La Séptima Fuga

Por Lorenzo Martinez Ortega

"La nica alternativa que vislumbraba siempre era el estar libre...y siempre fue as, elegir "ser libre", las viejas paredes de piedra, enormes e indestructibles, las miserables ventanas que slo dejaban entrar unas lneas dbiles de sol, pero que dejaban salir mis pensamientos creativos y sin el ms mnimo de miedo a nada, los custodios todos empoderados de ignorancia y mediocres prepotentes de nada, abogados que no les queda ms que adherirse a los sistemas penitenciarios corruptos para poder ganarse la vida, y las leyes retorcidas y burlonas, todo esto no pudieron evitar mi bsqueda incansable en todas mis detenciones, ya que motivos a borbollones tena en mi vida para escapar de los infiernos y ser libre"

• Idioma: Español
• Editorial: Palibrio
• Fecha de lanzamiento: 2 may 2014
• ISBN: 9781463378752

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Copyright © 2014 por Lorenzo Martinez Ortega.

Número de Control de la Biblioteca del Congreso de EE. UU.: 2014902663

ISBN: Tapa Dura                 978-1-4633-7876-9

ISBN: Tapa Blanda             978-1-4633-7874-5

ISBN: Libro Electrónico      978-1-4633-7875-2

Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright.

Esta es una obra de ficción. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia. Todos los personajes, nombres, hechos, organizaciones y diálogos en esta novela son o bien producto de la imaginación del autor o han sido utilizados en esta obra de manera ficticia.

Fecha de revisión: 22/04/2014

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Dedicado a todos aquellos que

me ayudaron y compartieron éstas experiencias

de mi vida, amigos, familiares

y sobre a todo a Dios con eterna gratitud por su

protección y guía divina

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ÍNDICE

Agradecimientos

Prólogo

Introducción

Capítulo I: Fuga de Puebla: Una carrera a la libertad

Capítulo II: Fuga de Juchitán: No hay peor injusticia que la justicia mal aplicada

Capítulo III: Fuga de Veracruz: Valor, decisión, audacia y suerte, solo quedaba acción

Capítulo IV: Fuga de Oaxaca:Sólo un silencio aterrador

Capítulo V: Fuga de San Luis Potosí: Una fortaleza medieval

Capítulo VI: La Sexta Fuga: Vivir en la incertidumbre

Capítulo VII: La Séptima Fuga: Si Dios está con nosotros ¿Quién podrá contra nosotros?

AGRADECIMIENTOS

A mis amigos difuntos

Ésto lo escribo a mis amigos finados y a los presentes por su amistad. La amistad es un sentimiento puro, parecido al amor, son lo mismo y los dos son conjunción. Es respeto como a un padre, sentir eso por el semejante es enriquecer nuestro corazón y dar sin esperar. Bastante la interrogación a este sentimiento, no la hallaremos admirando las estrellas ni esperando que en el cielo aparezca la respuesta. Ese sentimiento extraño nace en el corazón, vive con soplo del cielo y del alma divina canción. La amistad siempre será lo sano que lleva al hombre, su fe en la amistad lo hará grande en su historia y conocerá la verdad.

Existe una esfera íntima que nos proyecta hacia Dios, su esencia es el amor y lo acompaña la amistad. Invisible e insensible para la mayor parte de la gente acostumbrada a lo trivial y temporal. En el fondo de toda apariencia mundana existirá la imagen de la amistad.

Vivimos entre superficialidades materiales y apariencias falsas de los verdaderos valores de la vida, no soñamos siquiera que sobre estas miserias del mundo un ser supremo nos dio el divino derecho de tener un amigo y de recrear nuestro paso por este mundo, teniendo, conociendo y comprendiendo esta simple pero profunda palabra amistad.

La verdad radica en esforzarse en encontrar el amor y no el dolor en la persona ya partida, la inmortalidad de nuestros seres queridos radica en nuestra memoria y en nuestro corazón, recordémoslos felices y consolados nosotros para no perturbar su paz ni nuestra tranquilidad. Mientras la persona que se ha ido viva en algún corazón nunca dejará de existir. Del mismo modo que el cuerpo apresura a aliviar una herida física, así del mismo modo un choque emocional tendrá un proceso de curación; quedará la cicatriz, pero menguara el dolor. Aceptamos su desaparición física porque percibimos junto a nosotros su presencia espiritual, aprendemos de modo definitivo que el amor no muere nunca. Ahora es tiempo de valorar a los que han permanecido a nuestro lado, alentándonos, protegiéndonos, el recuerdo de quien ya no está se suma a la presencia de los que nos rodean y todos nos unimos en la palabra amor. El amor nos dará fuerza para aceptar todo, para apreciar lo que la vida nos da más allá de lo que nos quitó, el amor nos ayudará a encontrar la paz, la esperanza y a recuperar la alegría que necesitamos para que nuestro mundo que parecía detenido siga girando.

No llores si me amas, si conocieras a Dios y lo que es el cielo, si pudieras oír a los ángeles y verme con ellos, si pudieras ver que campos y nuevos senderos existen aquí. Los espero, la felicidad completa me llegó primero, pero los espero sin razón, los espero porque lo que nos ligó allá no lo borrará ni el tiempo. Enjuaga tu llanto, no llores, que al final este amor que sintamos nos va a volver a reunir aquí en el cielo.

PRÓLOGO

El hombre constantemente y desde siempre ha ansiado su libertad, buscando por todas partes excepto donde siempre la ha de encontrar: dentro de sí mismo.

Las fuertes razones que eran su familia, hicieron hacer sus fuertes acciones. Sabía que el cielo no ayuda a quien no quiere actuar, los golpes de la adversidad son amargos, pero no imposibles de derrotar, con la audacia a sus fugas, encontraría el cielo o caería al infierno, aunque la suerte ayuda a los osados.

Siempre tuvo la confianza en él y eso lo ayudaba, cree que vas