Bajo La Lluvia: La Muerte Tras Las Bellas Notas De Chopin

Por Victoria Panezo Ortiz

UNA BALADA DE CHOPIN FUE EL DETONANTE QUE LO EMPUJÓ A MATAR.

Bastien tenía 5 años cuando un trágico acontecimiento le obliga a dar un giro en su vida, en la que era feliz porque tenía alguien que lo amaba, un futuro prometedor como pianista, y una sensibilidad por las cosas sencillas.

Logró deshacerse de sus trágicos recuerdos; pero, tras varias terapias psicológicas recibidas en el orfanato donde estaba siendo educado, revive cada uno de los momentos que intentó olvidar, entre ellos, su madre siendo asfixiada por su padre. Mientras ella moría, se escuchaba de fondo la pieza favorita de Bastien: La Balada No. 1 Op. 23 de Chopin.

Durante mucho tiempo logra dominar aquel deseo. De adulto, lucha contra sus miedos, contra sí mismo, pero no se puede contener: Un monstro está por nacer.

Te presento esta novela corta que cuenta la historia de un asesino en serie que está a ratos perturbado, a ratos sediento; alguien que tiene una vida común, pero que guarda un oscuro secreto.

Es un honor compartir mi obra contigo.

¡LÉELA YA Y NO TE OLVIDES DE DEJAR UN COMENTARIO!

Biografía

Soy Victoria Panezo O. Me encanta viajar, conocer manifestaciones artísticas o culturales, y aprender algo nuevo cada día. Pienso que la educación de calidad es lo que nos sacará de la pobreza mental, y me refiero a cualquier medio que nos permita poner en práctica una habilidad para demostrar una versión positiva de nosotros que aporte valor.

Mucho más de lo que soy o lo que pienso está plasmado en los personajes de mis obras. Te invito a que las conozcas... en la vida no hay sólo un lado blanco o negro. Somos seres humanos con diferentes matices, con distintas personas; la que mostramos al común es tan sólo una de tantas, pero hay muchas más por explorar, yo intento hacerlo por medio de la literatura.

ESTAS SON ALGUNAS DE MIS OBRAS:

Origen: poesía, un viaje a través del tiempo.
Devoción: considera tú, si es pecado.
A la hora de mi muerte.
La negra de la sabana.
Por qué maté a mi jefe: la verdad no dicha.
La Leyenda de Kilah: El descenso del dios de la muerte

• Idioma: Español
• Editorial: Victoria Panezo Ortiz
• Fecha de lanzamiento: 18 ago 2020
• ISBN: 9781005198398

Victoria Panezo Ortiz

Hi, I ́m Victoria Panezo O. (Ecuador-1984), my attraction to literature has accompanied me all my life. I love to travel, to know artistic and cultural manifestations, and learn something new every day. I think that quality education is what will lift us out of mental poverty. Any means that allows learning and putting into practice a skill to demonstrate a positive version that adds value is welcome.Much more than I am, or what I think is embodied in my works.“Life is not black or white; we are human beings with different sides, with different personas; the one we show to the common is just one of many, but there are more to explore. I try to do it by means of the letters”.----------------------------------------Traducción (Translation)Hola, soy Victoria Panezo O. (Ecuador-1984), mi atracción por la literatura me ha acompañado toda la vida. Amo viajar, conocer manifestaciones artísticas y culturales, y aprender algo nuevo cada día. Pienso que la educación de calidad es lo que nos sacará de la pobreza mental. Cualquier medio que permita aprender y poner en práctica una habilidad para demostrar una versión positiva que aporte valor es bienvenida.Mucho más de lo que soy, o lo que pienso está plasmado en mis obras.“La vida no es blanco o negro; somos seres humanos con diferentes matices, con distintas personas; la que mostramos al común es tan sólo una de tantas, pero hay muchas más por explorar. Yo intento hacerlo por medio de las letras”.

Vista previa del libro

El adolescente se mostraba indiferente, caminaba sin ganas; esas sesiones con el director del orfanato le aburrían; debía ir a la oficina del Sr. Gastone, o Gastone a secas, como él prefería llamarle.

Se acomodó la camisa y la corbata antes de tocar la puerta; no quería que le volviera a llamar la atención por la forma desaliñada en que portaba el uniforme.

El director acostumbraba a trabajar con música de fondo, al escuchar que tocaban, se levantó y bajó un poco el volumen, luego se dirigió hacia a la puerta y abrió. Lo observó con detenida calma y dio su aprobación para que el joven ingrese al despacho. Hizo una mueca de satisfacción, le dio una palmada en la espalda y le sacó una leve sonrisa al estudiante.

—Y bueno…aquí estamos en una nueva sesión. ¿Lo quieres hacer más fácil esta vez?

—Gastone, estoy cansado; los profesores de este lugar no nos dan tregua, ¿sabes cuánta tarea nos han dejado para este fin de semana?

—Bien.

—¡¿Cómo que bien?! —reclamó el muchacho—¡No te imaginas la cantidad de ecuaciones que debo hacer para Sánchez!, creo que ese profesor no tiene vida social, y por eso, tampoco quiere que sus estudiantes la tengamos.

—No creo que sea tan grave, tú eres muy listo y harás esos ejercicios en un dos por tres.

—Sí, ¡pero ese no es el punto!

—De acuerdo, eso lo discutiremos luego, por ahora concentrémonos en nuestro asunto. Si hacemos esto rápido, podrás irte a terminar tus tareas para que te dejen salir; ¿no es eso lo que quieres?

—Está bien, pero no abuses con tu método socrático; me pone de mal humor.

—¡Ah sí!, y ¿por qué?

—¿Por qué crees? Es estresante.

—¿Por qué es estresante?

—Y aquí vienes otra vez; ya sabes que detesto los interrogatorios.

—No lo tomes como un interrogatorio, sólo imagina que es como un juego que te ayudará a descubrir algo, nada más.

—Ok., dale…empecemos con esto.

—¡Esa es la actitud! ¡Buen muchacho!

Se sentó en la silla frente al director, que también era uno de los psicólogos que trataba los casos de los de los estudiantes que habían vivido algún tipo de trauma en su niñez.

—Gastone … ¿puedo pedir algo antes? —dijo el joven mirando fijamente hacia la ventana.

—Claro.

—¿Quitarías la música?, por favor, me irrita un poco.

Gastone se acercó al tocadiscos, miró al joven y observó una actitud poco usual en él, empuñaba las manos y empezaba a transpirar, le dijo:

—Parece que no te gusta la música clásica, ¿sabías que este compositor ha sido uno de los más virtuosos de toda la historia? —Quería saber qué respondería.

—Sé todo lo que se deba saber de Chopin, pero si continúo escuchando esa balada voy a enloquecer. ¡Quítala! —dijo levantando la voz.

El psicólogo se alertó, quería entender lo que eso significaba.

—¿Es sólo esta balada?, si esta no te gusta… puedo colocar otra del mismo autor.

—¡Haz lo que quieras maldita sea! —Gritó Bastien— ¡Pero quítala!

1: Noche De Lluvia

La hierba danzaba con la brisa, el único farol encendido de la calle iluminaba las perlas que caían desde el cielo, el aullido de un perro se escuchaba a lo lejos, ella se desvanecía; sus quejidos lentamente se apagaban mientras la respiración disminuía. Aquellos hermosos ojos desorbitados fueron cerrándose poco a poco, su cuerpo ya no vibraba como antes.

Siete de la mañana, hago algo de ejercicio, tomo el café y me alisto para ir al trabajo, me miro al espejo y unas líneas muy finas enmarcan el contorno de mis ojos; recuerdo los de ella en esa noche de lluvia. Se veía radiante, lucía un vestido corto y blanco, su piel joven y sus largas piernas me hicieron suspirar; la deseé para mí en ese momento, «¿cómo podría tenerla?», me pregunté, él la vigilaba constantemente, parecía el hombre más contento y afortunado del mundo por poseerla; cuando me acerqué para observarla mejor, se dio cuenta, y su actitud cambió por la de una fiera celosa que cuidaba su presa, me miraba con ganas de arrancarme los ojos, ¿quién diría que yo le quitaría su tesoro?; a veces, la vida nos arranca lo que más queremos, y sin aviso.

Arduo trabajo en la oficina, tengo que terminar un proyecto. Veo a través de mi ventana y el cielo me regala una hermosa vista del ocaso, ¡qué no daría por volver a estar en sus brazos!... debo dejar de delirar y seguir trabajando, pero, sus ojos, ¿por qué los recuerdo tanto?,