A las 12:10: Combate naval de Iquique
Por Jorge Inostrosa
3/5
()
Información de este libro electrónico
Relacionado con A las 12:10
Libros electrónicos relacionados
Hidalgos del mar Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSandokan Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa espada y el canelo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl viejo y el mar. El invicto Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesVeinte mil leguas de viaje submarino Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMoby Dick o la ballena blanca Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMujercitas Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Pepita de oro Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La isla del tesoro Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El Corsario negro Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Memorias del Viejo Diciembre Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCuentos secretos de la historia de Chile Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Canción de Navidad Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El Caleuche Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMiguel Strogoff Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAdiós a Ruibarbo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesBajo fuego cruzado. Diálogo con Andrés Allamand Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesExtraño caso del Dr Jekyll y Mr Hyde Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El Castillo negro en el desierto Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Arkanus. La profecía del héroe caído Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Los tres mosqueteros Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLos pincheira Calificación: 3 de 5 estrellas3/5El animero del desierto Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Chañarcillo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMartín Rivas Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El Sabueso de los Baskerville Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Cartas: Descubrimiento y conquista de Chile Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa patria insospechada. Episodios ignorados de la historia de Chile Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Una joven a la antigua Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La Cabaña del tio Tom Calificación: 4 de 5 estrellas4/5
Historia para niños para usted
El camino del guerrero Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLibro de las maravillas del mundo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa Cabaña del Tío Tom Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Diario de Ana Frank Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El Yugo Zeta: Norte de Coahuila, 2010-2011 Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Renace de las sombras Calificación: 5 de 5 estrellas5/521 heroínas afroamericanas extraordinarias: Relatos sobre las mujeres de raza negra más relevantes del siglo XX: Daisy Bates, Maya Angelou y otras personalidades Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCuentos secretos de la historia de Chile Calificación: 4 de 5 estrellas4/5MITOLOGÍA HINDÚ: Brahma, Shiva y Vishnú Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDiario de guerra del coronel Mejía Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Los tres mosqueteros Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesNgen Mapu, el dueño de la tierra Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La Cabaña del Tío Tom: Clásicos de la literatura Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La Reina Margot Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl diario de Noelia Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El último mohicano Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl secreto de la nana Jacinta Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesFrida Kahlo: La artista que pintaba con el alma Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El Arte de la Guerra: Edición completa (con ilustraciones) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesFinis mundi Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El valle oscuro Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Hija de las tinieblas. Reclama el trono Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La edad moderna Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El vientre de París Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesChilango y tenochca Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La caída de los reinos Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Y todo arde Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesRobin Hood Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa historia de Iqbal Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Jinetes de Tlatelolco. Marcelino García Barragán y otros retratos del Ejército Mexicano Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Categorías relacionadas
Comentarios para A las 12:10
2 clasificaciones0 comentarios
Vista previa del libro
A las 12:10 - Jorge Inostrosa
Personajes estelares de nuestra Historia
e I.S.B.N.: 978-956-12-2881-8.
1ª edición: marzo de 2016.
Gerente editorial: Alejandra Schmidt Urzúa.
Editora: Camila Domínguez Ureta.
Director de arte: Juan Manuel Neira.
Diseñadora: Mirela Tomicic Petric.
© 1987 por Sucesión de Jorge Inostrosa Cuevas.
Inscripción Nº 67.489. Santiago de Chile.
Derechos exclusivos de edición reservados por
Empresa Editora Zig-Zag, S.A.
Editado por Empresa Editora Zig-Zag, S.A.
Los Conquistadores 1700. Piso 10. Providencia.
Teléfono +56 2 28107400. Fax +56 2 28107455.
E-mail: zigzag@zigzag.cl / www.zigzag.cl
Santiago de Chile.
El presente libro no puede ser reproducido ni en todo
ni en parte, ni archivado ni transmitido por ningún medio
mecánico, ni electrónico, de grabación, CD-Rom, fotocopia,
microfilmación u otra forma de reproducción,
sin la autorización de su editor.
Nota del Editor
Entre los muchos episodios de la Guerra del Pacífico que narra detalladamente Jorge Inostrosa en su novela histórica ¡Adiós al Séptimo de Línea! están los que se han seleccionado para el presente libro: los capítulos que narran lo ocurrido en la víspera del combate naval de Iquique y el combate mismo. Ambos constituyen un todo y muestran con fidelidad y dramatismo la epopeya protagonizada por Arturo Prat y sus hombres.
El día 20 de mayo moría tibiamente en la plácida bahía iquiqueña. El sol rojizo, escondiéndose en el mar, teñía de bermellón la playa y las casas del puerto, y de amaranto los cerros rocosos, alzados al oriente.
El silencio de la noche naciente comenzaba a envolver una nueva velada de tensa expectación. ¿Aparecerían esa noche las moles poderosas de los blindados enemigos?
El comandante Arturo Prat asomó por una escotilla de popa de la Esmeralda, seguido por el teniente 2º Ignacio Serrano. Ambos fueron a acodarse en la estructura de los compases, junto a la rueda de gobierno, y desde allí contemplaron la cubierta de la nave.
De la cámara de los oficiales, ubicada en el entrepuente, subían los compases sentimentales del violín del guardia-marina Ernesto Riquelme. Pocos metros más hacia el alcázar, el cirujano Francisco Guzmán fumaba su pipa, observando la costa. En la popa jugaban a las cartas los cinco griegos de la tripulación: el condestable Equalli, el contramaestre Micalbi, el timonel Eduardo Cornelio, el capitán de altos Tomás Blanco Pulo y el fogonero Estamatópolis.
Arturo Prat los contemplaba con el ceño contraído por la preocupación que lo venía royendo desde hacía varios días. Tenía en sus manos el rol de la tripulación, que había dejado el comandante Thomson al abandonar el mando de la Esmeralda. Inclinado el cuerpo, lo leyó en voz baja, consultando cada partida, con la mirada, al teniente Serrano:
–Doscientos pililos
del mar –comentó Serrano, con una sonrisa, recordando que ese título habían dado los demás oficiales a los tripulantes de la Esmeralda y la Covadonga. Y tenían razón al considerarlos tan despectivamente. El equipaje de los dos viejos cascarones estaba compuesto por una multitud de grumetes imberbes, artilleros reclutados a prisa y marineros extranjeros, que no tenían por qué sentir ardor patriótico por la causa de Chile.
El contralmirante no había querido exponer a la grumetería a los riesgos del asalto al Callao y los dejó a casi todos en la Esmeralda. Si la corbeta no iba a tener un papel guerrero en la campaña, cuando menos que hicieran en ella su adiestramiento los grumetes más chiquillos. Al teniente Serrano le daba pena, y algo de vergüenza, cuando los veía juguetear sobre la cubierta. Los había hasta de catorce años.
Cuando se bajaba al sollado, o al entrepuente, se experimentaba la impresión de estar en la Torre de Babel. La tripulación de planta era de una heterogeneidad increíble. Formaban en ella los cinco griegos ya mencionados, tres italianos: Bagelio Bono, Carlos Cota y Bartolomeo Rosso; cuatro ingleses: Demetrio George, Andrew Brown, John Lassen y Charles Moore; dos franceses: Georges Tougoud y León P. Claret; un escandinavo: Alexander Oswath; un maltes: Esteban Despots, y un araucano puro que apenas hablaba castellano: Mateo Matamala.
–Si la mitad de ellos fuera gente de mar, estaría más tranquilo –resumió Serrano–. Pero son reclutas o mercenarios. A todos ellos los enganchó el teniente Uribe en dos días. ¿Comprenderán los señores directores de la guerra lo que significa formar la tripulación de un barco de guerra en dos días?
–No pase cuidados, señor Serrano –lo tranquilizó el comandante–; llegado el momento, la dotación responderá. Vamos a la cámara de los oficiales, que quiero hablar con el ingeniero Hyatt sobre una caldera que está fallando. Me lo comunicó el ingeniero 2° Vicente Mutilla.
–Y ésta es una guerra marítima –comentó amargamente Serrano, mientras caminaban por la cubierta atiborrada de mochilas y elementos de la guarnición de artilleros, que se había agregado a la nave para su defensa–. Todos lo sabemos. Sin embargo, el Gobierno vacila, se decide, pone marcha atrás, y de todo este tira y afloja
no hemos podido todavía sacar los míseros quinientos pesos que se necesitan para hacer una recorrida en las costuras de esta