La conceptualización de un fenómeno político es el primer paso para su estudio. Esto afecta la habilidad de recopilar datos precisos, realizar análisis útiles y, si es necesario, implementar soluciones para el problema (Sartori, 1970: 1033).1 En su investigación ¿Qué es la violencia política? El concepto desde la perspectiva de la teoría y la práctica, la profesora Lena Krook refiere que la “violencia política contra las mujeres en razón de género” (VPG)—como concepto—parece haber surgido en el año 2000, cuando un grupo de concejalas de Bolivia (Acobol) convocó a un seminario sobre este tema en la Cámara de Diputados para discutir reportes respecto del acoso y la violencia que sufrían las mujeres en las municipalidades rurales. En los 12 años siguientes la Acobol y diversas activistas trabajaron juntas de manera inductiva para nombrar este fenómeno e identificar sus manifestaciones. Estos esfuerzos culminaron en 2012 con la aprobación de la Ley 243 contra el Acoso y la Violencia Política hacia las Mujeres que protege a candidatas y a todas aquellas mujeres en ejercicio de sus funciones políticas (Krook y Restrepo Sanín, 2016, p 130).2
Si bien esta ley abarcó los conceptos de “acoso político” y “violencia política”, las discusiones que tuvieron y siguen teniendo lugar, no sólo en América Latina sino en diversas partes del mundo (África, por ejemplo), han ido identificando y sumando nuevos términos a la definición como el discurso de odio, la violencia psicológica o el acoso mediático, lo que