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Almas en vuelo
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Libro electrónico114 páginas1 hora

Almas en vuelo

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¿Qué es el amor? ¿Cuántas formas puede adquirir? ¿Cuál es su límite? Estas son algunas de las preguntas que Almas en vuelo responde. A partir de once relatos cortos, la autora nos hace reflexionar sobre todas estas cuestiones y nos lleva de la mano hacia una compresión más amplia, profunda y espiritual de lo que es el amor. Pero no desde una perspectiva exclusivamente romántica, sino desde la idea de que este sentimiento va más allá de la relación de pareja y cubre todos los aspectos de nuestras vidas, desde las relaciones sociales de todo tipo (familia, amigos) hasta las pasiones personales, pasando por el amor propio como pilar vital imprescindible.

Almas en vuelo nos recuerda que el amor es el hilo que teje el tapiz de nuestras vidas, y que, en su esencia más pura, es la fuerza que nos conecta a todos en un abrazo universal de comprensión y empatía.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento20 dic 2023
ISBN9788411818452
Almas en vuelo

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    Almas en vuelo - Alejandra María Breviá Juliá

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    © Derechos de edición reservados.

    Letrame Editorial.

    www.Letrame.com

    info@Letrame.com

    © Alejandra María Breviá Juliá

    Diseño de edición: Letrame Editorial.

    Maquetación: Juan Muñoz Céspedes

    Diseño de portada: Rubén García

    Supervisión de corrección: Celia Jiménez

    ISBN: 978-84-1181-845-2

    Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño de cubierta, puede ser reproducida, almacenada o transmitida de manera alguna ni por ningún medio, ya sea electrónico, químico, mecánico, óptico, de grabación, en Internet o de fotocopia, sin permiso previo del editor o del autor.

    «Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 47)».

    .

    A mis amados hijos: Noah, Saúl y Adhara; la inspiración de mi vida y la razón por la que busco los misterios del universo. A mis padres, Santiago y Mariángeles, y a Rosa, siempre Rosa; ha sido mi luz en el faro de esta cabeza, la mía, sin juicios, sin prejuicios, sin límites: me ayudó a encontrar de nuevo a mi perdida niña interior; a sacar el toro que llevo dentro, sin miedos; a pisar descalza por la calzada, con fuerza y seguridad; a elevar mis hombros hacia el sol y a sacar mi feminidad a la luz de la luna. A ese enigmático chico con pelo gris y mirada intensa que, con su don, su rapidez y su presencia, encendió la chispa de la creatividad en mi alma. A la Cala del Mago, Palma de Mallorca, esa energía magnética que la isla desprende que me enseñó a amar el lugar. A mi actual trabajo, que me ha dado la oportunidad de impulsar este proyecto o esta nueva faceta de mi esencia en mis ratitos libres, y poder viajar a la isla. Este libro es un tributo a la magia que todos llevamos dentro y a los secretos que descubrimos a medida que exploramos los rincones más oscuros de nuestro ser. Con gratitud, pasión y autenticidad, que esta obra sea un faro que ilumine nuestros corazones y almas. Gracias, gracias y gracias, porque, al final, siempre somos tres: cuerpo, mente y alma; mi espacio, tu espacio y el nuestro.

    Prólogo

    Almas en vuelo es un viaje a través de las múltiples facetas del amor, un sentimiento que, aunque intangible, impregna cada rincón de nuestras vidas de una manera transformadora e inevitable. La autora, Alejandra, nos guía a través de once historias de amor, cada una con protagonistas distintos, para demostrar que el amor va más allá del romance y debería ser el cimiento de todo lo que hacemos.

    La prosa cuidada de Alejandra está llena de imágenes evocadoras y simbolismo, lo que convierte a Almas en vuelo en una lectura fluida pero profundamente conmovedora. A través de sus relatos, la autora logra su objetivo: desnudar el amor ante nuestros ojos y hacernos reflexionar sobre él desde una perspectiva íntima, auténtica y profundamente humana. Desmonta mitos e ideas preconcebidas sobre este sentimiento, dejando al descubierto su esencia más pura.

    Almas en vuelo es un vehículo para mostrarnos que no solamente existe el amor romántico, sino que este sentimiento está presente en todo lo que hacemos, desde nuestras pasiones hasta nuestras relaciones sociales, y que la base del universo es y debe ser siempre el amor: a los amigos, al trabajo, a la familia, a la pareja, a las pasiones y, sobre todo, a uno mismo.

    La historia de Alejandra se entreteje con las palabras, desde las calles adoquinadas de Alicante hasta los parques y las montañas de Alcoi, su segundo hogar en la adolescencia. Nacida y criada en la ciudad bañada por el sol y acariciada por el mar Mediterráneo, su amor por las letras se arraigó profundamente desde temprana edad. Las cafeterías de cualquier lugar del mundo se convirtieron en su fuente inagotable de inspiración, y así nació esta su primera obra: Almas en vuelo. Las olas del mar y la suave brisa que acarician su piel se transforman en versos que fluyen desde lo más profundo de su ser.

    Almas en vuelo no es solo una obra literaria, es un testimonio vivo del poder del amor y la perseverancia en la búsqueda de la pasión y el propósito en la vida.

    INTRODUCCIÓN

    Estos relatos, con diferentes personajes y escenarios, tienen algo en común: el amor; el amor a uno mismo, el amor a una persona o a un sitio, el amor a un hobby, el amor, en definitiva. Y es que, curiosamente, una mañana que me disponía a trabajar —trabajaba en una tienda de deportes, pues mi pasión era el deporte; en mis momentos más difíciles de la vida, siempre, absolutamente siempre, ha estado presente—, cuando yo tenía 17 años recién cumplidos, siempre cogía el autobús a las 9 de la mañana y coincidía con un señor bajito, moreno, con los dientes manchados de alquitrán y los dedos amarillos de los cigarrillos, que ahondó sobre mi personalidad, pasión y amor, que siempre han estado presentes en mi vida. Nos sentábamos en el banco esperando a la línea F; era la última parada en mi barrio y la última parada donde me iba a trabajar. El trayecto era muy largo y las esperas entre línea y línea, por lo menos espaciadas en 30 o 40 min, daban lugar a grandes conversaciones tanto en el banco como dentro del autobús; no recuerdo bien las conversaciones, pero eran profundas, sobre la vida, sobre las cosas. Yo hablaba con todo el mundo con naturalidad y también observaba a todo el mundo con absoluta naturalidad y curiosidad, pues lo consideraba un hobby; me divertía, siempre aprendía alguna cosa y tenía anécdotas para contar. En definitiva, las conversaciones debían de ser interesantes con este señor llamado Arcadio. Era un tanto peculiar; hablaba bajito como el tamaño de su cuerpo; era un hombre tranquilo y sabio. Él era profesor en la Universidad de Alicante, mi ciudad natal, lugar que adoro por ver el mar cada día mientras recorres la ciudad. No coincidíamos siempre, pues él dependía de las clases que impartiera. Un día vino con un libro bajo el brazo y me dijo que era un regalo: «Esto es para ti», me dijo.

    «Guau, ¡mil gracias por el presente!», respondí. De pequeña siempre me gustaba escribir y no recordaba después lo que había escrito; era como de dentro hacia fuera: mi pensamiento iba más deprisa que mi mano y me encantaba coger la máquina de escribir de mi madre —era una Olivetti que olía a tinta y se escuchaba el folio poner en el rodillo, y cuando llegabas al final tenías que correr el carrete para pasar a la siguiente línea—. Habitualmente cogía un diccionario azul de mi hermana a escondidas y lo leía; empezaba por la «a» y luego jugaba aleatoriamente: buscaba una palabra y me inventaba su significado, y me preguntaba quién había puesto el nombre a una silla o a una mesa. Sencillamente, me dio por leer una revista que mi madre compraba, que se llamaba Mía —curiosamente, se llama así mi perra, que ahora mismo tengo a mis pies mientras escribo este libro, mi primer libro—; solía leer los trucos de belleza, algo de moda, pero lo que más me alucinaba era los consultorios de un señor que se llamaba Bernabé tierno. Leía los problemas de las personas y los consejos que le daba el psicólogo, pues pensaba que por qué tenía que tener yo tantos problemas; al leerlo, mis problemas se hacían más pequeños, porque no me acordaba de ellos al centrarme en los problemas de los demás. En mi familia había muchos obstáculos o circunstancias a resolver, pues provengo de una familia completamente desestructurada: problemas de alcohol, drogas; muertes inesperadas; maltratos psicológicos, sexuales; y violencia, mucha violencia física y verbal. Así, me metía en el baño a escondidas para leer los problemas de otra gente y aprender palabras nuevas. Y cuando necesitaba moverme, me cogía una raqueta de madera DUNLOP —que aún conservo; era de mi padre— y me iba a un colegio cerca de mi barrio que tenía una gran pared; jugaba sola al frontón, me relajaba dando a la pelota una y otra vez; podía pasar horas y

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