l 28 de octubre del año 312, Majencio, hijo del exemperador Maximiano, abandonó el refugio de las inexpugnables murallas de Roma para medir sus fuerzas en las proximidades del Puente Milvio con Constantino. Ambos se disputaban los despojos de un Imperio sumido en una nueva crisis sucesoria, en una pelea fratricida por el poder. Muchos historiadores defienden que la llamada crisis del siglo iii quedó aparcada en el siglo siguiente gracias a los esfuerzos reformadores de Diocleciano, que optó por aceptar la división del Imperio en dos áreas de influencia gobernadas por dos augustos, a su vez respaldados por dos césares de su confianza de menor edad. La tetrarquía, cierto, trajo estabilidad
LA FE SOÑADA POR CONSTANTINO I EL IMPERIO SE HACE CRISTIANO
Apr 19, 2024
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