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Los Pecados De Deymon Black: Fuego
Los Pecados De Deymon Black: Fuego
Los Pecados De Deymon Black: Fuego
Libro electrónico155 páginas2 horas

Los Pecados De Deymon Black: Fuego

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Información de este libro electrónico

...Deymon acaricia mi piel, lenta y apasionadamente. Su cuerpo desea el mo, aunque su ser slo quiere mi alma... Estoy perdida ante sus encantos. Puedo decir que he cado en los pecados de Deymon Black...

La joven Elizabeth Herrera trabaja en la morgue de Santiago. Se encuentra en un proyecto pericial, en donde su astucia deber llevarla a Roma. Pero en su largo camino por llegar a la meta, se enfrentar al fiscal Deymon Black. Quien no slo lograr que se cuestione a s misma, su futuro laboral y profesional, sino que tambin, sus deseos ms ntimos y libidinosos. Su trayecto sexual es peligroso, ya que Deymon no slo desea su cuerpo, este demonio tambin desea su alma pura.

Siguenos en Twitter: @LPDeymonBlack | Fb: /LospecadosdeDeymonBlack-Triloga
IdiomaEspañol
EditorialPalibrio
Fecha de lanzamiento3 oct 2014
ISBN9781463392406
Los Pecados De Deymon Black: Fuego
Autor

Gonzalo Tabilo Hormazábal

Gonzalo Mauricio Tabilo Hormazábal, neófito en la literatura, nació en Santiago de Chile el año 1992. Actualmente se encuentra estudiando la carrera de Derecho para obtener su título de abogado. A su corta edad de veintidós años, el autor ha materializado el sueño de convertir su obra “Los pecados de Deymon Black: Fuego” en un hecho real para sí. Luego de la publicación de su primer libro, el autor se encuentra trabajando en la continuación de la trilogía. Los libros sucesores serán llamados “Los pecados de Deymon Black: Frío” y “Los pecados de Deymon Black: Sacrilegio”.

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    Vista previa del libro

    Los Pecados De Deymon Black - Gonzalo Tabilo Hormazábal

    Copyright © 2014 por Gonzalo Tabilo Hormazábal

    Número de Control de la Biblioteca del Congreso de EE. UU.:      2014916569

    ISBN:         Tapa Dura                    978-1-4633-9239-0

                 Tapa Blanda                  978-1-4633-9241-3

                 Libro Electrónico           978-1-4633-9240-6

    Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright.

    Esta es una obra de ficción. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia. Todos los personajes, nombres, hechos, organizaciones y diálogos en esta novela son o bien producto de la imaginación del autor o han sido utilizados en esta obra de manera ficticia.

    Fecha de revisión: 30/09/2014

    Palibrio LLC

    1663 Liberty Drive

    Suite 200

    Bloomington, IN 47403

    Gratis desde EE. UU. al 877.407.5847

    Gratis desde México al 01.800.288.2243

    Gratis desde España al 900.866.949

    Desde otro país al +1.812.671.9757

    Fax: 01.812.355.1576

    677450

    Contents

    Agradecimientos

    Prefacio

    I

    II

    III

    IV

    V

    VI

    VII

    VIII

    IX

    X

    XI

    XII

    XIII

    A mi actual amor.

    Que siga fluyendo con llama y pasión.

    Te amo.

    AGRADECIMIENTOS

    Agradezco primeramente a Rodrigo, quien con su apoyo y ayuda he logrado cumplir este sueño hecho realidad. Gracias por tu incondicional entusiasmo y compañía.

    Agradezco a mis amigos, quienes me inspiraron en varias partes de este maravilloso libro. Gracias amiga Andrea por tu amistad incondicional y entrega absoluta. Te amo mi alma gemela.

    Gracias Gysselle, por tu jocosa personalidad y tu manera tan divertida de llevar nuestra amistad. Te adoro con el corazón.

    Gracias a mi familia. Quienes con sus aventuras y experiencias, me han ayudado con ideas para el desarrollo de esta historia de amor.

    PREFACIO

    …El deseo es el intenso sentimiento que nace del alma. Sin alma sólo seríamos cuerpos sin vida que se activan con fuego, que provoca al cuerpo que estalle en el éxtasis del ardor…

    Elizabeth Herrera.

    Aquí me encuentro en este mar de confusiones. A punto de perder lo que queda de mi humanidad por un deseo latente y seductor que me incita a liberar mis instintos más libidinosos y descontrolados. Dentro de esta habitación rocosa de un rojo sangriento, de piso de tierra agrietada, con este humo negro y apestoso envolviéndome mientras pudre todo mi ser, miro como Baltazar me observa a lo lejos apreciando la nueva creación de la cual es parte. Pienso en cómo fui a dar aquí.

    Mi padre furioso intentó asesinarme por haber querido apoderarme de la compañía de la cual ambos éramos socios. Pero la tentación del poder y el dinero me llevaron a traicionar su confianza. Después de todo jamás tuvimos buena relación. Lo cual provoco que, por su exhaustiva persecución, un camión me atropellara quitándome la vida y culminando su venganza contra su primogénito jamás amado.

    Debo admitir que tenía otra idea del más allá. Nunca pensé que sería parte de un juego entre Dios y el diablo. Aunque Gabriel intentó regresarme en cuerpo y alma, no lo logró, ya que técnicamente, y por mi pasado lleno de pecados y ambiciones, debía pagar mis culpas en el infierno, como todos lo creen conocer.

    Pero me han dado la oportunidad de redimirme. Baltazar me ha convertido en un demonio poderoso, y Gabriel permitió que conservara mi alma. La idea es que siendo un demonio mitad humano logre encontrar el perdón y la salvación. Es una idea un poco ideológica y patética la verdad, jamás he sido un hombre de trapos muy limpios. He vivido de la codicia, la ambición y la lujuria, tanto por las mujeres como por el deseo de poseer lo que sea.

    Con mi transformación ya completa, puedo apreciar el ser magno y temeroso que soy, reflejando en el espejo mis grandes ojos cubiertos completamente por un negro escabroso y perturbador. Puedo darme cuenta de que la sensación de poder y el deseo de apoderarme de almas humanas me llena completamente. No me importa salvar mi alma, sólo quiero matar. Este nuevo yo me ha liberado completamente. Me siento preparado y listo para comenzar mi vida de todo poderoso y sobrehumano. Ahora soy Deymon Black.

    I

    Es un día muy soleado en Santiago. El calor es sofocante e intenso. Mala fue mi elección al ponerme esta blusa blanca con flores, tan anticuada y poco glamurosa. Estos pantalones de tela negros, que me hacen ver tan voluptuosa y con anchas caderas, me asfixian lo suficiente como para eliminarlos de mi armario para siempre. Los zapatos de taco alto negro me destrozan los pies y no aguanto la incomodidad que el calor deja sentir.

    Ya han llegado las fotografías de las últimas pericias del caso N° 399 a mi nombre, Elizabeth Herrera. Analizando el cuerpo puedo percatarme de que las quemaduras no se provocaron por aplicación de gas inflamable y ningún químico precedente. Es como si el cuerpo se hubiese quemado de la nada.

    Bruno Larck, un exitoso abogado de cincuenta y cinco años fue encontrado calcinado en la cama de su habitación. Lo más extraño de todo es que sólo el cuerpo se encuentra quemado, la cama sólo tiene la marca del cadáver calcinado. En la descripción del hombre previa calcinación podemos encontrar que tenía cabello canoso, ojos azules y una piel trigueña. Pesaba unos setenta y siete kilos y medía 1.80 metros. Era un hombre deportivo y de muy buena salud.

    -¡Ell ¿vendrás o no?, no tengo todo el puto día!

    -¡Cinco minutos y termino!

    Ya debo terminar, a Erik no le agrada la morgue. Inclusive no le gusta llegar a este lugar. El hecho de que este ubicado en Av. La Paz 1012, en la comuna de Independencia, le molesta demasiado.

    Tomo mi bolso color negro y salgo corriendo de la oficina de paredes color crema y piso de madera anticuado y mal cuidado. Por el pasillo aprovecho de verme en la ventana que muestra la sala de autopsias y el horrendo reflejo de mi piel pálida y mi cabello rubio oscuro enmarañado en una cola de caballo. Lo único que jamás pasa desapercibido sin verse acabado y mal cuidado son mis ojos. Un color pardo que brilla hasta en la más intensa y relumbrante oscuridad.

    Llego a la recepción de paredes azules y cerámica color gris, la cual se encuentra adornada con un gran mesón de madera envejecida y unos sofás del mismo color que el piso. Veo a Erik Herrera, mi hermano, parado junto al mesón conversando con Gustavo, tan bello como siempre. Su cabello rubio, sus ojos verdes como los de mi padre y su piel blanca, al igual que mi madre. Se ve tan guapo con su chaqueta de cuero café y sus jeans azules. Un perfecto hombre tan varonil y seductor, que a sus veintisiete años se ha sabido cuidar perfectamente.

    -Ell sabes que no me gusta tu trabajo y tú me haces esperar.

    Me abraza cálidamente, sintiendo su aroma exquisito del perfume Ungaro III que le regalé en su pasado cumpleaños.

    -Perdóname hermano, pero sabes que esta investigación significa mucho para mí, es el futuro de mi carrera en pericias criminales y debo aprovecharlo.

    Gustavo Díaz, mi colega, nos observa atentamente en el mesón color marrón de madera envejecida, con un gesto serio y un poco molesto. ¡Como tan imbécil! Olvidé por completo que me había invitado a ver el último estreno de terror del cine. De todas maneras jamás le confirmé nada, sólo dije que lo pensaría.

    -Gustavo, tendremos que dejar para otro día lo de la película, hoy tengo algo muy importante con mi hermano, algo en lo cual me comprometí hace mucho tiempo.

    Lo observo cálida y amablemente, tratando de expresar mi desinterés pero a la vez la atenta preocupación de no provocar un rechazo permanente en él.

    Erik me observa confundido, su rostro es tan notorio que lo pisoteo en el pie izquierdo para que siga con mi excusa.

    -¡Oh! Sí, mi compromiso, si, si, si… bueno Gustavo, necesito de mi hermana, espero no te moleste.

    -Para nada, vayan tranquilos. Al fin que jamás me confirmaste nada. Vayan tranquilos.

    Su sonrisa no era sincera, sé que se molestó, pero no quiero salir con Gustavo sabiendo que siente cosas por mí que yo no comparto.

    Gustavo es un argentino guapísimo de treinta y dos años. Tiene el cabello rubio oscuro y corto, con unas canas sensuales en los lados que lo convierten en un hombre muy seductor. Tiene los ojos color pardo y su acento es delicado pero vigoroso. La verdad es que me llama mucho la atención. Por algún tiempo estuvimos saliendo, pero jamás logré conectar con él, no sentía lo mismo y preferí cortar con la especie de mutación llamada relación abierta, antes de que él terminara herido por mi falta de cariño y sinceridad.

    Ya de camino a un Starbucks en el centro de Santiago, comenzamos una conversación muy exhausta y difícil con Erik. No comprendo cuál es el problema, ¿por qué no quiere vivir conmigo?

    -Erik, sé que me escondes algo, tú no eres así. Cuando llegamos a Santiago te morías de ganas por vivir conmigo y ahora me dilatas bastante y no me das respuestas concretas. Sé muy bien que algo sucede y no me lo quieres decir.

    Lo miro fija y desafiantemente, tratando de lograr persuadirlo y que por fin logre decir algo.

    Mi hermano y yo somos oriundos de Valdivia, una ciudad al Sur de Chile. Cuando mamá falleció hace ya tres años decidimos empezar de nuevo en Santiago.

    -Ell, tienes toda la razón, me moría de ganas por vivir juntos como antes lo planeamos, pero como tú dices hay algo que no te he confesado hermana.

    Erik se detiene y me sostiene las manos delicadas y pálidas que tengo con sus fuertes manos mirándome con esos brillosos ojos verdes. Su sonrisa llega hasta el cielo dejando ver sus perfectos dientes. ¡Oh Dios!, ¡Oh Dios!

    -Ell, vas a ser tía, Amelia y yo seremos padres.

    No puedo creerlo, no aguanto la emoción.

    -¡No puedo creerlo!, ¿Por qué rayos no me lo dijiste antes Erik?

    Lo abrazo fuertemente felicitándolo por su nuevo proyecto familiar, llenando mi rostro de una alegría inmensurable y contagiosa. Es obvio que vivirán juntos los tres.

    Sí Elizabeth, ellos serán tres y tú solo eres tú, tú y nadie más. Odio que mi propia

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