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Metro: XIV Premio de Poesía Eladio Cabañero
Metro: XIV Premio de Poesía Eladio Cabañero
Metro: XIV Premio de Poesía Eladio Cabañero
Libro electrónico88 páginas43 minutos

Metro: XIV Premio de Poesía Eladio Cabañero

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De estación en estación, igual que si se tratase de un recorrido en metro, este libro invita a un viaje por la métrica clásica: desde la seguidilla al soneto, pasando por la copla, la lira o la octava real. Auténtico maestro del ritmo, Federico Abad propone un juego donde combina su virtuosismo técnico con el sentido del humor. Ello hace de Metro un poemario extremadamente original, a contracorriente de la moda, lo que le ha valido el XIV Premio de Poesía Eladio Cabañero.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento14 sept 2011
ISBN9788493921248
Metro: XIV Premio de Poesía Eladio Cabañero

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    Metro - Federico Abad

    C

    ON LA LUZ del ocaso

    se incendia el cielo;

    las pavesas que arroja

    son los vencejos.

    Y al oír sus gritos

    el verano se vuelve

    loco perdido.

    S

    I ES QUE TANTO te afliges

    por no ser joven,

    no le impidas a tu ángel

    que me enamore.

    Cada mañana,

    si despierto a tu lado

    me brotan ramas.

    D

    EMASIADO pequeña

    para ignorarla,

    demasiados destellos

    en su mirada.

    ¿Cómo es posible

    que al cruzarse conmigo

    se ruborice?

    N

    O RESPONDE al teléfono

    ni se disculpa,

    y no ves el motivo

    de esta tortura.

    ¿Por qué engañarte

    confundiendo el dibujo

    con el paisaje?

    E

    RES DULCE y callada.

    Siento vergüenza

    de mirarte a los ojos

    y que no adviertas

    cuánto es mi miedo:

    si pronuncio tu nombre

    ardo y me quemo.

    T

    RES días leyendo

    tu mensaje.

    ¿Quién tuvo la culpa

    del desastre?

    Esa huida

    demuestra que todo

    fue mentira.

    B

    AILARINA ceñida de raso,

    nunca se enamora,

    porque el vértigo de mil piruetas

    la atrapa en sus olas.

    Y a la medianoche,

    en lugar de exhibir su atractivo

    sueña nuevas poses.

    V

    A A CASARSE y no piensa

    sino en la boda,

    si el novio es un inútil

    poco le importa.

    Más adelante,

    cuando llegue el divorcio,

    será muy tarde.

    S

    I ME DAS a elegir

    digo: esa risa…

    No, mejor el vaivén

    de tus caricias.

    O tu susurros,

    ¿o el escote…? Mi amor,

    esto no es justo.

    L

    A CHICA me tenía sorbido el seso,

    le escribí cien poemas,

    pero ella los tomó como

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