Encinas: El Pintor En El Exilio

Por Carlos Encinas Ferrer

En esta obra nuestro autor narra la vida de sus padres en la Espaa anterior a la guerra civil. Sus aventuras y desventuras durante su lucha contra el fascismo en la conflagracin armada y la salida de Espaa hacia el exilio, primero a Francia, donde su padre estuvo detenido en el campo de concentracin de Argels sur Mer del que logr escapar para reencontrase con su esposa en el pueblo de Cazres sur Garonne, al sur de Toulouse, y de all viajar a Pars buscando exiliarse en Mxico.
Al recorrer las pginas de esta obra vive uno con ellos la que fue una verdadera odisea, ejemplo de muchas otras que el exilio espaol experiment en cada uno de sus participantes.
El autor acompaa la presente obra con fotografas familiares, as como con dibujos y pinturas realizados por su padre que le sirvieron para construir la narrativa de la parte biogrfica, logrando as un testimonio ms vvido y ameno.
La segunda parte nos muestra la obra pictrica de Encinas, principalmente la realizada ya en Mxico, que incluye grabados, acuarelas, litografas y dibujos a tinta y lpiz.
Con este escrito el autor rinde un homenaje a sus padres dando a conocer sus vidas ejemplares, as como la obra de un gran artista desconocido hasta ahora.
Esta labor no fue fcil en forma alguna y menos que nada desde el punto de vista sentimental. Como nos seala el autor, reconstruir las vidas de sus padres implic descubrir aquellas partes de las mismas desconocidas por l, revivir recuerdos y as convivir con ellos profundamente como un compaero invisible en sus andanzas durante aquellos aos previos a su nacimiento en la Ciudad de Mxico.

• Idioma: Español
• Editorial: Palibrio
• Fecha de lanzamiento: 16 mar 2017
• ISBN: 9781506516479

Carlos Encinas Ferrer

Carlos Encinas Ferrer Nuestro autor nació en la Ciudad de México el 10 de mayo de 1942. Su padre fue el médico neumólogo, pintor y cartógrafo, Carlos Encinas González, y su madre, Carmen Ferrer Rodríguez, enfermera egresada de la Universidad de Barcelona, quienes formaron parte del Ejército Republicano en los cuerpos de sanidad y hospitalización durante los años de la Guerra Civil Española. Se exiliaron en México el 7 de junio de 1939. Carlos realizó sus estudios de primaria, secundaria y bachillerato en el Instituto Luis Vives, fundado en 1939 por republicanos españoles, y en el Colegio Columbia, ambos en la Ciudad de México. Estudió la licenciatura en Economía en la Escuela Nacional de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la maestría en Educación en la Universidad Iberoamericana León. Obtuvo el diploma en Estudios Avanzados y Suficiencia Investigadora en Economía por la Universidad de Barcelona, así como el Doctorado en Economía con calificación sobresaliente “Cum Laude” por aquella institución. Ha escrito innumerables obras sobre economía, entre ellas “Principios de Economía Política” publicado por nuestra editorial Palibrio. Esta es su primera incursión fuera de aquel campo, trabajo en el que invirtió innumerables horas de investigación y consulta durante los últimos diez años.

Vista previa del libro

Copyright © 2017 por Carlos Encinas Ferrer.

Número de Control de la Biblioteca del Congreso de EE. UU.:   2016915265

ISBN:     Tapa Blanda               978-1-5065-1646-2

               Libro Electrónico       978-1-5065-1647-9

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Las opiniones expresadas en este trabajo son exclusivas del autor y no reflejan necesariamente las opiniones del editor. La editorial se exime de cualquier responsabilidad derivada de las mismas.

Fecha de revisión: 3/16/2017

© Carlos Encinas Ferrer. Derechos de autor protegidos conforme a la ley.

Registro Público del Derecho de Autor. Secretaría de Cultura. México.

Número de Registro: 03-2016-070409114000-01.

© Carlos Encinas Ferrer. Derechos de autor sobre laObra Pictórica de Carlos Encinas González protegidos conforme a la ley con fundamento en el Artículo 26 de la Ley Federal de Derechos de Autor Sucesión Testamentaria a Bienes de Carlos Encinas González.

Registro Público del Derecho de Autor, Secretaría de Cultura, México.

Número de Registro: 03-2016-121410032700-14

Palibrio

1663 Liberty Drive

Suite 200

Bloomington, IN 47403

Portada: Carlos Encinas González

Bajorrelieve por el escultor V. Torró, 1931

ÍNDICE

VIDA

Prólogo

ESPAÑA

La Infancia de mi padre en Salamanca

Años en Granada y Sevilla

La Guerra Civil Española

Rumbo a Extremadura y finalmente a Portugal

Tarragona

El Frente De Aragón

Tardienta

La Guerra En Cataluña

La Torre de Riu en Alp

La infancia de mi madre en Alcañiz

Barcelona 1937 y 1938

El Exilio

Francia

Rumbo a Toulouse y de allí a…

Campo de Concentración de Argelès-sur-Mer

Refugiados

La Fuga y Toulouse

Paris

A Bordo del Orduña Rumbo a México

México

Llegada A Veracruz

Buscando un modus vivendi

Diseñador de muebles

El grupo de pintores se consolida

Recuerdos personales

Portales

Un relato breve de los años que siguieron

Conclusión

OBRA

Dibujos a Lápiz 1936 -1950

Grabados

Paisajes Mexicanos Dibujos a Tinta

Colección México Colonial, Dibujos a Tinta

Misiones de la Alta California, Dibujos a Tinta, 1987

Manuel Rodríguez "Manolete"

Diversos Dibujos a Tinta

Caricaturas

Aragón Dibujos a Lápiz 1974

La Guerra Acuarelas

Campo de Concentración en Argelès sur Mer

La paz Acuarelas

México Típico, Colecciones I y II Julio de 1939

Acuarelas Diversas 1930 - 1944

Litografías

Referencias y Notas

Ilustraciones en el Texto

"La tarea que hicieron [los exiliados españoles] es de un valor absolutamente inapreciable, había que ver renglón por renglón qué ha sido México antes y después de estos grandes hombres".

Antonio Alatorre

Colegio de México¹

A la memoria de estos hombres extraordinarios:

Teniente Antonio Augusto Seixas

(1891-1958)

Dr. Louis Camille Soula

(1888-1963)

Cónsul Gilberto Bosques Saldívar

(1892-1995)

General Lázaro Cárdenas Del Río

(1895-1970)

Sin ellos esta historia hubiera tenido otro desenlace.

VIDA

Prólogo

Desde niño estuve atento a todas aquellas aventuras que vivieron mis padres y familiares durante la guerra civil y posteriormente en el exilio. Desgraciadamente tiende uno a pensar que las fuentes vivas de información van a estar siempre ahí, a nuestra disposición, y no toma uno notas para conservar aquellos recuerdos ¡mea culpa!

Por otra parte, pasados tantos años, la memoria no ayuda tanto como uno quisiera. No me acuerdo de muchos de los nombres de los actores de las páginas que siguen y aquellos que me pudieran contestar preguntas como ¿Quién aparece en esta foto? ¿Cómo se llamaba aquella persona? ya no están físicamente con nosotros.

Afortunadamente cuento con la memoria de mi primo Luis, quien se convirtió en mi hermano mayor al llegar a vivir con nosotros en México en 1947. No se ha salvado durante la elaboración de esta obra de mis constantes preguntas. Tiene una memoria privilegiada y un gran amor por mí y por el recuerdo de mis padres lo que me ha ayudado mucho. ¡Gracias mil para él!

Por lo tanto, los problemas que he enfrentado para escribir estas memorias son los referentes a los años anteriores a 1947. Tal vez no hubiera podido sortearlos si no hubiera sido porque mi padre me dejó la que yo llamo "mi maleta mexicana". Una maleta con la que cruzaron a Francia y que fue parte de su exiguo equipaje en su travesía a México. En ella guardaron todos sus recuerdos de la guerra y fueron acumulando toda la correspondencia que mantuvieron por décadas con amigos y familiares desde México. Desgraciadamente la gran mayoría de estas cartas son contestación a las que ellos enviaban y solamente a través de su lectura puedo intuir sus escritos originales.

No quiero que se me escapen los recuerdos que aún me quedan de lo no escrito y no quiero dejar de cumplir con el deber, así lo siento, de dejar constancia de las personas y sucesos que fueron conformando mis primeros recuerdos y vivencias, de aquellos seres humanos que interactuaron durante varios años a través de la juventud de mis padres, durante la Guerra Civil -de la que soy un producto-, de su exilio en Francia y posteriormente de su llegada a México, mi patria querida, doblemente querida pues acogió a mis padres y me dio un lugar abrigador y estable donde nacer y crecer.

Mi padre fue una de las mejores y más completas personas que he conocido: artista gráfico nato, amante de la música, lector asiduo, hombre de una vasta cultura en campos que no podía uno imaginar, hombre bueno a carta cabal, hombre querido por todos, cultivador de amistades y de familiares. Estudió medicina y se especializó en neumología. Ejerció esta profesión en el área civil desde 1931 hasta 1936 y a partir de la rebelión fascista se alistó como médico militar en el campo de batalla y en el servicio médico militar de la República hasta 1939. A su llegada a México, tras un leve intento de ejercer su profesión, se impuso en él su vocación más acendrada, el dibujo, la pintura, el grabado, las artes gráficas en general, recalando finalmente en la cartografía. En todas sus actividades dejó huella imborrable como verán en las páginas que siguen.

Mi madre, mujer extraordinaria desde todos los puntos de vista. Hija de una familia adinerada dueña de múltiples fincas y propiedades, quien había gozado una vida de riqueza y comodidades, no dudó en abrazar el bando republicano en el momento del alzamiento militar. De esta manera se alejó de su madre, de sus hermanos y de su riqueza. Terminó la carrera de enfermera en Barcelona en los primeros meses de la guerra civil y se enroló en el ejército republicano. Conoció a mi padre y se casó con él. Fue movilizada al frente de batalla en Aragón y en la derrota cruzó con mi padre a Francia y posteriormente al exilio en México.

Debo señalar que en ningún momento tomó ella aquellas decisiones por seguir a su esposo. Lo hicieron ambos de común acuerdo y convencidos de sus ideales y compartiendo un profundo odio al fascismo que veían extenderse por toda Europa.

En México desarrolló mi madre muchas actividades pasando de modista de famosas estrellas del cine hasta el campo de las ventas y la publicidad. Fue así un apoyo invaluable en el desarrollo de las actividades editoriales de mi padre pues al encargarse totalmente de la parte comercial del negocio familiar, le permitió a él desarrollar plenamente su labor creativa.

Estoy convencido de que no pude tener mejores padres. Se volcaron en mí y me proporcionaron siempre las mejores oportunidades que su situación económica les permitía. Hoy, a la distancia en el tiempo, solo puedo agradecerles su amor, su respeto y su comprensión.

León, Guanajuato, abril de 2016

ESPAÑA

La Infancia de mi padre en Salamanca

Carlos Encinas González², bautizado Carlos Pedro, nació en la ciudad de Salamanca, España, el 28 de junio de 1907. Fue el hijo menor del matrimonio formado por Pedro Encinas Reyes³ y María del Tránsito González Moreno.

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Mi abuela Tránsito con mi padre el día de su bautizo en Salamanca. 20 de noviembre de 1907

Sus hermanos fueron Piedad (Salamanca 1894; Granada, 1918), Luis (Salamanca, 1899; Zaragoza, 1987) y Pastora de los Ángeles (Salamanca 1901; Sevilla, 1992).

El año del nacimiento de Carlos, mi abuelo Pedro había sido nombrado Secretario General de la Universidad de Salamanca por su Rector, Miguel de Unamuno. Con él trabajo estrechamente al igual que con los Rectores que lo sucedieron.

Desde su puesto administrativo y como catedrático mi abuelo buscó siempre promover a jóvenes de gran talento. Entre ellos destacó un joven recomendado por la familia de su hermano Victoriano⁴ en Galicia, Gonzalo Gallas Novas⁵, originario de Pontevedra donde nació en el año de 1886. Mi abuelo apoya a Gonzalo en su ingreso a la Universidad, acogiéndolo además en su casa durante los años de estudio en que realiza la carrera de Químicas. En esos años, Gonzalo y Piedad, la hermana mayor de mi padre, se hacen novios, casándose en 1914 aprovechando que Gonzalo acababa de obtener una plaza en la Universidad de Granada, Universidad en donde haría una brillante y larga carrera.

La infancia de mi padre transcurriría en un ambiente intelectual especialmente intenso. La casa de mis abuelos era el centro de reuniones de catedráticos y alumnos. Mi padre se encontraba presente en ellas como el más pequeño de la familia y aquel ambiente le ayudó a desarrollar un gusto especial por la cultura, la música y la literatura.

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Su vida infantil fue plena en todos los sentidos y su amistad con los hijos de Unamuno, principalmente Rafael y Ramón, de edades cercanas a la suya, le permitió convivir muy de cerca con el gran filósofo español quien había llegado a Salamanca en 1891 tras obtener la plaza de catedrático de griego mediante oposición. Ya mayor recordaba las muchas ocasiones en que se quedaba a dormir en casa de los Unamuno y como Don Miguel, padre cariñoso como pocos, acudía a arroparlos y a desearles buenas noches. Un recuerdo especial tenía también de Doña Concha Lizárraga, esposa de Unamuno y amiga muy cercana de mi abuela Tránsito.

La casa de mis abuelos se encontraba en la Calle Serranos N° 20. Había sido un convento expropiado por las leyes de amortización a mediados del Siglo XIX. Sus jardines y huerta llegaban entonces hasta la Cuesta de Oviedo, mismos que años más tarde le serían expropiados a mi abuela para la construcción de la Normal de Maestros. Todas las mañanas mi padre salía de su casa junto con mi abuelo y caminaban hasta la Calle de la Plata, daban vuelta en esta última y se dirigían hasta el final del empedrado para entrar por un pasaje que comunica al hermosísimo Claustro del Patio de las Escuelas Menores, con la Plaza de Fray Luis de León, frente a la fachada plateresca de la Universidad.

Sus primeros años en la escuela los estudiaba en los salones que se encuentran en aquel pasaje a escasos metros de la Plaza, justo debajo de donde se encontraba y se encuentra aún la Secretaría General de la Universidad, entonces oficinas de mi abuelo Pedro.

Carlos muestra desde muy pequeño dotes extraordinarias para el dibujo y sus profesores ponen especial cuidado en alentarlas y enriquecerlas con clases avanzadas para su edad. El dibujo es para él algo natural en su expresión artística desde pequeño.

Del patio de las escuelas menores, al salir de clase, se dirigía al puente románico y a los prados a la orilla del río Tormes para allí jugar futbol con sus amigos. En los días más fríos del invierno a menudo se escapaba de clase con sus compañeros para patinar en el pavimento helado de la Plaza de Fray Luis de León. Recordaba especialmente un día en que ante los gritos de los pequeños jugando frente a la fachada de la Universidad, mi abuelo se asomó a la ventana de su oficina y vio a Carlos pintando venado. Le llamó, mi padre se quedó más helado aún de lo que ya estaba y escuchó a mi abuelo preguntarle Carlos ¿no tienes clase?, ante la respuesta afirmativa de mi padre, le ordenó vuelve inmediatamente a tu salón lo que hizo más que rápidamente pues con mi abuelo no se podía jugar.

La familia cercana era muy numerosa, su tía Amelia, una de las hermanas de mi abuelo, tenía 11 hijos con los cuales mi padre tuvo comunicación epistolar toda su vida. Amelia estaba casada con el Gerente del Teatro Bretón, José Cuervo, y ambos fueron padrinos de bautizo de mi padre. En aquel teatro los pequeños pudieron ver las primeras películas comerciales. Mi padre fue desde aquellos años admirador de los grandes actores del cine mudo, especialmente de Chaplin.

Mi padre guardaba un recuerdo cariñoso especial de su tío Ángel Encinas, hermano de mi abuelo. Me platicaba que era la antítesis de su padre: juerguista y dicharachero. Recordaba especialmente un día, a la hora de