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Cuentos de horror
Cuentos de horror
Cuentos de horror
Libro electrónico141 páginas2 horas

Cuentos de horror

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Tres historias de terror que provocaran en el lector sensaciones de pavor, terror, miedo disgusto, repugnancia y horror.

Son una selección de relatos donde se puede apreciar el sufrimiento y la muerte.

El primer relato cuenta la historia de unos jóvenes que deciden pasar unos días fuera de la ciudad, invitado por una amiga a una mansión comprada por sus padres, sin imaginar nunca por el riesgo, el miedo y el horror que pasarían. En donde pronto empiezan afrontar peligros extraños los cuales para ellos son inexplicables, además donde son atacados en una noche interminada de terror.

El segundo relato trata sobre un misterioso huésped que resulta ser una criatura despiadada o sea una máquina de matar que crea un pánico, miedo y terror en la tripulación del barco, este a su vez se aproxima a tierra y un equipo de soldados y marineros del puerto al mando del coronel John Smith lucha incansablemente contra la extraña criatura que amenaza con acabar la existencia de la vida humana.

El último relato es de un asesino en serie que se dedica a secuestrar mujeres para matarlas, violándolas y descuartizándolas dejando mensajes para seguir su juego, el detective Alfred que se ve obligado junto a sus colegas del departamento de policía a utilizar todos los recursos y habilidades para salvar la vida de su hija que está en peligro secuestrada por el asesino que solo desea terminar con su venganza.

IdiomaEspañol
Editorialquiqui66
Fecha de lanzamiento4 dic 2023
ISBN9798223238645
Cuentos de horror

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    Cuentos de horror - Luis E. Lauzurica Gonzalez

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    Cuentos de horror

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    Tres historias de terror que provocaran en el lector sensaciones de pavor, terror, miedo disgusto, repugnancia y horror.

    Son una selección de relatos donde se puede apreciar el sufrimiento y la muerte.

    El primer relato cuenta la historia de unos jóvenes que deciden pasar unos días fuera de la ciudad, invitado por una amiga a una mansión comprada por sus padres, sin imaginar nunca por el riesgo, el miedo y el horror que pasarían. En donde pronto empiezan afrontar peligros extraños los cuales para ellos son inexplicables, además donde son atacados en una noche interminada de terror.

    El segundo relato trata sobre un misterioso huésped que resulta ser una criatura despiadada o sea una máquina de matar que crea un pánico, miedo y terror en la tripulación del barco, este a su vez se aproxima a tierra y un equipo de soldados y marineros del puerto al mando del coronel John Smith lucha incansablemente contra la extraña criatura que amenaza con acabar la existencia de la vida humana.

    El último relato es de un asesino en serie que se dedica a secuestrar mujeres para matarlas, violándolas y descuartizándolas dejando mensajes para seguir su juego, el detective Alfred que se ve obligado junto a sus colegas del departamento de policía a utilizar todos los recursos y habilidades para salvar la vida de su hija que está en peligro secuestrada por el asesino que solo desea terminar con su venganza.

    ––––––––

    La noche era  oscura, llovía, estaba parado junto a la ventana viendo la lluvia caer, los relámpagos eran cada vez más seguidos, la claridad de  ellos iluminaba todo el frente  de la casa y se veían dos árboles al costado del portón, como guardianes que cuidaban la entrada, todo indicaba que iba ser una noche tenebrosa.

    Esperaba ansiosamente a unos amigos ya que habían sido invitados a una cena en la casa que habían comprado los padres de Amelia y yo era el primero en llegar.

    Me había llamado la atención desde que llegué ya que era una casa vieja pero muy bien conservada, tenía diferentes habitaciones en los bajos, el salón principal de la planta baja tenía muebles, un piano  y artículos  muy antiguos,  los cuadros que tenían en la pared estaban tapados para que no se vieran, aunque no me había movido de ese lugar pude percatarme de una escalera para subir a la planta alta.

    Estaba parado en la ventana y no aparecía nadie ni siquiera Amelia él que me recibió me dijo, que se estaba vistiendo en su cuarto y que enseguida estaba conmigo.

    De pronto se sintió un ruido de automóvil ya estaban llegando la visita que tanto yo estaba esperando, ya que me sentía incomodo y con temor de estar solo en aquel lugar que verdaderamente asustaba y metía miedo

    Sonó el timbre de la puerta y el hombre volvió aparecer para abrir, no hablaba solamente te miraba y su mirada era de espanto.

    Llego a la puerta y la abrió entraron Beatriz con Carlos y Marta con Abel, los acompañó  hasta la sala de espera  donde yo me encontraba y nos dijo que esperáramos allí y que no nos moviéramos hasta que llegara Amelia viro la espalda y desapareció por una puerta que me imagino que daba a la cocina.

    − Como llegaste Luis y hace mucho que esperas pregunto Carlos.

    − Me trajo mi tío en el carro y llevo como una hora aquí no se aparecido Amelia por ningún lado y la verdad es que ya sentía miedo de estar aquí.

    − No empieces a ver cosas donde no las hay pórtate tranquilo que tu veras como llega dentro de un momento Amelia y la vamos a pasar requeté bien, la casa está un poco alejada de la ciudad, rodeada de montes y parajes pero vamos a dormir con una tranquilidad que ni en tu casa la vas a sentir hablaba con alegría Abel.

    Entonces Beatriz le dijo a Luis:

    − Nos demoramos un poco por la lluvia que estaba cayendo debido a esto  nos equivocamos de camino doblamos a la derecha y nos adentramos unos kilómetros hasta toparnos con una casa donde se bajó Carlos y pregunto por la mansión de los Kimberly, la mujer muy asustada nos preguntó que íbamos hacer allí  y le dijo que habíamos sido invitado por los dueños de la casa a cenar y a quedarnos el fin de semana para descansar.

    Ella nos explicó que habíamos doblado a la derecha y que teníamos que haber cogido el desvió a la izquierda pasar por un puentecito  y mas o menos dos kilómetros nos tropezaríamos con la casa que tuviéramos mucho cuidado y que ella lo que nos recomendaba era que regresáramos  para la ciudad y descasáramos en nuestras  casa que lo iban a pasar mucho mejor termino de hablar con nosotros y muy asustada  de inmediato cerro la puerta de la casa.

    Es verdad que esto esta tenebroso. El lugar esta misterioso comentaba Marta estaba como asustada.

    Hay demasiado silencio lo único que se siente es caer la lluvia y los truenos que no dejan de parar.

    Se oyó un ruido por la escalera y todos nos viramos enseguida ya estábamos predispuesto pero que alegría estaba bajando Amelia que venia muy sonriente y traía un vestido negro y zapatos altos parecía una artista de cine termino de bajar y se adelanto hacia nosotros para saludarnos

    − Hace mucho que me esperan, porque me he demorado un poco escogiendo el vestido que me iba a poner para poder impresionar a Luis y poder lucir bella para El

    Díganme como luzco, tengo un plan para esta noche que no vamos a olvidar nunca, tengo varias sorpresas, va ser una noche de lujo, la cena bien preparada y sus cuartos maravillosos.

    Amelia se acerco y saludo a todos pero en especial a mí se le abrazo y le beso.

    Amelia luces súper bien, el vestido esta bellísimo de otra manera Luis no quedaría rendido a tus pies, pero ahora lo tienes comiendo de tu mano, El debe estar loco de amor por ti se reía Beatriz mientras Amelia saludaba

    En eso para cambiar de conversación enseguida Luis pregunto

    −Déjenme hacerle una pregunta a todos, no sienten hambre porque yo no aguanto más a qué hora es la comida no se pongan bravo conmigo comemos y después hacemos lo que ustedes quieran hacer, o lo que Amelia tiene preparado para nosotros pero son casi las 9.30 de la noche HORA DE SERVIR.

    Amelia lo miro y  llamo a la cocina al hombre que nos había abierto la puerta y le dijo que ya queríamos comer que nos sirvieran, Nos presento al hombre su nombre es Alberto que si queríamos algo que se lo pidieran a El ya que era el encargado de la casa.

    Alberto muy callado nos dijo síganme los llevare hasta el comedor para que se acomoden y esperen a que le sirvan la cena

    Seguimos a Alberto que no decía ni una palabra solamente caminaba delante de nosotros. Llegamos a otra habitación la cual tenia una mesa larga con doce sillas en cima de ella habían dos candelabros con velas encendidas y toda una vajilla puesta para nosotros disfrutar de la cena que nos había preparado Amelia.

    Para mi seguía siendo un misterio ya que esta habitación tenía una estufa a lo antiguo la cual estaba encendida.

    Un reloj antiguo de pie con las puertas de cristal que al parecer no funcionaba y dos cuadros en la pared totalmente cubierto con unos paños blancos para no ver lo que en ellos estaba pintado, unas cortinas que tapaban las ventanas que daban a un lugar donde se encontraba una fuente con unos bancos a su alrededor.

    Parece que estamos en una de las películas antigua comentaba Carlos de las  que hemos visto solo falta quien nos sirva. Estoy maravillado con lo que nos a preparado Amelia hasta ahora nunca lo había pasado de lo mejor en ninguna de las cenas que me han invitado.

    En eso se apareció Alberto con una mujer que al parecer era la cocinera, una señora de edad por lo general un poco gruesa vestida completamente de negro y con una mirada penetrante que te calaba los huesos  los cuales traían la comida para servirla en la mesa, todo lucia exquisito, la comida parecía formidable. Alberto nos enseño dos botellas de vino y nos pregunto que de cual queríamos  beber.

    − Que escoja Amelia que es la dueña de la casa y la que nos invitó exclamo Luis.

    −Amelia se le acerco a   Alberto y le dijo  sírvenos del vino francés que mi padre compro antes de salir de viaje con mi madre al extranjero, él lo compro para momentos especiales y este es uno de ellos.

    − Si señorita como usted diga.

    Mientras nos servían el vino que Amelia escogió, la extraña señora ponía los deliciosos platos que comeríamos.

    Un plato con carne asada, arroz. ensalada y muchas cosas mas Todos comenzamos a brindar por la noche fabulosa que íbamos a pasar y comenzamos a comer, seguía lloviendo sin parar y los truenos que no paraban los relámpagos iluminaban a través de la ventana, por todo lo demás había un silencio tenebroso en esa mansión que verdaderamente era bastante misteriosa.

    Estoy satisfecho, he comido como nunca, la comida está súper especial.

    −Luis y Abel se han tomado toda la botella no quieren ni decir nada, denle suave que emborracharse con vino te da un dolor de cabeza al otro día que no puedes ni pararte de la cama.

    − No seas bobo Carlos que esto no es nada para nosotros verdad Luis, pueden traer otra ya que con esta nos calentamos el pico y nos quedamos con gana de seguir, anda Amelia llama al misterioso y dile que nos traiga otra para ponernos contento y empezarnos a divertir de verdad.

    Se levantó Luis de la mesa ya que estaba muy intrigado desde que llego y este era el momento que estaba esperando dijo.

    − voy a quitar los paños que están cubriendo  los cuadros que hay en la pared para así averiguar qué es lo que tienen.

    Carlos en un momento se levanto de la mesa y los  descubrió que sorpresa nos llevamos un cuadro tenia una niña mas o menos de 9 o 10 años muy linda parecía que estaba viva dentro del cuadro pero no tenia ojos al parecer se lo habían arrancado era un cuadro muy extraño.

    Al quitar el otro paño nos encontramos con una pintura de la casa. Al parecer de unos años atrás no había cambiado mucho pero si lucia mucho mejor en la puerta de entrada se encontraba la misma niña del cuadro.

    En eso se apareció el Alberto el cual se enfureció bastante al ver que le habíamos quitado los paños a los cuadros  inmediatamente los volvió a tapar y le dijo a Amelia que no lo hiciéramos mas ya que eso traería problemas y lo lamentaríamos mucho, viro la espalda y se fue sin darnos ninguna explicación.

    Muy afligida por lo que había visto Beatriz pregunto.

    − Quien sería esa niña y porque le faltaban los ojos dime Amelia tu sabes algo de esto.

    −Yo no sé nada de esto como todos sabemos mi papá compro esta mansión hace poco, si nos dijeron que había ocurrido una tragedia en este lugar y que era misteriosa nos contaron unas historias de terror, pero el dijo que todo esto era un cuento para que el no la comprara.

    Terminando de hablar Amelia

    De pronto Marta  Grito.

    − dijo fíjense en el

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