Plan para desenmascarar brujas
Por Valeria Dávila y John Joven
5/5
()
Información de este libro electrónico
Cuando Diulia Huzarska se mudÓ a la casa de junto, el niÑo detective sospechÓ inmediatamente de ella. No habÍa duda, se trataba de una bruja. A travÉs de estas pÁginas, el niÑo detective le narra a un oficial de policÍa los detalles de su descubrimiento, y no pierde oportunidad para poner en prÁctica su pensamiento deductivo y comprobar su teorÍa. Una excelente trama llena de hilaridad que lleva al lector a un final inesperado.
Relacionado con Plan para desenmascarar brujas
Libros electrónicos relacionados
Cómo arreglar un libro mojado Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Estrella Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La magia de una sonrisa Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDos amigos Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El cetro del niño rey Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAmigos de balcón Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Totó Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Patitas y alas Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Ana, ¿verdad? Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El abuelo ya no duerme en el armario Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Cocola y las gafas asombrosas. Cómo activar el pensamiento crítico Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSueño sin soñador Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl resfrío del Yeti y otros cuentos que aterran de risa Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Color verde ladrón Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Víboras vivas Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Los miniseres Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa escuela vuela Calificación: 3 de 5 estrellas3/5¿Puede pasarle a cualquiera? (Could it Happen to Anyone?) Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Un tigre con tutú Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Salvavidas Calificación: 4 de 5 estrellas4/5¡Eureka! Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesTren de invierno (The Winter Train) Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Mi nombre es Skywalker Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El regreso del gato asesino Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La tía Clío y la máquina de escribir Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Godofredo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5¿Qué le han hecho a nuestro techo? Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesRincones tenebrosos: Dos novelas para tener pesadillas Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Como pollos ¿y gatos? Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl mar de Ana Calificación: 4 de 5 estrellas4/5
Fantasía y magia para niños para usted
Donde los árboles cantan Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Cuentos Para Niñas: Good Kids, #1 Calificación: 3 de 5 estrellas3/5El leon, la bruja y el ropero: The Lion, the Witch and the Wardrobe (Spanish edition) Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La silla de plata: The Silver Chair (Spanish edition) Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El Peso del Honor (Reyes y Hechiceros—Libro 3) Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Miranda la Sirena y Algo Mágico: Libro de Cuentos Para Niños Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDe brujas caprichosas y hadas desencantadas Calificación: 1 de 5 estrellas1/5Cuentos de Miedo para Niños Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La ultima batalla: The Last Battle (Spanish edition) Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Perdidos en Nunca Jamás Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El beso del infierno (Los Elementos Oscuros 1) Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Historias infantiles para Dormir: Good Kids, #12 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesUn Mar De Armaduras (Libro #10 De El Anillo Del Hechicero) Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El caballo y el muchacho: The Horse and His Boy (Spanish edition) Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El sobrino del mago: The Magician's Nephew (Spanish edition) Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El principe Caspian: Prince Caspian (Spanish edition) Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El Despertar de los Dragones (Reyes y Hechiceros—Libro 1) Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La llave del Alquimista Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCrónicas de la Torre I. El Valle de los Lobos Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La travesia del Viajero del Alba: The Voyage of the Dawn Treader (Spanish edition) Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La piedra verde: Txano y Óscar 1 Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La Senda De Los Héroes (Libro #1 de El Anillo del Hechicero) Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Los chicos del cementerio: (Cemetery Boys) Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Una Forja de Valor (Reyes y Hechiceros—Libro 4) Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Instrucciones para convertirse en pirata Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Brothersong. La canción de los hermanos Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El Despertar Del Valiente (Reyes Y Hechiceros—Libro 2) Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Soñar con la superficie Calificación: 4 de 5 estrellas4/5
Comentarios para Plan para desenmascarar brujas
1 clasificación0 comentarios
Vista previa del libro
Plan para desenmascarar brujas - Valeria Dávila
siempre.
Capítulo 1
Cuando Diulia Huzarska se mudó al barrio, nadie sospechó nada malo de ella, Oficial.
Con su abrigo de lana gris y los zapatos de directora de escuela, parecía una abuelita amable y dulce.
Desde el balcón pude ver toda la mudanza. O casi toda, porque a ratos mi madre me llamaba:
—Entra, querido, no es bueno estar espiando a los vecinos —me decía—. Como no le hacía caso, venía a buscarme y aprovechaba para espiar un poco también.
Así pude ver que del camión de mudanzas bajaron algunos muebles oscuros, y como dieciocho cajas que decían Fruta
por todos lados. ¡Bah!, mi madre dice que vi mal, que no decían Fruta
sino Frágil
, que cómo una viejita iba a comer tanta fruta. Puede ser, vivo en el octavo piso, a lo mejor leí mal.
Pero de lo que estoy seguro, seguro, es de las cosas raras que empezaron a bajar después. Puede ser que no sean raras para usted, Oficial, pero le aseguro que nunca había visto algo parecido.
Se las puedo enumerar, en orden, porque lo anoté todo en mi libreta, para no olvidarme. Eso lo aprendí con la película El niño detective: el protagonista miraba y anotaba, miraba y anotaba. De esta manera logró descubrir al asesino. Y aunque todavía no sabía si habría un asesinato, por las dudas era mejor registrar todo.
Acá está, mire. ¿Por qué pone esa cara, Oficial? ¿No me entiende la letra? Déme, déme, yo le leo:
Cuatro plantas carnívoras, en macetones con rueditas.
¿Que cómo sé que eran carnívoras? Porque tenían dientes, le aseguro, y una se estaba relamiendo.
Una olla gigantesca, ideal para preparar brebajes y pócimas extrañas.
Estaba cubierta con una tela oscura, para que nadie la descubriera. Pero yo me di cuenta, porque, como le dije, aprendí mucho con El niño detective. Las cosas no son lo que aparentan.
Una pila de libros gordos, con hojas amarillas y polvorientas.
Seguramente ahí estaban los hechizos y los encantamientos.
Y por último, escuche bien, Oficial, porque esta es la prueba irrefutable de lo que le digo:
Una jaula de pie, con un gato negro, muy negro.
Parecía inquieto y se movía violentamente. De repente, levantó su mirada hacia mí y me clavó los ojos amarillos. Permaneció así unos segundos, mirándome. Después, abrió su boca y maulló con fuerza. Tenía unos enormes colmillos afilados.
Así que, como verá, supe desde el primer día que mi vecina Diulia Huzarska era bruja.
Esa noche, después que el camión de mudanzas se fue y mi madre me mandó irremediablemente para adentro, me encerré en mi habitación con una copa de cristal. Para que no sospechara, la llené de leche. Igual, ella siempre tiene algo que decir:
—Nene, ¿por qué con las copas de la tía? Esas son para las visitas. Toma tu taza, la del cerdito. (Ay, ay, ay, el niño detective no usaba tazas con animalitos).
Una vez que estuve solo, tomé la leche y apoyé la copa vacía contra la pared para ver si escuchaba algún sonido. Entonces pude percibir una voz de hombre que se quejaba. Ajá, con que esas teníamos, seguro era alguna víctima que Diulia debía tener atada con cadenas y encerrada. O peor aún, seguro que estaba torturando a aquel hombre, a juzgar por los gemidos desgarradores. Pero seguí escuchando y me di cuenta que era la voz de mi padre que cantaba en la ducha. Esa era la pared equivocada, la que daba a nuestro propio baño. Claro, la pared que daba al departamento de Diulia era la del otro lado, donde estaba el ropero. No había tiempo que perder. Me metí entre la ropa con la copa de cristal chorreando leche y la apoyé contra la pared. Ahora sí, estaba actuando como el auténtico niño detective.
Al principio no escuché ningún sonido sospechoso. Apenas pasos, cacerolas, alguna puerta que se abría. Pero pasados unos minutos, comencé a