La transición de una Simple Mortal
Por Rupa Hecali
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La transición de una Simple Mortal - Rupa Hecali
La transición de una Simple Mortal
Rupa Hecali
La transición de una Simple Mortal
Rupa Hecali
Esta obra ha sido publicada por su autor a través del servicio de autopublicación de EDITORIAL PLANETA, S.A.U. para su distribución y puesta a disposición del público bajo la marca editorial Universo de Letras por lo que el autor asume toda la responsabilidad por los contenidos incluidos en la misma.
No se permite la reproducción total o parcial de este libro, ni su incorporación a un sistema informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio, sea éste electrónico, mecánico, por fotocopia, por grabación u otros métodos, sin el permiso previo y por escrito del autor. La infracción de los derechos mencionados puede ser constitutiva de delito contra la propiedad intelectual (Art. 270 y siguientes del Código Penal).
© Rupa Hecali, 2020
Diseño de la cubierta: Equipo de diseño de Universo de Letras
Imagen de cubierta: ©Shutterstock.com
www.universodeletras.com
Primera edición: 2020
ISBN: 9788418233968
ISBN eBook: 9788418235306
Prólogo
Nadie puede imaginarse hasta donde es capaz de llegar, hasta que el destino pone a prueba todas sus capacidades. Por desgracia la tómbola de la vida nos sorprende con un boleto, sin importar el momento y las circunstancias en las que nos encontremos, sin previo aviso, sin saber qué nos pasará al recibirlo.
Todos hemos escuchado alguna historia de un famoso, familiar, amigo o conocido que enfrentó una batalla con un enemigo miniatura que devastó su cuerpo; pero este inquilino no deseado va mucho más allá de afectar sólo células y órganos, atormenta la mente y el alma, con miedo, incertidumbre y desesperanza.
Rupa comenzó escribiendo para ella misma y sin darse cuenta, además de consolidarse y sanarse, nos regaló una obra maravillosa donde nos abre su mente y alma, llevándonos de la mano por los sentimientos, pensamientos, miedos, enojos, reflexiones, frustraciones, retos, logros y momentos que vivió mientras combatía a su enemigo, el cáncer.
A través de sus páginas te sumergirás en una lectura muy entretenida y ágil, que te invitará a involucrarte en cada uno de sus capítulos y te garantizo que no te escaparás de ellos sin aprender algo.
La transición de una simple mortal
es mucho más que un testimonio de una mujer que enfrentó y venció al cáncer, es una lección de trascendencia; de cómo a pesar de las circunstancias se aferró a sus razones del porqué vivir, y acompañada de especialistas, familia y amigos pudo encontrar el cómo lograrlo y en el camino vio nacer a una nueva versión de sí misma.
Ivalú Núñez
Capitulo 1
El origen
¿Por dónde empezar?, fue lo primero que me pregunte y la única respuesta que vino a mi mente en ese momento y las más lógica, además de todo, fue… pues por el principio, como debe ser y así fue que comencé por decir primeramente que pertenezco a una familia numerosa y tradicionalmente mexicana, en la que crecí sorteando toda clase de bromas producto de ser la menor inicialmente y por casi nueve años de 5 hermanos y 4 hermanas mayores, aprendiendo así a defenderme y a crear una coraza invisible pero indestructible, para sortear toda clase de bullying como le llamamos ahora; una familia en la que a pesar de ser muégano, nunca se nos enseñó a demostrarnos amor o talvez sí, solo que de una manera muy peculiar… con sentido del humor creía yo, hasta que entendí que eso era un humor muy negro cargado de ironía, llamado sarcasmo, y así crecí, insensible aparentemente, para que las bromas no me dolieran y aprendí a no demostrar mis emociones, a que el mundo no supiera que me lastimaba, porque la parte física era un poco imposible de ocultar con las caídas y raspones producto de andar en patines, avalancha, patineta y cuanto artefacto novedoso saliera al mercado con rueditas y al que me pudiera subir mientras mi hermana o algún vecino me jalaba con la bicicleta, mismo que al dar cualquier vuelta mal calculada me sacaba volando y regresaba a casa con varios raspones nuevos, ¡La verdad no sé cómo me sobrevivieron los dientes!, a lo mejor porque ya desde entonces pensaba en la fama y en que en la cara no debía golpearme para que me reconocieran los fans, cosa que no siempre lograba porque varias veces deje el atractivo como autógrafo en el pavimento.
Recientemente caí en cuentas que mi madre paso 30 años de su vida teniendo hijos, y aunque no somos 30 hermanos, ese fue el lapso de su vida que se dedicó a engendrarnos, entendiendo también con esto, que yo debo ser de las más agradecidas con esta forma de vida que mis padres decidieron tener, ya que si hubieran decidido planificar su familia en vez de tener los hijos que dios les dé…pues yo no estaría ahora contándoles esta serie de acontecimientos que han escrito la historia de mi vida… ¡Gracias Dios!, por ser tan benévolo y permitir que mi madre al ser hija única quisiera que sus hijos tuvieran muchos hermanos con quienes jugar y a quienes querer y cuidar, a los que en ocasiones les pesa y es hasta lógico con esta tarea tan ardua que nos dejó mi madre.
Y si, muy larga y compleja ha sido la tarea a lo largo de nuestras vidas, sin embargo, cumplimos estoicamente con la encomienda y digo estoicamente porque soy yo la primera, nuevamente en dar gracias ahora a mi madre por dejar esa tarea y a mis hermanos por ser tan obedientes y cumplirla al pie de la letra, aun con bullying incluido, porque de no ser así, repito nuevamente y no porque quiera ser reiterativa, sino porque así me toco… muy probablemente no estaría yo aquí escribiendo esto, ¡Y cómo no!, con tantas veces que mi cara firmo el pavimento.
También he caído en cuenta, hace no mucho tiempo, por cierto, que todos los hijos de mí madre hemos trabajado de manera individual, para superar el amor buleado que nos profesamos, tan es así, que actualmente ya somos capaces de decirnos te quiero sin esperar un sarcasmo como respuesta o alguna ironía ocasional producto de nuestra excelsa educación en la materia, claro todo esto, cada uno por su cuenta y sin contárnoslo los unos a los otros para evitar cualquier clase de comentario al respecto y es que ha sido tan necesario para todos que sin decirlo y al tiempo creo yo, lo hemos ido haciendo, como respuesta a la necesidad de no querer que la descendencia familiar que pudiéramos dejar, crezca de la misma manera que nosotros ¡Y no es que se libre eh!, porque también tienen lo suyo…solo que más estilizado, o sea menos salvaje y ya tienen filtros cosa que nosotros nos hemos puesto después y mismos que han hecho que se le pongan de nacimiento, a todo nuevo miembro de la familia.
Es importante aclarar que en aras de no querer que nuestros hijos crezcan como crecimos nosotros, también hemos caído en algunos excesos, ahora de otro tipo, porque si es verdad que a las siguientes generaciones, al menos dos a las que tengo la fortuna de conocer, nos la hemos pasado diciéndoles, te quiero, eres muy bueno, eres capaz de desarrollarte en el área que más te agrade y te convenga y cosas por el estilo, nos ha faltado poner ciertos límites y en algunos casos demasiados límites para que el crecimiento de las nuevas ramas del árbol genealógico sea más lineal y creo, que como dicen no hay rama completamente derecha, es que se nos han desviado algunas en el camino… ¡Bendita herencia! digo yo, y es que hablando de árbol genealógico el de esta familia en particular está bastante ramificado, pero también son bastante extrañas las ramas, resultando que las que debieran por lógica nacer después han sido las primeras en crecer, pues al ser tantos hermanos, la diferencia entre mi hermano el mayor y yo es de 18 años y si le sumamos 8 años que soy mayor yo que mi hermana menor, pues la diferencia entre el mayor de