Korio
Por Felix Lopez
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La explosin demogrfica no tard en aparecer por toda la barriada, la degradacin social les embisti como una fiera y que amenaz con destruir, casi, a toda su familia. Entonces fueron sorprendidos por una guerra civil. Este nuevo suceso, sumado a la huda hacia la tierra natal de su madre, le marc un grado tan bajo de optimismo que le hizo dudar de su inquebrantable fe en el futuro.
Korio enferm, pero fue asistido por un mdico dotado de gran sensibilidad humana. Tal admiracin, le servira de fuente de inspiracin en el largo trecho de sus quimeras. Despus, de haber cambiado su localizacin, una vez ms, se reubicaron en una Urbanizacin apacible, donde todos los contrastes a su derredor, no fueron color de rosa. He aqu la historia final de sus anhelos, la inmaculada realidad de que si se puede alcanzar luchando los propsitos de la vida Porque vivir es sentirse forzado a ejercer la libertad a decidir lo que vamos a ser o no ser, en este hermoso mundo.
Felix Lopez
Felix Lopez is a modern spiritual teacher who travels, spreading his unique zesty and simple message around the world.
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Korio - Felix Lopez
Copyright © 2014 por Félix López.
Número de Control de la Biblioteca del Congreso de EE. UU.: 2014910238
ISBN: Tapa Dura 978-1-4633-8596-5
Tapa Blanda 978-1-4633-8595-8
Libro Electrónico 978-1-4633-8594-1
Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright.
Esta es una obra de ficción. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia. Todos los personajes, nombres, hechos, organizaciones y diálogos en esta novela son o bien producto de la imaginación del autor o han sido utilizados en esta obra de manera ficticia.
Fecha de revisión: 13/08/2014
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633234
ÍNDICE
Dedicatoria
Prólogo
Preámbulo
Primera Parte
Miscelaneas
DEDICATORIA
A mis padres Juliana Matos de López y Félix López de la Rosa (fallecido).
A mis hijos Hamlet López y Shantal López.
A mis hermanos (Yori-Tony-Rafael-Luis López).
A mi compañera- compositora Germania Espinal, por su apoyo en este sueño, sin ella, no hubiera sido posible.
Y a todos los que luchan y sueñan para lograr sus objetivos.
Os amo, a todos.
Gracias especiales a mis sobrinas, Julisbel y Josely, quienes acudieron a mis llamados, también aprendí de ellas.
(Félix López Matos).
05-14-14 NYC.
PRÓLOGO
KORIO.
ES UNA NOVELA REVELADORA NACIDA EN UN CLAMOR QUE ANDUVO AHOGADO EN EL TIEMPO. SINO, PODRIA SER LA VOZ DESCAMIZADA EN UN MUNDO DE TURBULENCIAS Y DE SOBRADAS DESIGUALDADES SOCIALES. EL ENFOQUE DE UNA CANDIDA NIÑEZ, CUYA CORTA EDAD Y TRAS UN ENCUENTRO CASUAL, LITERARIO Y PRECOZ, VINOLE LA LUZ A LA CONCIENCIA PARA CAMBIAR EL CONTEXTO DE SU VIDA Y ABRIR UN SINDERESIS¹ LLENO DE OPTIMISMO HACIA LA AUTO-REALIZACION INDIVIDUAL CORRESPONDIENTE A CADA SER, SIN DEJAR DESAPERCIBIDO LAS CAUSAS FUNDAMENTALES QUE AFECTAN EL ESTANCAMIENTO Y DESARROLLO DE LA RAZA HUMANA.
El Autor: Félix López
Fechado: 06-14-13.
PREÁMBULO
korio
Una hoja de papel periódico, deteriorado y mísero venía volando insistentemente, subiendo y descendiendo hacia un destino imprevisto. Nadie, pudo saber de dónde, ni de cuales manos ignotas pudo haberse escapado. Destacábase un logo despampanante con la frase: Diario El Kalibe
. Además de afirmar la rareza de encontrar objetos y desperdicios desechados sobre las impecables calles y avenidas debido al orden forzado e inquebrantable que enorgullecía y hacía de esta ciudadela, un lugar diferente, ameno y descontaminado.
Sus campos de inusual hermosura se beneficiaban con aquél clima agradable, silencioso y pintoresco, especialmente en las horas matutinas. Cuando los flamboyanes se revestían con precisión; para mostrar sus bondades tejidas en las ramas cubiertas de flores de flamantes flamenquerías*. La noche constituía un contraste con el día. Remarcaba un mundo opaco, pobre y de poca iluminación que a veces era quebrada por la música candente que llevaba la brisa fresca hasta los humildes hogares. Eran las festividades que se hacían en honor al Gran Caudillo
, amo de todas las tierras y padre de su província natal.
De manera que la vida cotidiana discurría allí, en el susurro de las voces temerosas que no se atrevían a objetar en público las penurias por las que estaban atribulados. La monotonía y la falta de ocupación producirían alguna vez una clase de resistencia hacia mejores causas. La recreación de los niños era una materia olvidada. Y pensar, que se había implementado un quimérico plan social y que no satisfizo, en nada a la mayoría de la gente. La bonanza y las oportunidades se encontraban a muchas leguas de allí, más allá de la hermosísima costa que acariciaba cada peldaño de los ensueños de sus hijos, ya nacidos en este suelo de las incertidumbres. Pero, dantesca era la situación económica para la mayoría de los países latinoamericanos, no obstante, crecían los inconvenientes por todo el orbe. Mientras, el viento raudo semi-grotesco continuaba levantando lo que encontrare a su paso: hojas secas, polvaredas, afiches y pancartas con motivos políticos estimulantes del régimen.
Un aire brusco remolineaba en su curso impreciso y circunstancial, la arenilla sucia se colaban en los ojos del transeúnte y de los perros callejeros reunidos en manadas, los venduteros estaban quejumbrosos ante el nerviosismo de sus asnos, y optaron, algunos, por tomar otra ruta que no fuese la acostumbrada. Tal era el desafortunado escenario, molesto y lastimero, en su haber, cuando encontró lugar el Diario el Kalibe para ir a aterrizar magistralmente sobre los pies descalzos, de un niño de siete años, de nombre Korio, que recién acababa de aprender a leer y a escribir. Este poseía la curiosidad propia de los niños de su edad y todo lo concebido a su alrededor le despertaba una intensa sensación por indagar sobre ello. Su padre le había sugerido que: Los libros son como los viejos, pues, saben mucho
. Y esa frase le internó en leer cuantos escritos pasasen por sus manos.
Es indispensable recordar que de la última conflagración mundial solo habían transcurrido dieciocho años y aun ese espantoso flagelo permanecía latiendo en el corazón de media humanidad, quizás, la otra mitad no se dio por enterada. Las deliberaciones por la toma del control de parte de las naciones hegemónicas finalmente les condujo a la repartición del gran pastel, según, las conveniencias egoístas y colonialistas; de ofrecer quimeras a cambio de una moderada paz, que no estropearan las inmensas ventas de armas. Los triunfadores de esta aberración humana que en vez, de mermar la crisis armamentísta la incrementaron desarrollando el uso de las armas bélicas como un peligroso juego de disuasión, pero, con la clara disposición de usarlas en caso de ser necesario por quiénes ostentan el poder supremo sobre la humanidad.
Y…era precaria la vida en aquélla atmósfera de extrema pobreza adonde Korio desarrollaba su peculiar fantasía de niño. Podía recordar con gran agilidad su primer día de escuela y ese primer día le había bastado para acostumbrarse enseguida, pues, el ya lo había ensayado en múltiples ocasiones mirando cómo iban alegres los más mayorcitos dirigiéndose a sus clases. Todavía, Korio debido a su corta edad no poseía una clara capacidad analítica del por qué, o porque, suceden las cosas que afectan a los seres vivos. Eso sí, podía leer correctamente en voz alta, y hacerlo para él y sus pensamientos. Entendía palabras y frases de uso simple, como las que practicaban él y sus hermanitos en sus juegos de guerras.
Había nacido en el seno de una humilde familia. Se sentía feliz en la compañía de sus dos hermanos, más pequeños que él. Contentísimo de tener una madre preocupada y amorosa, que protegía y velaba por su seguridad. Su padre un alistado que parecía que se le negaba las oportunidades de ascender teniéndoles varado en la oficina del Cuartel al que pertenecía, ejerciendo de escribiente y otros asuntos administrativos, muchas veces subyugado a la disposición de sus comandantes, quienes muchas veces, eran hasta incapaces de firmar correctamente sus nombres. La escasez de mecanógrafos, le encadenó por largos años a un trabajo al cual prácticamente no podía negarse. Hasta que se le ordenó hacerse cargo de adiestrar cinco reclutas, letrados, al mismo tiempo.
PRIMERA PARTE
Korio recogió la página que estaba arropándole los pies y con natural impulso cómo era su costumbre, inició a tomar lectura de los principales títulos impresos en letras mayúsculas revestidas de un profundo color luto. De pronto sintió un estremecimiento recorriéndole la contextura ósea, impactante como la energía eléctrica. Le embargó un raro presagio encubierto de angustias inmediatas, náuseas, pánico y un río de sensaciones cercano al estado de shock. La fuerza de la curiosidad había encontrado en este niño un débil adepto al deseo de querer saberlo todo, en este lapso de tiempo nacieron sus más grandes interrogantes, mientras, avanzaba para terminar de leer los últimos párrafos del artículo periodístico:
"fabrican bomba atómica mil veces más poderosa
de las detonadas en Hiroshima y Nagasaki"
Luego, en letras más pequeñas:
"Aún, no se recuperan las víctimas
a las dos primeras bombas atómicas."
- ¡Mami, mami! quiero hacerle una pregunta muy importante; por favor, ¿puedo? Había una enorme dosis de gravedad en las palabras del jovenzuelo, Korio.
- Si mi niño, con gusto. Si está a mi alcance te responderé. Además es mi deber de madre. Dijo sin la más mínima idea de lo que se le avecinaba.
- ¿Dime? si es cierto que de explotar la bomba H
el mundo se prendería en candela y en cuestión de segundos estaremos todos achicharrados y bien muertos. - le increpó-esperando una respuesta urgente y contundente.
- Por Dios, hijo mío, de donde has sacado ideas tan terribles. Estas leyendo demasiadas historias fantásticas. Le corrigió su madre.
- Mire, madre, no me he inventado nada. Lea lo que aquí dice en este pedazo de periódico. Su madre le quiso desviar de sus cuestionamientos y agregó:
- Solamente Dios nuestro creador tiene el poder y la potestad para destruirnos. Su bondad es absoluta y no creo que él tenga la más mínima intención de causar tal desolación. Solo el con su gran sabiduría sabrá la hora y el momento justo de hacer sentir su omnipotencia y no los seres humanos (su hijo le interrumpe y suelta otra pregunta).
- Entonces, ¿que fuerza desconocida acabo con la vida de millones de personas inocentes, según dice El Kalibe
, ocurrió en dos grandes ciudades japonesas? Mami, dígame, ¿fue Dios o fueron los hombres? -Quiso saber.-
- Hijo, deseo orientarte de la mejor forma posible. Y en su momento, puedas ponderar la inquietud que llevas por dentro. Quiero que hables con tu padre sobre este tema. Pues, él es más entendido en estos menesteres y no quisiera tomarme el riesgo de expresarte alguna opinión que a tu mente le pueda traer confusión y desvelos. Además, de estar pensando en cosas tan horribles y preocupantes.
- Vete, sal y diviértete. Hay en el patio otros niños que están jugando! -dijo- esperando que aceptare sus humildes consejos.
- ¡Gracias madre! por escucharme. Siento mucho desilusionarla; pero, el miedo que me ha surgido, después de tanta curiosidad, creo que jamás lo olvidaré.
Korio, no pudo resistirse al vivificante aroma proveniente de la antigua panadería y se fue corriendo, tras aquél olor penetrante proveniente de aquélla blanca masa de harina contenida en los hornos. El pan fresco, deleite de toda una comunidad se había convertido en una costumbre generacional. Una tranquilidad impuesta en el corazón de sus lugareños por más de treinta años obligados a moverse en un hermético silencio de paz y de muerte. Se decía, que hasta las paredes poseían oídos. No era puro cuento, era la ciudad natal, probablemente, de uno de los dictadores más sanguinario y cruel de nuestra América rica, pobre y funesta.
No obstante, discurría el tiempo incontrolable, pragmático y sincrónico llevando sus cadenas estampadas en un horario de disciplinas y de hechos circunstanciales que lentamente iban moldeando el concepto de la libertad en el sentir del pueblo. La utopía estaba latente y eso era más importante que los estigmas tercermundistas, cuyo apelativo era sinónimo de carencias tecnológicas debido a su pobre economía y políticas de desarrollo cercenados por sus propios líderes y mercenarios. Pero, sucedía que los frentes de guerras, no cesaban su impertinente acoso en el proyecto expansionísta-hegemonísta. América latina paso a convertirse en un punto estratégico prioritario y desbordaron sus apetencias y hacerse con el control de todas las riquezas minerales y petrolíferas. Las superpotencias con su peste llamada colonialismo, se enfrentaban una con la otra buscando la supremacía. En este teatro incordio, los desposeídos parecían que no les importaban a nadie.
Muchas familias anhelaban un mejor futuro y realizaban grandes esfuerzos porque sus hijos recibieran el sagrado derecho de la enseñanza; alcanzar una verdadera preparación académica era un sueño que muy pocos llegaban a ver cumplido, pero, los deseos de auto superación y progreso abrieron poco a poco las ventanas de maderas podridas y agrietadas por donde penetraban aquéllos rayitos de sol para despertarles y anunciarles el inicio de un nuevo día.
- ¡Amor mío! Ahora si voy a poder cumplir con lo que te había prometido. Han pasado ya ocho años, tenemos unos hijos saludables y ha llegado el momento en que nos mudaremos a nuestra ciudad capital. -le confió sonriente a su esposa con ese extraño brillo que se presenta cuando hay buenas vibraciones.-
- ¡Que bueno! llevaba años esperando este anuncio.- Le respondió Doña Juliana a su marido el Sgto. Feliciano Rosa.-
- Los muchachos se volverán locos cuando escuchen de ésta sorpresa que tu nos estas dando. Faltan pocas semanas para que finalice el año escolar e inmediatamente estaremos preparados para partir. -le sugirió.-
- ¡Cálmate mujer, cálmate! no vayas tan precipitada. -le calmó.-
- Perdóname, que esté ansiosa por trasladarnos a otro lugar. Es acerca de nuestro hijo Korio, va creciendo muy rápido y no se detiene de estar haciéndome montones de preguntas que a mí me están causando dolores de cabeza. Quiero alejarlo de aquí a ver si se olvida de esas cosas que le están preocupando. –Ella, le tenía al tanto de esto, a su marido.-
- No te aflijas por lo que él este cuestionándose en estos momentos, el es un niño, en fin, solo son simples fantasías que ya pronto olvidará.
- Tienes mucha razón, Feliciano. Me hace sentir feliz de saber que ellos podrán acudir a un verdadero Colegio. Y se rodearán de maestros interesados en suministrarles una sana educación, buenos valores, etc. Pero, lo mejor del caso es que asimilen lo aprendido y puedan contemplarse ellos mismos desde una mejor perspectiva. -Juliana hizo su exposición siempre extensa haciendo gala de su femineidad.-
- ¡Cariño! Antes de partir nuevamente quiero que le hables a nuestros hijos y les aconsejes, como siempre lo haces. -Esta vez le recordó con el fin de equilibrar la responsabilidad que ambos tenían sobre su prole.-
- Muy bien, te prometo que lo haré. -y se levantó de su asiento, movió la cabeza afirmativamente y se retiró.-
En el seno de este hogar la unidad familiar no siempre fue de la mejor debido a las largas ausencias del Sgto. Feliciano,