Polítika: (Paradigmas Clásico Y Moderno)

Por Mario Raúl Mijares Sánchez

Las categorías políticas tratadas en el texto de Polítika (paradigmas clásico y moderno) son las mismas que se han venido discutiendo desde hace siglos, las cuales constituyen una referencia necesaria para todos los interesados en el tema del saber político. El libro recorre la cortina para una revelación sensacional a cerca del hombre de todos los tiempos y lugares del mundo, en donde se confirma que la esencia o principio político de los seres humanos, no se ha modificado, y que sus pasiones siguen siendo las mismas. De ahí la tesis del autor, al afirmar que no consta un rompimiento entre los paradigmas clásico y moderno. Es justo señalar que la despolitización total del mundo, tanto teórica como la de acción, ha sido manipulada desde varios frentes y con un sólo interés; el del imperialismo oligarca.
De manera concisa se puede asegurar al lector, que la presente obra que se entrega, es un tratado de ciencia política, por lo sencillo de su lenguaje, y que bien se podrían alcanzar los conocimientos intelectuales de los grandes sabios de la antigüedad, así como las nuevas argumentaciones de los modernos. En el caso de Aristóteles, quien cumbre el pensamiento occidental, se revisó su obra renglón por renglón, he ahí del porqué el título del presente libro de Polítika, ante tal confesión el lector, puede estar seguro de que no se estudió al estagirita vía otros autores. Los jóvenes, a pesar de su edad, no les resultarán difícil, por carecer de prejuicios, solo es no dejarse llevar por las pasiones, ellos tendrán que irse iniciando en esta ciencia.

• Idioma: Español
• Editorial: Palibrio
• Fecha de lanzamiento: 9 sept 2020
• ISBN: 9781506533858

Mario Raúl Mijares Sánchez

Mario Raúl Mijares Sánchez, nació en la Ciudad de México, en 1943, recibió el título de licenciatura, y grados de Maestría y Doctorado por la Facultad de Ciencia Política y Sociales FCPyS de la Universidad Nacional Autónoma de México UNAM, la mayoría de su obra la escribió en Jalapa, Veracruz. De su ya extenso trabajo están: La edición en español e inglés de The génesis of Its political descomposition (Miguel Alemán Valdés; 1936 to 1952) Formas de Gobierno (Lecciones de teoría política); Gobiernos generadores de riqueza (La administración pública del futuro) Política y Administración Pública; Modelo gerencial en el sector público. En el terreno de la literatura, las novelas: Mezclilla (trenzado en un pantalón) y Al filo del machete.

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Copyright © 2020 por Mario Raúl Mijares Sánchez.

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Fecha de revisión: 08/09/2020

Palibrio

1663 Liberty Drive

Suite 200

Bloomington, IN 47403

819303

ÍNDICE

Presentación

Prefacio

Advertencia

APARTADO I

Paradigma clásico

Los universos occidental y oriental

El mundo oriental

La Grecia homérica

Periodo pitagórico

Ciclo socrático

Platón, la plataforma

Aristóteles la cúspide

APARTADO II

Rama Política

Prototipos de constituciones

De los géneros de constitución

Formas de gobierno

Las formas de gobierno y desgobierno son:

Formas de desgobiernos

APARTADO III

Salvaguardias del Estado

Los gobiernos mixtos

APARTADO IV

Paradigma moderno

La Razón de Estado

Secuencia moderna

Sinopsis

Glosario

Personajes de la ciencia política clásica

Bibliografía

PRESENTACIÓN

Con su obra Polítika, paradigmas clásico y moderno, Mario Raúl Mijares Sánchez da continuidad a la tarea emprendida desde el momento mismo en que egresa de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM en 1985. Esa tarea ha sido la de ampliar y ahondar sus investigaciones sobre los clásicos de la teoría política que, a juicio de nuestro autor, logran expresar la esencia permanente del hombre. Al contrastar esta corriente de pensamiento, sustentada en sólidos principios éticos y metafísicos, con las ideas dominantes de la modernidad y la posmodernidad, el autor advierte la desventaja de éstas últimas, producto del análisis reduccionista con el cual enfocan las necesidades y aspiraciones de los seres humanos.

La explicación de esta incapacidad para la comprensión integral del hombre, entendido como individuo y miembro de la comunidad, -dicotomía típica de los modernos, pero incompatible con la naturaleza social del hombre-, se llama cientismo. Como el nombre lo indica, el cientismo consiste en la extrapolación del método de las ciencias naturales a las ciencias humanas, pretendiendo con dicho arbitrio hacer de estas últimas, verdaderas ciencias.

El prejuicio del esquema descansa en la errónea convicción de que sólo existe una fuente de conocimiento verdadero: los fenómenos de la experiencia sensible. Lo que no es observable, ni cuantificable, ni puede someterse a verificación empírica, es dejado de lado como perteneciente a la esfera mística o esotérica, o en todo caso, como fenómenos inexplicables racionalmente, un residuo que escapa a la diáfana claridad de la ciencia. Pero, ¿esto es así realmente? Con el cientismo se ha operado una mutilación de la realidad de grandes consecuencias para la comprensión del mundo humano y el destino del hombre.

Esta mutilación repercute negativamente en la estructuración de la ciencia política, tal como la entiende Mario Raúl Mijares Sánchez, porque el investigador se ve privado de las herramientas teóricas suficientes para una auténtica comprensión de su campo de estudio.

Más aún, la critica que sostiene Mario Raúl Mijares Sánchez sobre los positivistas y empiristas, es que han escamoteado a la ciencia política de su objeto específico de estudio, al equiparar los hechos políticos con el resto de los hechos sociales. Desde este enfoque, de estos puede ocuparse cualquier tipo de científico social, de modo puramente descriptivo y neutral, de lo cual tenemos testimonio en la sociología sajona. El funcionalismo sería el caso paradigmático de esta actitud, al concebir el orden social como algo dado definitivamente, y cuyas contradicciones se disfrazan como simples disfunciones susceptibles de ser corregidas para que todo permanezca igual. En este caso la sociedad, como la naturaleza, obedece a leyes invariantes; por lo mismo, no hay un futuro entendido como el desarrollo de posibilidades latentes en el seno de la sociedad actual.

La ciencia política postulada por Mario Raúl Mijares Sánchez, es lo opuesto a esta interpretación; su interpretación parte de la realidad social, observándola y juzgándola con criterios racionales, que favorecen su comprensión integral como una realidad histórica que puede mejorar o degradarse. Esta comprensión representa una sabiduría, tal como la desarrolló el pensamiento griego en el apretado periodo de unos cuantos siglos, gracias a las aportaciones de personajes geniales a los cuales se debe la identidad de la civilización occidental; identidad que justamente al entrar en una crisis profunda, exige ahora un retorno a los orígenes.

Aquí se localiza, en nuestra opinión, el interés y la riqueza de la propuesta del autor de Polítika, paradigmas clásico y moderno, pues el retorno por el que aboga, sería parte de un movimiento general del espíritu, para ocupar el puesto preeminente del que fue despojado por la instrumentalización avasallante que trajo consigo la modernidad.

¿El deseo de esta recuperación de la herencia espiritual de la humanidad, lo hace posible? Sin duda, el deseo deberá ir de la mano de un gran esfuerzo intelectual y ético para hacerlo viable, pues no se trata de retomar ese pensamiento en las fórmulas en que fue acuñado, para otro tiempo y otras circunstancias, sino de repensarlo, tomar de él más que otra cosa, la actitud originaria de encarar al ser humano en su complejidad, en su ser natural y espiritual, orientado hacia valores que posibilitan su plena realización.

El hombre es un ser histórico, pero la historicidad no debe entenderse en el sentido radical de encerrar la verdad en los límites de las configuraciones culturales, según se van objetivando en el tiempo. Para nuestro autor, hay verdades esenciales, y por lo mismo ahistóricas; de ellas nos heredó un catálogo bastante amplio el pensamiento clásico, según se puede constatar en los trágicos griegos. Las pasiones descritas por ellos con tan aguda perspicacia, son las mismas que impulsan a los seres humanos de hoy y de siempre, y explican los motivos que se esconden tras las luchas políticas. Las pasiones asumidas en el plano teórico por la filosofía práctica, en sus dos expresiones, la ética y la política, dan como resultado una sabiduría capaz de dirigir la conducta de los ciudadanos para edificar el orden social, en el que el egoísmo y las ambiciones, quedan subordinadas a la realización del bien.

El bien de la persona, cuando se trata de la ética, y el bien común, cuando se trata de la ciencia política. Por tanto, esta última dista mucho de la neutralidad que le exigen los científicos sociales adscritos al positivismo; al contrario, al igual que la ética, la ciencia política es normativa, su misión es definir propósitos y objetivos cuya consecución representa una elevación de las formas de la convivencia.

De su crítica al cientismo, se desprende que nuestro autor es consciente de dos sentidos completamente diferentes del término ciencia, el de los clásicos y el de los modernos, y que, por lo que se refiere a la ciencia política, opta por el primero. Reitero, la sabiduría va más allá de lo empíricamente verificable, sin que deje por ello de ser racional; Mario Raúl Mijares Sánchez acepta el criterio enunciado por Platón, de que el conocimiento merece el nombre de científico si da cuenta de sí mismo: en el conocimiento efectivo o episteme, afirmaba el filósofo ateniense, el hombre sabe que sabe. Como se advierte, la racionalidad así entendida, abarca un campo mucho más dilatado que la racionalidad de los modernos, constreñida después de Kant a operar exclusivamente dentro del orden de los fenómenos.

Tal es, si la entendí correctamente, la perspectiva de Mario Raúl Mijares Sánchez; su mayor aspiración sería la superación de la falsa autonomía de la política operada a partir de Nicolás Maquiavelo, devolviéndole el papel de instrumento eficaz para alcanzar el ideal de la vida buena. Alcanzar, se entiende, en la medida de lo posible, una medida en que el político debe calcular cada caso tomando las decisiones y medidas más convenientes para concretar sus propósitos. En la elaboración de las políticas públicas, pongamos por caso, éstas no deben quedar entrampadas en la coyuntura, y tampoco se han de establecer metas inalcanzables; es preciso conciliar en justa proporción lo que ha de hacerse para no violentar la realidad social, y lo que es posible modificar para alcanzar mayor justicia e igualdad. Este realismo es más aristotélico que maquiavélico, pues no considera en primer término el bien del príncipe o del político, sino el de la comunidad. Es decir, en política lo posible es una función de la realidad, y el talento político consiste, precisamente, en descubrir y aprovechar las posibilidades latentes del cambio.

La propuesta del escritor tiene el atractivo de los planteamientos decisivos. Parece decir a sus lectores: o volvemos a la enseñanza de los clásicos sobre la naturaleza humana, o nos resignamos a la manipulación ideológica que nos imponen los apologistas de la sociedad de consumo. Si el exhorto perentorio del autor resulta estimulante para sus lectores, incitándolos a salir de la cómoda posición de dejarse llevar por la corriente del pensamiento político dominante, esta obra habrá alcanzado su cometido.

En cuanto a la forma en que el autor mismo lleva a cabo en este libro su recomendación de aplicar los principios, conceptos y categorías de la teoría clásica a la problemática de la política de nuestros días, los lectores quedan en libertad de juzgar por sí mismos los resultados obtenidos. Pero sea coincidiendo o disintiendo con los puntos de vista expuestos, la lectura del texto de Mario Raúl Mijares Sánchez, como el tábano socrático, incomodará a los lectores obligándolos al diálogo silencioso con un maestro convencido de que en la solución de los grandes problemas del hombre y la sociedad, el pensamiento de los clásicos, es un tesoro al que no debemos renunciar.

Marcelo Ramírez Ramírez.

Otoño de 2020

PREFACIO

La falta de sensibilidad política, conlleva a una ausencia de autoridad, en donde tal vacío es ocupado por el rival más próximo.

Para mí constituyó un verdadero reto intelectual el lograr leer la Polítika de Aristóteles y seguir los escritos del gran sabio, releyéndolo una y otra vez renglón por renglón. Tampoco ofrezco un traslado de palabra a palabra, sino de categoría a categoría, ajustándome al documento original y su valor teórico, siempre en concordancia con el texto original.

Aunque en mi anterior obra, la cual lleva por título Formas de Gobierno, (lecciones de teoría política, ya había trabajado el texto del gran sabio, en esta ocasión se trató de una revisión más exhaustiva. De ahí, el nombre del presente libro: Polítika (Paradigmas clásico y moderno). Por lo tanto, estimado lector, usted puede estar seguro de que no se estudió al estagirita vía otros autores. El perder el miedo a los clásicos es base indispensable para la educación de los jóvenes.

Acorde con lo anterior, el presente libro es una gran oportunidad para disfrutar de un catálogo de fórmulas didácticas, en donde usted encontrará un escenario propicio para instruirse en la ciencia política, ya que la finalidad de la presente obra es especialmente formativa, y destinada a los estudiosos de esta área del conocimiento. La ciencia como tal, no conoce fronteras locales ni universales; respecto a la teoría política, ésta se ocupa de estudiar la esencia y el bien supremo del hombre, así como su comportamiento en la vida real.

Confío en que, con el contenido del presente libro, logre despertar el interés por el estudio del pensamiento político, y al mismo tiempo contribuya a prestar un servicio a la humanidad, siempre explicando los complejos problemas que se dan en nuestro tiempo. El texto está conformado por un compendio de herramientas teóricas, que, por cierto, son las mismas que expongo en mi ocupación como catedrático, dentro de este magnífico y arduo contacto con los jóvenes universitarios.

Usted podrá estar seguro que en el escrito no va a encontrar lugares comunes, de ahí la dificultad al escribirlo. La educación política a diferencia de otras áreas del estudio, sean técnicas o bien sociales, exige entre otras, del conocimiento de lo facultativo, para así trasmitirlo a todos aquellos quienes se encontrarán a la postre en la acción operativa, la cual requiere inexcusablemente de este tipo de formación profesional.

Plutarco, el biógrafo de los grandes sabios griegos, señaló que Aristóteles había subrayado, al concluir con su tratado de Política, que en política ya no había nada que decir, y estudiándolo detenidamente se puede confirmar que así es. Dicha sentencia no es para menos, pues el gran sabio, escribió sobre la naturaleza del hombre, de su alma y la ética, es decir, descubrió y explicó las pasiones del individuo, para así concluir con esta obra.

A primera vista se puede afirmar que es verdad, y que ciertamente nada queda ya por escribir. Empero, en la presente investigación, se puede constatar que en cada época es factible lograr una lectura diferente sobre la participación del hombre en la vida pública y privada, confirmado que sus pasiones son las mismas desde hace siglos.

Por fortuna, siempre hay algo que decir, y sin contradecirme, lo reitero, la ciencia política clásica es inagotable en su relectura por ser vigente en todos los tiempos. Definiendo lo clásico, como un modelo digno de imitación, en donde los sabios escribieron sus grandes obras, con las cuales la historia ha demostrado que fueron ellos quienes dejaron como herencia al mundo su sabiduría. Una vez establecidas las raíces, enseguida se amplió el análisis de esa gran aportación al mundo, por parte de los padres de la ciencia política, la cual perdura hasta nuestros días.

En la segunda parte se analizó el papel y aportación de los teóricos de la modernidad, entendiéndola como una categoría que hace referencia a los procesos sociales e históricos que tuvieron sus orígenes en Europa. Sin embargo, hasta hoy no hay una fecha o época homogénea sobre la exaltación de dicho paradigma moderno. Algunos señalan que fue a partir de la emergencia ocasionada por el Renacimiento, otros toman como referencia el Estado Moderno instaurado en Inglaterra.

Tal como el lector podrá apreciar, los autores consultados son; Aristóteles, Platón, Sócrates, entre otros grandes eruditos. De la misma forma, en el caso del paradigma moderno, son los grandes personajes como Nicolás Maquiavelo, Satella, Montesquieu, Tocqueville y John Locke, quienes también aportaron un conocimiento enriquecedor a través de sus obras, tal como el lector lo podrá corroborar al interior del presente estudio. La aclaración pertinente, es que no existe ningún rompimiento entre ambos modelos o paradigmas del saber político, el clásico y moderno; lo que ocurre es que una mayoría de teóricos de las ramas sociales, ha desvirtuado el conocimiento antiguo, lo anterior particularmente perpetrado por los autores vigentes.

De acuerdo con lo anterior, me permito señalar que, para arribar a la investigación del presente libro Polítika (paradigmas clásico y moderno), fue obligatorio primero contar con los antecedentes de estas lecturas clásicas, con la idea de entender con mayor profundidad tanto la teoría occidental como la oriental. Una vez ahondado en los antecedentes de su medio y espacio, ahora la tarea fue plasmar el pensamiento de los autores modernos, con el objetivo de mostrar la tendencia contemporánea.

Sin duda constituye una gran riqueza el reencontrarse con la ciencia política clásica, y ser testigo del raudal de herramientas teóricas que hay para descubrir la realidad, sobre todo, en medio de un mundo tan manoseado ideológicamente por el imperialismo más poderoso de la era posmoderna.

En las universidades de países subdesarrollados, el modelo del pensamiento moderno, como el actual angloamericano, ha sido implantado y aprobado por la mayoría de los académicos. Tal enseñanza se asienta sobre la base del funcionalismo y lo sistémico, y mediante estos esquemas, se confunde e intoxica a los alumnos, e incluso a los profesores.

Estoy seguro que a partir de que el lector descubra a los grandes expositores del ‘pensamiento antiguo, a través del enfoque occidental, su punto de vista del mundo actual será diferente. En principio, con los ocho libros de Aristóteles de Polítika, así como El tratado del Alma, la Ética Nicomaquea, la República, entre otros más, ustedes tendrán una perspectiva más sistematizada, para de esta manera, comprender los elementos abordados en el presente texto, los cuales se fundamentan con todo el rigor científico, siendo este, lo mínimo que se debe exigir hoy día.

Lo que pretendo con ésta publicación es muy claro, y es intentar que el estudioso de la ciencia política llegue de alguna manera a inquietarse, debido a la trascendencia que implica el ministerio formativo de la ciencia política. El trabajo que tiene usted en sus manos, es fruto de una serie de estudios elaborados desde hace años, de esta manera puedo asegurar que esta investigación pertenece a una etapa de gran lucidez, y es producto de muchas horas de lectura y escritura invertidas.

No obstante, en plena posmodernidad, tal vez por la cuantía que hay de investigaciones en torno al desarrollo de la tecnología, es posible que el ser humano haya perdido el interés por sí mismo. Lo anterior es pensando quizás en la posibilidad de conseguir un mejor nivel de vida, el cual le permita apalear grandes ventanas para el loco afán de su prosperidad económica.

La ciencia política desde los sabios de occidente, ha demostrado que su análisis y compresión, conlleva a la evolución del género humano, lo cual constituye un bienestar tanto en lo creativo como en la actividad cotidiana de la vida. En relación a lo anterior, el animal político puede adquirir un sinfín de facultades, con el sólo hecho de elegir escalas y prototipos de valores en favor de una satisfactoria existencia.

El contenido de esta obra, es una muestra heurística o disciplinar de lo que representa la ciencia política; su propósito es el fortalecimiento de los valores ciudadanos, mismos que están en la base del estudio y el discernimiento que de ella emane. Los contenidos de todas estas lecturas residen en el inseparable quehacer teórico, mismo que ya se encuentra documentado por un buen número de expertos sobre el tema.

En lo más profundo de mis aspiraciones, está que el lector pueda interiorizarse en los contenidos originales e indague con espíritu vehemente sobre los grandes sabios y las espléndidas