K'amnikte': Velada floral
Por Pedro Uc
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Las historias que aquí se cuentan, cargadas de pasión y de energía ancestral nos invitan a vivir el hoy, la vida, con todo el espíritu de la celebración.
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K'amnikte' - Pedro Uc
Uc
Be,
Pedro,
autor
K’amnikte’
=
Velada
floral
/
Pedro
Uc;
prólogo
José
Luis
Iturrioz
Leza.
--
1a.
ed.
–
Guadalajara,
Jalisco:
Editorial
Universidad
de
Guadalajara,
2023.
192
páginas;
20.5
cm.
–
(colección
Literaturas
en
Lenguas
Originarias
de
América
Miguel
León-Portilla)
Textos
en
maya
y
español
Glosario:
pp.
182-189.
ISBN
978-607-581-020-1
1.
Literatura
maya
2.
Literatura
indígena
mexicana
I.
Iturrioz
Leza,
José
Luis,
prólogo
II.
t.
III.
t.:
Velada
floral
IV.
Serie
897.41
.U16
.K1
DD23
PM3082
.U16
.K1
LC
DCC
Thema
Primera
edición
electrónica,
2023
©
Prólogo
José
Luis
Iturrioz
Leza
©
Textos
Pedro
Uc
Coordinación
de
la
colección
José
Luis
Iturrioz
Leza
Dulce
María
Zúñiga
Chávez
Coordinación
editorial
Iliana
Ávalos
González
Jefatura
de
diseño
Paola
Vázquez
Murillo
Cuidado
de
la
edición
Mario
Díaz
Ruelas
Diagramación
Javier
Salazar
Acosta
Se
prohíbe
la
reproducción,
el
registro
o
la
transmisión
parcial
o
total
de
esta
obra
por
cualquier
sistema
de
recuperación
de
información,
existente
o
por
existir,
sin
el
permiso
previo
por
escrito
del
titular
de
los
derechos
correspondientes.
D.R.
©
2023,
Universidad
de
Guadalajara
José
Bonifacio
Andrada
2679
Colonia
Lomas
de
Guevara
44657
Guadalajara,
Jalisco
www.editorial.udg.mx
800
UDG
LIBRO
ISBN
978-607-581-020-1
Octubre
de
2023
Hecho
en
México
Made
in
Mexico
Ricardo
Villanueva
Lomelí
Rectoría
General
Héctor
Raúl
Solís
Gadea
Vicerrectoría
Ejecutiva
Guillermo
Arturo
Gómez
Mata
Secretaría
General
Luis
Gustavo
Padilla
Montes
Rectoría
del
Centro
Universitario
de
Ciencias
Económico
Administrativas
Missael
Robles
Robles
Coordinación
de
Entidades
Productivas
para
la
Generación
de
Recursos
Complementarios
Sayri
Karp
Mitastein
Dirección
de
la
Editorial
Juan
Manuel
Durán
Juárez
R
ectoría
del
Centro
Universitario
de
Ciencias
Sociales
y
Humanidades
Dulce
María
Zúñiga
Chávez
Dirección
de
la
División
de
Estudios
de
la
Cultura
José
Luis
Iturrioz
Leza
Jefatura
del
Departamento
de
Estudios
en
Lenguas
Indígenas
Índice
Prólogo
7
José
Luis
Iturrioz
Leza
Glosario
182
13
K’amnikte’
14
U
baak
wakax
46
T’eel
72
Púuts’ul
98
Xa’aypajal
122
Tóok
150
Yuum
Cháak
Velada
floral
Los
cuernos
El
gallo
La
fuga
La
encrucijada
La
quema
La
lluvia
13
15
47
73
99
123
151
Velada
floral
7
PR
Ó
LOGO
José
Luis
Iturrioz
Leza
Pedro
Uc
nos
cuenta
la
historia
de
una
aldea
maya
convertida
en
una
factoría
agraria
dedicada
al
cultivo
del
henequén
y
sometida
al
régimen
de
las
haciendas
que
transformó
la
estructura
social
y
las
costumbres
milenarias
del
pueblo
desde
la
forma
de
culti-
var
la
tierra
hasta
las
relaciones
amorosas.
La
autonomía
de
un
pueblo
que
tomaba
las
decisiones
en
la
asamblea
fue
sustitui-
da
por
una
forma
de
heteronomía
colonial
donde
las
reglas
son
impuestas
por
un
extraño
que
se
hace
dueño
de
la
tierra
y
de
las
personas,
incluyendo
el
derecho
de
pernada.
La
historia
conclu-
ye
cuando
un
grupo
de
jóvenes
que
han
llegado
a
conocer
las
raíces
históricas
de
su
situación
organizan
una
rebelión
que
les
devuelve
la
autonomía.
No
se
trata
de
una
novela
histórica
con
personajes
y
even-
tos
reales,
sino
de
una
novela
alegórica
cuyo
discurso
se
orga-
niza
completamente
en
dos
planos:
el
de
los
hechos
narrados
que
aluden
a
una
etapa
histórica
y
el
de
la
referencia
a
una
si-
tuación
actual
simbolizada
en
ellos
mediante
una
cadena
de
metáforas
entretejidas.
Habla
de
la
vida
en
una
hacienda
del
si-
glo
XIX
y
al
mismo
tiempo
se
refiere
a
la
actualidad,
apuntan-
do
hacia
el
futuro.
El
autor
nos
describe
una
situación
inestable
que
resulta
del
choque
de
dos
mundos.
La
naturaleza
idílica
de
una
arcadia
en
la
que
se
conserva
la
inocencia
contrasta
con
la
maldad
de
los
patrones
y
la
cultura
de
la
imposición
y
la
destrucción.
La
vida
humana
tradicional
transcurre
en
armonía
con
la
naturaleza.
Se
respetan
las
leyes
de
la
naturaleza
y
los
consejos
de
los
mayo-
res,
mientras
que
las
normas
impuestas
por
los
patrones
rompen
ese
equilibrio.
8
K’amnikte’
Sus
primeros
pobladores
vivían
de
la
milpa,
solo
del
maíz
como
corazón
de
la
milpa
se
podían
alimentar,
por
eso
no
se
olvidaban
de
sus
dioses,
son
hijos
de
la
lluvia,
del
viento
y
de
otras
deida-
des.
No
es
así
a
día
de
hoy,
apenas
llegó
el
ts’uul
lo
convirtió
en
una
hacienda
para
cultivar
henequén,
por
eso
todo
ha
cambiado,
ahí
empezó
el
sufrimiento
como
lo
narra
el
Chilam
Balam
;
sufri-
mientos
muy
dolorosos
que
el
ts’uul
deja
caer
con
todo
su
peso
sobre
la
familia
del
hombre
maya
(p.
21
).
Hace
algunos
años,
en
el
pueblo
de
ChakMaay
no
había
una
gran
casa
de
ts’uul
,
a
nadie
se
le
avergonzaba
sentando
un
cuerno
de
toro
sobre
su
casa.
A
día
de
hoy,
las
hojas
de
hene-
quén
florean
como
la
inmensidad
del
mar
en
los
cuatro
rumbos
del
mundo
enfundado
en
el
miedo,
en
la
vergüenza
y
en
la
es-
clavitud;
así
está
nuestra
vida
desde
que
llegó
a
este
pueblo
el
verdadero
dios
que
nos
trajeron
(p.
23
).
El
discurso
poético
utilizado
en
la
descripción
del
paisaje
o
de
las
personas
y
costumbres
tradicionales
Empiezan
los
días
de
la
copiosa
lluvia,
por
eso
la
apacible
tie-
rra
se
maquilla
el
rostro
de
verde
(p.
15
).
se
vuelve
áspero
y
hasta
obsceno
cuando
se
enfocan
las
prác-
ticas
coloniales
impuestas
en
la
hacienda.
La
pegó
contra
su
pecho
y
metió
su
mano
debajo
de
su
vesti-
do
para
tocarle
las
nalgas,
luego
le
puso
los
dedos
en
el
sexo,
hasta
que
se
lo
introdujo,
apenas
le
pareció
como
dilatándose
y
humedeciéndose
la
puerta
de
la
vaina,
la
acostó
de
frente
sobre
aquella
gran
piedra
plana,
con
lujo
de
urgencia
desenvainó
su
desecado
macho
y
lo
encajó
entre
las
piernas
de
la
muchacha,
en
la
primera
impulsiva
hundida,
vertió
la
líquida
violencia;
se
levantó
con
apuro
y
con
hojas
de
xchuul
se
intentó
secar
la
san-
gre
que
le
corría
entre
los
testículos,
así
abordó
su
caballo
des-
pareciendo
entre
el
polvo
como
un
torbellino
(p.
59
).
Velada
floral
9
Otras
voces
dicen
que
los
mayas
incondicionales
del
patrón
son
hipócritas
y
lamenalgas
porque
les
gusta
mover
cariñosa-
mente
la
cola
como
perro,
en
señal
de
cariño
al
ts’uul
(p.
49
).
¿
Cómo
salir
de
esta
situación
derivada
del
choque
de
dos
mundos?
El
padre
de
los
protagonistas
menciona:
Hijos,
hay
dos
caminos
delante
del
pueblo
maya,
el
primero
es
muy
antiguo,
el
segundo
es
nuevo;
ese
antiguo
es
el
que
abrie-
ron
los
grandes
hombres
de
esta
tierra,
esos
que
nos
nacieron,
para
que
caminaran
ellos
y
caminaran
también
sus
hijos,
ahí
aprendimos
esta
palabra
que
hablamos,
así
aprendimos
a
vivir
bien…
El
camino
antiguo
es
de
los
nukuch
wíiniko’ob
,
nuestros
abuelos,
k’amnikte’
es
su
nombre
(p.
33
).
El
camino
nuevo
no
es
tan
nuevo,
solo
su
llegada
a
nosotros
es
nueva,
muerte
y
aniquilamiento
es
su
signo,
es
el
camino
del
ts’uul
que
nos
esclaviza;
donde
hay
cosas
así
no
hay
nada
nuevo.
Al
camino
del
ts’uul
le
vamos
a
llamar
ts’o’okolbeel
,
aunque
parece
contradictorio,
la
verdad
es
que
así
sucede,
es
un
camino
que
acaba
con
nuestro
camino,
el
camino
de
nuestra
lengua,
el
camino
de
nuestra
milpa,
el
camino
de
nuestros
co-
nocimientos
y
el
camino
de
nuestro
cariño
(p.
33
).
La
ruptura
del
orden
tradicional
está
simbolizada
por
el
de-
recho
de
pernada
que
practica
el
ts’uul
,
la
restauración
del
ca-
mino
antiguo
está
simbolizada
en
la
reinstauración
k’amnikte’
descrito
en
los
cantos
de
Dzitbalche’
.
Alégrense
porque
vamos
al
k’amnikte’
,
todas
las
señoritas
lle-
van
rostros
sonrientes,
su
corazón
brinca
de
emoción
en
el
ca-
minar
de
sus
pechos
porque
le
ofrecerá
su
virginidad
a
quien
es
su
amado.
El
k’amnikte’
es
recibir
flores.
Ambos,
el
joven
y
la
se-
ñorita,
reciben
flores,
hay
un
intercambio
de
flores
toda
vez
que
para
nuestros
abuelos,
las
flores
son
muy
significativas
en
10
K’amnikte’
virtud
de
sus
colores,
que
representan
el
óol
del
mundo
o
los
cuatro
rincones
del
yóok’olkaab
.
El
k’amnikte’
es
la
celebración
guiada
por
un
aj
K’iin
,
que
convoca
a
los
Yuumo’ob
para
fortalecer
esa
unión,
motivo
de
alegría,
de
invocaciones.
Los
participantes
visten
ropas
nuevas,
zapatos
nuevos,
peinados
nuevos,
se
utilizan
instrumentos
mu-
sicales
nuevos,
cantos
nuevos.
Todo
lo
que
sirve
para
la
cele-
bración
es
nuevo
y
la
luna
llena
y
el
sol
son
los
testigos
de
ese
encuentro
significativo
(p.
39
).
El
equilibrio
de
la
naturaleza
y
el
orden
social
está
dado
por
la
acción
combinada
de
dos
principios
contrapuestos
que
cons-
tituyen
una
dualidad
fundamental:
...dicen
los
abuelos
principales
que
existen
dos
vidas
o
dos
se-
res
unificados
por
el
anochecer
o
el
amanecer,
es
el
que
provee
la
luz
y
el
que
provee
la
oscuridad,
los
dos
tienen
aliados,
exis-
ten
animales
propios
del
día,
pero
también
existen
los
de
la
no-
che,
existen
flores
propias
del
día,
pero
existen
también
las
de
la
noche,
existen
sonidos
propios
del
día,
pero
existen
también
los
de
la
noche;
por
eso,
estas
dos
vidas
van
juntas,
el
gran
Se-
ñor
es
un
par,
ni
es
solo
varón,
ni
es
s
o
lo
mujer,
él
es
el
tronco
de
todo
lo
que
existe;
por
eso
el
mundo,
cuando
anochece,
pa-
rece
que
apenas
despierta
y
cuando
empieza
el
amanecer
pare-
ce
que
empieza
a
dormitar
(p.
15).
Parte
de
la
restauración
del
orden
antiguo
consiste
es
resta-
blecer
los
nombres
de
las
personas
y
de
las
cosas.
A
los
patrones
les
gusta
cambiar
el
nombre
a
los
que
somos
ma-
yas,
para
ellos
te
llamas
María,
les
gusta
mucho
ese
nombre,
no-
sotros
no
sabemos
qué
significa,
pero
ustedes
deben
saber
que
a
la
llegada
de
los
españoles,
nuestra
palabra
perdió
su
fuerza,
a
día
de
hoy,
en
nuestros
pueblos
ellos
mandan,
su
palabra
es
lo
último
que
se
oye.
Tu
nombre
se
lo
prestamos
a
una
mariposa
Velada
floral
11
nocturna
que
empieza
a
rondar
las
flores
del
xchiwox
xíiw
cuan-
do
alcanza
a
oscurecer,
te
lo
pusimos
por
nombre
porque
estás
destinada
a
tener
alas
como
el
colibrí
y
a
unirte
a
la
flor
noctur-
na.
Hay
otras
cosas
muy
malas
que
hacen
los
patrones
y
nos
ha
estado
doliendo
mucho,
ya
que
te
estás
volviendo
mujer,
¡mu-
chachita!
no
pasará
mucho
tiempo
cuando
te
lo
cuente,
segura-
mente
en
estos
días
que
vienen.
Pero
aquí
en
casa
hablaremos
nuestra
lengua,
nos
llamaremos
en
nuestro
nombre,
comeremos
nuestros
guisos
y
soñaremos
nuestros
sueños
(p.
17
).
En
la
traducción,
el
autor
ha
conservado
muchas
palabras
que
designan
instituciones,
peronajes
o
rituales
constitutivos
de
la
cultura
tradicional,
las
cuales
se
reúnen
en
un
glosario
para
ayudar
al
lector
no
maya
a
entender
plenamente
el
texto.
Tam-
bién
ha
intentado
que
el
genio
de
su
lengua
madre
se
conserve
en
la
traducción.
K’amnikte’
Velada
floral
14
K’amnikte’
U
baak
wakax
Yáalal
ku
beetik
le
ek’same’enil
tu
x
t’úut’ul
bejil
u
chan
úu-
chben
maya
kaajil
ChakMaay,
bejla’e’
suta’an
haciendail
liik’il
ka’aj
anchaj
u
ts’uulil,
te’el
ets’ekbal
tu
laak’in
xaaman
u
noj
kaajil
Jo’,
ch’aba’an
tumen
le
j
ts’uuts’ul
máako’;
káajal
ku
bee-
tik
u
k’iinilo’ob
ja’aja’alil,
le
beetik
ya’axt’ube’en
u
bin
u
chíi-
kpajal
u
túumbenil
u
táan
u
yich
xki’ichpan
lu’um;
ts’o’ok
u
káajal
u
t’a’anal
mejen
paalal
tumen
taatatsil
ka’aj
máanako’ob
ich
naj,
beey
u
kalaanta’alo’ob
ti
u
chi’ibal
síina’an,
ch’ojkaan
wa
le
náaysaj
óol
jpiko’.
Jats’uts
u
yilko’ob
lo’obal
bix
u
sakche’ej
u
wóowolal
u
mejen
sak
lool
le
xchiwoj
xíiw
ku
bin
u
xíitil
tu
táan
u
k’ab
le
ek’same’enilo’,
saknike’en
u
yila’al;
ma’
tu
na’atiko’ob
ba’ax-
ten
liik’il
u
yáak’abtale’
ku
xíitil
le
xmejen
sak
loolo’ob
kenik
u
mejen
xt’úult’ul
bejilo’ob
le
kaajo’,
tak
u
mejen
ch’íich’ilo’ob
ku
yantal,
leti’e’
ma’tech
u
yila’al
le
ken
sáaschajako’.
Yaan
máax
a’alike’
yo’olal
bin
u
ts’a’abal
tumen
Yuum
Áak’ab
u
ki’imakil
u
yóol
yéetel
u
yajsa’al
u
jats’utsil
u
paakat
tuláakal
le
jtáankelen
máako’ob
ku
jóok’olo’ob
u
xíinxinbal-
to’ob
u
wíinklil
le
áak’abo’,
tumen
bin
u
táankelemil
máake’
ku
beetik
u
t’a’ajtal
u
yóol
tia’al
u
kaxant
ba’alo’ob
ma’
suuka’an
u
beeta’ali’
mix
suuk
u
yila’ali’.
Yaan
xan
máax
a’alik,
je’el
bix
le
nukuch
wíiniko’obo’,
ka’p’éel
kuxtalil
yaan
ku
nu’upulo’ob
tumen
le
ek’same’eni-
lo’
yéetel
le
píik’ilo’,
le
ku
ts’a’abal
tumen
le
sáasilo’
yée-
tel
le
ku
ts’a’abal
tumen
le
ek’joch’e’nilo’,
tu
ka’p’éelal
yaan
u
j
méek’táano’ob,
yaan
u
ba’alche’ilo’ob
k’iin
ba’ale’
yaan
xan
tia’al
áak’abi’,
yaan
u
loolilo’ob
k’iin
ba’ale’
yaan
xan
tia’al
áak’abi’,
yaan
u
juumilo’ob
k’iin
ba’ale’
yaan
xan
tia’al
áak’abi’;
le
beetike’
le
ka’p’éel
kuxtalila’
múul
u
máano’ob,
Yumtsile’
ka’ajmat,
mix
chéen
xiibi’,
mix
chéen
ko’oleli’,
leti’
u
chuun
tuláakal
ba’ax
yaan,
le
beetike’
le
yóok’olkaaba’
le
ken
Velada
floral
15
Los
cuernos
Se
desliza
con
ternura
la
oscuridad
en
las
veredas
de
Chak-
Maay,
como
suele
suceder
en
verano;
es
una
aldea
maya,
con-
vertida
en
hacienda
desde
el
día
que
tuvo
dueño,
está
sentada
al
noroeste
de
Mérida,
esa
ciudad
levantada
sobre
Jo’
por
el
ts’uul
;
empiezan
los
días
de
la
copiosa
lluvia,
por
eso
la
apa-
cible
tierra
se
maquilla
el
rostro
de
verde;
los
padres
han
co-
menzado
a
llamar
a
los
niños
para
que
se
cobijen
en
la
casa,
y
así
evitar
que
sean
atacados
por
algún
alacrán,
víbora
o
el
si-
giloso
y
abundante
jpik
.
La
sonrisa
de
los
manchones
de
florecitas
blancas
del
xchi-
wojxíiw
,
que
van
abriéndose
en
la
palma
de
las
manos
del
ano-
checer
hasta
blanquearlo,
atrapa
las
miradas;
no
saben
estos
niños
por
qué
estas
flores
esperan
a
la
noche
para
brotar
con
singular
ternura,
atraen
hasta
pajaritos
que
nunca
se
ven
a
la
luz
del
día,
colorean
—durante
la
noche—
las
veredas
del
pueblo.
Hay
quienes
dicen
que
es
para
alegrar
y
despertar
los
ojos
de
los
jóvenes
que
salen
a
caminar
el
misterio
de
la
noche
sobre
la
piel
de
la
oscuridad;
es
que
la
juventud
está
muy
cargada
de
energías
osadas
para
correr
riesgos
atípicos,
nunca
antes
vistos
ni
oídos,
buscando
—sin
esperanza—
el
encuentro.
Hay
otros
que
dicen,
como
los
abuelos
principales,
que
existen
dos
vidas
o
dos
seres
unificados
por
el
anochecer
o
el
amanecer,
uno
es
el
que
provee
la
luz
y
otro
el
que
provee
la
oscuridad,
los
dos
tienen
aliados.
Existen
animales
propios
del
día,
pero
también
existen
los
de
la
noche,
existen
flores
pro-
pias
del
día,
pero
existen
también
los
de
la
noche,
existen
soni-
dos
propios
del
día,
pero
existen
también
los
de
la
noche;
por
eso,
estas
dos
vidas
van
juntas,
el
gran
Señor
es
un
par,
ni
es
so-
lo
varón,
ni
es
solo
mujer,
él
es
el
tronco
de
todo
lo
que
existe;
por
eso
el
mundo,
cuando
anochece,
parece
que
apenas
despierta
y
cuando
empieza
el
amanecer
parece
que
empieza
a
dormitar.
16
K’amnikte’
áak’abchajake’
beey
ajal
ku
beetike’,
le
xan
ken
káajak
u
sáasa-
tale’
beey
táan
u
káajal
u
wenele’.
Le
ken
laj
okok
paalal
ich
naje’,
u
na’
chan
x Áak’abTs’unu’une’
ts’o’ok
u
póokik
xka’aka’taak’,
piim,
yéetel
u
jaayil
pak’achbil
waaj
tia’al
u
jaanta’al
u
yalab
le
u
xche’echaakil
kéejo’;
beey
túun
u
much’talo’ob
janal
yéetel
ka’túul
u
yíits’ino’obo’,
beey
u
wóololo’ob
beech’
tu
yóok’ol
le
chan
wóolis
mayakche’
ba-
baykil
póola’anil
jach
chéen
utia’al
le
janalo’.
Yaan
máax
a’alik
le
ken
ila’ak
bix
much’liko’ob
tu
súutukil
le
janalo’,
beey
bin
xnuk
chi’ik
yéetel
mejen
x
aalpisooto’obe’.
U
jaajile’
ma’
bin
ki’
le
janalo’
wa
ma’
tu
multiko’ob
je’el
bix
suukilo’
kex
buka’aj
ma’alob
beeta’anil
u
ki’waajil’.
Beey
túun
u
káajal
le
tsikbalo’
yéetel
le
ka’ansaj
u
p’atmaj
le
nukuch
wíiniko’obo’;
le
k’iinyak
túun
tu
jaanto’ob
le
u
yalab
u
xche’echakil
kéejo’,
boj
tu
pool
chan
x Áak’abTs’unu’un
u
k’áa-
tik
ti’
u
na’
yéetel
ti’
u
yuum
ba’axten
beey
ts’a’abik
u
k’aba’o’.
Le
chan
x
ch’úupala’
ts’o’ok
u
xlóobayental,
min
le
bee-
tik
ts’o’ok
u
káajal
u
beetik
noj
k’áat
chi’,
u
mejen
iime’
betak
pak’áal
táan
u
káajal
u
yantal
u
k’aabe’,
u
tso’otsel
u
poole’
beey
u
nalil
kool
ku
ek’jute’entale’,
u
jaajai
bóoxel
u
chi’e’
t’uubul
ich
sakche’ej
le
ken
ju’uluk
tumen
jump’éel
satal
paakat,
u
tsoololil
u
mejen
koje’
sakjats’e’entak,
u
p’u’uke’
táan
u
bin
u
samalchak-
tal;
chéen
kulukbaal
u
pa’at
u
chan
síistal
u
yo’och
xche’echaak
ku
look
ka’aj
jáalab
ti’
tumen
u
na’il,
ma’
tu
jáan
síistal
tumen
ma’
tu
t’o’ot’o’ojaj
táanili’,
ba’ale’
tu
xe’exe’et’aj
u
yo’och
piim
ichil
beey
u
ka’aj
u
jaant
u
chook’obil
ch’a’acháake’.
―Paal―
ku
ya’alik
taatasil
ka
jóok’
u
t’aan
le
nojoch
máak
k’ajóolta’an
tumen
tuláakal
u
kaajil
ChakMaay
beey
juntúul
jach
utsil
j
tsolxikine’;
tumen
mix
tu
ch’óoytal
u
yich
tumen
nak
óolili’,
mix
tu
jojopaankil
u
k’áak’il
u
yich
tumen
nich’ba-
lil,
mix
tu
tíip’il
u
baak
beey
wakax
pulik
u
k’iinil
ti’
máax
u
yi-
chtmaje’,
leti’e’
mix
juntéen
ku
sa’atsik
u
tatil
u
t’a’ajil
u
yóol
le
ken
tsikbanak,
kex
tumen
yaayaj
tsikbal,
wa
jak’
óol
tsikbal,
wa
ts’íits’ik
tsikbal,
wa
xan
chachak
tsikbal.
Velada
floral
17
Cuando
hayan
entrado
todos
los
niños
en
la
casa,
la
mamá
de
x Áak’abTs’unu’un
que
ha
calentado
las
tortillas
gruesas,
las
gorditas
y
las
muy
sencillas
que
están
todas
hechas
a
mano,
será
hora
de
cenar
el
recalentado
del
che’echaak
de
venado;
entonces
la
niña
se
sentará
a
comer
junto
a
sus
dos
hermanitos
en
torno
a
la
banqueta,
vistos
así
parecen
una
camada
de
codornices
alrede-
dor
de
la
redonda
banqueta
tallada
especialmente
para
la
comi-
da.
Hay
quienes
comentan,
cuando
los
ven,
que
son
como
tejo-
nes
encabezados
por
su
madre
cuando
comen
el
alimento.
Ellos
dicen
que
la
comida
no
sabe
rica
si
no
se
hace
en
comunidad.
Así
es
como
empieza
la
conversación
educativa
que
han
dejado
los
abuelos
principales;
ese
día
del
recalentado
del
che’echaak
,
se
le
antojó
a
x Áak’abTs’unu’un
hacer
una
pre-
gunta
a
su
madre
y
a
su
padre
por
la
razón
de
su
nombre.
Esta
niña
ya
es
una
doncella,