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Libertad retorcida: Los caminos mortales de los despiadados
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Libertad retorcida: Los caminos mortales de los despiadados
Libro electrónico100 páginas1 hora

Libertad retorcida: Los caminos mortales de los despiadados

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En Estados Unidos, el gobierno estadounidense ha prohibido el uso de MTC 10, un pesticida peligroso comúnmente utilizado en la agricultura. Como resultado, los fabricantes se encuentran al borde de la ruina financiera. Sin embargo, mostrando una total falta de ética, su presidente manipula a un político corrupto para que

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento31 oct 2023
ISBN9798868959523
Libertad retorcida: Los caminos mortales de los despiadados

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    Libertad retorcida - Steven Johnsons

    1

    Libertad retorcida

    Libertad retorcida: Los caminos mortales de los despiadados

    La retorcida libertad de Steven Johnson Serie 1

    Por

    Steven Johnson

    2

    Acerca del libro – Libertad retorcida

    Acerca del libro – Libertad retorcida: Los caminos mortales de los despiadados – Steven Johnsons

    En Estados Unidos, el gobierno estadounidense ha prohibido el uso de MTC 10, un pesticida peligroso comúnmente utilizado en la agricultura. Como resultado, los fabricantes se encuentran al borde de la ruina financiera. Sin embargo, mostrando una total falta de ética, su presidente manipula a un político corrupto para que apruebe su uso en Camerún.

    Tras esta decisión, se lleva a cabo un ensayo posterior para evaluar la eficacia del producto en la lucha contra una plaga de langostas. Desafortunadamente, este experimento termina en un desastre espantoso.

    Este apasionante y oportuno thriller: Libertad retorcida: Los caminos mortales de los despiadados expone un problema crucial que está causando un daño inmensurable en las naciones en desarrollo de todo el mundo debido a las prácticas comerciales sin escrúpulos de ciertos individuos provenientes de países avanzados. Estos individuos, impulsados por su sentido distorsionado de libertad, socavan sin piedad el crecimiento de otras naciones en busca de ganancias inmediatas, sin tener en cuenta las consecuencias para ellos y los demás.

    Steven Johnson

    3

    Libertad retorcida: Los caminos mortales de los despiadados - Steven Johnsons

    Libertad retorcida: Los caminos mortales de los despiadados - Steven Johnsons

    En su mano derecha, Tony Bartner sostenía el texto mecanografiado y lo examinó detenidamente; primero se quitó las gafas y las reemplazó por unas más potentes. Detrás de los gruesos cristales de sus gafas de lectura, sus ojos grises se entrecerraron mientras se detenía momentáneamente. Luego, inclinándose sobre el intercomunicador de su escritorio, hizo una seña: Tom, por favor ven aquí. Hemos encontrado un problema. Por supuesto, Tony, respondió una voz desde un altavoz distante en la oficina. Estaré allí en breve. Aunque no era necesario operar un altavoz grande a través del intercomunicador de escritorio, así era como Tony Bartner, presidente de ACAPW, prefería las cosas: grandes, ruidosas, elegantes y ligeramente exageradas. Cogió la lata de galletas de crema, convenientemente colocada en el cajón superior de su escritorio de madera satinada con cubierta de cuero, abrió la tapa y sacó tres galletas, consumiéndolas en rápida sucesión, una tras otra. Así como las gominolas lo eran para Reagan y los cacahuetes para Carter, las cremas pasteleras eran una obsesión para Bartner y representaban más de 200 latas al año. Esta indulgencia contribuyó a que su cintura fuera cada vez más amplia. Si bien sus colegas sentían una aversión personal por Tony Bartner y sus métodos, también le temían, y eso era en última instancia lo que le importaba al señor Bartner.

    Al llamar a la puerta de la oficina, el señor Bartner invitó a pasar a Tom Saul, un hombre alto, delgado y nervioso de cuarenta y dos años. El tono ligeramente más alto en la voz de Bartners le dio a Tom una pista de que había un problema, posiblemente significativo. Últimamente, los problemas se habían ido acumulando y la voz de Tony había sido constantemente aguda durante bastante tiempo. Tony le hizo un gesto a Tom para que tomara asiento y preguntó por Molly, la esposa de Tom. Tom dudó por un momento, ya que incluso después de dos años, todavía no estaba acostumbrado a la costumbre de Bartner de preguntar sobre el bienestar de su esposa, sin importar la importancia del negocio en cuestión. ¿Molly? Bueno, Tony, ella está muy bien, respondió Tom. A diferencia de Bartner, Tom era originario del lado occidental de Estados Unidos. Se refirió a sí mismo como un hombre de fronteras: un pionero, un pionero. Por otro lado, Tony provenía de la costa este, un bostoniano sin los antecedentes sofisticados que normalmente se asocian con los verdaderos bostonianos. Como hijo de un pequeño agricultor, intentó, sin éxito, ocultar sus orígenes humildes. Sin embargo, Tony también tuvo éxito. Ocupó el cargo de presidente de la empresa ACAPW ( Agro Chemical Against Pests and Weeds Inc), una empresa que dominaba la cuota de mercado de agroquímicos en los Estados Unidos y le había aportado una gran riqueza. ACAPW no sólo tenía una gran participación en este mercado, sino que también desempeñó un papel crucial en la exportación de productos químicos agrícolas al Tercer Mundo.

    Tony interrumpió la conversación dejando a un lado un texto mecanografiado, cambiándose las gafas y secándose las migas de galleta de los labios con un pañuelo amarillo brillante. Tom, comenzó Tony, han prohibido el uso del MTC 10. ¡Qué! -exclamó Tom-. ¿Estás diciendo que lo rechazaron?

    De hecho, la declaración fue dicha por mí. De hecho, han implementado una prohibición sobre ese producto específico. Sin embargo, este desafortunado giro de los acontecimientos sólo puede describirse como una catástrofe. Considerando la gran cantidad de fondos que hemos invertido en su desarrollo, es nada menos que un desastre potencial, Tom. Verá, ACAPW ha hecho un compromiso sustancial por una suma de miles de millones de dólares para el avance de este compuesto químico. Sin embargo, tenga la seguridad de que Tony Bartner no permitirá que le suceda un desastre. Déjame dejar esto muy claro, Tom. Despertada la curiosidad, el otro caballero comenzó a preguntar: Pero por qué.... Interrumpiéndolo, Tony se quitó las gafas sólo para volver a ponérselas. Sujetando firmemente el texto mecanografiado, procedió a leerlo en voz alta. "Hemos realizado ensayos y exámenes exhaustivos sobre su pesticida recientemente formulado, MTC 10, cuyo objetivo es controlar eficientemente varias plagas agrícolas. Con profundo pesar, debemos informarle que estos experimentos han revelado que este producto en particular supera los límites de seguridad establecidos descritos en en relación con el daño potencial que puede causar tanto a los manipuladores como a las personas que entren en contacto con la sustancia durante las cuarenta y ocho horas siguientes a su aplicación.

    Nuestras pruebas exhaustivas indican que existe un nivel tóxico dentro del producto que excede... Tony se detuvo abruptamente, su ira ahora visiblemente evidente. Tom, esto es una traición absoluta. Nos han deshonrado y han prohibido nuestro producto en los Estados Unidos sin ninguna condición. Ésa es la conclusión, simple y llanamente. Es un completo fracaso. Abrumado, Tom tartamudeó, esforzándose por comprender las implicaciones de su considerable inversión. ¿Pero qué pasa con nuestra inversión? ¿La inmensa cantidad de dinero que invertimos en esta empresa? Hemos procedido a fabricar esta sustancia, lo que ha dado como resultado que actualmente miles y miles de bidones y latas ocupen nuestros almacenes. ¿Qué curso de acción piensa tomar? Esto no sólo es perjudicial para ACAPW, sino también para su reputación y la mía como personas que encabezan este proyecto. ¿Qué harás, Tony? En ese momento crítico, Tony Bartner se quitó meticulosamente las gafas y las colocó sobre el escritorio, junto con el otro par. Al mirar a Tom con los ojos entrecerrados, la persona que toma decisiones en él se hizo evidente: tomar una decisión trascendental. , Tony exclamó con creciente intensidad: ¡Tom, vamos a vender todas las latas! ¿Y adivina dónde? ¡En Camerún!" Tom, sorprendido

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