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Política y tiempos del poema: Sobre la escritura de Juan Gelman
Política y tiempos del poema: Sobre la escritura de Juan Gelman
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Libro electrónico221 páginas3 horas

Política y tiempos del poema: Sobre la escritura de Juan Gelman

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¿Quiénes siguen leyendo la poesía de Juan Gelman, ya comenzada la tercera década del siglo xxi? Entre los motivos que nos impulsaron a proponer estas relecturas todavía, se cuenta precisamente la pregunta no solo por los modos en que se leyó y circuló su literatura en los últimos treinta años, sino a la vez la pregunta por la ubicación rara, insuficientemente pensada, como en desfase o a destiempo, de un autor de los sesenta que publicó un tercio de sus libros de poesía (una decena de títulos) entre 1993 y la primera década de este siglo. En este sentido, presentamos una obra que busca no solo revitalizar la obra de Gelman, sino también reflexionar sobre las razones que mantienen u poesía vigente y necesaria en la actualidad
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento22 sept 2023
ISBN9789876998093
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    Política y tiempos del poema - Miguel Dalmaroni

    gelman.jpg

    ¿Quiénes siguen leyendo la poesía de Juan Gelman, ya comenzada la tercera década del siglo xxi? Entre los motivos que nos impulsaron a proponer estas relecturas todavía, se cuenta precisamente la pregunta no solo por los modos en que se leyó y circuló su literatura en los últimos treinta años, sino a la vez la pregunta por la ubicación rara, insuficientemente pensada, como en desfase o a destiempo, de un autor de los sesenta que publicó un tercio de sus libros de poesía (una decena de títulos) entre 1993 y la primera década de este siglo.

    En este sentido, presentamos una obra que busca no solo revitalizar la obra de Gelman, sino también reflexionar sobre las razones que mantienen su poesía vigente y necesaria en la actualidad.

    Juan Gelman (1930-2014)

    fue uno de los poetas hispanoamericanos con mayor reconocimiento de la crítica y los lectores. Se lo considera un clásico. Identificado desde sus comienzos con la llamada poesía política y social, coloquial o conversacional, ya insinuaba en sus libros iniciales un impulso de experimentación e invención verbal que lo condujo a crear una obra dilatada y de tonos, recursos y temas muy diversos. Entre otras distinciones, en 2000 recibió el Premio Juan Rulfo, y en 2007 el Premio Cervantes. Militante del peronismo revolucionario, desde 1976 se vio forzado al exilio. Sus hijos y su nuera embarazada fueron secuestrados y desaparecidos por la dictadura genocida. En 2000 el poeta pudo encontrar a su nieta, identificarla y reunirse con ella. Sin contar su prosa periodística, entre 1955 y 2013 Gelman publicó casi treinta poemarios.

    Miguel Dalmaroni

    es crítico literario, profesor de teoría literaria en la Universidad Nacional de La Plata (Argentina) e Investigador Principal del CONICET. Ha publicado numerosos artículos y ensayos sobre literatura argentina, historia política de la crítica y teoría literaria. Entre sus libros se cuentan Patria y muerte. Literatura argentina y política (2020; 2ª ed. 2022), La investigación literaria (2009), Una República de las letras: escritores argentinos y Estado (2006), La palabra justa (2004), Juan Gelman: contra las fabulaciones del mundo (1993) y –coeditadas con Victoria Torres–las compilaciones de relatos Golpes. Relatos y memorias de la dictadura (2016) y La guerra menos pensada. Relatos y memorias de Malvinas (2022).

    Miguel Dalmaroni (ed.)

    Política y tiempos del poema

    Sobre la escritura de Juan Gelman

    Mario Arteca • María Negroni • Martín Kohan

    Ana Porrúa • Matías Moscardi • Jorge Monteleone

    Con una entrevista inédita a Juan Gelman

    Política y tiempos del poema : sobre la escritura de Juan Gelman / Miguel Dalmaroni... [et al.] ; compilación de Miguel Dalmaroni. - 1a ed. - Villa María : Eduvim ; Río Cuarto : UniRío Editora -UNRC, 2023.

    Libro digital, EPUB. - (Proyectos especiales)

    ISBN 978-987-699-809-3

    1. Poesía Argentina. 2. Política. 3. Antología de Poesía. I. Dalmaroni, Miguel, comp.

    CDD 860.9982

    © 2023. Editorial Universitaria Villa María

    Chile 253 – (5900) Villa María,

    Córdoba, Argentina

    Tel.: +54 (353) 4648245

    www.eduvim.com.ar

    © 2023. Universidad Nacional de Río Cuarto

    Ruta Nacional 36 km 601 – (X5804) Río Cuarto – Argentina

    Tel.: +54 (358) 4676309 – Fax: +54 (358) 4680280

    editorial@rec.unrc.edu.ar

    www.unirioeditora.com.ar

    Edición: Juan Pablo Abraham

    Maquetación: Eleonora Silva

    La responsabilidad por las opiniones expresadas en los libros, artículos, estudios y otras colaboraciones publicadas por EDUVIM incumbe exclusivamente a los autores firmantes y su publicación no necesariamente refleja los puntos de vista ni del Director Editorial, ni del Consejo Editor u otra autoridad de la UNVM. No se permite la reproducción total o parcial de este libro, ni su almacenamiento en un sistema informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio electrónico, mecánico, fotocopia u otros métodos, sin el permiso previo y expreso del Editor.

    Impreso en Argentina - Printed in Argentina

    Índice general

    Presentación

    Ánimos, actos y armas de la poesía

    Miguel Dalmaroni

    Los comienzos de un joven poeta comunista

    Miguel Dalmaroni

    Ojo es ojo

    A partir de Fábulas

    Mario Arteca

    Comentarios iluminados

    Juan Gelman sobre Teresa de Jesús

    María Negroni

    Las cartas de Juan Gelman

    Martín Kohan

    Lecturas antológicas de Juan Gelman

    el poeta dividido

    Ana Porrúa

    La poesía de hoy en dos cadenas de supermercados y tres recetas de cocina

    Gelman en el siglo xxi

    Matías Moscardi

    ¿Y si fuera?

    Jorge Monteleone

    Entrevista con Juan Gelman

    por Miguel Dalmaroni y Ana Porrúa

    Los autores

    Presentación

    Ánimos, actos y armas de la poesía

    Miguel Dalmaroni

    ¿Quiénes siguen leyendo la poesía de Juan Gelman, ya comenzada la tercera década del siglo xxi? Algunas páginas de este libro, como puede verse, rondan esa pregunta. Como sea, parece tratarse menos de una circunstancia que haya que admitir que de un malentendido que sea posible despejar, pero se me permitirá que formule esta doble conjetura: si nos apegamos a una idea del tiempo escasamente atrevida, crónica o cronológica, Juan Gelman es la firma de una obra poética que pertenece a la segunda mitad del siglo xx. Y al mismo tiempo, forma parte de una constelación de nombres en cuya familiaridad Gelman no se agota, por supuesto, pero que por lo menos en América Latina y sobre todo en Argentina lo ubican y acaso lo confinan. Me refiero a esa trinidad de los grandes escritores montoneros –Francisco Paco Urondo, Rodolfo Walsh, Gelman– y a varios de los argentinos y latinoamericanos con que solía asociárselos: Haroldo Conti, Mario Benedetti, Eduardo Galeano; menos, pero también, Roberto Santoro. El círculo concéntrico que sigue a esos nombres viaja por toda América Latina y los enlaza con Roque Dalton, Roberto Fernández Retamar y Ernesto Cardenal, y entonces con César Vallejo, Pablo Neruda, Miguel Hernández. La nómina es mucho más copiosa pero con esas referencias sobra para señalar una sensibilidad, un imaginario y una biblioteca. Por supuesto, lo que se esboza, así, es un pasaje entre poetas vinculados a organizaciones políticas revolucionarias: del peronismo guerrillero en la Argentina al Partido Comunista (pc) casi en todos los otros casos. O a la inversa, del pc a Montoneros, si se siguen algunas biografías a la vez literarias y militantes, especialmente la de Gelman (como propongo más adelante). Porque sin dudas, desde la Revolución Rusa por lo menos (aunque podríamos ir muchísimo más atrás, claro) no solo la política sino en particular los partidismos políticos revolucionarios han funcionado como dispositivos para leer poesía o literatura, y para establecer el valor de los textos (que era no solo pero prioritariamente el valor de sus efectos ideológicos o de su capacidad para contribuir a la causa de la Revolución). Durante las décadas de la revolución latinoamericana del siglo xx, las convicciones predominantes acerca del sujeto revolucionario no eran solo convicciones acerca del esclarecimiento ideológico, político y moral; eran también convicciones en acto acerca de un estado emocional necesario, un ánimo que podía ir de lo épico-heroico de la victoria por venir al martirio de la derrota circunstancial. Hablo de actos con los que se producía ese ánimo, en un sentido performativo, para referirme a toda una serie de modos y géneros del discurso que engendraban, codificaban, mantenían y reproducían esas subjetividades. La poesía fue uno de esos modos del discurso bien identificables: el sentido común cultural y político parecía dar por hecho que la poesía era un arma cargada de futuro (en la misma retórica que usaría Walsh para hablar de la máquina de escribir como un arma).

    Retomo aquí este lugar común porque me pregunto también si no sería un anacronismo ocioso señalar que estamos hablando de una poesía falogocéntrica, siempre en alguna medida tributaria de la prolongada era del patriarcado: firmada por varones (que naturalizaban masivamente, junto con casi todes sus lectores, que la poesía era una cierta cosa escrita mayoritariamente por varones… a excepción del elenco de contadas poetas casi siempre imaginadas como intimistas o interioristas, en un arco que va de Juana Bignozzi a Alejandra Pizarnik). Por supuesto, creo que debemos seguir señalando ese dominio sexista o cis naturalizado y no darlo por obvio. Pero si –a causa del tema de este libro– la cuestión de la relación entre poesía y lucha política parece concernir al presente –y no solo a la versión historizada de un ánimo del siglo pasado– es debido a que en las luchas políticas recientes y actuales, en las revueltas y los activismos globales característicos de los últimos treinta años, la poesía recobró un protagonismo renovado y notable. Formas poéticas de lo más diversas –escritas o dichas, recitadas o performadas, impresas en papel o grafiteadas, cantadas o declamadas, volanteadas o twiteadas– se contaron sin dudas entre las principales armas de los movimientos identificados como la ola verde, los feminismos del Ni Una Menos, las luchas de las disidencias sexo-genéricas y los colectivos lgbtqi+, las campañas callejeras masivas a favor de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo en Argentina, la resistencia generizada y antiextractivista de los pueblos originarios acorralados por la represión de los regímenes neoliberales.

    Hay sin dudas tantas diferencias como puntos de resonancia en los tonos, modulaciones de la voz, acentuaciones o metros recurrentes, gramáticas de la lucha o del duelo, retóricas de la exhortación, modos de versualizar o de cancionar las consignas, que les jóvenes poetas del 2020 comparten en medidas diversas con la llamada poesía social o política de los poetas revolucionarios del siglo pasado. Aunque no sea el tema de este libro, esa lectura comparada es una importante tarea crítica por venir (algo, por supuesto, ya viene haciéndose, como sucede en muchas páginas de la Historia feminista de la literatura argentina, que Eduvim comenzó a publicar en 2020). Al respecto, quisiera apenas anotar una evidencia que muches lectores conocen: Juan Gelman se cuenta entre les poetas que, tempranamente y con insistencia, transgredieron la gramática desinencial del castellano en general y la de los géneros en particular. En este sentido, Gelman no solo preguntó qué pasaría si dios fuera una mujer sino que además inventó procedimientos poéticos, característicos de su estilo, que anticipaban lo que hoy conocemos como lenguaje inclusivo o no binarie: la ser, la mundo. Como hemos apuntado en otros ensayos, por lo menos desde fines de los años sesenta la poesía de Gelman es una escritura que ignora, distorsiona o ataca identidades e identificaciones sociales y sexo-genéricas naturalizadas, sobre todo en las torsiones y transgresiones que lleva a cabo contra la gramática de la persona y del género, y contra las ideologías unidireccionales, heteronormadas y arborescentes de las relaciones de parentesco y de los imaginarios de lo familiar, lo materno o lo filial.

    Por lo dicho, este libro es a su manera un libro sobre el tiempo, sobre lo que la poesía hace con el tiempo, y lo que el tiempo con la subjetividad: la escritura de Gelman –atravesada por la pérdida, la nostalgia, la melancolía, la incertidumbre del porvenir, la espera y las figuras de la utopía– asedia y trastorna sin descanso las relaciones entre los modos de sentir la temporalidad y las limitaciones del idioma para dar cuenta de esa experiencia que se le resiste. Pareciera, entonces, que no habría anacronismos irrelevantes sino, en el peor de los casos, anacronismos inadvertidos cuya potencia de actuar no se reduce porque nuestra distracción nos impida pensarla. Al respecto, en no pocas páginas de este libro hemos tratado de advertir en contra de cierto tipo de restricción que suele afectar a los modos de leer la obra de Gelman (reducción a la política –no solo a la del pasado–, a la coloquialidad, al exilio y a los temas de la posdictadura…); en su texto, Ana Porrúa no confina el problema a esta advertencia pero la anota:

    […] es cierto que Gelman pasó de ser una de las figuras centrales del anudamiento entre poesía y política, cita insoslayable en debates escandidos por estas lecturas, a salirse del radar de lo pensable por fuera de un colectivo poético (o una generación) para convertirse en un poeta internacional (hay razones en su trayectoria, por supuesto), en un poeta del exilio primero y luego casi en un poeta místico.

    Y conviene, entonces, anotar que entre los motivos que nos impulsaron a proponer relecturas de Gelman todavía, se cuenta precisamente la pregunta no solo por los modos en que se leyó y circuló su literatura en los últimos treinta años, sino a la vez la pregunta por la ubicación rara, insuficientemente pensada, como en desfase o a destiempo, de un autor de los sesenta que –sin contar sus prosas– publicó un tercio de sus libros de poesía (una decena de títulos) entre 1993 y la primera década de este siglo.

    Este libro reúne estudios y ensayos diversos, firmados por lectoras y lectores de Gelman que compartimos el oficio de escribir, sea que nos dediquemos a la enseñanza y la crítica, sea a la poesía o la ficción, o a varias de esas labores. Quien lea encontrará en cada uno de los capítulos, creemos, más de una de las características, tonos y tópicos a los que nos hemos referido en las líneas anteriores. Los trabajos de Mario Arteca, María Negroni y Martín Kohan fueron escritos para un volumen que intentamos con Ana Porrúa y que contó con el entusiasmo experto de Jorge Lafforgue, hace casi veinte años, pero que no llegó a publicarse (la entrevista, también inédita, que incluimos al final, formaba parte de aquel libro que no fue); el ensayo de Matías Moscardi fue escrito en 2021 para este volumen, lo mismo que el de Jorge Monteleone (que retoma fragmentos de algunos escritos breves y hasta ahora dispersos). Los capítulos de Ana Porrúa y Miguel Dalmaroni tuvieron una primera versión publicada de muy escasa y lejana circulación, en un libro académico colectivo, ya hace más de diez años.

    El orden en que se suceden los ensayos en el libro responde a mis elecciones y movimientos como editor, es decir como lector compilador, pero –como sucede siempre con tantas obras colectivas– quienes vayan a leer lo harán de acuerdo a muchas otras elecciones y preferencias.

    Los comienzos de un joven poeta comunista¹

    Miguel Dalmaroni

    Una proteica máquina cultural

    …éramos miembros de la Juventud Comunista o estábamos cerca. Eso nos juntó. (…) Empecé a trabajar en periodismo poco después de la salida de Violín y otras cuestiones. Escribía en Orientación, que era el semanario del Partido Comunista Argentino, luego pasé al diario La Hora —también era del PCA—.

    Vicente Muleiro y Eduardo Pogoriles

    Es sabido que durante la segunda mitad del siglo pasado y sobre todo después de la Revolución Cubana, abominar del Partido Comunista Argentino (pca) e impugnar sus políticas en casi todos los terrenos fue un lugar común y, casi, un santo y seña en los debates de las izquierdas e incluso en el llamado campo popular (algo que sucedía con muchos otros Partidos Comunistas de Occidente). La guerra fría estaba ya en el diccionario más usual de las discusiones sobre la actualidad, y el poderoso arrastre cultural y militante de los frentes antifascistas de los años treinta o del apoyo internacional a la República Española se iban haciendo cosa del pasado y reverberaban en el presente como tradiciones políticas, provechosas sin dudas pero para resignificar contextos y dilemas nuevos: en 1956 Nikita Jruschov y el vigésimo Congreso Internacional del pc soviético ventilaban las atrocidades del stalinismo, abrían el Nuevo Rumbo y a la vez enviaban al ejército soviético a reprimir levantamientos en Polonia y Hungría. Por lo menos entre principios de los años sesenta y hasta bien entrados los ochenta, esa disposición controversial hacia el pc se consideraba genuinamente crítica e incluía un territorio nada marginal en torno del que se acaloraban las discusiones: la literatura y el arte. En el ámbito literario de Buenos Aires, la figura y la obra de Juan Gelman formaron parte del transcurso de esas crispaciones.

    Hace tiempo que se ha advertido, creo, la necesidad de cambiar nuestros modos de revisar ese punto del pasado, y es posible que el caso de Gelman represente un núcleo desde donde hacerlo. No parece

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