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Francisco Formell Madariaga. Su obra
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Libro electrónico308 páginas2 horas

Francisco Formell Madariaga. Su obra

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El libro Francisco Formell Madariaga. Su obra, de María Elena Marqués Tablón, recoge la obra artística musical de Francisco Formell y tiene como objetivo contribuir a incentivar la divulgación y conservación de su obra como parte del patrimonio cultural cubano.
IdiomaEspañol
EditorialRUTH
Fecha de lanzamiento15 nov 2022
ISBN9789593141000
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    Francisco Formell Madariaga. Su obra - María Elena Marqués Tablón

    Cover.jpg

    Edición y corrección: Raysa Martínez Ladrón de Guevara

    Diseño y diagramación: Lino A. Barrios Hernández

    Conversión a E-book: Rafael Lago Sarichev

    © María Elena Marqués Tablón, 2020

    © Sobre la presente edición:

    Ediciones Cubanas ARTEX, 2020

    ISBN 9789593141000

    Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los titulares del Copyright, bajo la sanción establecida en las leyes, la reproducción parcial o total de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, y la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamo público. Si precisa obtener licencia de reproducción para algún fragmento en formato digital diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) o entre la web www.conlicencia.com EDHASA C/ Diputació, 262, 2º 1ª, 08007 Barcelona. Tel. 93 494 97 20 España.

    Sin la autorización de la editorial Ediciones Cubanas

    queda prohibido todo tipo de reproducción o distribución de contenido.

    Ediciones Cubanas

    5ta. Ave., no. 9210, esquina a 94, Miramar, Playa

    e-mail: editorialec@edicuba.artex.cu

    Telef. (53) 7204-5492, 7204-0625, 7204-4132

    Sinopsis

    El libro Francisco Formell Madariaga. Su obra, de María Elena Marqués Tablón, recoge la obra artística de Francisco Formell y tiene como objetivo contribuir a incentivar la divulgación y conservación de su obra como parte del patrimonio cultural cubano. Constituye una deuda que se tiene con un músico silenciado incomprensiblemente, quien supo utilizar sus dotes musicales y su oficio para la instrumentación ágil y audaz en función del desarrollo de intérpretes de modestos recursos, emergiendo en su obra lo cubano como signo vital; y destaca a su protagonista como ferviente defensor de los ideales políticos de avanzada en su tiempo, coincidente con nuestros actuales preceptos. Es el resultado de una investigación llevada a cabo durante veinte años por parte de la autora, quien es la secretaria de la Cátedra de Música Popular Juan Formell de la Facultad de Música de la Universidad de las Artes. Se destaca a Francisco Formell Madariaga como «horcón» oculto de la familia, factor concluyente para que naciera una dinastía de músicos cubanos donde sobresale uno de ellos, Juan Formell, ese mismo que mediante su obra y la agrupación Juan Formell y los Van Van, devino cronista de una dilatada época que lo trasciende y trascenderá, y que su padre, como expresa la autora, supo guiar disciplinadamente para que los sentidos de su hijo transformaran una realidad cotidiana en hecho artístico y multitudinario. En definitiva, el padre fue el artífice esencial y decisivo de «las raíces» morales y musicales de su hijo.

    Índice

    Sinopsis / 4

    Agradecimientos / 7

    Prólogo / 9

    Palabras al lector / 13

    Introducción / 15

    PRIMERA ETAPA DE QUEHACER ARTÍSTICO / 18

    SEGUNDA ETAPA DE QUEHACER ARTÍSTICO / 33

    TERCERA ETAPA DE QUEHACER ARTÍSTICO / 121

    Sobre la autora / 190

    A María, horcón oculto de la familia

    Agradecimientos

    En primer lugar, agradezco a todos aquellos que desde distintas posiciones en la esfera de la música en Cuba, durante veinte años me hicieron falsas promesas de dar a conocer la obra que este libro expone, en la forma que considero debió haber sido la más idónea según el quehacer artístico de Formell Madariaga, es decir, interpretando su música. Esas falsas promesas me llevaron a tomar la determinación de escribir este libro por esfuerzo propio, porque era lo que resultaba factible para mí.

    Agradezco a tres generaciones de Formell por la forma especial y específica en que han colaborado para que este libro sea tal. A Francisco Formell Madariaga por la organización en que dejó los datos de su propia obra; a Francisco Formell Cortina, su hijo, por toda la información familiar y de trabajo de su padre que me transfirió y por todas las veces que con paciencia ilimitada leyó mis borradores; a Francisco Formell Marqués, su nieto, por haber tenido la claridad de conservar y poner en mis manos papeles y documentos pertenecientes a su abuelo, de contenido desconocido para él, pero que supo valorar cuando le fue otorgada la casa que había pertenecido a la familia Formell Cortina.

    A mis hijos y mis nietos por haber aceptado y cedido la parte de mi tiempo que a ellos pertenecía a la realización de esta investigación, que ha permitido la escritura de este libro. A mi hija Vivian por las veces que ha interpretado al piano obras de su abuelo. A mi hija Ileana por la exhaustiva lectura de mi borrador final y sus precisas recomendaciones.

    A mi amigo de la niñez, Andy, por su ejemplo de trabajo y tesón al escribir su libro que me sirvió de motivación.

    Al Mtro. Juan Piñera que con tremenda valentía y datos desconocidos hasta enero de 2019 ha defendido la pertenencia del Mtro. Formell Madariaga al Grupo de Renovación Musical, hecho que se había pretendido ignorar, a pesar de las pruebas prestigiosas presentadas de forma documental.

    A la Cátedra de Música Popular Juan Formell de la Facultad de Música de la Universidad de las Artes, y en especial a la Decana, la Mtra. Mary Rosa Hernández, por confiar en mí, valorar mi trabajo y darme su constante e incondicional apoyo.

    A la Lic. Nadia Reyes por haber trabajado la obra de Formell Madariaga en su tesis de diploma universitario, por ser mi hija adoptiva.

    A mis amigas de siempre Arinosdelia Castillo, por su apoyo a mi labor en la Biblioteca Nacional José Martí, y Ada Suárez, por haber sido mi asesora en todo lo referente al trabajo con las imágenes que aquí se presentan.

    Gracias anticipadas a todos mis lectores y a todos los que puedan aportar algún dato que permita ampliar y profundizar en la obra del Mtro. Formell Madariaga.

    Prólogo

    Todo lo que se haga para esclarecer cualquier capítulo de la historia de la cultura cubana es válido en defensa de nuestra identidad. Francisco Formell Madariaga. Su obra, de María Elena Marqués Tablón, no es sólo la deuda que se tiene con un músico silenciado incomprensiblemente por unos y otros, y por el acomodo mental que se padece, sino, y más bien, es un acercamiento al contrapunteo de pensamientos de una época, los años treinta, esencialmente los cuarenta y, por supuesto, los siguientes del siglo xx, a través de un hombre con actitudes y aptitudes para ser protagonista de aquellos tiempos y de los venideros, caldo de cultivo preparatorio de una nueva etapa social tras el 1º de enero de 1959.

    A través de una redacción clara, sin edulcoraciones, la autora va presentando en su libro, con cierta emoción subyacente y documentación concluyente, quién fue en verdad Francisco Justiniano Formell Madariaga; pensamos y asentimos, un hombre que, en el laboreo diario, a pesar de tener bien puestos los pies en su tierra soñaba… y todo artista —Formell Madariaga lo fue sin dudas—, en su necesidad de soñar está expuesto a incomprensiones y silencios, y mucho más, si la crudeza de una sociedad, la necesidad de llegar a la mañana siguiente y la relativamente temprana desaparición física no le permitieron expresar los posibles alcances de su soñada, aunque verdadera dimensión artístico-musical.

    Pero Francisco Formell Madariaga, también «horcón» oculto de la familia, fue factor concluyente para que naciera una dinastía de músicos cubanos donde sobresale uno de ellos, Juan Formell, ese mismo que mediante su obra y la orquesta Van Van devino cronista de una dilatada época que lo trasciende y trascenderá, y que su padre, como María Elena Marqués Tablón lo expresa develando palabra tras palabra en su libro, supo guiar disciplinadamente para que los sentidos de su hijo transformaran una realidad cotidiana en hecho artístico y multitudinario. En definitiva, el padre fue el artífice esencial y decisivo de «las raíces» morales y musicales de su hijo.

    Otro aspecto que Marqués Tablón devela en su libro Francisco Formell Madariaga. Su obra, es la filiación de este músico al Grupo de Renovación Musical, liderado por José Ardévol. Para sorpresa de la autora, este prologuista conocía de la existencia de Francisco Formell Madariaga desde los tiempos en que estudiaba en la naciente Escuela Nacional de Arte, al igual que también lo hiciera Juan Formell en aquellos primeros días de formación artística. Sucede que Enrique Bellver, profesor de armonía en la institución y otro de los poco o nada mencionados, para no expresar que excluidos históricos de Renovación Musical, mencionó en alguna que otra ocasión al también integrante Formell Madariaga. Años más tarde, la maestra de polifonía Dolores Torres, quien perteneció y permaneció en el grupo, en alguna que otra clase hizo visible al cuasi invisible Francisco Formell Madariaga, lo que intrigó al autor de estas líneas. Solamente la «cabeza negadora» del Grupo de Renovación Musical, Hilario González, a quien hay que estudiar y revalorizar en lo intelectual y lo musical, fue meridiano en sus planteamientos al expresar que Ardévol, como también otros integrantes de Renovación más conocidos y, por tanto, reconocidos en la cultura cubana, nunca tomaron en cuenta al músico santiaguero, un artista ávido de superación, o quizás pensamos, pensaron que era una figura secundaria, nunca protagonista.

    Sin embargo, Francisco Formell Madariaga, a través del valioso material expuesto en Francisco Formell Madariaga. Su obra, es decir, sus escritos y requerimientos, tanto compositivos como críticos, se nos presenta como un intelectual acorde a la altura del pensar y el hacer de un grupo de músicos, suerte de vanguardia intelectual surgida ante las ausencias prematuras de Amadeo Roldán y Alejandro García Caturla. Así mismo, en los años cincuenta del pasado siglo, durante una etapa cruenta, pero plena de interés artístico e intelectual, una parte sustancial de los miembros del Grupo de Renovación Musical integrarían la Sociedad Cultural Nuestro Tiempo a la que hay que estudiar detenidamente en el contrapunteo de ideas de la sociedad. Bien hubiera pertenecido Francisco Formell Madariaga a dicha sociedad, quien nunca vivió de espaldas a lo que sucedía en Cuba por aquellos y todos los tiempos de su vida.

    María Elena Marqués Tablón, en sus afanes de mostrarnos cuán ricos somos y podríamos llegar a ser siempre que escudriñemos bien nuestro pasado por humilde que sea, sin sectarismos y generosamente, más bien, ecuménicamente, nos lleva de la mano hacia un hombre con intenciones de saberes renacentistas, quien fue capaz de polemizar para crecer, criticar para llegar al salto cualitativo necesario e integrar otras artes a la música y viceversa. Este es uno de los capítulos más apasionantes del laboreo por décadas del incansable, porque era soñador, Francisco Formell Madariaga, en el entramado de la sociedad en que vivió.

    Libro útil para desentrañar el por qué de algunos sucesos de nuestra historia cultural en el siglo xx, Francisco Formell Madariaga. Su obra, de María Elena Marqués Tablón, es punto de partida, eslabón indispensable e instrumento que no puede soslayarse, para reconstruir un momento de la música cubana: el de décadas de una Republica en tránsito hacia una revolución musical dentro de una Revolución social y definitiva.

    Juan Piñera

    La Habana, Cuba

    4 de diciembre del 2019

    …el hombre vale, no por sus títulos de familia

    ni por lo que hereda, sino por lo que por sí propio

    hace y conquista.*

    * José Martí: «En casa», en: Patria, Nueva York, 7 de mayo de 1892, t. 5, p. 361.

    Palabras al lector

    Si el título de este libro te ha motivado, con seguridad que pasarás a hojearlo antes de decidirte a comprarlo o pedirlo en préstamo en la biblioteca donde te encuentras.

    Deseo ayudarte a continuar tomando decisiones sobre tu elección. Para ello responderé a cuatro preguntas que con seguridad te haces frente a esta autora desconocida, aunque en la contraportada se ofrezcan algunos datos curriculares de esta pretendida escritora que quiere llegar a ti.

    Estas preguntas son: ¿Quién soy? ¿Cómo escribo? ¿Sobre quién escribo? ¿Por qué escribo?

    Soy una amante de la lectura que piensa que los libros nos permiten llegar a los más recónditos parajes de los sentimientos humanos, a los lugares más intrincados de la naturaleza, a los conocimientos más diversos, a las más profundas imaginaciones. Sin embargo, nunca he escrito para literatura ni periodismo, y las razones para hacerlo ahora por primera vez las conocerás en las respuestas a las siguientes preguntas.

    Escribo los resultados de un trabajo de recopilación, análisis y sistematización de la obra de una personalidad artística, en la que he utilizado las mismas herramientas de mi trabajo en la investigación geocientífica que hice durante toda mi vida laboral. En aquella hice informes y tesis que defendí ante los organismos competentes. En esta redacto este libro y lo someto a la consideración de mis pacientes y amables lectores.

    Escribo sobre un cubano, santiaguero, que dedicó sus años de vida al arte en distintas manifestaciones, tales como música, teatro, periodismo y que muy injustamente ha sido relegado, olvidado, a pesar de haber sido ganador, en algunas ocasiones, de altas distinciones en legítima competencia por encima de personalidades de la cultura cubana reconocidas antes y ahora.

    Escribo por dos razones fundamentales. Es deber de todo ciudadano velar por la salvaguarda del patrimonio nacional y contribuir con datos a su alcance a que la historia del país que te vio nacer se conserve y se trasmita de generación en generación. Es necesario hacer justicia y honrar a quien lo merece, tanto por la persona que honramos como por la enseñanza que eso representa en la transmisión de valores en quienes estamos en la obligación de educar.

    Con estas palabras queda en tus manos la decisión de pasar a la siguiente página.

    Introducción

    Finales del año 1969. En cualquier familia cubana se prepara el pantalón y la camisa gris «de trabajo», aparece una mochila auténtica y otras veces inventada, pero que igual servirá para llevar los utensilios indispensables para pasar una larga temporada fuera de casa en donde la familia será, entonces, de muy diversas edades, de distintas procedencias, pero de un solo apellido Cubano. Vibra el país de ilusión y entusiasmo, la consigna se repite: Los Diez Millones Van, Los Diez Millones Van, Los Diez Millones Van.

    En un lugar de La Habana hay un joven que sueña con la música porque nació con ella. Supo por su padre de las dificultades y miserias del campo, de los macheteros, de los obreros del azúcar, pero nunca pensó tomar ese oficio. Y ahora piensa qué hará en este minuto de compromiso. Y decide, sí, decide que pondrá la alegría en el albergue cañero, que bailará toda Cuba al compás de las mochas y de las notas musicales que él pondrá en sus composiciones e interpretaciones. Nace para Cuba y el mundo Juan Formell y los Van Van.

    ¿Qué cubano no conoce y no ha sentido vibrar sus más profundos sentimientos con las composiciones musicales de ese hombre que con el pentagrama fue cronista social de los hechos más populares de su pueblo, que le

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