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Canto a mí mismo
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Canto a mí mismo

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Walt Whitman, padre de la poesía estadounidense moderna, es el poeta que puso la vida, la respiración, el cuerpo y el deseo en el centro de sus poemas desafiando las convenciones de su época. Rechazó la limitación de la métrica fija para dar rienda suelta a la sonoridad y para ampliar las posibilidades de la expresión poética con el verso libre: la forma ya no encorsetaría más el sentido, sino que este desbordaría todos los límites de la tradición.En Canto a mí mismo, el profeta del sí incondicional a la vida invita al hombre y la mujer común, a aquellos que trabajan con las manos y sienten en el pecho, a la heroicidad de la alegría, epopeya en la que, al final, todos los corazones laten al unísono. No se trata de un destino de superficial dicha y mera igualdad, sino que consiste en el gozo del esfuerzo, de la energía vital, del hacer de la vida misma un espacio donde quepamos todos.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento29 ene 2024
ISBN9788446054627
Canto a mí mismo
Autor

Walt Whitman

Walt Whitman (1819-1892) was an American writer famously known for his poetry collection, Leaves of Grass. In addition to his poetry, Whitman was also a prominent essayist, journalist, and humanist with works centering mainly around the topics of transcendentalism and realism. Born in New York in 1819, Whitman worked at a printing press where he then transitioned to a full-time journalist. During his time in journalism, Whitman developed many important beliefs, many of them formed after having witnessed the auctioning of enslaved individuals. Over the course of his career, Whitman remained very politically aware, disavowing the bloody nature of the Civil War and dedicating resources to help the wounded in various hospitals in New York City. Whitman spent his declining years working on revisions for Leaves of Grass, which was largely thereafter referred to as his “Deathbed Edition.”

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    Canto a mí mismo - Walt Whitman

    cubierta.jpg

    Akal / Básica de Bolsillo / 370

    Walt Whitman

    CANTO A MÍ MISMO

    Prólogo y paráfrasis de León Felipe

    Walt Whitman, padre de la poesía estadounidense moderna, es el poeta que puso la vida, la respiración, el cuerpo y el deseo en el centro de sus poemas desafiando las convenciones de su época. Rechazó la limitación de la métrica fija para dar rienda suelta a la sonoridad y para ampliar las posibilidades de la expresión poética con el verso libre: la forma ya no encorsetaría más el sentido, sino que este desbordaría todos los límites de la tradición.

    En Canto a mí mismo, el profeta del sí incondicional a la vida invita al hombre y la mujer común, a aquellos que trabajan con las manos y sienten en el pecho, a la heroicidad de la alegría, epopeya en la que, al final, todos los corazones laten al unísono. No se trata de un destino de superficial dicha y mera igualdad, sino que consiste en el gozo del esfuerzo, de la energía vital, del hacer de la vida misma un espacio donde quepamos todos.

    Diseño de cubierta

    RAG

    Reservados todos los derechos. De acuerdo a lo dispuesto en el art. 270 del Código Penal, podrán ser castigados con penas de multa y privación de libertad quienes sin la preceptiva autorización reproduzcan, plagien, distribuyan o comuniquen públicamente, en todo o en parte, una obra literaria, artística o científica, fijada en cualquier tipo de soporte.

    Nota editorial:

    Para la correcta visualización de este ebook se recomienda no cambiar la tipografía original.

    Nota a la edición digital:

    Es posible que, por la propia naturaleza de la red, algunos de los vínculos a páginas web contenidos en el libro ya no sean accesibles en el momento de su consulta. No obstante, se mantienen las referencias por fidelidad a la edición original.

    Título original: Song of Myself

    © Finisterre Editores, S. A., 1974

    © Ediciones Akal, S. A., 1990, 2024

    Sector Foresta, 1

    28760 Tres Cantos

    Madrid - España

    Tel.: 918 061 996

    Fax: 918 044 028

    www.akal.com

    ISBN: 978-84-460-5462-7

    Prólogo

    Habla el prólogo

    «Y aquel que camina una sola legua sin amor

    camina amortajado hacia su propio funeral».

    Walt Whitman

    I

    ¿ES INOPORTUNA ESTA CANCIÓN?

    Ahora…

    cuando el soldado se afianza bien el casco en la cabeza,

    cuando el arzobispo se endereza la mitra,

    cuando el retórico saca de nuevo el cartabón para medir su madrigal;

    ahora…

    cuando el político y el sociólogo,

    el filósofo y el artista

    viran hacia la derecha porque parece que va a ganar el tirano,

    muchos pensarán que acuñar este poema en español es un mal negocio,

    una hazaña sin gloria,

    un gesto inoportuno y peligroso.

    No sé si será peligroso,

    pero no es inoportuno.

    ¿Es inoportuna esta canción?

    «Con estrépitos de músicas vengo,

    con cornetas y tambores.

    Mis marchas no suenan sólo para los victoriosos

    sino para los derrotados y los muertos también.

    Todos dicen: es glorioso ganar una batalla.

    Pues yo digo que es tan glorioso perderla.

    Las batallas se pierden con el mismo espíritu que se ganan.

    ¡Hurra por los muertos!

    Dejadme soplar en las trompas, recio y alegre por ellos.

    ¡Hurra por los que cayeron;

    por los barcos que se hundieron en el mar

    y por los que perecieron ahogados!

    ¡Hurra por los generales que perdieron el combate y por todos los héroes vencidos!

    Los infinitos héroes desconocidos valen tanto como los héroes más grandes de la historia».

    ¿Quién ha dicho que esta no es la hora?

    Sí, esta es la hora.

    Esta es la hora de transbordar las consignas poéticas eternas;

    de trasvasar de un cuenco a otro cuenco las genuinas esencias de los pueblos;

    con vinos de otras cepas y de otros lagares,

    con vinos del norte y del sur…

    La mejor hora para brindar por el hombre con canciones de otras latitudes, trasladadas a nuestro discurso.

    Y ¡qué alegría cuando sentimos que estos zumos extraños son nuestros también,

    que nada le viene áspero ni amargo a nuestro paladar!

    (¡Qué alegría cuando yo averiguo que en mi pentagrama cabe la canción del cuáquero y del chino,

    y que el amplio sombrero tejano me sienta tan bien como el viejo chambergo de Castilla,

    que es el mismo sombrero, con más órbita!).

    ¡Qué alegría cuando nos damos cuenta de que los pueblos están tan cerca unos de otros al través de sus poetas!

    ¡Que sólo la política separa a los hombres:

    los cabildos y los concejos!

    Un día, cuando el hombre sea libre, la política será una canción.

    El eje del universo descansa sobre una canción, no sobre una ley.

    Cantan las esferas.

    ¿No habéis oído hablar de la canción de las esferas?

    Y ¿es inoportuna ahora esta canción?

    II

    WALT WHITMAN

    ¿Es inoportuno, amigos y poetas americanos y españoles, que yo os congregue aquí ahora y os traiga conmigo al viejo camarada de Long Island?

    No. Esta es la hora mejor.

    Ahora…

    cuando avanza el trueno para borrar con trilita la palabra libertad, de todos los rincones de la tierra,

    cuando el hombre ha perdido su airón y su bandera

    y todos somos reses marcadas entre vallados y alambradas,

    quiero yo presentaros a este poeta de cabaña

    sin puerta frente al camino abierto,

    a este poeta de halo, de cayada y de mochila;

    ahora…

    cuando reculan frente al odio el amor y la fe

    quiero yo presentaros con verbo castellano, y en mi vieja manera de decir,

    a este poeta del amor, de la fe y de la rebeldía.

    Aquí está. ¡Miradlo!

    Se llama Walt.

    Así lo nombran

    el viento,

    los pájaros

    y las corrientes de los grandes ríos de su pueblo.

    Walt es el diminutivo de Walter (Gualterio en castellano).

    Más bien es la poda del patronímico hasta el monosílabo simple, onomatopéyico y gutural: Walt.

    III

    DIOS LE LLAMA WALT

    Se

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