Amor y palabras

Por Marysol Salval

Nuevamente Marysol Salval hace uso de las palabras, esta vez para escribir principalmente al amor. Su lírica contiene la esencia de la existencia. Sus poemas son reflejo de vivencias personajes, como la pérdida del padre, el amor de madre, amiga o amante. Deja lugar entonces a la angustia, nostalgia, el erotismo y a la musicalidad que se puede lograr a través del verso y las palabras que lo componen.
«La palabra me mece
como al trigo el viento
y como fuera un milagro,
eclosiona el poema
en cuyo aroma
felizmente me hundo».

• Idioma: Español
• Editorial: MAGO Editores
• Fecha de lanzamiento: 22 mar 2013
• ISBN: 9789563171808

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Marysol Salval

Amor y palabras

© Copyright 2013, by Marysol Salval

Primera edición digital: Diciembre 2014

Colección Poeta Carmen Berenguer

Director: Máximo G. Sáez

www.magoeditores.cl

www.facebook.com/magoeditores

Registro de Propiedad Intelectual Nº 227.478

ISBN: 978-956-317-180-8

Edición literaria: Juan Antonio Quintana Hernández

Ilustración portada, acrílico y collage: Marysol Salval

Edición electrónica: Sergio Cruz

Derechos Reservados

Prólogo

Marysol Salval escribe lírica existencial, llena de emoción y sentimiento, mucho sentimiento a veces («A la muerte de mi padre», «Amor fraterno»).

En este poemario su temática es el amor a la palabra, que nos descubre el amor. El amor es lo fundamental, que recorre muchas formas y manifestaciones hasta tratar de descifrar y encontrar su esencia profunda: encuentro, unión, presencia, sueños compartidos, luz, entrega («Llegaste a mí», «Ámame así», «Quédate conmigo»…).

Por momentos llega, incluso, al erotismo («Esta noche, amor», «Soy distinta», «Pensando en ti»…). Otras veces, el amor se centra en la familia: padre, madre, hijas, nieta… Todo es amor y se manifiesta en los seres, en las cosas, en la naturaleza, en los recuerdos («Hermanos») y evocaciones, en las ilusiones. En algunas ocasiones, lo luminoso y desbordante del amor va dando paso al desamor, a la ausencia («A la ausencia de mis hijas»), a la desolación y al dolor («Hoy he muerto»).

Desde el punto de vista formal, Marysol Salval usa muy bien el lenguaje, con riqueza léxica. Trata de vencer la resistencia pasiva de las palabras y de rescatar el nombre primigenio de las cosas. Visualiza imágenes, asociaciones y evocaciones semánticas para lograr sugerencias poéticas. Sus versos expresan gran subjetividad, una experiencia interior personal y auténtica sobre el mundo y los seres.

Sabe manejar el ritmo acústico (rima) y el ritmo cuantitativo (medida), como puede verse incluso en varios cuartetos y sonetos («Regresa, alegría»), aunque a veces sus versos resultan evidentes y directos («Gabriela», «Una palabra»).

Algunos poemas son dignos de rescatar especialmente, entre otros aspectos, por su acendrado lirismo, sus aires casi místicos, su profundo creacionismo e, incluso, su imprevisto final («Llegaste a mí», «Vi cuando te ibas», «Nada es para siempre», «Mi fantasía perfecta», «Guardar las voces», «Llegaste», «A veces quiero»).

En definitiva, sus poemas son vivencias personales, autenticidades interiores que se plasman en un lenguaje expresivo y emotivo para transmitir un mensaje y un testamento de amor, de recuerdos e ilusiones.

Ángel Rodríguez González

Profesor de Castellano, Licenciado en Letras,

Magíster en Letras con mención en Literaturas Hispánicas,

Doctor en Filosofía y Letras con mención en Filología Hispánica.

A Luz Gabriela y Eduardo,

porque con amor cultivaron en mí

el amor por la poesía.

¿Qué es poesía?

Me han hecho esa pregunta y algunas veces acompañada de una irónica sonrisa. Para mí, la poesía se gesta desde que uno se da cuenta de que siente amor por las palabras y descubre cuánto pueden comunicar. A partir del sonido que se produce al pronunciarlas y hasta el silencio donde se sumergen, desde allí se puede evidenciar lo invisible que anida en lo visible. Lo decía Octavio Paz en una entrevista: «La palabra es hija del silencio: nace de sus profundidades, aparece por un instante y regresa a sus abismos».

Creo que el poeta usa la palabra para delatar universos escondidos que no son revelados por el hablar corriente. La poesía trasciende sobre lo cotidiano, encuentra el misterio y el brillo de lo que nos rodea,