sando como modelos a los vecinos y paseantes de su ciudad natal, Volpedo (en la región del Piamonte italiano), Giuseppe Pellizza da Volpedo creó una de las estampas más icónicas de la representación del proletariado, inmortalizada por otra parte en el filme de Bertolucci en 1976, justo 75 años después de su creación por el malogrado pintor (se suicidó con apenas 35 años). Un icono social en el que, si bien se vale de sus paisanos para realizarlo, elude cualquier escenografía o edificio que pueda es el estado naciente: los artesanos y los campesinos se han transformado en obreros, en una nueva clase social, diferente de la nobleza, el clero y la burguesía, asentados ya desde el siglo xviii. De grandes dimensiones, 293 x 545 cm, está realizada con la técnica del divisionismo (similar al puntillismo de Seurat y Signac), caracterizado por la separación de los colores en puntos o líneas que interactúan entre sí y por el compromiso político y social de sus miembros.
