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Y Tus Sueños, ¿Cuándo?
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Y Tus Sueños, ¿Cuándo?
Libro electrónico144 páginas1 hora

Y Tus Sueños, ¿Cuándo?

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Información de este libro electrónico

Esta humilde obra intenta, a través de un hombre que encuentra la felicidad, convencerte de que, cuando hay voluntad de encumbrar a una familia, el límite es el cielo.

Y tus sueños, ¿cuándo?, es una excelente propuesta para los padres de que, si dirigimos a los hijos con sabiduría, basada en el amor, efectivamente tendremos una mejor generación.

Es muy fácil decir que los niños son unos maleducados, mal agradecidos y más revolucionados de lo que fuimos nosotros, sin embargo, los hijos son solo el resultado del tiempo que les dediquemos.

El niño no necesita que engrandezcas tu ego sobre los demás, comprándoles lo que tú no tuviste, ellos te ocupan en casa a su lado, no trabajando arduas horas dizque para vivir mejor.

Lo ideal sería activarlos en algún deporte u otra actividad extraescolar, como el arte o la música, pero no como un pasatiempo, sino como una forma de disciplina y desarrollo personal.

No hay excusas, hay que esforzarse y ser más responsables haciendo nuestra parte, porque lo que le corresponde a Dios nunca falla; Dios ya está haciendo su parte... ¿y tú?

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento27 ago 2020
ISBN9781643345079
Y Tus Sueños, ¿Cuándo?

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    Y Tus Sueños, ¿Cuándo? - Alex Juárez Alcalá

    cover.jpg

    Y Tus Sueños, Cuándo?

    Alex Juárez Alcalá

    Derechos de autor © 2020 Alex Juárez Alcalá

    Todos los derechos reservados

    Primera Edición

    PAGE PUBLISHING, INC.

    Conneaut Lake, PA

    Primera publicación original de Page Publishing 2020

    Imagen de portada por Laura Rodríguez

    ISBN 978-1-64334-505-5 (Versión Impresa)

    ISBN 978-1-64334-507-9 (Versión electrónica)

    Libro impreso en Los Estados Unidos de América

    Índice

    Nuestro primer encuentro

    Su infancia: un mundo color de rosa

    Becka: la mujer que le desgarró el alma

    Boxeo: el dolor debe esperar su turno

    Princesa Jackie: saboreó las mieles del éxito

    El Toro, JC y Guevara: ¡qué grande eres Sonora!

    Hablemos de música: la Ale, al alza

    Señora de las cuatro décadas

    Alessandra: la amiga italiana que siempre soñó

    El presidente de México: solo con el apoyo de todos

    Cinco peticiones al gobierno de EE. UU.

    Tijuana: una misiva a mi coqueta

    Dedicado a:

    Verónica Romero Ortega

    Nos enseñó que la vida es hermosa y hay que vivirla siempre con alegría.

    Dejaste un claro ejemplo de cómo debemos disfrutar nuestra existencia.

    Gracias de corazón, por haber sido una persona llena de valores,

    con tu inigualable simpatía y carisma, tuviste el mundo a tus pies.

    Fuiste una extraordinaria hija, hermana, esposa, madre y la mejor cuñada,

    con el alma, en nombre de los que te queremos, nunca te olvidaremos.

    Tus hijos: Nano, Cris, Ito;

    Tus hermanos: Lucía, Juan, Israel y Rubén;

    Tu madre: María Ortega;

    juntos te mandamos un beso hasta el cielo

    Agradecimientos

    A mi esposa Lucy, por su comprensión en este proyecto.

    A mis hijos, Pau, Dany y Pancho, por ser mi mayor inspiración.

    A mis padres Fran y Rosa, por su apoyo incondicional.

    A mis hermanos Celia, José e Israel, por compartir mi ilusión.

    A mis cuñadas Jesse y Ale, por sus apreciables consejos.

    A mi cuñado Juan Robles, por su invaluable aportación.

    A mi nuera Ana, por sus ricas y puntuales comidas.

    A mi nieta Alejandra, por hacerme el abuelo más feliz.

    La felicidad es el tesoro más anhelado de la vida, que no nos atrevemos a buscarla por el temor de perderla.
    Francisco Juárez López.

    Introducción

    Esta humilde obra narra la historia de Francisco Emiliano Castro Guevara, un joven de inquebrantable voluntad, nacido en Tijuana, Baja California, quien jura haber encontrado los verdaderos secretos de la felicidad.

    Según Castro Guevara, estos consisten en lograr el equilibrio físico, mental y espiritual y que, una vez encontrado ese balance en tu vida, podrás alcanzar el cielo a través de tus sueños.

    Afirma que, si no te dejas conducir por la música que llevamos dentro del alma, así tengas fortunas millonarias, jamás podrás encontrarle sentido a la vida y vivirás siempre con amargura y desilusión.

    Además, asegura que todas las personas deberíamos preocuparnos, primero que nada, por ser felices, porque si no, nos convertimos en una bomba de tiempo y por consecuencia somos una amenaza para la sociedad.

    Hay muchos dignos representantes de Dios en la tierra, como deportistas de buena voluntad, artistas que le cantan al amor, escritores de poesía, pintores, en fin, tanta gente que sabe bien su misión encomendada.

    Cambiemos esos malos pensamientos y sentimientos, como el odio, la envidia y el repudio, por el del amor, la humildad y la tolerancia, no dejemos que nuestra ignorancia nos limite y nos confunda, haciéndonos creer que el dinero lo es todo.

    Es como cuando estamos enamorados, vemos el universo desde otra perspectiva, siempre estamos contentos y contagiamos a los demás de nuestra felicidad, así es que estoy plenamente convencido de que solo el amor puede cambiar al ser humano.

    Con mente-cuerpo sano y una conexión a nivel del corazón con el creador, podría empezar a vivir la humanidad en total armonía.

    Cuando hayamos aprendido a respetar las culturas y tradiciones de otras naciones, entonces comprenderemos las sublimes palabras de Jesucristo: Amaos los unos a los otros.

    Inline image

    Decir que la familia es primero, se demuestra renunciando literalmente a tu vida y Johanita dedica su pensamiento, tiempo y alma a su pequeño Matías, para que su vuelo sea alto, seguro y con rumbo.

    Ikal, Príncipe Maya: a este niño lo apuntaron en natación para que, de forma sana y sabia, debilite sus energías y travesuras en la piscina con el fin de ir diseñando su esquema académico.

    Inline image

    Paulina desafió la lógica como mexicana y no sólo practicó la gimnasia 6 años, sino que tuvo el honor de ser instructora en la especialidad; hoy día cursa el 11 grado en la escuela Joseph A. Gregori, en Modesto, California: sueña con ser maestra.

    1

    Nuestro primer encuentro

    Pocas veces nos damos a la tarea de escribir la historia de un personaje que no sea rico o famoso, o con algún título universitario, alguien que pudiera darnos algún consejo de cómo mejorar nuestras vidas en todos los sentidos.

    Este bajacaliforniano, amable y sonriente, grita a los cuatro vientos haber encontrado el más grande tesoro que un ser humano en cualquier parte del planeta pudiera anhelar: la felicidad total.

    Dice que, a lo largo de su existencia, soñaba con ser feliz, y solo con el paso del tiempo descubrió que siempre lo fue, pero no se daba cuenta que cada una de sus vivencias las disfrutaba al máximo.

    Ya en su vida de casado en una ocasión le comentó a su esposa: Frida, creo en el amor sin estar enamorado, o viéndola bien, si estoy enamorado, pero no sé ni de quién. Su señora nunca se enojó porque sabe que es un soñador y se le ocurre cada puntada.

    A continuación, vamos a conocer la interesante, apasionante y divertida vida de Francisco Emiliano y descubrir si es verdad que el hombre puede darse el lujo de conocer la Gloria de Dios porque sí existe el paraíso terrenal.

    La fecha fue un 6 de abril, cómo olvidar ese momento cuando conocí a aquel joven en el Sambors de la Avenida Revolución en Tijuana, lugar que me gusta visitar cada vez que vengo de paseo al centro de la ciudad, para degustar de sus deliciosos manjares.

    Era una tarde hermosa, cuando el sol comienza a perderse en el despejado horizonte, pero al mismo tiempo pareciese resistirse a ocultarse por completo para poder seguir contemplando la belleza del mar de la Baja.

    Mientras yo esperaba ser atendido, él ya estaba ordenando, seguramente su platillo favorito, y a la vez, coqueteando con la empleada, una preciosa mujer de tez blanca, pelo castaño, cuerpo de diosa y un majestuoso vestido folclórico blanco, que contrastaba con sus bellos y acaramelados ojos.

    Todo indicaba que las cosas marchaban de maravilla, él la chuleaba y ella se permitía ser su musa y con una sonrisa a flor de piel, parte hacia la cocina para entregar la orden de Romeo.

    Fue entonces cuando le dije, tratando de imitar un timbre de voz típico de la Madre Patria:

    —Suerte, matador.

    —Gracias —me contesta—, pero para nada, soy casado, simplemente pedía mi orden y como ya la conozco, pues nos llevamos muy bien.

    —Ah caray, mis disculpas, confundí los términos, es que usted se notaba como todo un conquistador y pues ella la verdad está divina y lucía muy contenta, pues yo imaginé que...

    —No, no se preocupe, aunque la respeto, lo cierto es que si me agrada decirles lo que siente en ese momento mi corazón. Creo que todo lo que se dice, y aún los piropos, con buenas intenciones, no hay o no debería haber problema.

    —A ver, ¿qué le decía...?

    —Ah, medio indiscreto el chamaco, bueno le voy a decir, nada más que no me escuche la mesera, si no el imprudente voy a ser yo y ya no confiaría en mí. Le dije: Gabriela, ¿en verdad las cosas estarán tan mal que Dios mandó directamente a los ángeles al rescate de la humanidad...?, Gracias por la flor, ella contesta.

    —Yo sigo insistiendo. Oiga señora, y hablando de sus encantos, que desde luego a mí me encantan, me gustaría recitarle una melodía y claro que me encantaría que este dulce canto a usted le encante.

    —No hombre, pues con esa forma de adornar a la señora, seguramente le pondrá guacamole extra a su torta. —Nos carcajeamos mutuamente.

    —Oiga, usted trae alegría y me ha caído muy bien, ¿qué le parece si comemos juntos para conocernos mejor?

    —Me encanta la idea, gracias.

    —Al contrario, mucho gusto, por cierto, soy Francisco Emiliano Castro Guevara, soy de aquí y obviamente le voy a los Xolos de Tijuana.

    «Que nombre tan revolucionario», pasó por mi mente a mil kilómetros por hora.

    —Vaya, vaya, qué bien, pues es un placer, yo soy Alejandro Juárez Alcalá, soy de Ensenada y le voy a las Chivas Rayadas del Guadalajara.

    —Con que Ensenada ¿eh?, la ciudad de la eterna tranquilidad, me encanta ir para allá; no sé si en el mundo haya una panorámica tan linda como la carretera Tijuana-Ensenada, con el Océano Pacífico al costado, y, además, esos tacos de pescado en el Mercado Negro, y luego La Bufadora, caramba eso ya es otro nivel. Fíjese que estoy muy agradecido por encontrar a alguien con una mente relajada y poder platicar como la gente, porque hoy en día es difícil tener con quien hablar, o por lo menos por donde yo vivo,

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