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MAHAMED Y SUS PERVERSOS VIAJES
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MAHAMED Y SUS PERVERSOS VIAJES
Libro electrónico452 páginas7 horas

MAHAMED Y SUS PERVERSOS VIAJES

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Se narra aquí la historia de Mohamed Saleem, que comienza en un lugar de un país del antiguo imperio otomano, cuando el hombre llega a su mayoría de edad, a esos ansiados 18 años, siendo este hombre el menor de 4 hermanos de una familia desestructurada en donde el resto de sus hermanos mayores que él se dedicaban a la venta y consumo de estupefa

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento15 dic 2023
ISBN9798888878132
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    MAHAMED Y SUS PERVERSOS VIAJES - José Ramón Sancuer

    Copyright © 2023 by José Ramón Sancuer.

    All rights reserved. No part of this publication may be reproduced, distributed, or transmitted in any form or by any means, including photocopying, recording, or other electronic or mechanical methods, without the prior written permission of the author, except in the case of brief quotations embodied in critical reviews and certain other noncommercial uses permitted by copyright law.

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    3343 Peachtree Rd NE Ste 145-725

    Atlanta, GA 30326

    www.westwoodbookspublishing.com

    Contents

    SINOPSIS

    CAPITULO 1º

    CAPITULO 2º

    CAPITULO 3º

    CAPITULO 4º

    CAPÍTULO 5º

    SINOPSIS

    Se narra aquí la historia de Mohamed Saleem, que comienza en un lugar de un país del antiguo imperio otomano, cuando el hombre llega a su mayoría de edad, a esos ansiados 18 años, siendo este hombre el menor de 4 hermanos de una familia desestructurada en donde el resto de sus hermanos mayores que él se dedicaban a la venta y consumo de estupefacientes un trabajo que ejercían todos sus hermanos, si es que quería sobrevivir, porque sus padres de origen humilde, apenas podían conseguir algunas monedas con las que comprar los pocos alimentos de sus hijos y la manutención de estos que en total eran (4) y poder llegar así hasta final de mes, no le fue nada fácil decidirse a dar ese paso para alejarse de su familia, ya que sus hermanos nunca llegaron a decir a sus padres en que trabajaban a pesar de estar mucho más tiempo en la casa de sus padres viviendo con muchas carencias y con muchos sufrimientos, porque la vida en un país musulmán no les fue nada fácil, ni siquiera para los más afortunados que ya hubiesen nacido dentro de alguna familia adinerada e influyente de ese país, y solo los más afortunados de la clase política, tenían cabida en la sociedad turca de la época.

    CAPITULO 1º

    Corría un día del mes de abril, ese mes del año en que ya comienzan a salir las primeras flores de las plantas y de la mayoría de los árboles frutales, cuando el joven Mohamed debido a su juventud y desafiando al mundo, quiso cambiar su forma de vida después de haber oído en una de las emisoras de su ciudad, que en el otro extremo del mundo había un país, que a todos los que hasta allí iban llegando, se les aprovisionaría de víveres y de un cobijo para que estos no tuviesen que sufrir calamidades, como las que en su casa estaba sufriendo su familia al verse estos desprotegidos por las autoridades de su país.

    - No hizo falta que sus padres Mohamed Saleem y Mahkamed Fatuum les tuvieron que decir a sus 4 hijos lo que tenían que hacer para poder sobrevivir en aquel país, sin ser pasto de la clase dominante, en donde esa clase dominante del país venia ya impuesta por los clérigos de la iglesia islamista.

    - Esa iglesia que le otorga los poderes a la clase musulmana, en donde los hombres pueden llegar a tener hasta 3 esposas para su recreo y diversión favorita como es el sexo, que practican al menos hasta que cumplen la mayoría de edad, incluso los hay que se mantienen en forma hasta que las fuerzas les flojean, y las pueden a su cargo, porque la religión musulmana se lo permite por ley, y en donde al mismo tiempo las mujeres son consideradas y valoradas con un exiguo precio, dándoles a los animales productores de leche incluso, más valor que a las propias mujeres y a estas se les considera que no están capacitadas si no van acompañadas siempre por un hombre ya sea un hermano o ya sea por el padre que es el que se le considera el cabeza de la familia, y el que tiene siempre la potestad sobre la clase femenina.

    - Y en la familia del joven Mohamed (que así se llamaba el protagonista de esta historia) tenía además de ellos tres a una hermana que no la dejaban salir de la casa si esta no iba acompañada por alguno de sus hermanos, pero nuestro protagonista cuando ya había cumplido los 18 años esa edad (que se considera adulta) que la juventud siempre está esperando y deseando que les llegue (no se sabe muy bien para que) y el joven pretendía realizar muchas cosas en la vida, pero que su familia no disponía de influencias ni de dinero en aquella sociedad otomana, dirigida siempre por los mismos, por las jerarquías islamistas.

    - Y era muy difícil por no decir imposible infiltrarse dentro de aquel mundo en los que le gustaba la buena vida y siempre a costa de los más desfavorecidos.

    - Y el hombre ya con su mayoría de edad en sus espaldas, un día el joven pensó.

    - ¿Tengo que cambiar drásticamente mi forma de vivir? ¿no me puedo pasar viviendo en este país toda la vida al igual que están haciendo mis padres? ¿tengo que realizar nuevos proyectos y abrir mi mente más al mundo en todas direcciones? ¿me he llegado a enterar hace tan solo unos días por una radio clandestina, que en América se vive mucho mejor y que allí cualquier persona puede ser aquella que él quiera ser y que todo migrante que llegue a ese país es bienvenido y tiene sus derechos y es ayudado por las autoridades competentes en materia de emigración?

    - Así que he decidido que mi vida ha de continuar, pero lejos muy lejos de aquí, y el joven que no disponía de rupias ni de bienes para poder pagarse un pasaje de barco y mucho menos el de avión, para la marcha a otro país este joven pensó.

    - ¿Tengo que ir a algún puerto en donde zarpen barcos para algún lugar del mundo, aunque sea viajando de polizón? ¿porque yo no puedo pagarme un pasaje? ¿y si les pido el dinero a mis padres, seguro que me lo van a negar, porque ellos tampoco lo tienen y sería ponerles en un aprieto? ¿en un gran compromiso? Decía el joven Mohamed.

    - A ellos también les cuesta mucho llegar hasta el final de mes? Decía el joven mientras hablaba para el mismo.

    - Y todo era porque los padres se dedicaban a la pesca furtiva y su madre lo hacía en algunas contadas ocasiones remendando piezas de vestir de las señoras del vecindario, y lo hacía solo cuando le llevaban a su casa algunas piezas de vestir y se les tenía que colocar alguna cremallera, y aunque trabajaban los dos, las ganancias no les eran suficientes para todo el cuidado y la alimentación de sus 4 hijos.

    - Así que un día el joven Mohamed se marchó hasta la ciudad de Izmir, que dista tan solo 30 kilómetros de la ciudad que él había nacido, y haciendo como que estaba entusiasmado con las preciosidades que tenía aquel puerto, este hombre estaba espiando a donde dirigirse, y después de investigar a cada uno de los cargueros que había allí atracados en el muelle, cuando el hombre observó que una de aquellas embarcaciones se disponía a zarpar del puerto, el joven Mohamed se introdujo dentro de aquella nave y para que nadie le viese, este se escondió dentro de un departamento frigorífico que había destinado para la cocina, y se mantuvo en aquella incómoda y fría posición hasta que ya la embarcación había zarpado y se había alejado unas cuantas millas de la bocana del puerto.

    - Y ya cuando el barco navegaba en alta mar, el joven polizón se dejó ver por las trabajadores de la cocina, y fue cuando uno de aquellos expertos cocineros, ya comenzaba a extraer de la cámara frigorífica los alimentos que aquel día tenían preparados para realizar el almuerzo en uno de los departamentos que había ya preparados para la cocina, y al ir a abrir la puerta, este cocinero muy experto en la cocina pero que tampoco era precisamente de aquel mismo país, se echó las manos a la cabeza al ver allí escondido a un polizón, y sin pensárselo ni un momento enseguida dio notificación del hallazgo al capitán del barco, y el capitán que ya no era la primera vez que se encontraba con un polizón en su nave, enseguida comprendió la desesperación de algunas personas y también de su cocinero al ver en su cocina a un polizón, y fue cuando el cocinero le preguntó al capitán de la nave.

    - ¿Mi capitán? ¿qué hacemos con él? Y este hombre añadió

    - ¿Se lo echamos a los tiburones para tengan suficiente comida para hoy?

    - ¿Así tendrán algo de comida diferente a la de los demás días? Y el capitán que era de creencias religiosas, no vio bien echárselo a los tiburones, por tratarse de un ser humano y este le dijo al jefe de cocina.

    - ¿Dejémosle unos días más dentro de la nave? ¿a lo mejor nos puede hacer falta para otras tareas que nosotros no estemos dispuestos a realizar? Y este añadió- ¿ya sabéis que las personas suelen hacer otras cosas, además de trabajar para sacar el barco adelante? Y el capitán aún añadió.

    - ¿Para lanzarlo por la borda, siempre estaremos a tiempo? ¿no nos precipitemos y dejémosle que esté con nosotros unos cuantos días más? Y aún el capitán añadió.

    - ¿Aunque mirándolo bien, he de decir que en este barco nadie es imprescindible?

    - ¿Pero? Y el cocinero cuando el capitán dijo pero este le preguntó- ¿qué quiere usted decir con eso de pero? Y su capitán le contestó.

    - ¿Dejadle en la cocina y enseñadle todas vuestras artes culinarias?

    - ¿Hasta que lleguemos al destino? ¿nos podría servir de mucha utilidad para otras cosas? Y toda aquella conversación entre el jefe de la cocina y el capitán del barco, también las estaba oyendo el joven Mohamed, que cuando oía al jefe de cocina decir todo aquello que él estaba escuchando, este estaba pensando.

    - ¿Voy a tener que idearme algo, por si estos brutos supremacistas decidieran acabar pronto conmigo? ¿no quiero ser devorado por las terribles fauces de los tiburones?

    - ¿No quiero morir tan pronto, con solo 18 años? Decía el joven Mohamed.

    - Y cuando ya se habían ausentado de allí los dos cocineros de la nave, el hombre todo atemorizado por lo que les había oído decir, en su conversación ante él, estuvo toda la noche en vela por si alguno de los cocineros decidía dar rienda suelta a sus imaginaciones, y cuando amaneció el día siguiente nada más levantarse enseguida el joven se arrodillaba para realizar sus rezos y sus plegarias a su dios Ala, implorándole para que le permitiese llegar hasta el destino final, y que le dejasen en la cocina o en cualquier lugar del barco, prometiéndole en su idioma ser útil a su dios y realizar cualquier trabajo que le ordenasen en la tripulación, con tal de que le dejasen hacer la travesía hasta su destino, un destino que era los Estados Unidos de América, un país que el joven tanto ansiaba y en el que tenía puestas todas sus esperanzas, para comenzar allí una nueva vida.

    - Pero el barco en el que se embarcó como polizón, era un buque mercante con el que tenía que atracar en bastantes puertos, antes de llegar a su final, y en donde en cada puerto qué hacia escala, la tripulación debía descargar parte de la carga y embarcar otra nueva para otras ciudades y así de aquella manera un puerto tras otro hasta que llegara el final, que era Nueva York.

    - Y aunque en el primer puerto que atracaron solo estuvieron unas 7 horas, el hombre al oír hablar a los estibadores de aquel primer puerto, el joven enseguida notó por los acentos, que aquello era todavía territorio turco, y si allí él se alejaba del barco, volvería a estar en el mismo país, o sea en Turquía y el joven no quería volver a quedarse de nuevo en el mismo país, ya que su idea inicial era llegar hasta los Estados Unidos de América.

    - Así que el joven Mohamed al notar que la gente que estaba oyendo hablaba su mismo idioma, este optó por no salir de allí y continuar dentro de la misma nave, a pesar de haber oído a su cocinero decir aquello de.

    - ¿Qué hacemos con este polizón?

    - Porque el hombre confiaba en la buena fe del capitán del barco, ya que al ser este de creencia cristiana, a él no le iban a echar por la borda, y alguna vez que el hombre se encontraba con el cocinero de descendencia coreana, rezando incluso en la cubierta de la nave, (a pesar de tener en la cubierta una temperatura por debajo de los 6 grados) el hombre confiaba mucho en sus rezos y en sus plegarias al profeta Mahoma y no tanto en otras religiones, excepto en la cristiana que era la religión del capitán de la embarcación, y cuando la nave llegó al primer puerto en donde se tuvieron que emplear a fondo con las tareas de la descarga y posteriormente con la carga, en donde tardaron alrededor de unas 7 horas, el joven Mohamed no quiso salir y se encerró en la cocina, temiendo por si posteriormente no le dejaban subir de nuevo al barco, y el hombre aguantó todo aquel tiempo rezando y suplicándole a su dios Ala que le protegiese todo el tiempo que durase aquella travesía, que según el hombre iba a ser bastante llena de obstáculos, debido a la poca simpatía que sentía por los cocineros de la nave.

    - Aunque pronto sintonizaron con él, a pesar de ser todos ellos de religiones diferentes.

    - En la nave no todos eran de la misma religión ni tampoco del mismo país, ya que los había de Vietnam, los había de Filipinas y alguno de ellos también de Corea del Sur y de otros países que apenas se les podía entender a la hora de comunicarse entre ellos, pero cuando tenían que entender algo, siempre se empleaba el idioma inglés que era sin duda el idioma más internacional, pero los tripulantes nunca llegaron a hablar correctamente el idioma de William Shakespeare, porque entre ellos lo mezclaban con otros de la región asiática y algunos incluso lo hacían por señas.

    - No le fue fácil a Mohamed poder llegar a entenderse con los marinos mercantes, unos marinos que ya llevaban trabajando juntos en la nave mucho tiempo y entre ellos se entendían ya a la casi perfección sin tener que hacerse señas, pero el joven Mohamed nunca llegó a estudiar ningún otro idioma que no fuese el materno, y por tanto no entendía el idioma que hablaban sus compañeros de travesía que se entendían con algunos acentos de otras nacionalidades.

    - Pero poco a poco el joven Mohamed se fue acostumbrando y entendiéndose, con los que al final iban a ser sus compañeros de aventuras y también de sufrimientos, porque si ya en un barco la tripulación ha de sufrir los embates del mar, aún más si cabe lo ha de hacer un polizón sin conocer a nadie de la gente que iba en la nave, y además tener que realizar las labores más duras y pecaminosas, que se le iban ordenando sin recibir nada a cambio o ninguna paga como compensación a ese duro esfuerzo.

    - Pero el joven estaba dispuesto a todo, lo que allí le propusieran con tal de mantenerle en el barco y que al mismo tiempo no lo arrojasen a los tiburones, y en el primer puerto en el que el barco hizo escala fue en el Puerto de Canakkale, se trataba de un pequeño puerto que tuvieron que atracar, para la descarga de algunas piezas de maquinaria pesada, que serviría de recambios para los tractores, que se empleaban en la recolección de las gramíneas y por tanto en aquel puerto solo estuvieron alrededor de unas 4 horas y cuando finalizaron la descarga y la carga, se marcharon todos a descansar, mientras que el patrón del barco comenzaba las maniobras de marcha.

    - Y ya de allí desde el puerto de Canakkale, el barco se trasladó hasta el grandioso puerto de Estambul, pero el polizón se percató de que aquel puerto aún pertenecía a su mismo país, y cuando a lo lejos el joven pudo ver la cúpula de la Mezquita azul y la Basílica de Santa Sofía, que sobresalía por encima del resto de edificaciones de la zona, el joven se dio cuenta de donde se encontraba y no quiso bajar por miedo también de que posteriormente no le dejasen volver a subir, para poder cumplir con sus sueños y deseos de llegar hasta el final que era los Estados Unidos de América.

    - Y aunque el joven nunca había estado en la ciudad de Estambul, porque incluso en su casa siempre le dijeron que aquella gigante y monstruosa ciudad, continuaba llamándose Constantinopla como su familia la conocía.

    - Y fue por eso que cuando el barco atracó para la descarga y la carga en el puerto de Estambul, los propios trabajadores del mercante comentaban entre ellos- ¿hoy iremos a visitar la Mezquita azul y la Basílica de Santa Sofía

    - Y a Mohamed al oír aquellas palabras se le hacia la vista borrosa, ya que el no hizo ninguna acción de marcharse con ellos y cuando el joven veía que la tripulación se bajaba del mercante al menos durante una hora, el polizón se volvía a esconder en la cocina sin poder visitar aquella mezquita que al tanto le hubiese gustado visitar, y para al mismo tiempo poder haber rezado unas plegarias en aquella mezquita, pero se aguantó como lo hacía anteriormente rezando solo en la cocina a su dios Ala, para que le diese fuerzas y ánimos hasta poder llegar al final del trayecto.

    - Por eso Mohamed se pasó parte de la travesía hasta la ciudad turca de Estambul, con el trasero levantado y su cara a ras de suelo rezando sus plegarias en el idioma árabe, que era el idioma materno y el único que el joven había aprendido a sus 18 años.

    - Porque el joven Mohamed apenas había pisado un colegio, si no era para que le enseñasen a rezar sus plegarias en las madrazas coránicas, y por tanto los estudios de Mohamed eran solo estudios básicos para poder desenvolverse en su país, pero no para poder viajar con garantías a otros países, y el joven se mantuvo todo el tiempo que duró el barco en el puerto en la ciudad de Estambul rezando sus plegarias, hasta que cuando ya la tripulación de la nave comenzaba a llegar a sus lugares de trabajo, después de haber visitado los lugares más monumentales de la ciudad, que aún no habían sido visitadas por ellos, y después de haber llegado hasta el barrio, en donde todos los marinos mercantes descargan parte de su adrenalina, para así quedarse más tranquilos y sosegados, cuando ya estos marineros comenzaban a subir por las escalerillas que les llevaban a la cubierta de la nave, el joven Mohamed que estaba esperando que de nuevo el barco comenzara a navegar hacia la siguiente parada de carga y descarga, al entrar la tripulación en la cocina, estos aún pudieron ver al joven polizón con el culo levantado, terminando de rezar su última plegaria a su dios Ala.

    - Y cuando el jefe de cocina se dio cuenta de el polizón se encontraba aun rezando en medio del pasillo al lado de la cocina en su idioma árabe, este le dijo- ¿amigo Mohamed? ¿te sientes bien rezándole a tu dios Ala?

    - Y el polizón al no saber el idioma inglés (que era el idioma que hablaban entre el resto de la tripulación) este no supo que contestar y se quedó callado, pero el jefe de la cocina que se estaba dando cuenta de que el polizón no contestaba, a ninguna de las preguntas que le estaba haciendo, este jefe de cocina le volvió a preguntar incluyendo alguna palabra que no era del idioma del propio William Shakespeare y este le preguntó.

    - ¿Ala es tu dios? Y al nombrarle al dios Ala, el polizón le contestó esta vez en el idioma inglés - ¿yes, yes? Y así de aquella manera más absurda, comenzó una de las conversaciones de besugos más interesantes de la historia de la humanidad, y poco a poco el polizón se fue familiarizando con los trabajadores del mercante, aunque cabe destacar que el polizón solo se encontraba bien cuando estaba cerca de la cocina, que era a donde el veía que nunca le iban a faltar los alimentos, y así poder continuar viviendo hasta poder llegar algún día a los Estados Unidos.

    - El hombre que residía en una localidad turca de llamada Kemal, una pequeña población de tan solo unos 2000 habitantes y en donde casi todos los habitantes de la ciudad se conocían de una cosa o de otra, y en donde muchas familias contraían entre ellos, unos matrimonios que sus progenitores acordaban ya cuando ellos aún eran muy jóvenes, o cuando aún no habían nacido, y eso lo hacían sus progenitores para que nadie se quedase soltero y así pudiesen disfrutar de la vida en pareja.

    - Los padres emparejaban a sus hijos con las mujeres nacidas de su propia familia, era una práctica muy extendida entre los habitantes de aquella población al igual que en otras muchas ciudades musulmanas, que todo el mundo aprobaba y consentía como una práctica normal.

    - Y cuando el joven Mohamed se marchó de su pueblo para poder llegar a los Estados Unidos, muchos de sus vecinos al no poder ver por allí al joven Mohamed, le preguntaban a sus familiares por él y se veía como se preocupaban también por su salud, y la comidilla de las madres que suspiraban a que alguna de sus hijas se pudiese emparentar con aquel joven, cuando estas familias veían a sus padres por la calle, enseguida se interesaban por el joven Mohamed y los vecinos les preguntaban cuál era el motivo de aquella inesperada ausencia del joven, porque sus hijas ya tenían una fijación exclusiva por él. Y los padres que tampoco tenían conocimiento de cuales habían sido los motivos de aquella ausencia, estos siempre les decían a sus vecinos y conocidos lo mismo.

    - ¿Mi hijo tenía mucho interés y deseo de viajar hasta Estambul? ¿a esa ciudad a la que siempre le hemos llamado Constantinopla? ¿y creemos que se haya marchado hasta allí? ¿ya que siempre fue ese su deseo? Y esa respuesta era siempre la que los padres de Mohamed, daban a sus vecinos y conocidos, unos padres bastante desinteresados por el futuro de sus hijos y en particular de aquel hijo menor, porque ni ellos sabían a donde se había marchado Mohamed ni tampoco cuales eran sus pretensiones, ya que el joven nunca les dijo a sus padres que pretendía marcharse de la casa para conocer otras ciudades, pero por su cabeza pasaban cada día muchas cosas.

    - Y después de embarcar como polizón en el puerto de Izmir, que era una población distante de su pueblo a tan solo 30 kilómetros del puerto, y que el joven recorrió a pie en un solo día hasta llegar a aquel puerto, para poder espiar y saber hasta dónde llegaban cada uno de los barcos cargueros que atracaban en aquel pequeño puerto.

    - Pero a Mohamed no le fue fácil llegar hasta la población de Izmir, ya que el joven apenas conocía los caminos y las carreteras que llegaban hasta allí, teniendo que caminar la mayor parte del recorrido por un camino embarrado y lleno de agua de la lluvia que el día anterior había caído en aquella zona, propensa siempre a que la lluvia invadiera parte de las ciudades que se encontraban alrededor de la suya.

    - Pero cuando el joven ya había llegado a la gigantesca ciudad de Estambul, después de haberse pasado rezando a su dios Ala para que este le diese fuerzas, cuando ya el carguero comenzaba a desplegar todos sus motores para poner dirección del siguiente puerto, para la carga y descarga de sus bodegas, este polizón continuaba dando gracias a su dios, porque había vivido un día más, sin que los que estaban siendo sus compañeros no le hubiesen lanzado aún por la borda, para que sirviera de alimento a los tiburones.

    - Y aunque Mohamed no hablaba en mismo idioma que el resto de sus compañeros de travesía, que en total eran 2 cocineros, 3 responsables de la carga y el capitán y su ayudante y cuando se dieron cuenta de que se encontraba en la cocina un polizón, con el ya eran 8 en total aunque nunca llegaron a contabilizar al polizón como persona mercante o uno más de sus tripulantes, para no tener que abonarle nada por el salario, un salario que ya tenían asignado por el armador del buque al resto de los trabajadores, Un armador que solo visitaba el barco cuando la nave se desplazaba para llevar alguna vez su carga hasta algún puerto de Grecia, y entonces sí que el armador de la nave visitaba el barco para comprobar si todo lo que él había ordenado en el flotaje de su propiedad continuaba en su lugar, y los ocupantes de la nave se encontraban todos vivos o si por el contrario necesitaban alguna revisión médica o sanitaria o tal vez hospitalaria, ya que era muy normal que algún tripulante enfermara durante la singladura de tantos días.

    - Y mientras tanto el armador continuaba residiendo con su esposa y sus hijos e hijas en la bonita y fantástica isla de Santorini, y desde esa misma isla era desde donde dirigía su gran imperio de mercantes de carga el hombre que se llamaba Aristoteles Papandrew Papanatas, un hombre armador de barcos que había heredado la naviera de su padre cuando este falleció y que solo contaba cuando la heredó 20 años y que estaba enseñando al único hijo que tenia de su matrimonio, a su primogénito que también se llamaba como él, en el negocio de las navieras y en el financiero, para que todo le fuese mucho más fácil, un negocio que le reportaba unos buenos ingresos.

    - Pero las hijas del armador eran todas ellas muy diferentes a su hermano, ya que en aquella isla las mujeres en vez de dedicarse a los negocios como lo hacía su padre. Esta mujeres todas ellas muy bellas señoritas seductoras y también provocadoras, se encontraban siempre de conquistas, intentando atraer a hombres importantes de la isla y con mucho dinero para casarse con alguno de ellos y que le resolviese la vida a cada una de ellas, y por tanto los negocios los dejaban para que los defendieran los hombres, por eso el apellido Papandreu siempre iba asociado a los hombres con mucha solvencia, y el apellido Papanatas era el que se solía asociar a las personas y a las familias con menos o con escasos recursos, pero las hijas del matrimonio Papandreu exhibían una belleza envidiable y fuera de toda duda, y el armero de la embarcación se pasaba la mayor parte de su tiempo en la envidiable y bella isla de Santorini, y solo veía a su flota y a la tripulación una o dos veces al año, o cuando la nave recalaba en algún puerto griego, y en el barco que se había colado de polizón el joven Mohamed, y que se llamaba Raimbo One el armador aún no lo había visitado desde hacía ya más de un año.

    - Y antes de continuar con el relato de la novela, les quiero contar algo sobre la grandiosa y monumental ciudad turca de Estambul.

    - Estambul en turco es Istambul, conocida históricamente como Bizancio y posteriormente como Constantinopla, es la ciudad más poblada de Turquía y el centro histórico, cultural y económico del país, fue sucesivamente capital de estados soberanos, como el Imperio romano, el imperio Bizantino, El Imperio Latino, El Imperio Otomano hasta el año1923, cuando se acabó la ocupación de Constantinopla.

    - Estambul es una ciudad transcontinental ubicada en el estrecho del Bósforo que separa Europa de Asía y se encuentra entre el Mar de Mármara y el Mar Negro, dos tercios de la población residen en la parte europea de la ciudad y el resto en la parte asiática.

    - Estambul es una de las ciudades más pobladas de Europa, y la mayor parte de la población es de religión musulmana, aunque también existen minorías de cristianos que ascienden a unos 60.000 y también los hay de la religión judía.

    - La ciudad fue fundada con el nombre de Bizancio en el promontorio de Sarayburnu alrededor del año 660 A.C. y se ha convertido en una de las ciudades más importantes de la historia universal, y desde su refundación bajo el nombre de Constantinopla en el año 330 A.C.

    - La ciudad ha sido la capital del imperio Romano, imperio Bizantino, 330-1204 y 1261-1453 del imperio Latino, en el año 1204-1261 y del Otomano en el año 1453-1922, en esta ciudad fue en donde primero floreció el primer cristianismo.

    - Durante el periodo Bizantino la ciudad estaba habitada por cristianos y tras la caída de Constantinopla, ante el Imperio Otomano, en el año 1453 la ciudad se fue transformando en una ciudad musulmana y en sede del califato otomano, es además la capital administrativa de la provincia, y tiene 27 distritos en la llamada Rumelia o Tracia Oriental

    - Y el carguero después de zarpar desde el puerto de Estambul, se dirigieron al puerto también turco de Marmaris, en donde estuvieron alrededor de unas 5 horas para realizar la descarga y la posterior carga de algunos materiales para la construcción que tenían ya depositados en sus bodegas, y en aquel puerto de Marmaris el polizón tampoco quiso bajarse del barco por miedo a que posteriormente no le dejaran volver a embarcar, porque el joven ya había oído hablar a la gente que se encontraba esperando cerca de allí, que hablaba en el mismo idioma que él lo hacía en su pueblo en la ciudad de Kemal, y mientras que el resto de la tripulación, disfrutaba de algo de descanso, otros de los hombres de la tripulación se marcharon a realizar una visita, al barrio rojo de la ciudad, un barrio que existe en cualquier ciudad donde haya puerto, y después de darse un paseo por aquel barrio rojo y ver en sus calles algunas mujeres enseñando lo que muchas otras mujeres no enseñarían jamás, algunos de ellos al regresar al buque, encontraron de nuevo al polizón rezando sobre una alfombra para no lastimarse las rodillas por el vasto firme del suelo, y con la cara hacia abajo como si estuviese besando la tierra que le vio nacer, y con el trasero levantado hacia el techo de la embarcación, y uno de los ayudantes de cocina que al parecer era gay y por tanto pasaba olímpicamente de las mujeres, y repetía que ellas las mujeres no representaban nada para él, y el hombre al ver allí rezando al polizón en aquella posición tan altanera, al ayudante de cocina le subió la moral, pensando quizás que aquel polizón también seria gay como él, ya que las dos veces que le invitaron a salir del barco para irse con el resto de la tripulación, en busca de alguna mujer en donde descargar su adrenalina como hacían sus compañeros, el joven Mohamed cuando tuvo aquella oportunidad, no la quiso aprovechar y se quedó en el interior de la nave, y el ayudante de cocina que se llamaba Seong-Jin que en su idioma quiere decir estrella triunfante pensó.

    - ¿Voy a intentar seducirle, porque me parece que este hombre debe de ser gay como yo? ¿y si eso es así, ya tendremos los dos una buena excusa para quedarnos los dos en el buque mientras que el resto de la tripulación se marcha por ahí de paseo para cargar las pilas? ¿y en ese caso seremos nosotros quienes al quedarnos solos los dos, podamos también recargar las nuestras?

    - Y cuando el ayudante de cocina le vio allí, este no le quiso decir nada al polizón, pero cuando este tuvo la oportunidad y vio que el jefe de cocina se había ausentado por unos cuantos minutos, el hombre le dijo al polizón que solo contaba con 18 años y ya era todo un hombre, aunque al ayudante de cocina le pareciese que era gay al igual que lo era él.

    - ¿Ya veo que te encuentras a gusto con nosotros en el buque? Y este ayudante de cocina añadió- ¿en la siguiente escala que hagamos, yo me quedaré aquí contigo en el barco y juntos lo pasaremos mucho mejor?

    - ¿Por qué, por lo que veo a ti no te gustan demasiado las mujeres?

    - ¿No eres de esos que cada vez que atracan en un puerto, se marchan todos hasta el barrio rojo de la ciudad? Y el compañero de cocina añadió.

    - ¿Tengo en el barco a unos compañeros de travesías que no saben aguantarse más de tres días sin tener relaciones sexuales con mujeres? Y el hombre de la cocina aún añadió.

    - ¿Yo sin embargo no puedo salir con ellos? ¿no me gustan esos lugares que ellos frecuentan? ¿por qué a mí no me dicen nada las mujeres?

    - ¿Y hoy cuando he visto que tenías el trasero levantado, hasta he llegado a pensar que tú y yo podríamos llegar a pasarlo bien dentro de este buque, mientras dure la singladura?

    - Pero el joven Mohamed, mientras el ayudante de cocina le estaba hablando de lo bien que los dos lo podrían pasar dentro de aquella nave, el joven no le estaba dando crédito a las palabras que estaba oyendo, ya que a él nunca le gustaron las amistades masculinas, y además odiaba las relaciones entre personas del mismo sexo, pero por el contrario tampoco quería ponerse a mal con nadie del barco, por miedo a que cogiesen represalias contra él, y el joven a aquellas insinuaciones apenas les daba importancia y pensaba que él nunca iba a tener relaciones con personas de su mismo sexo, y cada vez que le proponía algo sobre sexo, el joven se callaba y no contestaba para nada al ayudante de cocina, y este al no contestar a nada de lo que él le proponía, pensaba que Mohamed estaba de acuerdo y accedía con aquel silencio a sus pretensiones.

    - Y cuando llegaron al siguiente puerto y sus compañeros se despedían del barco para ir a dar un paseo, el ayudante de cocina pensaba que ellos dos podrían tener en silencio y sin que nadie se enterase una bonita relación de amistad y sexo, y aquella idea que el ayudante de cocina llevaba en su cabeza, cada vez que este se parecía más real y mucho más fácil de llevarla a cabo ya que el hombre pensaba que serían muchas veces las que ellos dos se podrían encontrar solos en la nave y aquello el ayudante de cocina cada vez que este lo pensaba ya se le hacia la boca agua, de pensar que iba a estar a solas con aquel polizón sin que nadie les pudiese vigilar.

    - Y mientras en el barco iba haciendo millas y millas, para poder llegar hasta el siguiente puerto, con el capitán del barco al mando de la nave, en sus ratos libres en su camarote se encontraban el cocinero y el polizón intentando entenderse en alguno de sus idiomas respectivos, pero el entendimiento real entre ellos era poco menos que imposible y continuó así hasta que el hombre que viajaba de polizón, fue incapaz de comunicarse con el resto de la tripulación de la nave en el idioma inglés.

    - Así que mientras que el joven turco aprendía algunas palabras básicas del idioma de William Shakespeare, el joven asentía siempre con la cabeza con un movimiento hacia abajo cuando algo le parecía bien y con un movimiento de la cabeza hacia un lado cuando lo que le decían no lo entendía o no le parecía adecuado o que no le gustaba demasiado.

    - Y cuando al fin un día, después de haber finalizado con la carga, la tripulación se marchó del barco en busca de satisfacer las ansias de amar y de soltar la adrenalina del cuerpo, el ayudante de cocina que, aunque era coreano sí que había aprendido ya algo del idioma inglés, cuando este se encontraba a su lado, le quiso poner la mano sobre su pierna intentando seducirle y poder comprobar con aquello, si sería posible llegara algo más con Mohamed.

    - Pero al polizón que no le gustaba nada aquella idea de poder llegar a tener relaciones con el ayudante de cocina, este no le dijo nada por aquella insinuación ni movió su cabeza ni para un lado ni tampoco para el otro y este se quedó más bien callado, esperando ver cuál iba a ser el siguiente paso del ayudante de cocina, y como veía que el polizón no decía nada, ni se marchaba de su lado como una reprobación.

    - El hombre gay comenzó a dar rienda suelta a sus deseos sexuales gais y este le cogió por el cuello y le plasmó un ósculo justo al lado de su boca, y en aquel momento tampoco el joven Mohamed le dijo nada, ni se apartó de el para rechazar aquella caricia, y fue entonces cuando el ayudante de cocina fue algo más lejos cogiéndole su mano y acercándosela a sus partes más nobles, mientras este le decía.

    - ¿Tu eres más activo o pasivo? Pero el joven Mohamed no entendía aquella proposición y de nuevo este se quedó callado, aguantando todo lo que aquel ayudante de cocina hiciera con él, y como este veía que el polizón no rechazaba ninguna de aquellas pretensiones, este fue más allá cogiéndole de la mano y llevándoselo hasta su camarote que era un espacio muy amplio con un gran colchón y una inmensa ventana que daba al mar en donde a su alrededor se veían como volaban las gaviotas y se divisaban con una gran claridad los cardumes de peces en las profundidades marinas.

    - Y en aquel camarote fue donde el joven Mohamed fue desvirgado, el joven sin poder decir nada y sin poder rechazar aquel encuentro, y el polizón pensó que aquello era normal dentro de los barcos de transporte de mercancías, ya que al no estar dado de alta en la embarcación como los demás marinos, cualquier queja que se formulara al capitán de la nave, el joven podría ser expulsado de la embarcación y Mohamed aguantó estoicamente, incluso permitió que el ayudante de cocina tuviese con el relaciones sexuales aunque aquello no fuese de su gusto, y por ese motivo este polizón no dijo nada y en su mente se quedó la idea de que el hombre que había subido al barco de polizón, era gay como lo era él.

    - Pero Mohamed no pensaba lo mismo, y si el hombre dejaba que el ayudante de cocina tuviese con él las relaciones, solo lo hacía por no ponerse a mal con él, y para que no le expulsaran ni le arrojasen al mar ya que aquello de encontrarse en el mar con los tiburones a él

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