco se casaría con un hombre que no le amase a ella o a sus hijos, no le importaba lo que quisiese su padre. Por supuesto, que sucediera eso sería complicado, así que esperaba que su padre escogiese un hombre amable y cariñoso para ella. Aun