Secretos de un arcoiris: Una historia motivacional basada en hechos reales con sus luces y con sus sombras

Por Luz A. Buitrago

La lucha por lograr la maternidad, librada por numerosas mujeres, está fielmente reflejada en esta triste historia, escrita a punta de tesón y lágrimas. No quedan dudas de que servirá de espejo para aquellas que aún no han iniciado el recorrido por tan dichoso camino que, aunque está lleno de dificultades, también, es honroso reconocerlo, la mayoría de las veces conduce a un final feliz. La autora narra con lujo de detalles las peripecias por las que debió pasar para alcanzar su sueño de ser madre. En ellas se enfrentó, cara a cara, con el destino y contra personas viles que se opusieron con toda su fuerza a que el sueño se convirtiera en realidad. “Secretos de un arcoíris” es una obra que invita a la reflexión. El lector, además, encontrará en la segunda parte una interesante discusión que se plantea sobre lo que, a través del tiempo, se ha dado por llamar instinto materno. Luchar es un verbo acertado considerando la presión social arraigada a la maternidad y nuestro continuo interés por coincidir con las normas. Y es que, cuando una mujer no experimenta dichas sensaciones, muchas veces pasa a sentir culpa, angustia y depresión, y ve su maternidad como un fracaso. Queda abierta la invitación para todo aquel que esté dispuesto a realizar un cambio en su quehacer cotidiano para lograr una forma de vida más razonable.

• Idioma: Español
• Editorial: Page Publishing, Inc.
• Fecha de lanzamiento: 13 feb 2023
• ISBN: 9781662499661

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Secretos de un arcoiris

Una historia motivacional basada en hechos reales con sus luces y con sus sombras

Luz A. Buitrago

Derechos de autor © 2023 Luz A. Buitrago

Todos los derechos reservados

Primera Edición

PAGE PUBLISHING

Conneaut Lake, PA

Primera publicación original de Page Publishing 2023

ISBN 978-1-6624-9967-8 (Versión Impresa)

ISBN 978-1-6624-9966-1 (Versión Electrónica)

Libro impreso en Los Estados Unidos de América

Tabla de contenido

Este proyecto es tan importante como importantes son las personas a quienes a continuación les dedico este hijo llamado: Secretos de un arcoíris.

A mis padres Luis y Amparo, siempre han estado ahí en los momentos de alegría y en los de lágrimas de tristeza ellos son mi razón.

A mi esposo, el que ha caminado junto a mí durante todos estos años y con el que Dios me bendijo para formar un hogar no perfecto, pero si el ideal.

A mis tres hermanos y cuñados, aunque en la distancia, han estado presentes.

A mis seis sobrinos maravillosos, son una estrella para mi corazón.

Aunque jamás lo he dicho en voz alta, cada uno es un hijo en mi mente y corazón.

Cada uno me brinda orgullo al hablar de ellos.

A mis tíos Guerrero Maldonado, gracias jamás olvidaré que fueron ustedes los que me abrieron las puertas de su casa por un par de días para ayudarme con mi hija, que a los pocos días me arrebataron.

A Jimmy, igualmente siempre recuerdo que tú nos acompañaste en los momentos más difíciles cuando nos quitaron a la bebé.

A ti te hago esta dedicación de última porque, aunque no te nombro en esta historia, eres una parte importante, has sido mi motor, has estado en este largo camino de mi proyecto y gracias a ti mi libro es una realidad.

Gracias, gracias, al amigo Dr. Francisco Cardona Osorio.

Introducción

Preámbulo

Primera parte

Canto de sombra y llanto

Traigo un recuerdo escondido y lo quiero divulgar

Episodio número uno

Episodio número dos

Episodio número tres

Episodio número cuatro

Un faro para mi noche sin luna

Episodio número cinco

Segunda parte

Canción de semilla y luz

Lo materno como instinto, solo en los animales

Más que un mito

La tarea de preservar la especie

Noviembre de 2021

¿Usted qué haría?

Conversaciones conmigo misma

Nostalgias de un arcoíris

Invitación a reflexionar

Semillas de luz para sembrar motivaciones

Sugerencia

Tercera parte

Canto de luna nueva

La adopción, el camino de la segunda oportunidad

Diferentes tipos de adopción

La adopción es un proceso que no acaba

¿Es la adopción un derecho de los adoptantes?

El objetivo de la adopción

Cuaderno jurídico de la adopción

Nubarrones en el horizonte

Contexto psicológico

La adopción y su valor agregado

Conclusión

Sobre el Autor

Este proyecto es tan importante como importantes son las personas a quienes a continuación les dedico este hijo llamado: Secretos de un arcoíris.

A mis padres Luis y Amparo, siempre han estado ahí en los momentos de alegría y en los de lágrimas de tristeza ellos son mi razón.

A mi esposo, el que ha caminado junto a mí durante todos estos años y con el que Dios me bendijo para formar un hogar no perfecto, pero si el ideal.

A mis tres hermanos y cuñados, aunque en la distancia, han estado presentes.

A mis seis sobrinos maravillosos, son una estrella para mi corazón.

Aunque jamás lo he dicho en voz alta, cada uno es un hijo en mi mente y corazón.

Cada uno me brinda orgullo al hablar de ellos.

A mis tíos Guerrero Maldonado, gracias jamás olvidaré que fueron ustedes los que me abrieron las puertas de su casa por un par de días para ayudarme con mi hija, que a los pocos días me arrebataron.

A Jimmy, igualmente siempre recuerdo que tú nos acompañaste en los momentos más difíciles cuando nos quitaron a la bebé.

A ti te hago esta dedicación de última porque, aunque no te nombro en esta historia, eres una parte importante, has sido mi motor, has estado en este largo camino de mi proyecto y gracias a ti mi libro es una realidad.

Gracias, gracias, al amigo Dr. Francisco Cardona Osorio.

Introducción

No fue alegre, para mí, el último verano. Todo se me antojaba absurdo, incompleto. Incomprensiblemente, sentía ajeno el brillo del sol. Al morir las tardes el mundo se cerraba a mi alrededor y ya no era yo. Era un pobre trozo de hoja seca que daba vueltas en un remolino de ansiedad, sin poder escapar. Así, flotando en ese vaivén de incertidumbre, me imaginaba que mi tiempo se había detenido y el mundo dejado de girar, porque ya había llegado a mi destino y era el momento de bajarme en la próxima esquina, parecido a como lo hago siempre al llegar el tren a la estación. Hasta que cualquier noche, mientras miraba al techo de mi alcoba en el desvelo de un amanecer, comprendí cuál era la causa de la maldita aflicción. Hace varios años me había prometido a mí misma escribir la historia de la que, considero, ha sido la parte más trascendental de mi desventurada vida. Siempre acosada por esa obsesión, el solo pensar que aún nada tenía, se convirtió en una insoportable frustración. Aunque traté de hacerme la desentendida y olvidar, el asunto permanecía detrás, aferrado a mi espalda y no lograba desprenderlo de la mente. Me seguía como un perro hambriento por dondequiera que fuera, robándole a mis noches el sueño. Yo sentía que su acoso no paraba a pesar de correr a esconderme en cada zaguán. Sin otro remedio para mi mal, cumplir la promesa lo tomé como una necesidad apremiante, cuya solución no podía aplazar más. Aunque todo se quedara sin luz y sin calor, lo demás ya no me importaba, en absoluto, para nada.

Cuando empezaron a caer las hojas de los árboles y el frío y la coloración grisácea del cielo hicieron de Denver una ciudad triste, llena de caminantes tristes, que más bien parecían sombras arrastrándose por la cubierta de un barco a punto de naufragar, yo ni siquiera disfrutaba escuchando a la cigarra que, con su canto, agradece el tímido asomo del sol de otoño.

Mirando con detenimiento, el paisaje me hizo recordar una pintura de Rembrandt, al que solo le faltaba su firma. Intenté hablar con Dios y allí estaba con sus siete colores para adornar la mañana. Colgando de las nubes se formó un esplendoroso arcoíris que mis ojos vieron, tan bello como nunca lo hubo. Por un instante pensé que lo podía comparar con la frágil historia de mi maternidad, igual de inalcanzable, imposible de cuantificar y tan fugaz en el tiempo, pero tan hermosa. Más fácil de soñar que de lograr. Así, perdida en mis pensamientos, lo vi desaparecer lentamente. El viento lo llevó como dicen que se lleva los susurros de los amantes furtivos que se besan bajo el umbral de la puerta. Apoyada en el marco de mi ventana aspiré el aire trémulo, ansiando recuperar la vitalidad perdida y, de inmediato, me sentí empujada por una fuerza renovadora que electrizó mi cuerpo desde la cabeza a los pies, dejándome la piel enrojecida por la fiebre y el rostro empapado de emoción cuya razón no conseguí averiguar. Del bolso saqué un pañuelo y enjuagué mis lágrimas.

Preámbulo

Enero de 2019.

Con la llegada del invierno yo supe que, también, el momento había llegado. Era la estación perfecta para convertir en realidad el sueño que repetí cada noche durante los últimos siete años. Por eso, cuando el 31 de diciembre hice mis propósitos para el Año Nuevo, encabecé la larga lista con la tarea de escribir un libro, lo cual me colmó de extraña alegría, pues, la idea de compartir mi historia con otras personas hizo revivir la inmensa ilusión que sentí al querer ser madre por primera vez. Sin embargo, igual que siempre, aparecieron los temores, aquellos que me persiguen cada vez que intento emprender una nueva experiencia. Enfrentarse a lo desconocido produce en el individuo un mar de ansiedad, por la responsabilidad que conlleva. Igualmente, en el caso de la maternidad, invade a las mujeres y, por supuesto, a los hombres. Una gran incertidumbre que muchas veces hace necesario buscar la asesoría de un experto. Dudas, como, por ejemplo: ¿Seré capaz de cumplir con el rol de madre, aquel que mis amigas dicen que es tan difícil?, "¿Estaré lo suficientemente madura y psicológicamente preparada para renunciar a ciertas cosas y costumbres