El Tintero de la Vida: Poemas para Leer en Voz Alta

Por Antonio Del Riego Hernández

Con el paso del tiempo, la vida nos concede la posibilidad de atesorar en el cofre de las remembranzas, todas y cada una de nuestras vivencias. Deambular en las arenas movedizas de la memoria, es transitar la mar de nuestras emociones. Seguramente en algún lugar de estas páginas y estos versos, te encontraras inmerso y abrirás la puerta de tus recuerdos.

• Idioma: Español
• Editorial: Antonio Del Riego Hernández
• Fecha de lanzamiento: 9 jun 2020
• ISBN: 9780463316764

Antonio Del Riego Hernández

Soy antonio, hijo de Lucrecia y Octavio, esposo de Olivia, “Mi Arquitecto Hilvanador de Sueños", papá de tres luceros, abuelo de cada amanecer...Nací en 1955, en la ciudad de Guadalajara, México.Muchos son los aspectos que podría dar a conocer sobre mi vida y sus circunstancias, pero solo una de ellas es la que incide de manera trascendente y fundamental en mi existencia: el "REENCUENTRO". Tras 18 años de distancia, tras 18 años de silencio, tras 18 años de abandono, tras 18 años de abrevar en la casa de mis amigos, de nutrirme de la imagen paterna que tanta falta me hacía, y gracias a la insistencia de mi hermano Leonardo, me encontré con mi papá y ello cambió mi vida, pues comprendí que “odiar, juzgar y perdonar son peldaños que conducen al amor”.Gracias a ese “REENCUENTRO” es que se detona esta veta que hoy me permite poner ante tus ojos este ramillete de poemas.

Vista previa del libro

Dedicatoria

Estas letras son un sentido tributo a todas aquellas personas con quienes he compartido el camino a lo largo de mi existencia. Para quienes han enriquecido mi vida, permaneciendo a mi lado, ofreciéndome su calor, su comprensión, su confianza y sobre todo su amor. A mis hijos, porque desde el momento de su concepción le dieron sentido a mi vida. A mis hermanos, porque nos une mucho más que el mero accidente existencial. A mis amigos, porque a pesar de la distancia, tengo la certeza de que siempre me han concedido una generosa porción de su corazón. A quienes me dieron el Latido y me mostraron que la vida, a pesar de sus embates, vale la pena ejercerla. A mi amada Oli, Mi Arquitecto Hilvanador de Sueños, porque sin ella me sería imposible pensar que la eternidad existe, y a mis adoradas nietas, porque son vivos destellos de la posteridad.

Decía José Emilio Pacheco que Todo poeta es un resultado colectivo, es decir, que su obra se da influenciada por las lecturas realizadas y las vivencias compartidas, de ahí que El Tintero de la Vida, sea de todos.

Corazón contra Corazón

Antonio Del Riego Hernández

El Escriba

Soy Antonio,

hijo de Lucrecia y Octavio,

esposo de Olivia,

Mi Arquitecto Hilvanador de Sueños,

papá de tres luceros,

abuelo de cada amanecer.

Escriba,

que a golpe de dicha y padecer,

invade las blancas hojas

con sangre de su pasión.

Que atrapa los pensamientos

y les va dando voz,

para que mueran acaso

desplegando su emoción.

Que desnuda sus sentimientos

para que boguen al viento,

transformando los silencios

en gritos del corazón.

Para que inunden tu oído,

para que llenen tu voz,

y te descubras en ellos

como una cosa de dos.

Pues las vivencias que tienes

y las vivencias que tengo,

son espejos enfrentados

por los designios de Dios.

Prólogo

El amor es el primer gran motor en la vida del ser humano. El amor que se conoce a lo largo del tiempo de múltiples formas y con distintos rostros. El amor que puede adquirir grados variables de intensidad de acuerdo con la época que se atraviese o del impulso vehemente que hayamos cultivado.

En el poemario, El Tintero de la Vida. Poemas para leer en voz alta, de Antonio Del Riego Hernández, ése es el tema que hace girar la palabra, que se convierte en la tinta del autor que canta a las mujeres centrales de su existencia, pero también al padre, al hijo, a los amigos y aún a los años de juventud.

Con una versificación clásica, de ritmo y métrica medidos, los poemas que conforman este volumen han nacido del alma de un hombre que sabe contemplar el aire para darle cuerpo escrito. A veces en diálogo implícito con poetas ya conocidos, como Amado Nervo o Gustavo Adolfo Bécquer, Del Riego juega con la luz, con los colores de su interioridad para darnos un panorama de lo que significa estar vivo y latir al compás de la sorpresa, de la reflexión y de la observación del devenir cotidiano en las sonrisas, en los gestos e incluso en las noches de tormentas.

¿A dónde va Del Riego con esta apuesta poética? Sin duda a inscribirse en la línea de la poesía hispanoamericana de corte clásico, aunque con un leve atrevimiento y cambio: cantarlas en voz alta a través de la musicalización de sus versos y estrofas. El lector se convierte entonces en escucha para ir descubriendo, línea a línea, esos misterios de dios.

A ese lector, a ese acompañante de camino que ahora abre estas páginas, le espera un auto reconocimiento en un silencio que habita al poeta y surca sus palabras cual río que no se detiene. Sentémonos un momento a su lado y escuchemos el susurrante grito que emerge en el día a día.

Elizabeth Vivero.

El Tintero de la Vida

Es a través de acumular vivencias, de padecer en carne propia los embates y