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Discurso en sociedad
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Libro electrónico385 páginas4 horas

Discurso en sociedad

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¿De qué manera ha integrado la semántica en sus análisis discursivos?, ¿cómo surgió la noción de macroestructura semántica en sus investigaciones?, ¿qué motivó su interés por la psicología cognitiva?, ¿cómo ha evolucionado su teoría sobre la pragmática del texto?, ¿qué diferencias se establecen entre la lingüística crítica y el Análisis Crítico del Discurso?, ¿cómo ha construido su perspectiva sobre el poder?, ¿por qué el racismo constituye una práctica discursiva de polarización ideológica?, ¿cuál es su posición sociopolítica? son algunas de las preguntas que Teun A. van Dijk responde en esta macroentrevista. Discurso en sociedad, sintagma que mejor designa el trabajo de van Dijk dentro del Análisis Crítico del Discurso o los Estudios Críticos del Discurso, no solo presenta un recuento de las etapas investigativas de este prominente lingüista europeo, sino que motiva a analistas del discurso –tanto expertos como novatos– a profundizar sus planteamientos. El trayecto por las diferentes etapas del pensamiento de van Dijk es también un recorrido por el origen y el desarrollo del Análisis del Discurso.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento3 sept 2021
ISBN9789876995986
Discurso en sociedad

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    Discurso en sociedad - Oscar Iván Londoño Zapata

    cover.jpg

    Discurso en sociedad

    Teun A. van Dijk

    Oscar Iván Londoño Zapata

    Prólogos

    Adriana Bolívar

    Juan Eduardo Bonnin


    Londoño Zapata, Oscar Iván

    Discurso en sociedad / Oscar Iván Londoño Zapata; Teun A. van Dijk; prólogo de Adriana Bolivar; Juan E. Bonnin. -1a ed.- Villa María: Eduvim, 2019.

    Libro digital, EPUB - (Proyectos especiales)

    Archivo Digital: descarga y online

    ISBN 978-987-699-598-6

    1. Análisis del Discurso. I. Dijk, Teun A. van. II. Bolivar, Adriana, prolog. III.

    Bonnin, Juan E., prolog. IV. Título.

    CDD 401.41


    © 2019. Editorial Universitaria Villa María

    Chile 253 – (5900) Villa María,

    Córdoba, Argentina

    Tel.: +54 (353) 4539145

    www.eduvim.com.ar

    Editora: Jesica Mariotta

    Diseño de tapa: Gabriela Callado

    Maquetación: Gabriela Callado

    La responsabilidad por las opiniones expresadas en los libros, artículos, estudios y otras colaboraciones publicadas por EDUVIM incumbe exclusivamente a los autores firmantes y su publicación no necesariamente refleja los puntos de vista ni del Director Editorial, ni del Consejo Editor u otra autoridad de la UNVM. No se permite la reproducción total o parcial de este libro, ni su almacenamiento en un sistema informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio electrónico, mecánico, fotocopia u otros métodos, sin el permiso previo y expreso del Editor.

    Índice general

    Teun A. van Dijk: intelectual comprometido, amigo siempre

    Adriana Bolívar

    Por un Análisis del Discurso sin dogmas

    Juan Eduardo Bonnin

    Experiencias discursivas

    Oscar Iván Londoño Zapata

    La poética generativa de la literatura

    Perspectivas del Análisis del Discurso en Francia

    La lingüística del texto y las estructuras textuales

    Discurso, psicología cognitiva y pragmática

    El Análisis Crítico del Discurso

    Los intersticios del poder y su abuso

    La reproducción discursiva del racismo

    El racismo en los libros de texto

    El caso del poeta racista

    Medios de comunicación y Análisis Crítico del Discurso

    La expresión de la ideología en el discurso

    La teoría del contexto

    Discurso y conocimiento

    La expresión de la resistencia en el discurso

    Recorridos por América Latina y el Caribe

    Teun A. van Dijk: editor de revistas científicas

    Una mirada a la formación escolar

    Caja de herramientas

    Epílogo

    Teun A. van Dijk: entre voces

    A quienes inician el trayecto

    por los Estudios Críticos del Discurso.

    Teun A. van Dijk: intelectual comprometido, amigo siempre

    Adriana Bolívar

    Me ha tocado el privilegio de escribir un prólogo para la segunda edición de este importante libro y me da un inmenso placer reiterar lo que afirmé en la primera edición con algunos pequeños cambios. Elaborar este prólogo fue una tarea y un reto que acepté con mucho gusto porque me sentí honrada y privilegiada al tener la oportunidad de expresar algunas palabras antes de que los lectores empiecen a escuchar la voz de Teun A. van Dijk hablando de sí mismo y de su obra. Mi intención no es referirme a su enorme contribución intelectual, porque eso lo hace él con sus propias palabras y no quiero quitarles el placer de descubrir su estilo personal, su historia como investigador, su cuidado en las definiciones y explicaciones, su visión de mundo y su compromiso social. Mi deseo es destacar las razones por las que este lingüista de origen neerlandés, pero universal de corazón y pensamiento, merece un libro como Discurso en sociedad, donde la entrevista se fortalece como género académico bajo la excelente conducción de Oscar Iván Londoño Zapata.

    Teun A. van Dijk es una de las figuras más relevantes de los Estudios del Discurso en el mundo. Su nombre es conocido en Europa, América, África y Asia. Su obra es citada en diferentes lenguas por miles de investigadores y estudiantes quienes aplican su teoría del discurso. Basta navegar por internet muy poco tiempo para encontrar datos sobre su biografía, así como sus libros y artículos, las revistas que edita, los proyectos que coordina, las entrevistas publicadas en prestigiosos periódicos y revistas, los cursos que ha dictado y muchas otras evidencias de su incansable actividad en un campo del conocimiento que lo apasiona tanto como a sus colegas y amigos. La mayoría de sus libros han sido traducidos al español y eso lo convierte en el analista del discurso europeo más conocido en todos los países de habla hispana, particularmente en los de América Latina y el Caribe, región con la que mantiene un vínculo muy especial desde que visitó Puerto Rico por primera vez en 1977.

    Van Dijk es tal vez el único investigador europeo que se puede dar el lujo de decir que conoce todos los países de América Latina, cuyas universidades se han nutrido con sus cursos y conferencias de manera sostenida. En ellas, sus ideas se difunden y cosechan amistades. Esta interacción constante con estudiantes y colegas ha dado excelentes frutos y son muchos los que se inspiran en su obra para profundizar en los Estudios del Discurso desde diferentes perspectivas, no solo la que propone van Dijk, como él mismo se apresura a aclarar cuando afirma que no cree en sectas ni en gurús académicos. En nuestra región, sus teorías han dejado marcas en muchos campos: en la educación, especialmente en la enseñanza de la lectura y escritura (¿Quién no aplicó alguna vez sus nociones de coherencia, macroestructura semántica y macrorreglas?); en el estudio de los medios de comunicación (¿Quién no ha analizado noticias de prensa siguiendo el esquema de la noticia como discurso?), y en los estudios sobre discriminación de cualquier tipo (¿Cuántos no han aplicado su visión sociocognitiva de los Estudios Críticos del Discurso?).

    Este libro es fruto de sus exploraciones por Colombia, donde Oscar Iván Londoño Zapata tuvo la iniciativa de empezar a entrevistarlo para entenderlo mejor y hacer conocer aún más su pensamiento como lingüista y ser humano comprometido socialmente. Esta no es la primera entrevista que Oscar Iván le hace a Teun, otras han sido publicadas en la Revista Latinoamericana de Estudios del Discurso (Venezuela), Signos lingüísticos (México), Onomázein y Literatura y Lingüística (Chile), Núcleo (Venezuela), entre otras publicaciones académicas. Lo anterior convierte a Londoño en la persona que más ha entrevistado a van Dijk y también en un autor que ha promovido de manera sistemática el género de la entrevista, como se evidencia en el hecho de que ya han salido varios libros suyos de este género a circulación. El primero fue dedicado a investigadores europeos y norteamericanos, entre quienes también se encontraba van Dijk (Londoño, 2011) y dio pie al primer libro completo dedicado a su persona (Londoño, 2013). Pero antes de éste salió a circulación un libro dedicado a analistas de Latinoamérica (Londoño, 2012), que fue seguido por otro que continúa la serie sobre discurso en el mundo hispano, particularmente en América Latina y el Caribe (Londoño, 2016). De modo que todos los libros de entrevistas permiten reconocer la obra de van Dijk y apreciar su diálogo con Latinoamérica y, además, divulgan la investigación en el campo de los Estudios del Discurso en nuestra región, que tiene su propio sello de originalidad e innovación en cada uno de los países que integran la Asociación Latinoamericana de Estudios del Discurso, ALED (Bolívar, 2015).

    La entrevista académica como género discursivo permite leer el discurso del entrevistado y del entrevistador en una interacción compleja y única. Por un lado, el entrevistador quiere saber más sobre una disciplina y entender con claridad lo dicho por el entrevistado para orientarlo hacia los temas o problemas que más le preocupan a él y a la comunidad académica que representa. Por otro, el entrevistado se ve interpelado y expuesto en aspectos de tipo personal –como hablar de su familia– e intelectual porque ha desarrollado una línea de pensamiento en la lingüística y los Estudios del Discurso, y el entrevistador quiere descubrir la coherencia de sus planteamientos. Como diría van Dijk, cada uno de los participantes trae consigo un modelo mental y de contexto, y ese contexto –individual y social al mismo tiempo– controla de algún modo el texto que entre ambos producen. Por tal razón, la lectura de este libro se torna más interesante porque quienes lean el producto de la interacción entre Oscar Iván y Teun van a evaluarlo con diferentes modelos mentales y contextuales que les permitirán enfocar su atención en distintos aspectos según sea su interés en los Estudios del Discurso y su conocimiento sobre los trabajos de Teun A. van Dijk.

    Algunos pondrán mayor atención en la obra misma del lingüista, en los conceptos fundamentales para los Estudios del Discurso, otros se interesarán en cómo él relaciona su teoría con la explicación de problemáticas sociales como la discriminación de raza o género y el abuso de poder en general. Oscar Iván es un entrevistador agudo que hurga en los detalles e insiste en averiguar sobre aspectos sensibles como las divergencias con otras teorías y teóricos del lenguaje. Con sus preguntas nos hace sentir que van Dijk está aquí para explicarse, para decirnos por qué durante casi toda su vida ha dado al triángulo discurso, cognición y sociedad un papel central y por qué desde sus tempranas indagaciones en los estudios literarios ha dado cabida a la lingüística en la construcción de teorías en las ciencias sociales y humanas. Las preguntas de Oscar Iván exigen definiciones (¿Qué diferencia existe entre un modelo mental y un modelo de contexto?) y también tocan puntos sensibles como la producción y circulación del conocimiento (¿Por qué su trabajo no tiene gran impacto en Francia?) o las tensiones entre las disciplinas (¿A qué se debe que la importancia de este libro no se comprenda del todo en el campo de la psicología?).

    Es muy sabido por los analistas del discurso que un texto puede tener varias lecturas y esto mismo aplica a la macroentrevista que nos presenta Londoño, pero podemos estar seguros de que cualquier lectura será estimulante. Los lectores que no han conocido personalmente a van Dijk se sentirán más cerca de él a través de sus confidencias y relatos de los encuentros personales con autores alemanes, franceses y norteamericanos. Los que deseen entender mejor las nociones teóricas que recorren sus publicaciones apreciarán las definiciones, los ejemplos y las aclaraciones. Quienes han expresado alguna vez críticas a sus teorías podrán ver que éstas no vienen por inspiración espontánea y que no surgen de una posición ideológica particular –aunque el discurso no deje de ser ideológico– sino por el trabajo constante, riguroso y con base empírica. En el caso de van Dijk, retar su teoría –particularmente la noción de modelo de contexto, que ha fortalecido en las últimas décadas– se torna una tarea difícil porque los conceptos que maneja y sus explicaciones se han gestado durante mucho tiempo y con gran solidez. Su trabajo es un ejemplo de constancia que no deja cabos sueltos, y es inspirador.

    Mi lectura de esta macroentrevista –como de otras– es muy sesgada porque le tengo a van Dijk un gran afecto como amigo, y respeto y admiración como colega. El afecto y la amistad se han construido lentamente en una interacción sostenida en la que no se dejan correos sin responder. Mi admiración y respeto es por su fuerza para defender sus convicciones, su valentía para criticar abiertamente otras posturas –como la lingüística sistémico funcional– o el funcionamiento de escuelas de pensamiento que después de brindar grandes aportes –como la francesa– en su opinión se han estancado. Indudablemente, algunas de sus afirmaciones lo exponen a menudo a controversias, pero creo que estas situaciones alimentan el debate epistémico. Teun ha sido firme en sus convicciones, aunque siempre respetuoso del pensamiento de otros. Lo constaté hace varios años cuando después de haber terminado mi doctorado en Inglaterra bajo la supervisión de John McHardy Sinclair –gran amigo de Michael A. K. Halliday– recibí en Caracas una carta enviada por correo postal en la que Teun me pedía que le hiciera llegar un artículo que yo había publicado en 1992 sobre el diálogo político en el ESP Journal y me invitaba a enviarle otras publicaciones. Guardé esa carta entre mis tesoros académicos porque fue un honor inmenso que un investigador como van Dijk se interesara por un texto que yo había escrito.

    Después, creamos la Asociación Latinoamericana de Estudios del Discurso en 1995 gracias a su empuje y enorme deseo de integrar grupos dispersos por América Latina. Esta vez la sorpresa fue mucho mayor porque se comunicó conmigo por teléfono, todavía no lo conocía personalmente. Teun me explicó que estaba tratando de organizar una reunión de analistas de discurso en América Latina, aunque no había encontrado respuesta institucional positiva en otros países, por lo que me preguntó si estaría dispuesta a organizarla. Afortunadamente, mis colegas dijeron que sí y también la Universidad Central de Venezuela, institución que nos brindó el apoyo académico y financiero. Me tocó esta vez servir de intermediaria para lograr que se hiciera realidad un proyecto internacional que por primera vez congregó a colegas de distintos países de la región. Lo que sucedió después ya es parte de la historia de los Estudios del Discurso y de una asociación que abrió puertas para el crecimiento intelectual y la cooperación. Estoy agradecida con Teun por haber tomado la iniciativa y también por el significado que tiene leer su obra conociéndolo en persona. Aunque en un principio me dediqué a desarrollar el análisis interaccional del discurso en la línea de la Escuela de Birmingham, poco a poco extendí el alcance del contexto hasta abarcar eventos en la dinámica social. Su obra sobre ideología y poder, y particularmente su definición de contexto, me han hecho reflexionar y revisar una y otra vez mis propias categorías.

    En este libro, Londoño ha dado cuerpo a la experiencia de entrevistar a van Dijk en varios capítulos que resumen su desarrollo como investigador y que llevan al lector paso a paso por su obra y experiencia como estudiante, investigador, autor, editor, profesor y gran maestro. En la introducción, Experiencias discursivas, está descrita la estructura que tomó esta nueva edición y, por ello, me eximo de repetirla. Lo que importa es que la secuencia ha sido seleccionada para facilitar el diálogo entre van Dijk, Londoño y nosotros, los lectores.

    No podría cerrar este prólogo sin destacar el trabajo realizado por quien hizo posible este libro. Oscar Iván Londoño Zapata merece un reconocimiento especial porque, además de dejar evidencia de una rigurosa labor de investigación sobre la obra de van Dijk, logró que este autor tan apreciado por la comunidad internacional nos permitiera leerlo en una dimensión más personal y directa, en un estilo sencillo, pero no por eso menos abstracto. De esta forma, y en concordancia con el pensamiento de van Dijk cuando sostiene que el lenguaje científico y de los científicos no tiene por qué ser esotérico o rimbombante, Oscar Iván también contribuye como autor de este libro a democratizar el acceso al conocimiento en la academia. Por consiguiente, lo único que nos resta es reconocer una vez más a Teun su incansable labor intelectual y social, y agradecer a Oscar Iván sus inagotables esfuerzos para fortalecer la divulgación y la construcción del conocimiento en el campo de los Estudios del Discurso.

    POR UN ANÁLISIS DEL DISCURSO SIN DOGMAS

    Juan Eduardo Bonnin

    Decía el Cuchi Leguizamón –uno de los grandes compositores argentinos– que el mayor orgullo que podía sentir un artista era ver borrado su nombre, que la gente silbara sus melodías sin saber que le pertenecían porque habían pasado a formar parte del repertorio popular. Pocos llegan a tener esta anónima distinción, especialmente por fuera del ámbito artístico, y creo que Teun A. van Dijk es uno de esos raros casos: su perspectiva y conceptos fundamentales han pasado a ser parte del repertorio teórico y terminológico común a todo el campo de los estudios del lenguaje, incluyendo la comunicación social, la enseñanza y la formulación de políticas educativas. De allí que su lectura produzca ese efecto artístico: resuenan en el lector ideas, intuiciones y asociaciones que nos parecía ya conocer, pero no podíamos formular.

    Podríamos recurrir al propio van Dijk para explicar este hecho: existe un terreno común (common ground) entre el autor y el lector, un sistema de conocimiento especializado –abonado fundamentalmente, en este caso, por la extraordinaria difusión del trabajo del primero– que explica las coincidencias básicas iniciales entre los modelos mentales de ambos participantes y permite generar conocimiento. Pero hay otro motivo, más propio del autor que de su obra: van Dijk ha investigado temas fundamentales desde el campo de los Estudios del Discurso en los momentos en que eran necesarios y con una sistematicidad y erudición que lo volvieron imprescindible.

    Este libro condensa una larga serie de entrevistas en un único texto dialogado, una biografía intelectual que ayuda a navegar la obra de van Dijk: junto con el repaso cronológico de eventos biográficos y publicaciones, el entrevistado explica sus principales ideas y los vínculos entre ellas. Más sofisticado que una entrevista, más introductorio que un manual, este texto interpela tanto al público conocedor de van Dijk y su obra como al público novato al que le suena, pero todavía no lo conoce.

    No se trata, entonces, de un libro sobre libros, sino de un libro sobre el autor de los libros. Una obviedad, pero de serias consecuencias conceptuales: van Dijk propone, a contramano del mainstream discursivo, reinstalar la pregunta por la persona y sus actitudes, creencias, conocimientos e ideologías, y no simplemente considerar a un sujeto hablante que es apenas un ejemplar de una categoría, intercambiable por cualquier otro equivalente. El rol de la psicología y la sociocognición en los Estudios del Discurso es, entonces, ayudar a comprender a ese sujeto individual, social y cultural a la vez. Ese es, tal vez, el lugar que más le critican a van Dijk sus contradictores y el que nos da algo de aire fresco a sus lectores: el interés por la dimensión humana de los sujetos que producen los discursos.

    Este interés por las personas, que no son entonces simplemente el soporte empírico de los discursos, es otro de los aspectos destacados de este volumen: desde la introducción de Londoño Zapata hasta las afectuosas notas finales a cargo de colegas y amigos del entrevistado, van Dijk aparece como una persona comprometida con su trabajo, con sus creencias y valores, generoso con sus colegas y teórica y políticamente militante. Posiblemente sea este motivo el que hace que los Estudios Críticos del Discurso sean definidos, más allá de su sofisticación y precisión conceptual, simplemente como una actitud: sin una actitud crítica frente a un problema social –plantea van Dijk en esta macroentrevista– no se podrían realizar Estudios Críticos del Discurso, porque no basta con tener conocimiento, se necesitan actitudes y emociones, como el enojo, frente a las formas de opresión, que no se pueden enseñar, solo mostrar. Su denuncia de un importante poeta holandés como autor en las sombras de un panfleto racista –un episodio que yo, al igual que muchos en el mundo hispanoparlante, desconocía– y las consecuencias públicas, académicas e incluso judiciales de tal denuncia –que no spoilearé aquí– muestran los alcances y el verdadero costo personal de esta actitud.

    El jazz de los cincuenta

    En un pasaje inicial del libro, van Dijk señala que leía varias horas cada día y escuchaba el jazz de los años 50. El jazz de la década de 1950 fue una música de cambios que inició con un disco de bebop de Charlie Parker y Dizzy Gillespie (Bird & Diz, 1950) y terminó en 1959, con dos LP radicalmente diferentes: The Shape of Jazz to Come de Ornette Coleman y Kind of Blue de Miles Davis. Mientras tanto, Thelonious Monk y Lennie Tristano hacían travesuras con el piano, John Lewis organizaba su Modern Jazz Quartet y Art Blakey preparaba el seleccionado de hard bop que fueron sus Jazz Messengers. Chet Baker, Dave Brubeck y Bill Evans mostraban que los blancos también podían desarrollar su propia voz jazzera. Y, mientras John Coltrane transitaba el camino del descubrimiento personal que lo llevaría a Giant Steps (1960), un grupo de jóvenes músicos y poetas brasileños inventaban la bossa nova y el Chango Farías Gómez ya mentaba sus arreglos para la música popular argentina.

    Así que cuando van Dijk dice que escuchaba el jazz de los años 50 me imagino a un adolescente con todo este lío en la cabeza, que además conocía seis lenguas y leía toda la literatura que podía encontrar en la biblioteca de su pueblo. Aunque, vista en retrospectiva, se trata de una década paradójica y contradictoria, los actores que la protagonizaron la vivieron como coherente y lineal, como el simple devenir de inquietudes y necesidades propias de quienes no podían quedarse quietos.

    La de van Dijk es también, como la de los músicos de jazz de los cincuenta, una trayectoria marcada por la incomodidad intelectual y el cambio; afianzados los estudios generativos dentro de los límites de la oración, propone una teoría de la generación del texto literario. Abandona luego la gramática generativa para liderar la ola de estudios del texto, pero no a partir de una mirada puramente formal centrada en la cohesión (en una época en la que formalismo era sinónimo de cientificidad), sino proponiendo una base semántica. De allí la preocupación por el procesamiento cognitivo del texto en un contexto disciplinar en el que la cognición era desdeñada (por irrelevante o por imposible) o convertida en un objeto aislado a través de los estudios experimentales.

    Con pocos años y una obra que ya le hubiera permitido vivir de rentas académicas, van Dijk toma otro rumbo hacia mediados de la década de 1980 y comienza su trabajo como teórico, sistematizador y motor del Análisis del Discurso, que luego derivaría en diversas siglas, perspectivas y formalizaciones. Es en esos años que comienzan sus estudios sobre el discurso de los medios de comunicación, primero, y el discurso racista, después, que siguieron a lo largo de décadas y en diversas latitudes, y continúan hoy en su investigación sobre discursos antirracistas. Cada uno de sus tratados de los últimos diez años sobre discurso, ideología, cognición, sociedad, cultura, contexto y conocimiento es notable por sí mismo.

    Cualquiera de estos momentos puede leerse como una totalidad en sí misma, como si el van Dijk de Text and Context. Explorations in the Semantics and Pragmatics of Discourse (1977) fuera diferente del de Ideology. A multidisciplinary approach (1998). Uno de los grandes logros de estas entrevistas es, precisamente, mostrar la consistencia interna de estos cambios, y en esto se nota la mano y el conocimiento sistemático del entrevistador. Las preguntas de Oscar Iván Londoño Zapata siguen por momentos un devenir lineal, por otros proponen relaciones y continuidades entre conceptos alejados en el tiempo y, finalmente, emergen también de la propia conversación. Frente a un panorama complejo y divergente, Londoño Zapata evita las soluciones fáciles –dividir en etapas, concatenar definiciones, limitarse a las obras más conocidas– y propone un recorrido a través de la bibliografía de van Dijk que convierte a este volumen en un verdadero libro en colaboración.

    Estudios Críticos del Discurso: salir de van Dijk

    Como todo texto, los suyos son también producto de sus lectores, quienes con sus propios modelos mentales leen y desleen (misread, en la expresión de Harold Bloom) las ideas allí formuladas, muchas veces en direcciones diferentes (alguna vez, incluso opuestas) a las que el propio autor seguía. Esa es, en academias periféricas como la latinoamericana, la operación conceptual que nos resulta más propia. Como reivindicaba Jorge Luis Borges en El escritor argentino y la tradición (1951), ensayamos todos los temas y nos nutrimos de todas las tradiciones porque nuestro patrimonio es el universo y todo lo que leamos será interpretado desde nuestros propios modelos contextuales latinoamericanos.

    Nuestras academias actúan también, sin embargo, como un mercado intelectual que en muchas

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