Hammurabi: Una guía fascinante acerca del sexto rey de la primera dinastía babilonia, incluyendo el Código de Hammurabi

Por Captivating History

Descubra la fascinante historia de Hammurabi

La historia de Hammurabi es la historia de treinta y tres años llenos de conquistas, construcciones de templos, obras de irrigación y desarrollo de leyes, pero también una historia de ruptura de relaciones y de imperios que surgieron y cayeron.

Es una historia de traiciones y de alianzas cambiantes, en la que hasta los dioses se inmiscuyen en los asuntos de los hombres. Y el caso es que, aunque ocurrió hace miles de años, parece contemporánea, como si Hammurabi aún estuviera respirando entre nosotros. Y, como ocurre con todos los grandes momentos de la historia del género humano, nos enseña que todos los grandes logros tienen un precio, y que la naturaleza humana siempre ha sido igual de compleja, como cuando los babilonios alababan a Marduk y aclamaron a Hammurabi como a un auténtico dios.

En Hammurabi: Una guía fascinante acerca del sexto rey de la primera dinastía babilonia, incluyendo el Código de Hammurabi, encontrará contenidos como estos:

• Babilonia antes de Hammurabi: la posición de la ciudad en Babilonia y sus primeros dirigentes
• El ascenso de Hammurabi: guerras, logros y cronología de Hammurabi
• El reinado de Hammurabi: Babilonia durante su reinado, relaciones con otras ciudades
• La forma de ser de Hammurabi: aspecto físico, relaciones con otros gobernantes, algunas pistas sobre su personalidad
• El código de Hammurabi y las primeras leyes en Mesopotamia
• Diseccionando el código
• El legado de Hammurabi
• ¡Y mucho, mucho más!

¡Obtenga este libro y aprenda más acerca de Hammurabi!

• Idioma: Español
• Editorial: Captivating History
• Fecha de lanzamiento: 2 sept 2020
• ISBN: 9781393532262

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Introducción

La antigua Mesopotamia es una región rodeada de misterio, pero al mismo tiempo plena de historias fascinantes. La mayor parte de las veces, dichas historias hablan de grandes héroes, dirigentes épicos y de las relaciones entre dioses y hombres. Y cuanto más indagamos en su historia, más fascinación nos produce. Nos damos cuenta de que la gente que habitaba esa tierra no era tan bárbara ni tan salvaje como ahora somos nosotros, que su visión del mundo, sus actitudes y su forma de enfrentarse al día a día de la vida se parecen a las nuestras mucho más de lo que pensábamos, y que las historias que descubrimos se parecen a las nuestras tanto que se nos ponen los pelos de punta.

Fue esta región la que dio al mundo algunos de los dirigentes más poderosos y enigmáticos que han existido. Gilgamesh, uno de sus reyes, superó ese título, ya grande en sí, para convertirse en una figura iluminada y deificada para muchas generaciones posteriores. Sargón el Grande fue el primer emperador capaz de unir a muchos pueblos bajo la firmeza de su mando. Ur-Nammu modernizó la sociedad y las antiguas costumbres sumerias y dotó a la región de una de las culturas más desarrolladas y brillantes del antiguo Medio Oriente. Y estos no son más que tres ejemplos de las docenas de dirigentes que, de una forma u otra, cambiaron la faz del mundo desde su privilegiada posición geográfica, entre el Tigris y el Éufrates.

No obstante, hay muy pocos reyes de esta región, si es que hay alguno, tan reverenciado, tan poderoso y con tanta fama como un rey de Babilonia conocido con el nombre de Hammurabi. La lectura de solo algunos de la inacabable cantidad de escritos que se han realizado a propósito de este monarca nos da una imagen muy vívida de cómo una ciudad, inicialmente pequeña e insignificante, logró convertirse en la potencia dominante de Oriente Medio, y como un dirigente marginal logró convertirse en el gran unificador que desarrolló toda una estructura legal acerca de la tierra y pacificó muchos pueblos de diferentes ciudades, hasta lograr que la zona situada entre los dos grandes ríos se uniera por primera vez, pese a que dicha unificación durara menos de media década.

Si sigue leyendo, se hará una idea bastante clara de cómo era de verdad Hammurabi. También verá cómo se desarrolló Babilonia bajo el mando de sus antepasados más inmediatos, lo que hizo Hammurabi antes de embarcarse en una guerra contra el mundo, cómo lo veían los demás, desde dirigentes rivales hasta sus propios dignatarios, y cómo adquirió importancia su ahora famoso código. También aprenderá mucho acerca del propio código, lo que era y lo que no, lo que contenía, y lo que ahora no conocemos de él, y cómo su descubrimiento devolvió a Hammurabi a la fama muchos milenios después de su muerte.

La historia de Hammurabi es la historia de treinta y tres años llenos de conquistas, construcciones de templos, obras de irrigación y desarrollo de leyes, pero también una historia de ruptura de relaciones y de imperios que surgieron y cayeron. Es una historia de traiciones y de alianzas cambiantes, en la que hasta los dioses se inmiscuyen en los asuntos de los hombres. Y el caso es que, aunque ocurrió hace miles de años, parece contemporánea, como si Hammurabi aún estuviera respirando entre nosotros. Y, como ocurre con todos los grandes momentos de la historia del género humano, nos enseña que todos los grandes logros tienen un precio, y que la naturaleza humana siempre ha sido igual de compleja, como cuando los babilonios alababan a Marduk y aclamaron a Hammurabi como a un auténtico dios.

Capítulo 1 – Babilonia antes de Hammurabi: la posición de la ciudad en Mesopotamia y sus primeros dirigentes

No resulta exagerado decir que Babilonia se convirtió en una ciudad prominente e importante gracias a Hammurabi. Antes de que este rey llegara al poder, la ciudad era vasalla de otras potencias de la época. De hecho, si se tiene en cuenta que Hammurabi fue el sexto rey de la primera dinastía babilónica y que, literalmente, en los textos babilonios de la época no se hace ninguna mención importante acerca de los reyes que le precedieron, salvo las referencias habituales a las fechas de su reinado y alguna carta que otra en escritura cuneiforme, uno se da cuenta de lo fundamental que resultó este rey para el rápido desarrollo de la ciudad. A este respecto, el crecimiento de Babilonia fue semejante al de Acad e Isin antes de ella, y tanto Sargón el grande como, hasta cierto punto, Ishbi-Erra, están a la altura de Hammurabi, pues, por así decirlo, pusieron en el mapa sus respectivas ciudades.

Posición geográfica de Babilonia

Babilonia se encontraba en lo que hoy es la ciudad de Hila, dentro de la región administrativa de Babil, en Irak. Por lo que se refiere a la antigua Mesopotamia, la ciudad más cercana era la antigua Kish, al sur de Sippar y Eshnunna y al norte de Nippur e Isin. Pese a su escasa importancia en términos políticos, Babilonia era un puerto fluvial importante, dado que el Éufrates pasaba justamente por el centro de la ciudad, dividiéndola en dos. Una de las razones por la que muchas de las ruinas de Babilonia siguen sin ser excavadas es porque, en un momento dado, el cauce del río cambió, y una parte de la ciudad fue inundada por las aguas.

Hoy día, la zona arqueológica de Babilonia está formada por una serie de montículos. Cada una de las zonas tiene una extensión aproximada de dos por u kilómetros, que contienen ladrillos de barro y restos. Como todas las ciudades de Mesopotamia, cerca de babilonia no había bosques, ni tampoco montañas, por lo que tenía serias dificultades a la hora de conseguir materiales de construcción como madera, piedra, metales y piedras preciosas; sin embargo, contaba con mucho pescado, recursos agrícolas y ganado. Por supuesto, vivía del intercambio, y contaba con una red bien desarrollada de comerciantes, que se desplazaban por el río o realizaban sus negocios con colegas que llegaban por él.

Posición política de Babilonia

La primera mención de Babilonia como ciudad viene de los tiempos de Sargón de Acad, que presume de haber reconstruido templos en esa ciudad. En ese momento, los dirigentes de Babilonia no eran poderosos, y se trataba de un simple puerto del Éufrates. Hay cierto debate académico acerca de la posibilidad de que Sargón fuera el fundador de la ciudad, aunque tal sugerencia suele descartarse. Algunos historiadores llegan a atribuir la fundación de la ciudad a un dirigente asirio posterior, conocido con el nombre de Sargón II. En cualquier caso, la primera dinastía sargónida dejó algunas huellas sobre la por entonces pequeña ciudad.

Naram-sin, un legendario rey casi tan apreciado como su antecesor Sargón, y que reinó un cuarto de siglo después que él, gobernó sobre prácticamente toda Mesopotamia y hasta se declaró dios en vida. No obstante, el mantenimiento de un imperio de ese tamaño se convirtió en un problema para su sucesor, Shar-kali-sharri. Teniendo en cuenta la cantidad de guerras defensivas que tuvo que librar este monarca, era normal que tuviera la necesidad de mantener el orden en todos los territorios que había conquistado su padre, y ello implicaba pacificar a los pueblos ocupados. En la antigua Mesopotamia, eso significaba reconstruir los templos antiguos y construir otros nuevos. Una de las ciudades en la que Shar-kali-sharri construyó un nuevo templo fue Nippur, una ciudad de gran importancia religiosa y política de la región. Curiosamente, la segunda ciudad a la que Shar-kali-sharri concedió el honor de construir un nuevo templo, dos en realidad, fue precisamente Babilonia. Aunque esta iniciativa en concretó no supuso una posición más influyente para Babilonia, no deja de ser un acontecimiento digno de tener en cuenta, y pone de manifiesto que la ciudad ya gozaba de una cierta prominencia en la antigua Mesopotamia.

La famosa tercera dinastía Ur tampoco ignoró a Babilonia. A lo largo del reinado de los cinco dirigentes sumerios de Ur Babilonia tuvo que pagar impuestos, en realidad contribuciones en especie en lugar de dinero. Además, los reyes de Ur nombraron gobernadores de forma directa, lo cual nos indica