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Reflejos en la Estufa: contos espanhol, #1
Reflejos en la Estufa: contos espanhol, #1
Reflejos en la Estufa: contos espanhol, #1
Libro electrónico57 páginas43 minutos

Reflejos en la Estufa: contos espanhol, #1

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Sumérgete en la vida tumultuosa y emocional de Catalina, donde cada suspiro cuenta una historia de desafíos y descubrimientos. En un pequeño refugio, su cocina, presencia la danza de antiguos recuerdos y amadas fotografías que adornan las paredes, cada una narrando una historia de felicidad efímera. El aroma de una fragante sopa flota en el aire, emanando de la estufa decorada con motivos mantecosos, mientras las chuletas descansan pacientemente sobre la mesa cubierta por un paño antiguo, pero impecable.

La atmósfera en la cocina es un cálido y tranquilo abrazo, con muebles desgastados pero robustos, y una antigua estufa de gas que destaca como el corazón del hogar. Catia, perdida en sus pensamientos, busca energía antes de enfrentar la realidad. El entorno es una tapestry de tonos cálidos, creando una sensación acogedora. La pequeña cocina, sala de estar y habitación, que Catia imaginó como un nido perfecto para la familia, ahora parece desprovista del romance y la pasión que una vez existieron.

La vida conyugal tumultuosa se desenvuelve, resonando en gritos y conflictos, que, como indican los vecinos cansados, no pasan desapercibidos. La lucha por el dinero, la búsqueda de la felicidad y las expectativas no cumplidas forman una intrincada red en las vidas de Catia e Igor. Mientras las palabras afiladas vuelan, la cocina presencia las lágrimas silenciosas de Catia, una mujer perdida entre sueños rotos y la dura realidad.

La narrativa se traslada al acogedor hogar de su madre, un refugio de comodidad y calma. Cada detalle revela el cuidado de una madre amorosa, desde el papel tapiz desgastado hasta la estatuilla de porcelana en forma de gato y las flores que refrescan la sala. Aquí, Catia enfrenta la sabiduría de su madre, que la aconseja sobre las relaciones y la inevitabilidad de ser fiel a uno mismo.

Sumérgete en las complejidades de la vida profesional de Catia, donde la tensión del tráfico y las frustraciones conyugales se entrelazan. La atmosfera contrastante de la moderna y espaciosa oficina proporciona un escenario dinámico, donde la búsqueda del éxito profesional se convierte en un desafío personal. Los amigos de Catia, en un breve descanso, ofrecen consejos y bromas sobre sus propias relaciones, mientras lucha por equilibrar las demandas de la carrera y la búsqueda de su propia felicidad.

En una reunión con el jefe en la lujosa oficina, Catia enfrenta no solo desafíos profesionales, sino también la tentación y la oportunidad de cambiar el rumbo de su vida. Los eventos desencadenan una serie de reflexiones sobre sus elecciones, deseos y la búsqueda incesante de la realización personal.

En este calor implacable, donde el sol quema sin piedad y el clima ecoa las luchas internas de Catia, se encuentra entre los extremos de la vida cotidiana y las aspiraciones profundas que residen en su corazón. Un viaje tumultuado, donde las emociones hierven tanto como el calor abrasador de la ciudad que ella llama hogar.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento22 nov 2023
ISBN9798223587132
Reflejos en la Estufa: contos espanhol, #1

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    Reflejos en la Estufa - Ricardo Almeida

    Tabla de Contenido

    Reflejos en la Estufa (contos espanhol, #1)

    Catalina respido hondo. Inflosos mejillas con tanta fuerza que se llenó de

    los gracias a una pequeña ventana, desde la cual se abría la vista del patio verde.

    El aparec colgaban fotografías antiguas, pero muy queridas, que recordaban momentos felices

    de la vida. Y si normalmente estas fotografías le recordaban a Catherine no feliz que era

    en el matrimonio, ahora era un recordatorio vivo de que la felicidad pasa. Y con mucho

    gusto cambiaría estas fotos por otras. En la estufa, decorada con motivos mantecosos,

    se cocinaba una fragante sopa que será que difundía una agradable olor por toda la

    cocina. Sobre la mesa, cubierta con un paño viejo pero limpio, se coloca en las chuletas.

    Y para quien cocino todo esto, ella lo regaña constantemente, él no recibe ayuda.

    Catia se sentó en la silla. Bajó la cabeza como si intentara llenarse de energía antes

    de disparar. Todo el interior de la cocina se realizó en todos los cálidos, lo que creó

    un ambiente cojedor y tranquilo. Los muebles estaban un poco desgastados, pero todavía eran

    fuertes y fiables. La antigua estufa de gas parecía ser el corazón de esta pequeña cocina,

    creando un ambiente familiar de calidez y confort. En un rincon había una pequeña nevera.

    Cuando se mudaron aquí, Catia pensó que era un nido perfecto y cojedor para la familia.

    Pequeña cocina, pequeño salón, dormitorio. Pasaron la mayor parte del tiempo en la última

    habitación. ¿Dónde pasó todo esto? ¿Dónde está todo el romance? Ni siquiera quieres

    oírme. Grito Igor, y ella inmediatamente tembló, saltando al lugar. Catirín estaba

    tan profundamente inmensa en sus propios pensamientos que su grito fue como si la hubiera sacado

    del agua. No puedo irte. Yo, grite Catia en respuesta. Alguien de los vecinos golpeó

    la pared. Estaban cansados de los gritos constantes. Catia ya se imaginaba como que hería y

    el próximo vecino la denunciaría por el escándalo. ¿Crees que eres el más inteligente?

    ¿Crees que tendrás todo un escuadrón de hombres? ¿Para quién necesita su dinero? ¿Crees

    que algún millonario te mirará de repente y te llevará a los valles azules? En serio?

    Grito Igor. Él no entendió. No entendía las cosas elementales, como pensaba Catia. Lo

    que un hombre debe proporcionar a su familia. Cat Catia a veces llamaba a su marido, él a

    su esposa, pero en el papel no era nadie el uno para el otro. Ella necesita dinero y cómo

    viviré. O necesito existir de trabajo en trabajo.

    Excelente. Díen hecho. Te saliste con la tuya, me tienes a mí.

    Igor lo interrumqué abruptamente. Sí, gano más que tú. A ti, como hombre, no te vergüenza

    que una mujer gana más. Ella lo miró con ojos cansados y tristes. Igor quería irse,

    pero el hambre le hizo quedarse. Catia pensó que se parecía más a un ama de casa dispuesta

    a cuidar el jardín si le daban de comer. Catia sirvió sopa, movió las chuletas y se sentó

    con un plato vacío. Puso una chuleta, unas hojas de lechuga y se limitó a mirar al vacío.

    Igor no iba a disculparse. Y górela de los que nunca se disculpa. A veces podía venir

    y decir algo agradable. Pero la mayoría de las veces, después de una pelea o un escándalo,

    fingía que no había pasado nada. Quiero celebrar el año nuevo en algún lugar interesante.

    Es realmente difícil. Vayamos juntos, vayamos a algún lugar del extranjero. Es mejor que

    con amigos en la casa de campo, como cada año. Todos se emborracharan y yo me sentaré en

    la cocina con la esposa de costya

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