Susurros al viento

Por Heidi Almeida

Vivimos en un mundo donde las emociones, los sentimientos se encuentran retenidos, aislados, reprimidos, tal vez por debilidad o temor, ocultando la realidad en un mundo interior.

Estos poemas intentan reflejar sencillas manifestaciones de momentos y situaciones, vivencias que impactaron en mi vida. Quise plasmarlas en prosas que denoten pensamientos, que a veces se ahogan y desean desesperadamente fluir, ser comprendidos, darse a conocer como si fueran parte de un universo escondido.

• Idioma: Español
• Editorial: Ediciones Librería El Foro
• Fecha de lanzamiento: 22 ene 2021
• ISBN: 9789995343989

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Dedicatoria

• A mis padres, por su amor y apoyo constantes.

• A mi esposo, Carlos, mi compañero de vida, quien siempre me alentó e impulsó a seguir mis sueños.

• A mis hijos, Rafael y Astrid, mis valiosos tesoros.

• A dos mujeres especiales, mi abuela María del Carmen Canale Bonzi y Gladys Labardel gran amiga, ellas marcaron mi vida, me enseñaron a verla desde otra perspectiva, dejando huellas imborrables en mi ser.

• A Myrian Sienra, cuya enriquecedora influencia ha motivado y orientado mis primeras letras.

Prólogo

Vivimos en un mundo donde las emociones, los sentimientos se encuentran retenidos, aislados, reprimidos, tal vez por debilidad o temor, ocultando la realidad en un mundo interior.

Estos poemas intentan reflejar sencillas manifestaciones de momentos y situaciones, vivencias que impactaron en mi vida. Quise plasmarlas en prosas que denoten pensamientos, que a veces se ahogan y desean desesperadamente fluir, ser comprendidos, darse a conocer como si fueran parte de un universo escondido.

La autora

Quiero

Que aun cuando los fuertes vientos

nos separen, en las primaveras me recuerdes,

aun cuando las cosas tristes

quieran derrumbarte

encuentres mi sonrisa cuando duermes.

Ellas estarán ahí,

susurrando en tus sueños.

Estarán acariciándote mis palabras,

dándote aliento

cuando quieras buscarme.

Si ya no estoy aquí…

Llámame.

Vendré a tu encuentro

porque el amor que te tengo

es duradero y eterno.

La otra mitad

Ahí está la otra mitad de mi mundo,

el complemento más profundo de mi ser;

el que lee mis ojos, cuando ellos le hablan

en silencio.

El que toma mis brazos

cuando desespero

ahí está!

tan solo ÉL.

ÉL lo sabe, el precio de cada caída,

el valor de una subida,

el desencanto que a veces

nos da la vida,

la fuerza de tener las manos unidas.

Mi otra mitad,

la otra cara de una moneda,

el opuesto que nos complementa

y al mismo tiempo nos vuelve par.

Ahí está.

El que conoce todo de mí y lo comprende,

el que desafía mis miedos

y tan solo Él los detiene.

Allí está ÉL.

Cuando las luces se apagan

Cuando las luces se apagan

no hay ningún sonido,

tan solo el silbido que nos deja la nada.

Cuando las luces nos dejan,

no existen ya temores ni barreras,

no existen pensamientos, dolores ni penas

existe el vacío de la existencia.

Si me acojo a los brazos

del Señor, el Altísimo,

declino mi rostro ante el amor infinito

y descansan

mis manos

en la serenidad plena

de saber, Señor, que en tus brazos

soy bendecida y eterna.

Todo duerme

Y todo duerme.

El niño resbala en la cuna

y los sueños comienzan a flotar,

la niebla baila alrededor de la luna,

el frío la envuelve sin vacilar.

Las mantas mecen, cobijan

bajo el canto de la mamá

y las estrellas brillan tranquilas,

mañana despertarán.

Comienza el turno nocturno

en algunos hogares a descansar,

en otros,

siniestras nubes se roban

la tan anhelada paz,

cuando los enfermos yacen intranquilos

con trémulas manos de inseguridad,

de noche en las sombras transita

aquel que las viene a llamar.

En algunos hogares hay melodías

que encantan, hacen vibrar;

en otros,