Deísmo - De la Filosofía a la Espiritualidad

Por Luan Ferr

El Deísmo es la religión que cautivó a mentes brillantes de la historia de la humanidad, como Benjamin Franklin y Albert Einstein. El libro 'Deísmo: de la Filosofía a la Religión' explora la búsqueda del conocimiento de Dios. Marcel Dubois, un maestro deísta, presenta una visión de Dios como una entidad trascendental que estableció las leyes naturales del universo.

El libro aborda el problema de la comprensión limitada y antropomórfica de Dios que se encuentra en muchas religiones. La solución propuesta es la razón como herramienta para explorar lo divino a través de una visión no dogmática.

La obra discute temas como la relación entre Dios, la ciencia y la existencia humana desde la perspectiva deísta y narra de manera brillante el viaje del alma.

Con su experiencia como maestro deísta, Marcel Dubois ofrece una visión profunda de los principios de esta filosofía religiosa no dogmática. El libro invita al lector a un viaje de cuestionamiento y reflexión en la búsqueda de la comprensión de Dios y el universo, una búsqueda que solo puede realizarse mediante el uso de la razón.

• Idioma: Español
• Editorial: AHZURIA PUBLISHING
• Fecha de lanzamiento: 17 sept 2023
• ISBN: 9798223110026

Luan Ferr

Luan Ferr is a renowned author known for his mastery in writing fictional short stories that immerse readers in fascinating worlds, memorable characters, and engaging narratives. His ability to create stories that explore the eternal struggle between good and evil is unparalleled, offering readers a unique perspective on this universal conflict. In addition to his fictional works, Luan also dedicates himself to in-depth research on the phenomena of faith and its intrinsic connection to the human condition. He explores the various forms of esotericism and holism that have permeated humanity since time immemorial, revealing the profound influence of these practices in everyday life and cultures around the world. His books on subjects such as Feng Shui, Arcturian Healing, and others are the result of meticulous research and provide readers with a comprehensive view of these fascinating areas. With captivating and insightful writing, Luan Ferr leads his readers to profound reflections on human nature, the duality between good and evil, and the pursuit of a broader understanding of the world around us. His fictional short stories are filled with suspense, mystery, and thrilling plot twists, keeping readers eagerly wanting more with every page. Meanwhile, his non-fiction works explore esoteric fields in an accessible and interesting manner, showing how these ancient practices still exist today. With a unique style and a balanced approach between fiction and non-fiction, Luan Ferr establishes himself as a universal and profound author. His works are a source of entertainment and knowledge, providing readers with an enriching and thought-provoking experience. Whether through his imaginative stories or his esoteric explorations, Luan continues to captivate readers worldwide with his engaging and insightful writing.

Vista previa del libro

Sin razón, la existencia de Dios sería inaccesible, ya que sólo a través de la facultad de la razón podemos concebir y percibir su presencia. Sin embargo, Dios, que es inherentemente la razón misma, permanece más allá de nuestra comprensión, y sólo mediante el ejercicio de esa misma razón podemos buscar y comenzar a comprender a Dios mismo.

(Marcel Dubois)

Marcel Dubois

El libro que presentamos es el resultado de una entrevista que nuestro equipo de investigación realizó a un maestro deísta llamado Marcel Dubois. Marcel vive en un pequeño pueblo de la campiña francesa, cerca del castillo de Bonaguil, una fortaleza medieval del siglo XV situada en la comuna de Saint-Front-sur-Lémance, en el departamento de Lot-et-Garonne, en la región de Nouvelle-Aquitaine, en el suroeste de Francia.

Marcel nos recibe en su casa, un antiguo edificio de piedra rodeado por un jardín de flores. Al entrar en su casa, inmediatamente nos envuelve un ambiente acogedor y enriquecedor. La sala donde se desarrolla la entrevista es su biblioteca personal, un espacio con estantes de roble oscuro que se extienden desde el suelo hasta el techo, llenos de libros antiguos, algunos con detalles dorados. La madera de las estanterías desprende un suave aroma, parece evocar la sabiduría acumulada en las páginas de tantos libros.

Las paredes no están ocupadas por estanterías, cuadros de paisajes naturales y retratos de figuras filosóficas adornan el espacio. Una pintura al óleo del impresionante paisaje que rodea su pueblo crea una sensación de conexión con la naturaleza. Otro cuadro, un grabado en blanco y negro de Voltaire, el pensador de la Ilustración, parece observar en silencio la conversación que se desarrolla.

Marcel Dubois, el maestro deísta, viste con sencillez y elegancia. Lleva una camisa de lino blanca, que parece entallada, combinada con pantalones de lana negros y un chaleco azul marino. Su cabello gris está impecablemente peinado y sus ojos claros irradian tranquilidad y sabiduría.

Durante la entrevista, Marcel nos ofrece té de manzanilla, servido en delicadas tazas de porcelana adornadas con flores azules. El té desprende un aroma reconfortante que se mezcla con el olor de los libros antiguos. La temperatura de la habitación es suave, propia del otoño, con una chimenea encendida en un rincón de la habitación, aportando un suave calor que contrasta con el frescor del exterior.

Este escenario, lleno de elementos que evocan la naturaleza, la erudición y la contemplación, proporcionó el ambiente perfecto para la conversación con Marcel Dubois sobre su fe, su cosmovisión y sus enseñanzas.

Al final, tras horas de grabación, Marcel nos presenta una fotografía suya, de cuando tenía 35 años. Fue a esa edad cuando él, médico de la ciudad de León, descubrió al Dios que no encontraba en las religiones tradicionales. La foto, ya desgastada, pasó por un proceso de escaneo tridimensional y aparece en la portada de este libro.

Capítulo I

El Descubrimiento Del Deísmo

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Marcel Dubois era un joven médico en la ciudad de Aviñón, Francia, cuando las dudas sobre las concepciones convencionales de Dios comenzaron a perseguirlo. Creció en una familia devota, asistía regularmente a la iglesia y aprendía sobre un Dios retratado como una figura paternal e intervencionista con características humanas. Mientras estudiaba medicina y presenciaba el sufrimiento de la gente, la imagen tradicional de Dios empezó a parecerle inadecuada.

Marcel vio personas que padecían enfermedades incurables, niños que nacían con discapacidades y una disparidad cada vez mayor entre ricos y pobres. Comenzó a preguntarse cómo un Dios benévolo permitiría tal sufrimiento y desigualdad.

A medida que sus dudas crecían, Marcel recurrió a escrituras religiosas convencionales en busca de respuestas, pero al leer textos considerados sagrados, se topó con descripciones de un Dios que lo dejaron aún más confundido. Dios, en estos escenarios, a menudo era retratado como un ser antropomórfico, con características, emociones e incluso preferencias humanas. Esta representación de Dios como figura humana le parecía demasiado simplista.

La primera reacción racional de Marcel después de consultar las Escrituras fue concluir que Dios no existía, cuando algo dentro de él se negó a adoptar tal perspectiva. Sus dudas y desencanto lo llevaron a buscar una comprensión más profunda y personal de Dios. Deseaba una conexión espiritual que no estuviera limitada por dogmas religiosos o representaciones simplistas.

Mientras Marcel Dubois continuaba su búsqueda de una comprensión más profunda de Dios, se encontró inmerso en un mar de filosofías religiosas y espirituales. Estudió las tradiciones religiosas del mundo, exploró la teología de diferentes culturas y leyó extensamente sobre filosofía. Marcel quería encontrar un Dios que fuera compatible con su intuición y que tuviera un poder superior que trascendiera las limitaciones humanas.

Sin embargo, Marcel aún no había encontrado una filosofía que respondiera a todas sus preguntas. Se cuestionó sobre el propósito de la existencia, el sentido de la vida y el destino del alma después de la muerte. Sus interrogantes lo llevaron a cuestionar las religiones organizadas que no tenían las respuestas, había espacio en él para una comprensión más amplia y libre de Dios.

Marcel comenzó a explorar las obras de filósofos que desafiaban las concepciones tradicionales de Dios. Le intrigaban los argumentos de los pensadores que veían a Dios como una fuerza impersonal, una energía que impregnaba el cosmos. Estas ideas le hicieron preguntarse si la divinidad podría ser más que una entidad con voluntad propia, sino una presencia universal que operase según leyes naturales.

A medida que profundizaba en su búsqueda, Marcel sintió una sensación cada vez mayor de que el deísmo, una filosofía que enfatizaba la creencia en un Dios trascendente, no intervencionista e inmanente en el universo, estaba más alineado con su visión personal. El deísmo parecía ofrecer la libertad de explorar y desarrollar la propia comprensión de Dios sin las restricciones de las doctrinas religiosas convencionales.

En esta etapa de su viaje, Marcel comenzó a formular sus propias teorías sobre la espiritualidad y Dios.

La inquietud del alma de Marcel Dubois siguió creciendo a medida que profundizaba su búsqueda. Sus conversaciones con teólogos, lecturas de textos sagrados y exploración de diferentes corrientes espirituales sólo aumentaron su deseo de comprender lo divino de manera más completa.

A veces Marcel se preguntaba si la humanidad habría proyectado sus propias debilidades e imperfecciones en su concepción de Dios. Esto lo llevó a considerar la posibilidad de que la verdadera naturaleza de Dios fuera muy diferente, algo más allá de la comprensión humana y externa a las religiones establecidas. Consideró que la divinidad no podía reducirse a una simple figura con características humanas.

La visión de un Dios que no interviene directamente en los asuntos humanos, sino que establece las leyes naturales que gobiernan el universo, empezó a tener más sentido. Vio a Dios como el Creador y Sustentador del cosmos, cuyas leyes universales permitían la existencia y evolución de la vida. Este punto de vista no sólo hizo a Dios más imparcial, sino que también hizo que la comprensión divina fuera más accesible.

Sin embargo, Marcel aún enfrentaba desafíos, se cuestionaba sobre el propósito de la vida y el destino del alma después de la muerte, cuestiones que seguían inquietandolo.

Mientras Marcel Dubois avanzaba en su búsqueda de una comprensión más clara de Dios, se encontró en una encrucijada. Sus persistentes dudas sobre las religiones convencionales y sus crecientes convicciones sobre la naturaleza divina lo dejaron en un estado de profunda reflexión.

Fue en una tarde lluviosa, mientras exploraba la vasta colección de libros, que tuvo un encuentro que cambiaría el curso de su historia. Entre los numerosos volúmenes polvorientos que componían su vasta biblioteca, descubrió un antiguo tratado sobre el deísmo, escrito por un filósofo del siglo XVIII.

La simplicidad y claridad del texto contenido en el libro resonaron profundamente en Marcel. Vio el deísmo como la respuesta a todas las preguntas. Fue la filosofía la que reconcilió su búsqueda de la verdad con su comprensión de un Dios superior.

En los días siguientes, Marcel se sumergió en la lectura y el estudio del deísmo, descubriendo que esta filosofía había sido adoptada por muchos de los más grandes pensadores de la historia, quienes veían en el deísmo la única manera de armonizar la razón con la espiritualidad, permitiéndoles explorar las cuestiones divinas sin someterse a los dogmas religiosos.

Se estableció una profunda conexión con esta tradición de pensamiento. Marcel se dio cuenta de que el deísmo no sólo abrazaba su creencia en un Dios trascendente e inmanente, sino que también fomentaba la búsqueda constante de la verdad a través de la razón y la observación del mundo natural. Fue una filosofía que permitió que su fe floreciera sin las restricciones de las interpretaciones religiosas tradicionales, y algo muy relevante, la historia del deísmo no contenía manchas.

El descubrimiento del deísmo fue un momento de claridad espiritual, Marcel comenzó a abrazar plenamente esta filosofía, no sólo como una respuesta a sus propias preguntas, sino como una forma de compartir su comprensión de lo divino con los demás. Fue en este punto que su viaje espiritual lo transformó de un buscador a un defensor del deísmo y luego a un maestro deísta.

Así, Marcel Dubois encontró su propósito: difundir los principios del deísmo, inspirar a otros a cuestionar las concepciones convencionales de Dios y guiar a quienes buscan una comprensión más profunda del Ser divino. Su viaje de transformación espiritual no sólo cambió su vida, sino que también moldeó el destino de muchos de los que compartieron su sabiduría y visión de Dios. Y mientras continuaba explorando las complejidades de la espiritualidad y la existencia, el legado de Marcel como maestro deísta siguió creciendo, ofreciendo luz e inspiración a quienes buscaban respuestas a sus propias preguntas sobre Dios y el significado de la vida.

Capítulo II

El Despertar De La Razón

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Hace mucho tiempo, cuando los seres humanos buscaban respuestas a las preguntas que rodeaban su propia existencia, un grupo de pensadores perspicaces se embarcó en un viaje intelectual que, con el tiempo, florecería hasta convertirse en la formación de una filosofía profundamente reverente hacia la razón y la observación.

En tiempos pasados, cuando las religiones institucionales ejercían un dominio absoluto y dictaban la vida de los individuos a través de rituales y dogmas, comenzaron a surgir murmullos disidentes, susurros de cuestionamiento que se atrevían