El Reptiliano: El vino a aniquilar a la raza humana, pero el amor lo hizo revelarse contra su propia raza

Por Angel Pizar

Daniel, un Alien muy capaz de la armada reptiliana, se vino a filtrar al planeta tierra para aniquilar a la raza humana a través de la contaminación del agua, cambio climático, guerras falsas y hasta virus, pero el amor y la humanidad lo terminaron volviendo más humano que los mismos humanos.
Sin embargo, sus lideres reptilianos se dieron cuenta de que Daniel no siguió con el plan del nuevo orden mundial y lo fueron a asesinar a el y a su familia humana, y fue ahí que Daniel decidió dar su vida por su amor y por el planeta tierra, pero lo que no se esperaba era que seres muy cercanos a el lo fueran a asesinar.
El Reptiliano, primera parte del proyecto Expergisci series.
Daniel se encuentra en un mundo nuevo para el con sentimientos que el desconocía por completo y se ve forzado a matar a todo quién amenace a su familia y la tierra yéndose encontra de su propia raza.
¿Logrará Daniel salvar a su familia y a la raza humana del temible ejercito reptiliano

• Idioma: Español
• Editorial: Publishdrive
• Fecha de lanzamiento: 23 may 2022

Vista previa del libro

© Copyright ____________________ 2022 - Todos los derechos reservados. El contenido de este libro no puede ser reproducido, duplicado o transmitido sin la autorización directa por escrito del autor o del editor. Esta novela es completamente ficción. Los nombres, personajes, y situaciones son parte de la imaginación del autor. Cualquier semejanza con personas vivas o muertas, eventos y o localidades son completamente coincidencia.

Bajo ninguna circunstancia se podrá culpar o responsabilizar legalmente al editor, o al autor, por cualquier daño, reparación o pérdida monetaria debida a la información contenida en este libro. Ya sea directa o indirectamente. Usted es responsable de sus propias elecciones, acciones y resultados. Aviso legal: Este libro está protegido por derechos de autor. Este libro es sólo para uso personal. No se puede modificar, distribuir, vender, utilizar, citar o parafrasear ninguna parte, ni el contenido de este libro, sin el consentimiento del autor o del editor. Aviso de exención de responsabilidad: Tenga en cuenta que la información contenida en este documento es sólo para fines educativos y de entretenimiento. Se ha hecho todo lo posible por presentar una información precisa, actualizada, fiable y completa. No se declaran ni se implican garantías de ningún tipo. Los lectores reconocen que el autor no se dedica a prestar asesoramiento legal, financiero, médico o profesional. El contenido de este libro procede de diversas fuentes. Por favor, consulte a un profesional con licencia antes de intentar cualquier técnica descrita en este libro. Al leer este documento, el lector acepta que bajo ninguna circunstancia el autor es responsable de cualquier pérdida, directa o indirecta, en la que se incurra debido al uso de la información contenida en este documento, incluyendo, pero no limitándose a, - errores, omisiones o inexactitudes.

Prologo

En la antigüedad, millones de criaturas se desplegaron desde la moribunda estrella Alfa Draconis, tenían una misión importante; para ello subieron a la nave que les transportaría hacia su destino. Nibiru, no se trataba de una nave cualquiera, esta era como un planeta falso, que podía mover millones militares para la misión. Una misión que buscaba la manera de recuperar lo que era de ellos: El planeta tierra. Esta nave se desplegaba a miles de millones de años luz y tenían mini Nibirus alfa y beta; una especie de nanobots que hacía que muchos de ellos se lanzaran por medio de pequeñas cápsulas de líquido viscoso, para explorar otros planetas y conquistarlos. Estuvieron en distintos lugares, pero las criaturas que habitaban eran tan primitivas, que tardarían millones de años más para construirla y que no servían para su acometido.

Uno de esos planetas parecía estar listo para habitar, pero una de las criaturas tenía mucha más fuerza y poder para despedazar hasta a las mini Nibirus que llegaban esporádicamente. No importa cuánta tecnología poseían, cuando intentaban aterrizar las cápsulas, las criaturas de boca gigantesca los detectaban a miles de kilómetros de distancia, hasta que por fin se habían rendido. Ya habían perdido decenas de ciudadanos, finalmente desistieron y volvieron a su objetivo original, el volver al planeta que habían perdido pero que según ellos les pertenece.

Por lo tanto, por mucho tiempo, crearon estrategias para regresar a la tierra, lugar donde hacía millones de años habitaron. Encontraban que allí se vivía mejor y que los recursos podían ser ilimitados, contrario a su planeta actual que estaba destinado a la destrucción. En la tierra había oxígeno, distintas temperaturas, elementos para la energía que usaban y su tecnología se podía unir con la ya creada por el ser humano.

Hace millones de años, los Reptilianos se enfrentaron en una guerra intergaláctica entre humanos de la antigüedad con poderes sin iguales y aliens de distintas partes del universo, todo con tal de quedarse con el planeta tierra, que era el planeta perfecto y que esconde algo que ningún planeta conocido tiene, pero mientras todas las razas peleaban entre ellas, un asteroide impactó fuertemente, destruyendo casi todo a su paso. Finalmente, los super humanos con su último aliento dejaron hibernando a todas las especies existentes terrestres en un arca para que repoblaran a la tierra una vez recuperada.

Millones de años después, Los reptilianos conforme nuevas generaciones iban pasando, decidieron regresar y esta vez hacerlo de una manera estratégica, filtrándose y haciéndose pasar como humanos, pues su similitud era tan grande, que apenas era imperceptible. Esta similitud las lograba realizar por medio de una tecnología que superaba la inteligencia humana, y la razón esta vez de hacerlo de forma silenciosa era para que las otras razas alienígenas no supieran y no provocar de nuevo una guerra intergaláctica.

Esta vez, los Reptilianos no iban a dar su brazo a torcer, era el momento de enviar a su elegido, aquel con las habilidades necesarias y la capacidad de camuflarse como un humano cualquiera. No podían simplemente llegar allí con guerras y armás violentas, había que filtrarse y hacerlo bien. Esta guerra la ganaban si o si.

Capítulo I – El plan del Nuevo Orden Mundial

Santiago de Chile, 2018

10 am. Lunes.

—…Y es por esto, que ustedes pueden contar con la seguridad de que este gobierno va a hacer todo lo que esté en nuestras manos para vencer la crisis que se avecina…

El presidente se encontraba en medio de su discurso como siempre. El palacio estaba copado de periodistas, gente ávida para hacer preguntas sobre la situación reciente de constante inmigración descontrolada, costos altos de la vida y protestas que estaba enfrentando el mundo y el país.

Daniel, al igual que todo el cuerpo de seguridad del presidente, movía los ojos de un lado al otro, en completa observación, enfocando su mirada en los pequeños detalles que otros no tenían. Era un hombre alto, de 1,80 de estatura, con cabello corto, color café, de hebras gruesas. Daniel era bien parecido, había algo en sus ojos que lo hacía atractivo para el sexo opuesto y era un color especial, un verde iluminado que acompañado con su mirada, podía hipnotizar hasta a la más recatada.

Con 27 años, había sido elegido recientemente para esta posición, no solo por su físico, definido, atlético e imponente, sino por su impecable calificación en las pruebas de servicio de seguridad que había pasado con notas extraordinarias.

Al presidente llegó la información de que Daniel era un joven confiable, por esto, casi siempre formaba parte del primer anillo de defensas del primer mandatario. Se le veía a Daniel alejando a la prensa en cada encuentro, arriesgándose primero que los demás y apresurándose en verificar debajo del vehículo presidencial, los aposentos, oficinas y cualquier espacio donde los pies del presidente podrían pisar; quería tenerlo de su lado y ganarse su confianza.

Los tratos de Daniel despertaban ciertos celos entre sus compañeros que tenían más años de servicio en el gabinete. Algunos no habían podido pasar del tercer anillo de seguridad en el actual gobierno y esto causaba ciertas ronchas.

—¿Qué piensa de la inflación registrada en países de Norteamérica con relación a la crisis que se avecina económica y qué solución tendrá su gobierno para amortiguar la posible ola de desempleos? —preguntó uno de los periodistas que levantó la mano y no se le había dado la palabra, ya que anteriormente solía tener preguntas un tanto directas y controversiales.

—Señor, como le dije, nosotros desde nuestro gobierno tenemos todo cubierto. Muchas gracias y que pasen feliz resto de la semana.

Daniel se colocó frente al presidente, junto con otro compañero, detrás del mandatario, fueron los demás miembros de seguridad escoltando y siguiendo al primer anillo. Caminaban de prisa para evadir a la prensa que, como siempre buscaba las noticias frescas.

Ese día, el sol estaba candente, pero no frenaba la apretada agenda de un lunes. Daniel se apresuró a abrir la puerta para que el presidente abordara el vehículo color negro, en cuestión de segundos, ya él con dos de los miembros abordaron el auto que iba delante como protección principal. Todo el día era igual, corriendo de un lugar a otro y pendiente de la respiración del primer hombre del país de Chile.

Daniel era un hombre de pocas palabras, respondía con monosílabos, sin abundar mucho de ningún tema. A veces era burlado por sus compañeros, pues en momentos de ocio, le invitaban a pasar un rato agradable, pero Daniel se