¿Es válido pensar que podemos romper las reglas, ya sea en el sentido constructivo o destructivo?
¿Por qué los rebeldes rompen las reglas y cuáles son sus elementos comunes?
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Si algo es común en las organizaciones, es la existencia de reglas que pueden aplicar a nivel de los procedimientos para llevar a cabo el trabajo o de una cadena de mando o inclusive mediante la aplicación de un código de vestimenta. Estas directrices son de gran apoyo para regular las operaciones y que deben de observarse al momento de ejecutar las actividades. ¿Qué sucede cuando simplemente no las tomamos en cuenta? La respuesta es fácil: estaremos teniendo problemas en la medida que estamos propiciando confusión o descontrol. En las organizaciones, los rebeldes o se les tolera con reservas o son invitados a salir de la empresa. Es como estar viendo un partido de fútbol y de repente salta a la cancha en pleno partido un aficionado que quiere abrazar a una de las estrellas. Se detiene el partido y el equipo de seguridad lo saca del estadio.
En el episodio de hoy estaremos revisando cuáles son aquellos aspectos que caracterizan a los rebeldes y cuál el aporte que las empresas pueden recibir de parte de ellos.
No deja de ser interesante distinguir en nuestras organizaciones que la unanimidad más que ayudarnos nos puede significar grandes descalabros por el hecho de que algunos integrantes no fueron capaces de manifestar que disentían con la decisión tomada, reservándose sus puntos de vista en aras de no contrariar al “jefe” o al grupo en general. Esta es una postura dañina y poco asertiva. Busquemos abrir la comunicación y estemos dispuestos a escuchar a todos. Contar con la participación de rebeldes puede ser un gran aporte.