El interior de las esferas
Por Lucas González
()
Información de este libro electrónico
«Recordar lo sucedido». En algún punto indefinible e indescifrable existe una respuesta a tan intrincado subterfugio.
Todo nace de una absurda confusión ocurrida en la década de los 60.
Autores relacionados
Relacionado con El interior de las esferas
Libros electrónicos relacionados
Project Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCarta a mis hijos y a los hijos del mundo por venir Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCuando fui humana Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSer Felices Para Siempre Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEscritos sobre Leonardo da Vinci Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Conexión Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl Rincón de las Lechuzas: O por dónde camina el gato negro Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesBailar con los ojos cerrados Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLAS CASZAS DEL ALMA Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesYa nada me separa de la luna que brilla Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesRecuerdos de un peregrino camino al templo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSolo la verdad es sexy Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones7 Transformaciones: Siempre se puede renacer Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl Papiro De Hobek Sorus Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSecretos, reflexiones, memorias y blasfemias Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl arte de la pareja Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl amigo Manso Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCastidad: La reconciliación de los sentidos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEscalhadro: Un viaje al planeta verde Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Los Discos Rheindorf Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa idea fija Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl Libro que nadie debe leer: Los agujeros negros de la inconsciencia Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Inter comunicación mental a distancia (ICMD): Mucho más que telepatía Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLas Parábolas de Don Nadie: Retorno al Umbral Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl sueño gélido: Atempero Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl camino turquesa: La vía para revitalizar el mundo de la vida con atención plena Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesFeminismo inimputable: Deriva de un estilo roto Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCurvatura que cura la locura Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl Origen De La Creación: ESENCIALES: 2005—2016, #2 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesXero Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Ficción general para usted
EL PARAÍSO PERDIDO - Ilustrado Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La Ilíada y La Odisea Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Crítica de la razón pura Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Meditaciones Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Animales mágicos Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La Divina Comedia Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La Ilíada Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La Iliada: Clásicos de la literatura Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Crimen y castigo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5100 cartas suicidas Calificación: 4 de 5 estrellas4/5¿Cómo habla un líder?: Manual de oratoria para persuadir audiencias Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Vaya vaya, cómo has crecido Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Esposa por contrato Calificación: 3 de 5 estrellas3/5El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Fortuna Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Poemas de amor Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El mito de Sísifo de Albert Camus (Guía de lectura): Resumen y análisis completo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Cartas Filosoficas de Séneca Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El libro de los espiritus Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La casa encantada y otros cuentos Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El Principito - (Anotado) / (Ilustrado): Incluye ilustraciones / Dibujos Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La riqueza de las naciones Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Mitología Inca: El pilar del mundo Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Arsène Lupin. Caballero y ladrón Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La milla verde (The Green Mile) Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La llamada de Cthulhu Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Las 95 tesis Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La Guerra Del Fin Del Mundo Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Grandes esperanzas Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Poesía Completa Calificación: 4 de 5 estrellas4/5
Categorías relacionadas
Comentarios para El interior de las esferas
0 clasificaciones0 comentarios
Vista previa del libro
El interior de las esferas - Lucas González
© Derechos de edición reservados.
Letrame Editorial.
www.Letrame.com
info@Letrame.com
© Lucas González
Diseño de edición: Letrame Editorial.
Maquetación:María V. García López
Diseño de portada: Rubén García
Supervisión de corrección: Celia Jiménez
ISBN: 978-84-1181-773-8
Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño de cubierta, puede ser reproducida, almacenada o transmitida de manera alguna ni por ningún medio, ya sea electrónico, químico, mecánico, óptico, de grabación, en Internet o de fotocopia, sin permiso previo del editor o del autor.
«Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 47)».
1
Hay dos universos en mi percepción. Uno es aquel al cual podría llamar «tangible», el de la vida que conocemos mayormente, el del cuerpo, las casas, las plantas, las amistades, los llantos, etc., y otro... Uno más... no sé, cuando menos incierto, confuso y brumoso.
Este desorden mental, o lo que sea que esto fuere, hace que las cosas que percibo parezcan en realidad representar otras cosas, cosas distintas, de otra naturaleza, pero no parecidas o combinables, sino cosas absolutamente diferentes, por ejemplo, si de escribir se trata, resuenan en mi interior incoherencias como las que describiré a continuación:
«Un deseo, el deseo de que esas casillas vacías se llenen poco a poco empujándome hacia la verdad, me sumieran y me sumergiesen en la verdad. Y las esferas, esas esferas que me hablan, me gritan, me susurran, que vienen y se van ignorando mi voluntad y mi clamor interno por hacer que alguna vez llegasen a ser una única esfera, perfecta».
Otro ejemplo, la absurda sensación que me produce el pararme frente a una partitura que leo por primera vez:
«Y ese juego, siempre ese juego, ese al cual por vanidad o ingenuidad no he logrado aún abandonar y no encuentro escapatoria posible. Y la escalera, la escalera que ya no está tan lejos, es que ya casi puedo palparla, se tensan mis músculos como si mis piernas estuviesen ahora mismo escalando sus peldaños».
Hay, sin embargo, representaciones lingüísticas que, siendo igual de incoherentes, no encuentran acción concreta en el mundo en que vivimos, por ejemplo:
«Y el sendero, aquel sendero que me llevase al recuerdo veraz de lo sucedido
, acaso la gran salida a este sueño infinito. Y siempre aún aquella necesidad, la necesidad punzante de recordar; o acaso, tan solo, de invocar a la verdad».
Se parecen un poco a los sueños, algo inconsciente, borroso, lúgubre e intranscriptible.
Y luego, el sueño mayor, ese en donde ya no puedo distinguir parámetro alguno, uno en donde todos esos pequeños sueños y enrevesadas sensaciones se entremezclan y terminan por manifestarse en una suerte de existencia atemporal, infinita y a la vez instantánea. La claridad se vuelve ahora hipotética; y lo incipiente, engañoso, supuesto e ilusorio.
Antes de entrar por primera vez en este gran sueño que voy a contarles, debo aclarar que he sido, según afirman algunos críticos, un gran violinista, «virtuoso», «sublime», «elegante»; esos y muchos otros calificativos tan gloriosos y, a la vez, potencialmente muy perjudiciales; tan maravillosos cuando no descabellados o embarazosos (como aquella rimbombante y ridícula tapa de la revista Classy, en donde se me dedicara el insólito título de «em-Bach-ador»).
Siempre he pensado que el reconocimiento y la gloria no son más que simples afectaciones de una supuesta racionalidad mundana, una racionalidad vanidosa e innecesaria, la racionalidad de los vivos, la que procura incorporar talantes humanizados, individualistas y egocentristas al perfecto orden supremo, tan irreales y tan improcedentes como la inminente fatalidad. Y ante eso, me debo en vida, carne y hueso a un desafío inconmensurable: resolver