Desde El Quinto Piso
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Dice la autora: Escrib y escrib durante aos sin imaginar jams un solo lector. Lo hice para m. Es por ello que publicar hoy Desde El Quinto Piso me parece un acto de valenta; un salto al vaco. Deseo que mis hijos y nietos lleguen a leerme, y en ese acto una o mil veces repetido, siempre me encuentren, reconozcan y lo ms importante: me perciban.
Guadalupe Obn
Laura Torres A. Rivera
Naci en la CDMX, es Pedagoga de la Universidad Panamericana, licenciada por la UNAM con mencin honorfica. Desde 1986 radica en Tijuana dedicndose al negocio inmobiliario que disfruta y considera ineludible porque expresa su gen ancestral. Sin embargo, su verdadera vocacin y pasin, es la escritura. En el 2012 public La Gaceta De Mi Padre un libro que contiene el mensaje extraordinario que dej su progenitor mientras enfrentaba su ELA, una aterradora enfermedad terminal. Su educacin profesional la ha llevado a ser maestra y gua de otras personas que se inician en la escritura con un proyecto personal. Sabe que escribiendo se ES y se consigue IR a cualquier dimensin interna o externa, real o ficticia, mientras se escriba para uno mismo y con honestidad, hasta encontrar el propio estilo y la autntica voz.
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Desde El Quinto Piso - Laura Torres A. Rivera
Copyright © 2018 por Laura Rivera Torres A.
Número de Control de la Biblioteca del Congreso de EE. UU.: 2018905517
ISBN: Tapa Dura 978-1-5065-0801-6
Tapa Blanda 978-1-5065-2519-8
Libro Electrónico 978-1-5065-2520-4
Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright.
Esta es una obra de ficción. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia. Todos los personajes, nombres, hechos, organizaciones y diálogos en esta novela son o bien producto de la imaginación del autor o han sido utilizados en esta obra de manera ficticia.
Fecha de revisión: 15/06/2018
Palibrio
1663 Liberty Drive
Suite 200
Bloomington, IN 47403
712342
ÍNDICE
1 Un consejo plagiado
2 Desde el Quinto Piso
3 Es crib ir
4 El Borracho y el Eco
5 Nuestros Días
6 Los tesoros de mi bolso
7 Candelario Corazón
8 Para qué me dejan sola si ya saben como soy
9 Petit mal
10 Lelia de mi corazón
11 Del Sol y la Luna
12 Solo Postre
13 El Niño
del 92
14 En la calle Segunda
15 La bugambilia de Fuentes y Cascada
16 Desprendimiento
17 La casa tirada, los trastes muy sucios, los niños enfermos, mamita llorando y papito enojado. ¡Jesús, qué de cuidados!
18 Y tú que te vas
19 Estrenos de orfandad
20 Las niñas de Yajalón
21 ¡Ni uno menos!
22 Escuela para padres valió madres
23 Para ver claro, basta con cambiar la dirección de la mirada.
24 Árbol que nace torcido….
25 Insomnio
26 La Familia
27 De aire, no más
28 Sí, pero no
29 La monja enana
30 La Pareja
31 Los tiempos de Dios
32 Mari
33 Paralelo 33
34 Por si acaso
35 Roma
36 Mi retrato iluminado
37 Penélope
38 Huellas en cápsulas
39 El despertar
40 Los Versos del Capitán
I said to my soul, be still, and wait without hope
For hope would be hope for the wrong thing; wait without love
For love would be the love of the wrong thing; there is yet faith
But the faith and the love and the hope are all in the waiting.
Wait without thought, for you are not ready for thought:
So the darkness shall be the light, and the stillness the dancing.
Eliot’s dark night: East Coker, III
Quédate inmóvil, dije a mi alma, y espera sin esperanza.
Porque la esperanza sería esperanza en lo que no debe esperarse; Espera sin amor.
Porque el amor sería amor a lo que no se debe amar; Sin embargo, queda la fe.
Pero la fe, el amor y la esperanza radican en la espera.
Espera sin el pensamiento, Aún no estás dispuesta para él:
Así, las tinieblas serán la luz, y la inmovilidad la danza.
Thomas Stearns Eliot’s dark night: East Coker, III
Dedicatoria.jpgUn consejo plagiado
"En la vida, te darás cuenta
que hay un rol
para cada persona que conoces.
Algunos se convertirán en una prueba,
otros te usarán,
unos te van a querer
y otros te enseñarán.
Pero presta atención especial
a quienes te ayudan a sacar
lo mejor de ti
y a quienes te aman más allá de tus defectos.
Esa es la gente no común
que la vida pone a tu alrededor
para bendecirte y recordarte
que tu vida importa."
www.splendidmind.org.
Desde el Quinto Piso
Llegué al quinto piso agotada, deprimida al extremo. Podría decir milagrosamente.
El desgaste inició desde el tercero con la muerte de mi abuela materna, Lelia, justo cuando pensé que mi vida empezaba a acomodarse y que pintaba para ser perfecta. A ese golpe natural, pero inesperado y doloroso, le siguió uno criminal: mi casa. Sí, ese espacio formado por paredes y techo, cuyo precio, diseño y demás características no tienen importancia, salvo que era mía, era propia. Casi recién construida y estrenada comenzó a hundirse y, literalmente, resquebrajarse junto con la calle, frente a mis ojos. Los constructores (ambos recibidos y con cédula profesional) la habían edificado sobre un terreno plano que mi ex marido y yo elegimos inocentemente en un fraccionamiento de lujo
; sin saber que era un relleno artificial de tierra semi compactada sobre veinte metros lineales de basura debajo de la cuál corría el agua del cauce de un río natural.
El naufragio fue lento, pero el desgaste de mantenerla a flote terminó con mi matrimonio que, aunque fallido desde el inicio, había sobrevivido trece años. El hombre se fue para siempre, y el tiempo pasó rápido y sesgado como las paredes y el piso. A tal punto que las puertas de las recámaras de arriba se abrían solas y las de abajo no cerraban; mis dos hijos y yo vivíamos medio mareados por la pendiente.
Una noche invernal en la que cayó una lluvia impetuosa, estábamos los tres cenando en la cocina cuando la casa crujió expulsando un grito estertóreo. Corrimos por instinto hacia la calle. Nuestro hogar y nuestro mundo colapsaron bajo nuestros pies mientras dos casas vecinas chocaban entre sí y sus vidrios se rompían como cascarones de huevo. ¡No podía yo creerlo! Pronto llegaron al sitio los bomberos, la policía y algunos funcionarios de Protección Civil
, quienes rodearon nuestra casa con cintas amarillas advirtiendo el peligro. Me dieron órdenes de no entrar hasta nuevo aviso.
Al día siguiente, a las ocho en punto de la mañana, regresaron los mismos tipos protectores tardíos de los ciudadanos
para pegar un enorme sello amarillo sobre la puerta del acceso principal con la leyenda VIVIENDA DE ALTO RIESGO
. Sin manifestar ni un solo gesto o palabra de empatía, me entregaron en mano un oficio que tuve que firmar de enterada
. El documento sellado y firmado me notificaba que debía desocupar permanentemente el inmueble y cargar de por vida con la responsabilidad de los daños a terceros; y como sobre aviso no hay engaño, comprendí que habitarla era demasiado peligroso, que además de poner en riesgo mi vida y la de mis hijos, podría terminar en la cárcel.
No recuerdo lo que hicimos mis hijos y yo después, porque estuve en shock varios días, pero me parece haber entrado al cuarto piso de mi vida, con los pies descalzos y la piel desnuda, chillando bajo el chorro de la regadera de un hotel barato, en el que pasamos un par de semanas.
¡Estaba quebrada del alma y la cartera!
Durante mi cuarta década me esforcé tanto, pero tanto, tanto, que fue por mucho la más pesada de mi vida. Decidí que aunque viviera en un país injusto y machista, donde mis posibilidades de ganar una denuncia legal fueran bajas, demandaría a todos los cabrones involucrados en mi tragedia. ¡Me instalé en mi armadura y luché!, pero mi espada era ligera y corta, casi un puñal.
Trabajé de lunes a domingo para pagar abogados y pruebas periciales sin fin. Lo más importante de todo, la renta de una vivienda a la que nos mudamos, y los estudios de mis hijos que cursaban ya la preparatoria. Tan pronto como terminaron, los tres decidimos que estudiarían sus carreras universitarias en otra ciudad, porque ésta, la nuestra, aunque no tenía sellos amarillos de ALTO RIESGO en cada puerta y en todos sus accesos,