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Salmos de la lluvia
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Libro electrónico56 páginas16 minutos

Salmos de la lluvia

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La poesía como balada asombrada, las instrucciones de uso como invitación a que el pasmo nos inunde las horas, las contraindicaciones como recurso que enseña a abrir los ojos, o una nueva forma de informar que incluye el canto. Esta es la apuesta de Asunción Escribano en este libro. Un diccionario de asombros a través de los que el lector puede asomarse más allá de la tiniebla efímera, y que le hace visible la luz que brilla siempre, al alcance de quien sabe conducir su mirada a través de los paisajes invernales. "Para poder decir/ en el futuro/ que en aquel periodo/ de tinieblas/ fuiste por el amor completa dicha".
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento11 jun 2020
ISBN9788412195873
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    Salmos de la lluvia - Asunción Escribano

    LLUVIA

    Final del verano

    Extiende la tarde

    su rendición

    de sombras tibias sobre el trigo

    y un insecto cruza

    veloz el aire limpio.

    Huele a hierba recién cortada y a sandía,

    y hay todavía un sopor

    de verano adormecido

    que exhala ya sus últimos susurros.

    La claridad va teniendo

    un tono despintado

    propio de todos los finales.

    Un puñado de pájaros,

    cual semillas

    de llamas sobre el día,

    han sido arrojados

    para sembrar

    de abrasadora luz el aire

    con su vuelo testigo

    frágil de la vida.

    Está impregnada la tierra

    de poesía.

    Contemplo la maravilla del esplendor

    de este momento,

    como un santuario

    que contuviera en su custodia

    la curación

    de todas las heridas de la tierra.

    La última plegaria de la tarde

    Destella el sol

    con un esmero inusitado

    sobre las últimas hojas del otoño,

    atizando de esplendor

    su lustre opaco

    y haciendo astillas

    su embalaje.

    El bordado turbio de las nubes

    taladra la jaula limpia

    de este cielo

    y abriga de tristeza primeriza

    el taciturno aire

    de noviembre.

    Dejo deslizar

    mis ojos

    lentamente

    para confirmar que es real

    tanta belleza

    que colisiona limpia

    con el aire

    y abrasa la charca inmensa de las horas.

    Como en un bastidor de celosías

    la luna

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