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La gobernanza cultural para el análisis de proyectos culturales
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La gobernanza cultural para el análisis de proyectos culturales
Libro electrónico182 páginas2 horas

La gobernanza cultural para el análisis de proyectos culturales

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Información de este libro electrónico

La obra propone tres modelos de análisis de gobernanza cultural, con base en el análisis de tres reconocidos proyectos en los estados de Oaxaca, Guanajuato y Nuevo León, los cuales involucran actores gubernamentales y no gubernamentales.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento7 nov 2022
ISBN9786074179347
La gobernanza cultural para el análisis de proyectos culturales
Autor

Román Armando Pérez López 1

Román Armando Pérez López es especialista en políticas públicas culturales; doctor en Ciencias Políticas y Sociales por la Universidad Autónoma de México (UNAM). Su experiencia profesional incluye la coordinación de evaluaciones y diseño de políticas públicas en temas de vivienda, adolescentes migrantes y lectura. Jefe de Departamento de Bibliotecas Públicas Delegacionales Área Poniente, en la Secretaría de Cultura. Impartió cursos en políticas públicas, administración pública y metodología en investigación en la Universidad de Guanajuato. Es autor del libro Diagnóstico sobre hábitos de lectura en Guanajuato (2020) y el documento de trabajo Legislaciones sobre Organizaciones de la Sociedad Civil y Cultura en México (2017).

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    La gobernanza cultural para el análisis de proyectos culturales - Román Armando Pérez López 1

    Portada

    La gobernanza cultural para el análisis de proyectos culturales

    La gobernanza cultural para el análisis de proyectos culturales

    Román Armando Pérez López

    UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA CIUDAD DE MÉXICO.

    BIBLIOTECA FRANCISCO XAVIER CLAVIGERO

    D.R. © 2022 Universidad Iberoamericana, A.C.

    Prol. Paseo de la Reforma Número 880

    Col. Lomas de Santa Fe

    Ciudad de México

    01219

    publica@ibero.mx

    Primera edición: noviembre 2022.

    ISBN edición digital (ePub): 978-607-417-934-7

    Prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio sin la autorización escrita del titular de los derechos patrimoniales.

    Hecho en México.

    Digitalización: Proyecto451

    Versión: 1.0

    Índice de contenidos

    Portadilla

    Legales

    Agradecimientos

    Introducción

    I. De gobernanza a gobernanza cultural

    II. Gobernanza cultural en formación: Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca

    III. Gobernanza cultural en transición: Guanajuato International Film Festival

    IV. Gobernanza cultural consolidada: Festival Internacional Santa Lucía

    Conclusiones

    Fuentes de referencia

    Agradecimientos

    En primera instancia deseo agradecer a todos aquellos que a través de su tiempo, palabras y ejemplo me han enseñado que los sueños se pueden alcanzar; que la innovación, el trabajo diario y la perseverancia rinden frutos; que el trabajar y ayudar a los demás tiene recompensas personales que superan lo material. Eso es lo más importante que aprendí en esta investigación. El texto que ahora tienen en sus manos es resultado de la suma de todas esas personas y diversas situaciones. Honestamente, muchas gracias, sin ustedes nunca lo habría logrado.

    Gracias a la Universidad Nacional Autónoma de México y la Universidad Iberoamericana; la primera por ser mi alma mater en la cual realicé está investigación como tesis de Doctorado y la segunda por permitirme su publicación como libro. Al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología por el financiamiento que me otorgó a través de una beca.

    Gracias por sus palabras a través de las entrevistas a Liliana Melo de Sada, Sarah Hoch, Paulette Moreno, Beatriz de la Torre, Magolo Cárdenas, Francisco Toledo, Ernesto Herrera, Jorge Volpi, Javier López Arriaga, Víctor Zúñiga y Fernando Barrientos.

    Todos ellos de alguna manera son responsables de la conclusión de este trabajo, de no permitirme el confort y convencerme de buscar nuevos caminos.

    A todos, de nuevo, gracias.

    Román Armando

    Introducción

    En el presente texto se proponen tres modelos de gobernanza para explicar el funcionamiento de proyectos culturales en los que se encuentran involucrados actores gubernamentales y no gubernamentales. El instrumento que se utilizó para el análisis de proyectos culturales se construyó a partir de distintas variables propuestas en el libro Gestión efectiva de emprendimientos sociales, editado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) (Austin et al. 2006). Este organismo internacional realizó una investigación sobre iniciativas del sector civil y privado, de manera independiente o coordinada, pero pasando por alto el papel de los gobiernos y sin ser específico del tema cultural. Con sus respectivas limitaciones de recursos e información, este trabajo ayuda a trazar una de las partes faltantes en el libro del BID: la coordinación entre actores gubernamentales y no gubernamentales para crear lo que ellos definen como valor social.

    El trabajo partió de la inquietud por saber cómo incrementar la oferta de bienes, servicios y públicos para la cultura y las artes, lo cual derivó en el análisis del funcionamiento de algunas iniciativas culturales en las que intervienen diversos actores sociales; esto bajo la idea de que las iniciativas logran mejor su labor ahí donde existen proyectos de cooperación o coordinación social.

    Si bien históricamente estas relaciones de cooperación no podrían considerarse como nuevas, sí se han incrementado cuantitativa y cualitativamente en las últimas tres décadas, en varias partes del mundo, para ofrecer bienes y servicios que en primera instancia no han sido atendidos por los gobiernos, ni por el mercado. Son iniciativas que en lo individual se limitan a un tema o espacio específico, pero que en conjunto pueden ser ubicadas en distintos territorios atendiendo a una gran diversidad de temas.

    Esta cooperación, que se está convirtiendo en una regularidad en el contexto mexicano, e incluso como algo aconsejable para tomar en cuenta la opinión de la sociedad en la formulación de políticas, es el resultado de la transición de una administración gubernamental en la que persistían decisiones verticales y centralizadas (en el antiguo Distrito Federal y en el presidente de la República en turno) a un modelo cada vez más descentralizado y horizontal, en el cual participan actores de distinta índole.

    Este trabajo se desarrolló con la intención de contestar la pregunta ¿Qué factores clave intervienen en una relación entre actores gubernamentales y no gubernamentales para la realización de proyectos culturales exitosos y consolidados? La respuesta y el análisis en casos prácticos se espera que puedan orientar el diseño y rediseño de proyectos y programas culturales.

    Se ha partido de la idea de que la cooperación entre actores gubernamentales y no gubernamentales facilita la creación, desarrollo y consolidación de proyectos culturales exitosos en aquellos casos en que los órganos de gobierno delegan responsabilidades y recogen la opinión de otros; los marcos normativos son claros y promueven la participación de distintas dependencias y actores no gubernamentales con objetivos culturales similares; los actores participantes establecen una organización legalmente formal; y los proyectos culturales cuentan con recursos financieros, humanos, materiales y simbólicos para el logro de sus objetivos.

    Para desarrollar el tema planteado se hizo una revisión bibliográfica y hemerográfica sobre gobernanza, cultura, gobernanza cultural, proyectos culturales y legislación; se realizaron alrededor de una decena de entrevistas; se acudió a los festivales, se observaron videos, se platicó con los públicos y se aplicaron las variables propuestas para realizar el análisis.

    Figura 1. Relaciones de cooperación, actores e incremento de bienes y servicios culturales

    imagen

    La cooperación de los actores favorece la existencia de proyectos culturales exitosos y consolidados, los cuales tienen como resultado un incremento de bienes, servicios y públicos para el sector cultural. Elaboración propia.

    La presentación del trabajo se puede dividir en una primera parte teórica, conceptual y metodológica para identificar cómo se podría explicar el funcionamiento de proyectos culturales de cooperación; la segunda parte, para aplicar los conceptos a casos empíricos.

    En la primera parte se retomará literatura que aborda los términos gobernanza y cultura, a partir de lo cual se propone el concepto de gobernanza cultural para explicar las relaciones de cooperación que hay entre actores gubernamentales y no gubernamentales, a fin de llevar a cabo proyectos culturales en un tiempo y espacios definidos, y gobernanza cultural consolidada cuando estos actores comparten la toma de decisiones, la responsabilidad de los resultados y establecen objetivos de desarrollo social y material para las comunidades en las que se ubican.

    En la segunda parte se expone el análisis de tres casos de proyectos culturales, cuyo orden de presentación responde a los niveles de cooperación de menos a más que hay entre los actores para el desarrollo de proyectos culturales: Oaxaca, Guanajuato y Nuevo León. Se optó por elegir proyectos lo más desiguales posibles por su orientación y contexto: Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO), el Festival Internacional de Cine de Guanajuato (GIFF) y el Festival Internacional Santa Lucía (FISL). Proyectos del norte, sur y centro del país; estados rico, pobre e intermedio; estados asociados al mundo mesoamericano, al hispano y al industrial; festival de cine, instituto de artes gráficas y festival con diversas expresiones. Las coincidencias entre ellos resultan de considerarlos como proyecto cultural, mostrar una coordinación de actores gubernamentales y no gubernamentales en su desarrollo, y ser consolidados y exitosos. Son exitosos en tanto que son ampliamente reconocidos por la población en la que se desarrollan, cuentan con una trayectoria de más de diez años y sus resultados sirven como base para considerar que permanecerán por varios años más.

    Si bien el análisis de los proyectos culturales corresponde a 2015, se considera que la metodología es atemporal y aplicable a otros casos de cooperación entre entidades gubernamentales y no gubernamentales.

    I. De gobernanza a gobernanza cultural

    A nivel internacional, las crisis económicas de los gobiernos, la descentralización de funciones, la privatización de empresas estatales, el aumento de demandas desde la sociedad, el reconocimiento de limitaciones del Estado y el interés de empresarios y sociedad civil por relaciones cooperativas con el gobierno fueron el preámbulo, en los años setenta y ochenta, para la conformación de relaciones más horizontales entre entidades gubernamentales, grupos empresariales y organizaciones sociales, con el objetivo de atender problemas y demandas de distinta índole. La descripción y el análisis de estas relaciones han utilizado el concepto de gobernanza.

    Si se le compara con otros términos como los de democracia, poder y libertad, el concepto de gobernanza es hasta cierto punto nuevo, ya que sus primeras referencias bibliográficas se encuentran a finales del siglo XX, en textos como El África subsahariana: de la crisis al desarrollo sustentable, de 1989.

    El término gobernanza implica la coordinación del gobierno con actores no gubernamentales para alcanzar objetivos. Aguilar (2010) menciona que cuando se comenzó a utilizar el concepto se hizo descriptivamente para caracterizar a los gobiernos que en los años ochenta y noventa, con el objetivo de prevenir o solucionar las crisis fiscales, empezaron a colaborar y consultar a actores privados y sociales para el diseño y ejecución de políticas. Sin embargo, con el transcurso del tiempo y tomando en cuenta el papel de organismos internacionales para fomentar la buena gobernanza, varios autores le dieron al concepto una carga prescriptiva sobre las acciones que debían ser emuladas por los gobiernos de los demás países, en particular los de mercados emergentes y democracias recientes (Aguilar. 2010: 36).

    El término, sobre todo en países en vías de desarrollo, ha recibido el impulso de instituciones internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), el Banco Mundial (BM) y la Organización de las Naciones Unidas (ONU), las cuales han aconsejado o presionado a las élites políticas nacionales para realizar modificaciones en sus estructuras de gobierno (Peters y Jün. 2005). Sin embargo, la difusión y establecimiento de la gobernanza no sólo ha sido una consecuencia de la presión desde el exterior; al interior de los países los gobiernos regionales, las agrupaciones civiles y económicas han mostrado interés por dar relevancia a espacios geográficos, objetos o temáticas específicas que no se habían atendido o se habían mal atendido. Lo anterior ha significado la modificación de los roles del gobierno, sociedad civil e iniciativa privada; es decir, se está transitando de un modelo de subordinación a un modelo de negociación.

    Esta participación de nuevos actores podría ser entendida como la recuperación o el ejercicio de una parte del poder que los ciudadanos habían confiado al gobierno para su ejercicio, y no como la intromisión en asuntos que no les son ajenos. Es un cambio que tiene la intención de mejorar los resultados cuantitativos y cualitativos de los bienes a través de la coordinación de actores gubernamentales y no gubernamentales. A diferencia del pasado, cuando la iniciativa privada y la sociedad civil se mantenían alejadas del Estado, actualmente existen organizaciones y empresas con amplios rangos de libertad y recursos de distinta índole, que les permiten llevar a cabo sus propias iniciativas sociales, culturales, educativas, deportivas, entre otras, así como, en algunos casos, establecer un diálogo con el gobierno en relaciones más horizontales; no de subordinación.

    El concepto de gobernanza cultural

    El concepto de gobernanza cultural retoma la propuesta de cooperación entre actores gubernamentales y no gubernamentales para ofrecer bienes y servicios, pero se le utiliza en el área de la cultura. En este sentido, Raymond Weber definió la gobernanza cultural como:

    [el] conjunto de vías y medios, por los cuales los ciudadanos y las instituciones culturales públicas y privadas, determinan y regulan sus diferentes intereses y comienzan acciones cooperativas, en un proceso continuo (Weber. 2010:94).

    A esta definición se agrega el hecho de que se hablará de gobernanza cultural consolidada en aquellos casos en los que las decisiones relevantes sean tomadas entre actores gubernamentales y no gubernamentales, y coexistan objetivos de desarrollo cultural, social y económico. La gobernanza cultural permite el análisis de relaciones entre actores gubernamentales y no gubernamentales, la manera en que se llevan a cabo la toma de decisiones e implementación de acciones cooperativas; las regulaciones formales y beneficios económicos, sociales y estéticos; y las razones, estrategias y limitaciones de esas relaciones.

    Siguiendo los pasos de la gobernanza, el gobierno mantiene un papel relevante como depositario de los

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