Ruda

Por Germán Carrasco

El libro se articula sobre la Ruda, esa planta esotérica y mistraliana, de raíz leñosa, hierba castrense e iniciática, la kriptonita de los vampiros, el talismán contra hechiceros y nigromantes capaces de machitunearnos solo con la foto del Facebook.

• Idioma: Español
• Editorial: Cuarto Propio
• Fecha de lanzamiento: 21 ago 2016
• ISBN: 9789562608008

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El nombre de la presente colección de poesía fue tomado del libro homónimo de la escritora argentina Tununa Mercado.

RUDA

© GERMÁN CARRASCO

Inscripción Nº 188.613

I.S.B.N. 978-956-260-505-2

© Editorial Cuarto Propio

Keller 1175, Providencia, Santiago

Fono/fax: [phone]

[e-mail]

www.cuartopropio.cl

www.editorialcuartopropio.blogspot.com

Composición: Producciones E.M.T. S.A.

Producción general y diseño: Rosana Espino y Rosa Serra

Fotografía del autor: Héctor Labarca Rocco

Edición electrónica: Sergio Cruz

Impresión: MAVAL

IMPRESO EN CHILE / PRINTED IN CHILE

1ª edición, marzo de 2010

Queda prohibida la reproducción de este libro en Chile

y en el exterior sin autorización previa de la Editorial.

que un bosque de rudas te proteja

Azalea, magdalena de crepé

Azaleas blancas: poemas fallidos que alguien arrugó.

O, para ponerlo de otra manera: nació una azalea

en el canasto papelero:

                                                  una hoja de A 4

que en ralenti o slow se desarruga

para recuperar su forma

y en el proceso de hacerlo es una nube que se expande

sin perder consistencia ni blancura: ser vivo

el poema. Y las letras: ninjas

que caen armados en la niebla de la página,

                                          azalea, magdalena, estrellita de crepé,

                                          azalea, estrellita, magdalena de papel;

esto es lo que sucede:

las líneas garabateadas se niegan a desaparecer;

las notas perdieron el pudor y quieren exhibir

los tatuajes que la editorial de la praxis imprimió

en sus cuerpos ávidos de acción: la página

se piensa perfume, tersura de azaleas

mientras las lagartijas invaden furtivas el teclado

de un laptop:

                                          quieren escribir,

                                          azalea, magdalena, estrellita de crepé

                                          azalea, estrellita, magdalena de papel.

Un diente de guanaco en el desierto

los futbolistas desaparecen entre nubes de polvo:

                                                  estas canchas

merecen un poco de agua, pasto

estos caballos. un alivio por el amor de rock.

se supone que las arcas revientan de ganancias

pero crisis y bonanza dan lo mismo aquí.

hablé con el representante de los bebés

se bajó de un auto con vidrios polarizados

con chaqueta de cuero como sindicalista argentino.

me dijo dense prisa crecemos rápido y la ropa

se nos revienta como a Hulk: háganla cortita.

polución ancianos y bebés con máscaras

virus sinsisial y hospitales que no dan abasto.

en tanto, el poeta nada de espaldas

en la fuente castálida con los ojos entrecerrados

la verdad no me explico cómo hace para que la ceniza

del enorme puro cubano no le caiga en el rostro.

Se baña en una fuente de aguas frescas el fresco

luego mira las estrellas que se reflejan en sus ojos

y piensa en la belleza de pensar.

cuando coman suficiente pasto estos caballos

van a cantar corales de Bach. Al palurdaje

le encanta que nombres a Bach a Shoenberg da igual

la cosa es aparentar seguridad

poner voz de barítono

o de esos militantes adolescentes que tienen una certeza

que te lo juro no logro imaginar de dónde obtienen.

y el name dropping a diestra y siniestra.

–la Mistral hablaba de Don Palurdo, gran citador

con su chamullo de la intertextualidad–

pero cantarán corales de Bach estas bestias música

contemporánea electrónica berlinesa (a la que le cayó

en cosa de segundos el peso brutal del tiempo encima).

cada hoja de hierba puede ser una bayoneta filosa

áspera para el desayuno en la hierba

pero veo todo verde intenso y siento ganas de correr

jugar con Padre como cachorro de labrador

jugar a la lucha libre al muere canalla:

el santo, el cavernario

blue demon y el bull dog

(sobre el mantel de picnic, tu padre y tu madre

tu padre y tu madre y el sabor de la cereza).

a recorrer las provincias, amantes

a recorrer las Américas, gente

con una frazada de picnic.

entonces traduciremos: briznas o filamentos de pasto

imagen mental de todas las experiencias

infantiles y adolescentes en el pastito.

pero qué seco a todo esto están Comala Luvina

Río Cuchara Nueva Quillahue Barrancas.

sólo un Polonio-Laertes en todo caso: no te olvides

de pagar con la moneda del país.

un mal paso gestual afea al mundo

y cada brizna puede convertirse en una bayoneta filosa

una navaja automática. le llaman chépica

(cynodon dactylon, bermuda grass)

existe en todas las Américas

esa hierba zarpada e invasiva que se aferra a la tierra

es de hecho rizomática aunque a esa palabrita

le va a caer el tiempo encima como a una melena

afro del tiempo de la onda disco

o como a un bigotito bolche y sesentero.

–izquierda rima con mierda hace algún rato–

la chépica requiere escasa agua y cuidado

lo cual resulta prudente en zonas de poca lluvia

pero algunos la destruyen y siembran

un almácigo que chupa demasiada agua

y que requiere un cuidado innecesario.

ah el cuidado del poema del cuerpo del jardín

jardines que requieren mucha agua

(amigos que requieren mucha cerveza)

pasto afectado de clima lluvioso

liquidámbares y cursilerías peores aún

lo mismo cuando escriben lo mismo con todos

sus gustos que creen sofisticados

o internacionales o anda a saber qué cosa.

pasto de lluvia perenne

pero en esta parte del país no existe esa lluvia.

si hubiera agua y no roca

si hubiera agua y no roca

o si hubiera roca y agua por último

como cuando subimos la cordillera

y tomamos agua pura con Juan Comprofierro.

agua para la tierra del corazón

                                    reseca

como diente de guanaco en el desierto

agua para esta resaca eterna.

los futbolistas adolescentes se cambian de ropa

en un camarín al aire libre

quisiera fueran jugadoras de hockey.

todo el mundo desnudo bajo el sol

en un pasto verde nítido en el parque

que es el lado femenino de la ciudad.

Oración

Dios, porfa: bórrame la sonrisa de un paraguazo.