“Con ‘Que se joda todo lo demás’ me recuerdo que no debo intentar agradar a nadie antes que a mí. Tengo esa tendencia, y al final la vida tiene que vivirla uno”
us tatuajes hablan de ella casi tanto como sus canciones. «Son como un de mi adolescencia –reconoce Alice Wonder (Madrid, 1998)–. Era muy impulsiva y los dibujaba todos a mano alzada. Esto es una taza de té porque bebía mucho té. Aquí Paciencia, para tenerla en mente. Y aquí Fire Kids por mis amigos, que son muy creativos». El bilingüismo que adquirió de niña, cuando sus padres acogían en casa a estudiantes americanos para pagar el alquiler, aflora orgánicamente. La cantante revelación del año (y firme candidata a Eurovisión) compone indistintamente en inglés o español. «Lo próximo va a ser enMe da bastante miedo sacar esas canciones porque no son muy comerciales, pero estoy en un momento en el que me da igual ya». Algo notable en su calidez, relajada y transparente, en la templanza con la que medita y suelta las palabras, en la mirada al vacío cuando piensa y a los ojos cuando habla. Y también en sus letras, un frontal sentimental que no escatima en melancolía, rabia, ira ni despecho. «Con me recuerdo que no debo intentar agradar a nadie antes que a mí. Tengo esa tendencia, y al final la vida tiene que vivirla uno. Mientras no haga daño a nadie, es el momento de coger seguridad y contar las cosas como las veo y con el sonido que me represente, por muy oscuro o pocoque sea. Cuando algo te da miedo tienes que luchar contra ello, y la única forma es lanzarte».