¡Atrévete y verás! Parábola sobre la llegada del diablo a Cuba, para transformar el mundo

Por Tony Hernandez

¡Atrévete y verás! es una investigación filosófica sobre el Siglo XX, en ella explico cómo, por orden de los dioses del universo, el diablo hace su entrada a este mundo. Doy la fecha y el día. Se apodera de un país con las mismas características de la antigua Atlántida. Usando su poder tomó posesión de la mayor de las Antillas y se declaró gobernante supremo. Después, secretamente, sale a reunirse con los ángeles caídos para hacer cumplir la más antigua de las profecías. El apocalipsis.
Aquí les dejo la historia del abuelo de aquellos que se creen mentalistas, a todo lo largo y ancho del universo.

“Con la autorización de Dios les contaré la historia de su sobrino, el diablo, el gran maestro, de cómo logró sacar mensajes escritos en clave, de tres libros muy famosos y crear un imperio para su familia, usando la sabiduría y los secretos encontrados. Este secreto mi abuela me lo contó”.

• Idioma: Español
• Editorial: Tony Hernandez
• Fecha de lanzamiento: 8 sept 2022
• ISBN: 9781005892920

Tony Hernandez

Refuting the teaching that salvation is over and teaching that Jesus speaks plainly when He says that no one knows of the day and hour of His return.

Vista previa del libro

Esta edición revisada y ampliada de "¡Atrévete y verás! Parábola sobre la llegada del diablo a Cuba, para transformar el mundo", tiene el consentimiento de Dios para penetrar la ideología comunista que tiene bloqueada la conciencia del pueblo cubano y hará florecer en ese lugar sagrado del sentimiento humano, una nueva generación de hombres con ideas progresistas y pensamientos dignos. Aquí explico claramente los senderos del diablo, sus sabias insinuaciones, sus maldades tan claras, su magia para disfrazar sus malas intenciones; explico cómo con el uso de la sabiduría te pueden quitar tus propiedades, tus derechos y costumbres, tus principios y vergüenzas, como al final de tus días, sin tu darte cuenta, permites la prostitución de tus hijos en tu propia casa.

En este libro, hasta los comunistas se darán cuenta que siempre han servido a satanás, y sus vergüenzas no le permiten aceptar que le vendieron su alma al diablo.

Pueblo cubano, apóyame, hagamos cumplir la profecía, estamos viviendo los últimos 100 años del libre albedrío (libertad de expresión y toma de decisiones), los dioses nos dieron ese espacio en el tiempo y se nos está agotando, presten atención a lo que pasa a nuestro alrededor, el Armagedón está haciendo su trabajo aquí en la Tierra, nosotros somos testigos. El mesías que esperábamos ya llegó y entre nosotros está, corre entre los pensamientos de la conciencia universal y se detiene por espacios de tiempo en nuestros pensamientos, solo para analizar la situación real del momento y sigue su camino entre la humanidad.

Arrepiéntanse por sus malas acciones y denle gracias a Dios con obras de gratitud, iluminen su conciencia con sabiduría y con buenas acciones gánense el respeto de la madre patria porque les digo, sin gratitud en el corazón la Tierra se llenará de huecos para arrojar sus cadáveres. Nadie escapará del fin que viene. Trátense con respeto, ayuden al prójimo y velen por su familia para que Dios los bendiga. El mañana sólo traerá desgracias para el iracundo, el presente solo recompensa al hombre decidido, el futuro es para los que se arriesgan por un mañana lleno de gracia, luz y prosperidad. No le tengan miedo a la muerte, al cabo, todos ustedes son unos cadáveres con vida. Mírate a un espejo y verás que el arrepentimiento por tus cobardías es quien te mira.

Pueblo cubano, por favor no seas tan hipócrita, llénate de valor y ven conmigo, vamos a gritarle al diablo que nos gobierna BASTA YA.

Prólogo

¡Atrévete conmigo y ya verás!, era la expresión que yo veía en el rostro de Fidel Castro cuando se dirigía al pueblo de Cuba.

En este libro describo las respuestas que me ha dado mi abuela a algunas dudas, de las muchas que tengo en mi cabeza, sobre la razón y el porqué del sistema político creado por los hermanos Castro.

Las CASUALIDADES hacen referencia a la combinación de circunstancias que no se pueden prever ni evitar. Si la casualidad existiera, entonces Fidel Castro es la causa o fuerza a la que, supuestamente, se deben los hechos y circunstancias imprevistas, especialmente en la coincidencia de muchos acontecimientos históricos.

De la suerte… ni hablar, los religiosos no creen en ella. Los científicos y filósofos no le han hallado un denominador común. Si es más bien una expresión, que alguien me explique la habilidad de Fidel y su desenvolvimiento, el poder de su personalidad, su agilidad mental para contestar instantáneamente con tanta certeza, su visión del futuro tan segura y precisa, y la seguridad incuestionable que ponía en sus palabras.

Si el genio de la lámpara sólo concede tres deseos y Lucifer te puede garantizar sólo uno: ¿Cómo Fidel Castro logró realizar todo lo que se prepuso en la vida?

Capítulo 1

Cómo el diablo llega a este mundo

El mentalismo es un principio filosófico que se basa en la presencia de una realidad mental, propia, total y absoluta —diría yo. Pero esos que convirtieron el mentalismo en una clase de filosofía nos ocultan la otra cara de la realidad. Toda persona común que conozco se cree la más lista del mundo, y si tienes duda pregúntale a la que tienes a tu lado.

Si tenemos cinco sentidos y nos pasamos 20 años estudiando y otros tantos luchando para conseguir un buen trabajo, ¿acaso esos que son dueños de imperios económicos o políticos no aplican a las leyes humanas? Eso me dice el pálpito o sexto sentido, ese don sentimental que habita detrás del ombligo.

El hombre araña, un ser capaz de transformarse en algo extraordinario para hacer un bien, tiene que enmascararse, sufre por amor y lo botan de todos los trabajos. Sus abuelos eran pobres y lo criaron en un barrio imperialista, por eso, aunque tenga el poder para hacer el bien, siempre lo harán lucir como un imbécil. ¿Acaso ser pobre es un pecado?

Superman, el más fuerte y poderoso sobre la tierra, tiene que vivir escondido como otro inmigrante. Cada vez que rescata a un grupo de personas de una forma heroica, como es diferente, siempre viola la ley. Quizás por eso de vez en cuando tenga que salir volando.

El mago Houdini desaparecía delante de su público y logró escaparse de una prisión (por eso el mundo lo considera un mentalista). ¿Qué dirán de Jorge Bush? Se convirtió en presidente de los Estados Unidos, no por su capacidad cerebral, sino por su apellido, para no decir su ADN, y se transformó en ese gran payaso que colgaba de esas manos escondidas que gobiernan el mundo. Los verdaderos mentalistas del universo que convirtieron este país en lo que hoy somos: unos imbéciles arrogantes con mucha personalidad, pero sin ningún principio, con mucho dinero, pero sin decoro, con bellos ojos azules, pero ciegos de remate, blancos de piel y almas oscuras. Con dinero se puede mandar a hacer un buen par de nalgas, comprar un par de pistolas y unos cuantos secretos a un espía. Pero todo eso son cosas de putas y chulos; el mundo entero —sin que nos demos cuenta— también nos mira así. Estados Unidos se ha convertido para el resto del mundo, en la misma opinión que esos llamados blancos tienen del negro, pero como dice abuela: Si tienes dólares no te hace falta vergüenza.

En los mandamientos de la iglesia romana, el Papa les exigió a los reyes mucho cuidado con sus pueblos. La vergüenza y la honradez son por derecho, la única herencia que recibirán los pobres de este mundo. De todos los imperios que ha tenido la tierra, ninguno ha sido destruido por una invasión extranjera, todos han ido a la ruina por problemas internos. Las causas y las razones todos los sabios las conocen, pero siempre le preguntan a un político. Un dictador es aquel que sabe guiarte entre un laberinto de palabras, para que al final tú votes por su partido; es capaz de crear la duda en el pensamiento popular, y es un hecho que siempre logra convencerlos para que luchen por una causa perdida.

Por miles de años de experiencia Apolión (el ángel del infierno) sabía cómo crear un imperio, un reinado o un estado de Gobierno; conocía a la perfección las debilidades del hombre. Reconocía con facilidad cuál llevaría la corona de oro y a quién darle el bastón de mando. Colocaba en puestos claves del gobierno a un oportunista y en las cortes sabía cómo rifar los cargos entre los extremistas.

Para ser alcalde de una ciudad, senador o gobernador de un estado debes tener la audacia de representar a tu pueblo, y la sabiduría de aprobar todas las leyes que van en contra de aquellos que votaron por ti. Mientras que el dinero sea lo más importante en el pensamiento humano, todo aquel que no lo tenga siempre será culpable. La pobreza es la solución más eficaz que encontraron los dictadores para quitarle los derechos a su pueblo. Los lamentos son una expresión de dolor que usan los animales para quejarse, y la opinión del pobre suena igual en los oídos de un político.

Con la autorización de Dios les contaré la historia de su sobrino, el diablo, el gran maestro, de cómo logró sacar mensajes escritos en clave, de tres libros muy famosos y crear un imperio para su familia, usando la sabiduría y los secretos encontrados. Este secreto mi abuela me lo contó.

Nosotros, los seres humanos, como individuos independientes y solitarios, llevamos en nuestro organismo una lucha constante entre el ser y el quién soy. Una disparidad entre el cuerpo, la conciencia y el espíritu. Una batalla constante que los dioses perdieron, y no por falta de tiempo. Simplemente cerraron el caso dejándolo incompleto al darse cuenta de que los seres humanos, mientras más información se les daba, menos control había sobre ellos.

Los dioses que cuidan nuestro universo estaban reunidos y hablaban sobre el planeta Tierra:

—En menos de 30 años ocurrieron dos guerras mundiales entre humanos, exterminándose por millones. ¿Alguien tiene algo que decir? —preguntó Zeus.

Un blanco alto de ojos azules contestó:

—Nunca pensamos que los humanos se convertirían en una plaga para nuestro jardín.

Un enano gris de ojos redondos dijo:

—El odio entre las razas humanas está llegando a un punto crítico, quizás tengamos que intervenir.

Un lagarto con apariencia humana comentó:

—Los humanos han adquirido sabiduría y fórmulas de secretos que guardamos con mucho recelo por millones de años.

Dijo en voz alta un alien verde de ojos redondos:

—¿Qué insinúa?

Todos comenzaron a hablar al mismo tiempo. La serpiente se puso de pie:

—Los aquí presentes nos conocemos por miles de años, todos sabemos que el tiempo nos ha hecho sabios; vamos a proponer una solución humana, sin intervención divina.

Todos aceptaron por unanimidad. Dice abuela que Zeus sonrió, pensando: La serpiente es la única que llega a tu casa, te quita tus propiedades y tú le das las gracias. Es quien domina la magia de la observación, porque representa la paciencia en el arte de la estafa y el engaño, el gran mago del universo.

Como no se ponían de acuerdo, la obscuridad entró en la sala y ocupó su lugar en el consejo. Todos los dioses brincaron, tomando sus armas.

—No se preocupen señores, mi hermano forma parte del consejo y tiene derecho a dar su opinión —dijo Zeus.

Todos volvieron a sentarse.

—En una mesa redonda no existen los privilegios —dijo la muerte, el monstruo, el diablo o como ustedes llamen al rey de las tinieblas—. En mi reino, como en el de ustedes, las mesas son rectangulares y en esa parte angosta de la mesa… la silla del rey solitaria nos distingue como únicos. Todos los que se sientan a lo largo de la mesa sueñan con poner su trasero allí. Lo ocultarán toda la vida, pero ese deseo siempre estará dentro de su ser. Eso nunca se convertirá en una amenaza para un verdadero rey. El único enemigo de un rey es el miedo. Si en tu corazón hay dudas, todos tus aliados siempre serán enemigos. Mi hermano, para conservar la paz y el balance del universo creó el Olimpo como una hermandad, donde nadie es mejor que nadie, donde todos comparten el mismo poder. Él los invita a su casa y los trata con familiaridad. Él cree que la amistad comienza en el comedor de nuestros abuelos. Para tomar una decisión le pide sus opiniones, y eso señores, se llama respeto. Sin embargo, mi hermano para ustedes representa una oportunidad, se arriman a su mesa detrás del disfraz de la amistad, usando palabras bien acomodadas con malas intenciones. Pero a mí no me engañan. ¡Ustedes son un atajo de perros!

Todos brincaron hacia atrás sacando sus armas. El lagarto se acomodó en su silla, al igual que el ángel transparente y brillante. El otro que aún seguía sentado era la serpiente, quien se puso de pie y dirigiéndose a Zeus, habló:

—Todos aquí somos dioses, dueños de galaxias, decidimos quién vive y quién muere sin tener que darle cuentas a nadie.

—Solo dije lo que pensaba —contestó el diablo.

—Lo sé —contestó la serpiente.

El lagarto se puso de pie y dirigiéndose a Zeus, dijo:

—Nunca seremos amigos. Solo tu sinceridad me hace atravesar el universo, y mi presencia en tu mesa es el respeto que muestro por aquel a quien no puedo matar. Mi lealtad se basa en tu poder para conservar la paz.

El diablo le contestó:

—Eres el más poderoso de mis enemigos. Respeto tus palabras y admiro tu honestidad.

—¡Siéntense! —ordenó Zeus—. Necesitamos un plan para conservar nuestro jardín.

—Si me autoriza, yo exterminaré a los humanos del continente africano y la mitad de los asiáticos —dijo el blanco alto de ojos azules.

—¡No! —contestó Zeus.

—La guerra entre los humanos es inevitable —dijo el alien verde.

—¿Alguien conoce la razón? —preguntó Zeus.

—El odio y la desigualdad —contestó un enano gris.

—¿Cómo podemos enfrentar eso? —preguntó Zeus.

—Con amor y buenas intenciones —contestó el alien gris.

—Hace 2,000 años llevamos a cabo ese plan. Terminó en desgracia para el hijo de Zeus —contestó la serpiente.

—El planeta Tierra es una bomba de tiempo —dijo un alien con escamas.

—Necesitamos a un humano que domine el verbo como Jesús, con poder absoluto sobre las palabras, valiente y ambicioso como el gran Alexander, con la maldad de Cleopatra, con la astucia de Ulises, con la visión de Marco Craso y el coraje de Espartaco – dijo Zeus.

Todos miraron al lagarto.

—Tendrán que hacer otra quimera —dijo este riéndose.

Habló un gigante de pelo amarillo y cara larga:

—Zeus, mencionaste 8 reyes y somos 12 los que dominamos el universo. Te faltó el verbo, el sustantivo, el adjetivo y el predicado. Eres la clave de la paz y el más poderoso y sabio entre los dioses. Puedes ser franco en tus análisis y decirnos tu verdad.

Zeus se puso de pie:

—Necesitamos 100 años de paz en la tierra, quiero decir, guerras pequeñas en todas partes, balancear las fuerzas para evitar un cataclismo y repartir la sabiduría entre el bien y el mal. Hay que darle la posibilidad del entendimiento a los humanos sobre el conocimiento, para que logren adquirir conciencia y puedan ver con mayor claridad las consecuencias que tendrán que pagar por cada una de sus acciones sobre la Tierra. El único animal con autoridad de matar sin pagar las consecuencias es el león, la mascota de mi padre. Pero los humanos son otra cosa, todos los aquí presentes crearon sus propias razas humanas sobre la tierra, y nuestras diferencias se han convertido en un campo de batalla en nuestro jardín sagrado. Señores, si los seres humanos se pasaron millones años jugando con piedras y miles trabajando el bronce para descubrir el hierro. Apenas acaban de crear el acero. Sus científicos aún no han podido hallar la mitad de los elementos que faltan en la tabla periódica, usada en química por Mendeléyev. Para colmo, hace apenas 500 años descubrieron que la Tierra era redonda, después de 2,000 años discutiendo que era plana. ¿Alguien me puede explicar cómo adquirieron la fórmula para hacer reaccionar el átomo de uranio? Uno de los secretos más protegidos del universo.

—Fueron los descendientes de los altos blancos quienes crearon y lanzaron la bomba atómica —contestó el rey dragón.

El rey de los altos blancos se puso de pie y retó en un duelo a muerte al dragón. Zeus intervino, y dirigiéndose al alto blanco dijo:

—De lo que Draco (dragón) te acusa en mi mesa, yo no te juzgo. Tu reto en mi mesa no tiene ningún valor. Pero tus intenciones ofenden a todos los presentes, por lo que serás mi invitado especial por 100 años.

—¿Quién gobernará mi reino? —pregunta el alto blanco de ojos azules.

—Tu reina —contestó Zeus.

El alto blanco, ofendido, fue hablar cuando una energía lo atrajo hacia su silla y quedó atado en ella. El gigante blanco de cara larga se puso de pie:

—Esas no son formas para tratar a un rey.

Zeus se puso de pie:

—Quiero recordarles algo: este no es el comedor de mi palacio donde los reyes, antes de sentarse, tratan de impresionarse unos a otros. Esta mesa no es una ruleta donde nos sentamos a hablar, a fumar y contar nuestras hazañas. Este lugar no es un congreso, donde se reúnen los partidarios a imponer su voluntad con ofensas y amenazas. No estamos en el Olimpo, señores. Estamos en el salón sagrado de la sabiduría, donde no existe el poder, ni la autoridad, ni la fuerza. Sólo los sabios con más experiencia del universo pueden sentarse aquí; con el único propósito de hallar soluciones a viejos antagonismos y discordias sociales —Y dirigiéndose al gigante Cara-larga, dijo—: Cuando mi hermano hizo presencia en este salón, te vi brincar y tomar tus armas; tu instinto te hizo actuar así; pero si hubieras pensado tomar tus armas con la intención de atacar, este lugar sagrado te hubiera hecho lo mismo. Yo no