¿Será un capricho más de niña, o son cosas de la vida?

Por Rosario Arroyo

¿Cuáles errores marcarán el resto de nuestras vidas?

Por naturaleza en la niñez se vive la inocencia donde se dicen y hacen cosas de acuerdo a nuestro entorno. Se vive la inquietud, curiosidad y a veces la incertidumbre de saber si algo va a estar bien o no de acuerdo a las decisiones tomadas.

Como padres y/o guardianes podemos monit

• Idioma: Español
• Editorial: ibukku, LLC
• Fecha de lanzamiento: 14 jul 2020
• ISBN: 9781640865839

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¿Será un capricho más de niña

o son cosas de la vida?

Rosario Arroyo

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Publicado por Ibukku

www.ibukku.com

Diseño y maquetación: Índigo Estudio Gráfico

Copyright © 2020 Rosario Arroyo

ISBN Paperback: 978-1-64086-582-2

ISBN eBook: 978-1-64086-583-9

Índice

PREFACIO

AGRADECIMIENTOS

DEDICATORIA

CAPÍTULO 1

MI NIÑEZ. ¿CÓMO FUE LA TUYA?

CAPÍTULO 2

MI PUBERTAD. 10,11 y 12 AÑOS DE EDAD

CAPÍTULO 3

MIS 13, 14 y 15 AÑOS

CAPÍTULO 4

MIS 16, 17 y 18 AÑOS

CAPÍTULO 5

EL CAPRICHO DE NIÑA DE MI HIJA

CAPÍTULO 6

LAS AMISTADES, EL COLEGIO, LOS NOVIAZGOS Y LA UNIÓN DE FAMILIA. ¿CUÁL ES MÁS IMPORTANTE? ¿CUÁL ES UN CAPRICHO MÁS DE NIÑA(O) Y CUÁL ES COSA DE LA VIDA?

PREFACIO

Septiembre 15, 2019.

5:21 a.m.

Llegué a casa hace una hora, después de conducir por 5 horas llevando a unos jóvenes a un concierto en Miami de J. Balvin. Un poco trasnochada y débil por no dormir bien. Mis obligaciones como madre me han llevado a trabajar duramente en la labor de limpieza, cocina, asistencia legal y ahora de chofer, para poder tener lo necesario para mi hijos.

Pensé que llegando iría directo a la cama a descansar para ir a la iglesia y disfrutar en esas horas de la Palabra de Dios, junto a los miembros de la iglesia y con mis hermosos hijos. Pero no puedo conciliar el sueño de tanto pensar en la promesa de regalarle a mi hija el primer libro de esos que tanto quise escribir desde que tenía 11 años. Quise dárselo en honor a su juventud de niña a mujer, en sus 15 primaveras. Pero no sé qué paso, no lo logré. Quizá fue el tiempo, no me inspiré como ahora que siento que sus etapas van pasando y nada que cumplo con esa promesa. Tengo dos meses exactos para darle uno de los mejores regalos que jamás creo poderle dar en sus 18 años. ¡Wow, ni yo puedo creerlo! No sé si valga la pena para ella, pero si eres madre de una niña o un niño, yo sé que te servirá de gran ayuda leer mis vivencias de niña y así recordarás tu experiencia y te darás cuenta de que el ciclo se repite en algunas fases. Si eres una niña(o) o un adolescente, sólo puedo decirte que lo que yo viví quizá tú no lo vivas, o tal vez sí. ¿Qué tal si estás pasando por algún momento de estos que yo menciono a lo largo del libro?

Quizá no me sentía tan preocupada como ahora que mi hija Anna casi al cumplir sus 18 y mi hijo Jorge, de 16 años, ya son más independientes. Por esa razón sentí que quizá hay cosas que ya no puedo controlar en sus vidas, como tener relaciones sexuales o si deciden fumar o hacerse un tatuaje como un capricho más de niño(a). Ya no son unos niños, son adolescentes, pero también tienen la confianza de decirme lo que ellos quieran hacer y pedirme una opinión aunque lleguen a la mayoría de edad; pedir permiso y contar conmigo para hacer sus planes, porque siempre estuve ahí para ellos, Quien más me preocupaba era mi princesa, mi unigénita femenina que para muchos ya es una mujer, pero es mi niña, es mi princesa, es mi más grande tesoro. Es sangre de mi sangre y cuerpo de mi cuerpo. Sí, sacó mis senos, mi trasero grande y ese algo que la caracteriza como una mujer exótica y bella. Para muchos podrá ser «hot» o «sexy», pero para mí es mi bebé, es esa niña que cuidé con uñas y dientes, que luché por proteger, que me dio fuerzas para seguir adelante, para vencer cada reto y cada piedra que pudo tropezarnos en nuestro camino. Es ese alguien que quise ver reflejado en cada meta, en cada sueño, en cada «yo quiero esto, yo quiero lo otro». Es ese ser por el que daría mi vida y que a pesar de que ya es una mujer, sólo me queda desearle lo mejor de este mundo y que aplique todas mis enseñanzas y consejos. Quizá no escribí este libro dedicado a mi hija mucho antes porque sentí la confianza en Dios de que ella es sabia y porque sentí que la eduqué con la ayuda de su padre y quizá no habría necesidad de un libro lleno de cantaletas, historias viejas que recordaba con mis amigas y familiares de la infancia, y descripciones de cosas que pasaron en mi niñez, juventud, adultez y actualmente madurez, que para muchos no debe importar. Pero recordé que mi hija no es el único tesoro que Dios me dio, también caí en cuenta de que hay muchas princesas allá afuera que quizá no tienen esa confianza en su madre o su padre para hablar de algo tan importante como es el amor, no se si es un llamado divino, pero mis primos, sobrinos, hermanos, amigos siempre me permitían escucharles y darles una opinión, pero hay veces las opiniones no son necesarias. Es como cuando tienes un problema emocional o mental y no quieres discutirlo con alguien por la sencilla razón de que no quieres que se te tache de loco. Así es, aveces preferimos no compartir por que queremos a alguien que sea neutral pero también que nos ayude a pensar si ha tenido experiencias similares o ha sabido de alguna manera cómo informarte mejor. La misión siempre ha sido esta. Pues aveces esa amistad que no sabes si es de edificación para el resto de su vida o sencillamente es ese primer «capricho más de niña (o)» o ese momento tan especial como tener su primer beso, la primera ilusión, esa primer carta que escribió para alguien o ese amor platónico de telenovela en la vida real. Esa primera experiencia sexual. Recordé que como hoy, mañana, pasado mañana y en 3 días, semanas y meses, habrá más chicas, y por qué no decir, chicos que están en esa situación de no definir cuándo es amor y cuando es «un capricho más de niña (o).» El saber realmente qué es lo que le gustaría ser cuando crezca, esa pasión por algún deporte, hobbies o manera de pasar el tiempo. A veces confundimos lo que realmente queremos y no sabemos identificar si es «un capricho más de