Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

LA GRAN CRUZADA UNIVERSAL: Hëmera Kuriou Lësou Christou
LA GRAN CRUZADA UNIVERSAL: Hëmera Kuriou Lësou Christou
LA GRAN CRUZADA UNIVERSAL: Hëmera Kuriou Lësou Christou
Libro electrónico307 páginas4 horas

LA GRAN CRUZADA UNIVERSAL: Hëmera Kuriou Lësou Christou

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

Con La Gran Cruzada Universal Felipe Chavarro Polania ha creado una obra maestra, ofreciendo todos los mejores aspectos del género. Misterio, trama y aventura llenan las páginas del segundo volumen de la saga El Aprendiz, transportando al lector al reino espiritual como ningún otro.

En el continente Africano y el reconocido imperio Bizantino, donde los mayores movimientos del pensamiento chocaron entre sí, una horda de combatientes provenientes del reino de Saba, enfrenta una batalla encarnizada contra fuerzas oscuras y sobrenaturales, que se oponen vehementemente a la misión que les ha sido encomendada. En este majestuoso escenario, Tzur, y los nueve integrantes de su tropa, se encuentran en el centro de un conflicto que desatará todos las fuerzas antagónicas que se enfrentan desde tiempos inmemoriales: la verdad y la mentira, la traición y la lealtad, la compasión y la sed de venganza, el amor y el odio, el servicio y el poder, la virtud y la lujuria, el engreimiento y la cordura, todo ello para ganar la más mortal de las batallas: La Gran Cruzada Universal.

Ya considerado un clásico moderno, la impresionante serie de chavarro vivirá como uno de los grandes logros de la imaginación y de la literatura fantástica.

IdiomaEspañol
EditorialScribl
Fecha de lanzamiento15 oct 2019
ISBN9781633483866
LA GRAN CRUZADA UNIVERSAL: Hëmera Kuriou Lësou Christou
Autor

"Felipe" "Chavarro Polanía"

FELIPE CHAVARRO POLANIA, es un conferencista, egresado de la Universidad de Liverpool en (UK). Ha tenido la oportunidad de desarrollar su carrera como mentor espiritual por más de 10 años.

Lee más de "Felipe" "Chavarro Polanía"

Relacionado con LA GRAN CRUZADA UNIVERSAL

Libros electrónicos relacionados

Ficción cristiana para usted

Ver más

Artículos relacionados

Comentarios para LA GRAN CRUZADA UNIVERSAL

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    LA GRAN CRUZADA UNIVERSAL - "Felipe" "Chavarro Polanía"

    CAPÍTULO 1. RUMBO A EGIPTO

    Kadmiel, el joven aprendiz, se sentía muy impactado por todo lo que había sucedido en su vida recientemente. Sentado en la caravana de su nuevo mentor Tzur, mientras se adentraba en el desierto que le conduciría a Egipto, el joven contemplaba con cierta melancolía la amurallada ciudad de Sagnit, que se iba desvaneciendo a medida que avanzaba en su camino. Mientras lo hacía, el cálido sol tropical, tan típico del desierto africano, caía sin piedad sobre las caravanas en donde él se encontraba. Las gotas de sudor perlaban su frente y se deslizaban por su rostro, engalanando aquel día en que dejaba atrás su antigua vida, para perseguir la gran vocación que había elegido.

    De repente, en un esfuerzo por amenizar el tiempo que tomaría su viaje, el joven intentó propiciar una conversación con uno de los camelleros que caminaba delante de su cabalgadura; pero una mirada furtiva en su dirección, le recordó que el inclemente clima, mantenía a todos muy tensos y concentrados en el camino. Por lo que el joven un tanto resignado, retomó su posición y comenzó a meditar en sus adentros. 

    --Hoy que comienzo una nueva senda, he podido comprender lo rápido que puedo avanzar, sin importar cuan despacio camine. Pues siempre y cuando me determine a moverme sin pausas, avanzaré de modo que cumpla mi objetivo. Por tanto, caminaré sin titubeos, porque hasta el viaje más extenso es recorrido, cuando decido encaminar mis pies para dar un solo paso a la vez.  ¡Un gramo de acción vale más que un kilo de intención! Nadie cumplirá sus sueños, ni encontrará su vocación acostado en su lecho. Daré por tanto la bienvenida a los tropiezos, porque gracias a ellos me convertiré en la persona que necesito para asir mis sueños. Si así lo hiciere, hallaré la felicidad en lo que hago, y seré como las almas triunfantes, al comprobar que la felicidad no es algo que pospongo para el futuro; es algo que mis manos construyen en el presente, al disfrutar las vicisitudes que me van revelando el camino que debo ir transitando hacia mis sueños. Persistiré, resistiré y no me rendiré, de manera que pueda alcanzar lo que me he propuesto. ¿Y cómo he de lograrlo? Haré todo lo que mis manos puedan, de manera que en todo lo demás pueda entregarme en completa confianza a mi Hacedor. No seré como quienes comienzan su vida creyendo en milagros, y se entregan a la genialidad de su imaginación, para después llegar a los treinta, y persuadirme de que soy una persona ordinaria. Los sueños y la imaginación, son el soplo de vida que rejuvenece a todo ser viviente, y solo quien aspire profundamente y de continuo aquel soplo, será revestido de nuevo vigor. ¡Por cuanto empecé mi camino por mi propia voluntad, mil estadios me parecerán uno, porque ya no necesito que los demás crean en mí!  Soy libre porque gracias a mi Hacedor, he recuperado la fe en mí mismo. Continuaré mi camino cultivando y nutriendo mis ideales, de manera que todo mi ser se ennoblezca; porque si en mi indolencia los descuidare, tarde o temprano mis pies caerán presos en los vicios, que desordenan la vida de los que tropiezan para no reincorporarse de nuevo. Pues he aquí, que donde los ideales no existen, no puede existir el esfuerzo por mantenerse en integridad.

    Después de casi media hora, súbitamente, el joven fue interrumpido en su meditación, pues se comenzó a oír el estrépito del viento, el cual aumentaba cada vez más, hasta no dejar la menor sombra de duda de que algo estaba por acontecer. Al cruzar un pequeño montículo de arena que marcaba el comienzo de una zona mucho más desértica, se empezaron a topar con una cortina de polvo que se precipitaba en su dirección. Sus caravanas yacían dominadas, en la parte trasera, por las cortinas de arena que se empezaban a elevar y cubrían en su totalidad el sur. Muy cerca de allí, se podía avistar una pequeña planicie, en donde podrían enclavar sus tiendas para resguardarse de lo que parecía una tempestad de arena.  Entonces, se escuchó la voz de Tzur diciendo:

    --¡Una tormenta se avecina! Rápido enclavemos nuestras tiendas. Entonces todos los camelleros y jefes de cuadrillas se apresuraron para alcanzar aquella planicie, y tras haber construido sus tiendas, aseguraron los camellos, y entraron sin demora para estar guarecidos durante el vendaval que les acosaba. Entonces, el joven buscó a Tzur, y habiéndolo encontrado en la tienda principal, se le acercó y se quedó con él, mientras aguardaba el paso de la tempestad.

    --Aquí la naturaleza muestra su gran poder y fuerza. –Dijo Tzur.

    Kadmiel asintió con la cabeza en señal de que estaba de acuerdo, entretanto le invadía un profundo temor al escuchar el ruido ensordecedor del viento. Y ocurrió que mientras el joven presenciaba la manera en que la tormenta de arena sacudía sin piedad las tiendas en donde se resguardaban, un fuerte impulso de agarrarse de alguna de las columnas, le sobrecogía; no obstante, trabajosamente se controlaba para no hacer el ridículo ante todos los hombres experimentados que le rodeaban.  Los minutos parecían horas, y los pies y manos del joven no obedecían su intento de tranquilizarse, de modo que temblaban de manera frenética.

    Entonces al verlo Tzur le dijo:

    --No tengas miedo muchacho. Hoy que te observo, puedo recordar lo que me enseñó mi mentor Ashir cuando estábamos bajo el rigor de una tormenta como esta. En aquella ocasión él me dijo:

    --Nadie puede con certeza experimentar y describir la paz verdadera, hasta que ha sido probado en una tormenta. La tempestad precede a la calma y a la bonanza, como la humillación precede a la exaltación. Cuando pases por una tormenta, tan solo recuerda que estas cruzando las murallas que protegen el palacio en donde habita la paz que es verdadera. A menudo, cuando la paz te envió a llamar, a tu encuentro saldrá una gran tempestad. Es este el complejo capricho de la naturaleza y la creación. Ten siempre valor, entregando tu temor en oración al Creador de todas las cosas. Solo así el temor dará lugar al denuedo, y con él se afirmarán tus pasos. Ten confianza muchacho, y después de esto, Tzur guardó silencio.

    Cuando hubo dicho esto, todos a una se quedaron en silencio, de manera que el rugir aturdecedor de la tormenta, les anunciaba que sus tiendas yacían en sus dominios.

    KADMIEL CONOCE LAS TRES FUENTES DEL PODER PERSONAL

    Así pues, al transcurrir unas horas, la tormenta cesó y se hizo una gran bonanza. Por lo que todos a una salieron de sus tiendas para observar lo que había sido de la tempestad. Y aconteció que después de haber dejado sus tiendas, el sol se había escondido detrás de las montañas, pero aún quedaba suficiente luz antes de que terminara el día. Por lo que Tzur con un dejo de resolución en su voz dijo:

    --No viajaremos durante la noche. Preparen las ramas necesarias para hacer hogueras y así nos calentaremos durante la noche---.

    Entonces, todos se apresuraron a erigir varios montículos con sus ramas, y habiendo terminado, encendieron sus hogueras.

    Al anochecer, el viento soplaba del noreste, trayendo consigo el olor a sal seca y partículas finas de polvo desde la nación de Egipto. Entonces Tzur puesto en pie, convidó a los encargados de tocar el salterio y el arpa, quienes comenzaron a tocar sus instrumentos en la semioscuridad que se producía, gracias a la luz proveniente de las hogueras y de las primeras estrellas que se podían ver claramente; cuyo resplandor iluminaba el cielo con su presencia.

    De repente, mientras los camelleros y jefes de cuadrillas estaban departiendo junto a las fogatas, y calentaban juntamente sus manos, Tzur se acercó a Kadmiel que se encontraba muy cerca de la fogata que estaba junto a la tienda principal, y le dijo:

    --Muchacho, creo que finalmente ha llegado el momento en que he de enseñarte, las tres fuentes del poder personal--. 

    --¿Las tres fuentes del poder personal? preguntó el joven con un dejo de asombro en su voz.

    --Así es---, respondió el hombre poniendo sus manos para apoyarse sobre un pequeño montículo de arena que estaba justo al lado del joven. Y después de tomar una pequeña bocanada de aire, el hombre comenzó a hablar diciendo:

    --Hace algunos años, cuando yo tenía tu misma edad, mi mentor Ashir y yo salimos a un viaje como este. Recuerdo que del mismo modo que hoy, ese día también fuimos emboscados por una tormenta mientras cruzábamos el desierto del Negev para llegar a su tierra natal. En aquella ocasión, antes de que anocheciera, alcanzamos una pequeña llanura desértica como esta, y con sus camelleros enclavamos nuestras tiendas para descansar mientras al calor de muchas fogatas, departíamos y comíamos. Esa noche nací de nuevo, pues sentados frente a frente, al calor de una fogata como está, él empezó a enseñarme diciendo:

    --Sin importar los obstáculos que se te presenten en el camino, o las tormentas que tengas que enfrentar para alcanzar tus objetivos; la embarcación de tu vida siempre alcanzará tierra firme, si contares con las tres fuentes del poder personal. Pues cuando tengas que experimentar el caos dentro de ti, sin importar cuán grande este sea, estas tres fuentes harán que de ti nazca una estrella. Entonces brillarás y con tu resplandor iluminarás como el sol a todos los que te rodean--.

    --La embarcación de una vida exitosa, suele encumbrarse sobre las olas de la pena y el sufrimiento para llegar a tierra firme, pero nunca sucumbirá ante ellas. Por tanto, no olvides lo que estoy a punto de enseñarte, porque de estas tres fuentes del poder personal no solo obtendrás una esperanza segura y firme para continuar en medio de las tormentas, sino que además te darán la capacidad de penetrar hasta detrás del velo del santuario en donde descansa tu deseo--.

    Entonces, como era de esperarse, con una emoción que rebosaba en mi pecho, le pedí con total resolución de corazón, que me enseñara las tres fuentes del poder personal.

    Por lo que en aquella ocasión, Ashir con una voz que trasuntaba gran solemnidad me dijo:

    --La primera fuente del verdadero poder personal proviene de Dios. Pues solo a través del amor infinito que proviene de aquel que te formó en el vientre de tu madre, alcanzarás la conciencia de tu verdadero valor. Solo el hombre que ha descubierto su verdadero valor entre los seres vivientes, es quien se encuentra a sí mismo, y como fruto de este descubrimiento, la virtud será su amiga inseparable, y su hostilidad ante el vicio será duradera. ¿Sabes por qué mi querido aprendiz? Me preguntó Ashir en aquella ocasión.

    Yo vacile por un momento y dije:

    --No lo sé.

    Entonces él me respondió diciendo:

    --El valor de un hombre aumentará de manera infinita, cuando este interiorice el gran monto que el Altísimo estuvo dispuesto a pagar como muestra de su profundo amor por él: La vida de su unigénito Jesucristo. Pues de tal manera amó el Creador al hombre, que entregó a su Hijo unigénito para que todo el que creyese en él, alcanzase la conciencia de su incalculable valor. En consecuencia, su vida es un caudal de riqueza que no puede ser derrochado viviendo entregado al vicio. Es esta fuente de poder personal, que nos hace muy diferentes a las bestias, y encumbra nuestra dignidad hasta las estrellas.  Además, este es el único amor que se conoce por lo que ofrece, y no por lo que exige de nosotros--.

    Entonces con cierta sutileza yo le dije:

    --Ashir, vivimos en un mundo lleno de creencias y conceptos de lo que consideramos que es verdadero, aun cuando no estemos completamente seguros de ello o no seamos capaces de demostrarlo. ¿Quieres decir entonces que los que no creen en Jesucristo no poseen la primera fuente del poder personal? ---.

    Ashir suspiró y asintiendo con su cabeza respondió:

    --Déjame preguntarte algo Tzur: --- ¿Te sentirías tan valioso si creyeses que fuiste una consecuencia del azar? ¿Acaso tu vida tendría el mismo significado y valor, si creyeras que eres descendiente del mono, o de alguna otra bestia? ¿Acaso podrías acercarte a un dios tan distante como el sol?--. Entonces Ashir guardó silencio por un momento, esperando mi respuesta. Y después, al ver que el silencio me había sobrecogido me dijo:

    --Todos somos libres de creer en lo que deseemos; sin embargo, debes entender que nuestras creencias en la dimensión espiritual, son la piedra angular sobre la cual edificamos aquello que percibimos como nuestra realidad. ¿Cómo podrá un hombre alcanzar su deseo, si sus creencias en la dimensión espiritual lo sujetan a vivir de continuo en la pobreza? ¿Puede acaso alcanzar su deseo el hombre que está persuadido de que una deidad, no descansará hasta verlo sumido en la derrota y la desdicha? Por estas definiciones tan pobres del verdadero Dios y de su obra, es que se ha encumbrado con mayor ímpetu, la idea de que no existe un Dios. ¿Pues qué hombre con ambiciones, no se levantaría en rebeldía, ante un dios que le sujeta al infortunio? Es este el origen del pensamiento más pernicioso que pueda habitar en la mente del hombre--.

    De repente, yo interrumpí diciendo:

    --¿Quién podría defender un pensamiento como este?---.

    Entonces con gran brío en su voz, Ashir me dijo:

    --Son los llamados eruditos de nuestra época, quienes han defendido la filosofía de que el ser humano puede vivir sin fe, y sin siquiera tener una vaga idea de su origen, de su principio y del propósito de su existencia.  He aquí la diferencia entre el poder y la debilidad hijo mío. Todos los hombres se persuaden de un relato, el cual termina ejerciendo una influencia inconmensurable en su identidad. Sin embargo, todo aquel que crea que el mismo Dios, lo dio todo para estar con él, experimentará una dignidad infinita; su vida se transformará pasando de muerte a vida. De seguro, si revisares las creencias espirituales que han existido desde tiempos inmemoriales, te darías cuenta que no existe una, en donde se hable de un Dios, que por amor, se hizo hombre, y entregó su vida por su adorador. Recuerda esto siempre, el hombre que vive sin el conocimiento del significado y el valor de su vida, nunca tendrá a su disposición la primera fuente ilimitada del poder personal, porque la fe en el verdadero Dios, es la fuerza de la vida, y todo el que la posee vivirá intensamente---.

    --Esto quiere decir que en el corazón de toda religión yace la fuente del poder personal, porque al relacionarnos con nuestro hacedor, la religión intenta satisfacer lo que todo ser viviente ha deseado conocer desde el comienzo de su vida. Concluí ante sus argumentos.

    --Así es, mi querido aprendiz, sin embargo, quisiera asegurarte que existen tres niveles dentro de la primera fuente del poder personal--.

    --¿Tres niveles dices? Inquirí después de escucharle atentamente.

    --Así es, en el primer nivel se encuentran aquellos que afirman que no hay dios. Los que esto creen, tienen a su disposición el nivel más condicionado de todos. Esto se debe a que sus poderes nunca rebasarán sus propios límites, estarán completamente sujetados como por un ancla, a lo que sus sentidos y realidad determinen. Nunca olvides esto mi querido aprendiz: La vida de una persona sin fe es la vida de un animal, pues todo hombre carente de fe, no puede satisfacer ni siquiera de una manera vaga, su deseo por conocer su origen, el principio de todas las cosas y el propósito final de su existencia. Estará condenado a ser su propio dios, y por ende se tendrá que valer por sí mismo mientras transite por el camino de la vida. Por eso el Hijo de Dios pudo decir sin vacilaciones: --Yo sé de dónde vengo y a dónde voy. ¡Cuán profunda es esta filosofía, mi querido aprendiz! Aquel que cree firmemente que fuimos hechura del Creador, ha de recibir la verdadera esperanza, que no es más que la simiente de todo esfuerzo.

    A continuación, se encuentra la fe que podemos encontrar en otras creencias o religiones. En cada una de estas hermosas doctrinas, podremos satisfacer en cierta medida, la respuesta a nuestro origen, el principio del universo, y finalmente la razón de nuestra vida. No obstante, el tercer nivel es alcanzado por quienes coronan su existencia con el amor genuino---.

    --¿El amor genuino? ¿A qué te refieres? Interrumpí.

    --Así es, mi querido aprendiz: --El amor del que te hablo hoy, es el más grande del universo, porque se muestra en que sin importar nuestro caos interior, el Hijo de Dios entregó su vida por nosotros, y con ello ratificó que nuestra vida, es el bien más preciado del universo. Es esta la diferencia entre cualquier doctrina hermosa que tú encuentres en el mundo, y la historia de amor que el mismo Dios entretejió al enviar a su Hijo a entregarse sin reservas. Es a partir de esta verdad, que todo hombre se siente más grande que las estrellas, y de cierto comprueba que ni el zafiro, ni el rubí, ni el diamante, podrán compararse con su valía. El Dios verdadero diseñó con amor, sensibilidad y delicadeza a las flores del campo, más solo por el hombre estuvo dispuesto a entregar a su a su propio Hijo, en quien reposaba todo su amor y felicidad---.

    En aquel momento, yo quede sin palabras, pues al abrir mi boca no pude decir nada ni tampoco era necesario. A partir de ese momento, ya no era necesario preguntar ninguna cosa; no necesitaba esconder aquello de lo que era capaz después de tal conocimiento, ni tenía que ocultar las proezas, que desde ese día podría conquistar por causa de lo que había aprendido sobre la primera fuente del poder personal. A partir de aquel instante, yo era la creación más grande y valiosa del universo---.

    Después de una pausa, Ashir continuó diciendo:

    --Muy bien, muchacho. La segunda fuente del poder personal es la mujer virtuosa---.

    --¿La mujer virtuosa? Pregunté lleno de asombro y de duda ante la afirmación que mi mentor había expresado.

    --Así es, joven. La segunda decisión más importante que todo hombre debe tomar, es con quien se casará. No seas como la mayoría de los hombres que menosprecian la importancia de la mujer virtuosa en sus vidas, y como consecuencia yerran escogiendo la piedra angular sobre la cual edificarán la seguridad en sí mismos. La mujer virtuosa, te dotará de la armonía necesaria para que la gran obra de Dios en tu vida, vaya en aumento, hasta alcanzar su estatura predilecta. Desde tiempos inmemoriales, muchas culturas le han atribuido a la mujer la capacidad de edificar o destruir al hombre. Estos adagios y doctrinas convergen de un mismo modo, y son ciertas. ¡La mujer es la piedra principal que sustenta los cimientos del carácter de todo hombre próspero y distinguido!--.

    Después de esto, Ashir hizo una breve pausa, y yo, aprovechando la oportunidad que se me daba de hablar, decidí probar suerte diciendo:

    --Supongo que la decisión más importante, es decidir sobre qué relato edificaré mi fe. Es aquí en donde debo decidir entre las tres primeras doctrinas que me hablaste, entendiendo que de esta decisión depende la grandeza de la primera fuente del poder personal de la que dispondré durante mi vida. Seguidamente, como todo hombre, tendré que entregarme con arrojo al discernimiento para escoger a mi compañera de toda la vida. De esta última decisión, dependerá la verdadera fuente de mi seguridad personal, y por ende de mi éxito en la vida.

    Entonces Ashir con un dejillo de emoción en su voz me dijo:

    --Bien has dicho muchacho. La segunda decisión que todo hombre ha de tomar es tan vital para su vida, que el hombre más sabio que jamás existió, una vez dijo: --La mujer ejemplar hace de su marido un rey, pero la mala esposa lo destruye por completo.

    --La mujer es tan fundamental para tu vida, como lo es la armonía para toda pieza musical.  En ella descansará el equilibrio entre tus pensamientos, acciones y sentimientos, de manera que tu vida sea una hermosa melodía, y gracias a su compañía podrás sobreponerte al fracaso y a la miseria, que amenazan con minar tu existencia---.

    En aquel momento, Ashir guardó silencio por un breve instante. Sin embargo, de un momento a otro empecé a reparar, en que sus palabras eran como golpes de alegría, y sin darme cuenta, a medida de que nuestra conversación se extendía, sus palabras retumbaban en mi corazón con más fuerza. Era como si el reloj de arena se hubiese parado de momento, para que mis oídos escucharán lo que a mi parecer, era sin lugar a dudas, la enseñanza más importante que había escuchado en toda mi vida. Mientras estaba sumergido en la solemnidad de aquel silencio, levanté mi mirada para ver el rostro de Ashir. Esta vez su rostro tenía la apariencia refulgente que las llamas de la hoguera le daban. Me miró fijamente, y abriendo su boca interrumpió aquella solemnidad diciendo:

    --Finalmente hemos llegado a la tercera fuente del poder personal que reposa en una visión o un claro objetivo principal---.

    Esta vez, yo no le interrumpí, por lo que Ashir, después de mirarme fijamente, frunció el entrecejo y súbitamente una amplia sonrisa mudó su rostro serio y solemne. Inmediatamente, sus ojos se abrieron al máximo, y subió el volumen de su voz.

    --Un claro objetivo en tu vida, te ahorrará el esfuerzo que la mayoría de personas desperdicia en su intento de hallar sentido a su existencia. El conocimiento de esta fuente del poder personal terminará para siempre con la falta de intención que a muchos hombres ha logrado extraviar, sometiendo sus embarcaciones a viajar constantemente en altamar a la deriva.

    Finalmente, cuando definas claramente tu objetivo, podrás encauzar tu corazón y tus pensamientos para perseguir tu deseo, y tus manos se esforzarán sin descanso para dar forma a lo que tu corazón y tu mente han imaginado. Como ves muchacho, este paso es tan imprescindible, como lo es el mapa para el marinero que yace en altamar; dirigiendo a su embarcación por un mar agitado. Como el capitán de tu alma, asegúrate de rendir tu capitanía al Cristo, de modo que por su Espíritu, puedas encontrar el verdadero mapa, para que cuando tu compañera se suba a tu barca, los dos compartan el mismo destino. Solo así tendrán éxito al cruzar el mar borrascoso de la vida, moviéndose en armonía; no sea que al no compartir la misma visión, alguno se mueva bruscamente, y su barca se hunda para siempre---.

    En ese instante, antes de que yo dijese algo, Ashir se inclinó, cogió una de las ramas secas que estaban disponibles para avivar el fuego de las fogatas, y comenzó a escribir en la arena de aquella planicie desértica en donde habíamos enclavado nuestras tiendas. De repente, yo pude observar que el hombre había dibujado dos círculos, e inmediatamente después, empezó a esculcar en su túnica, y sacando una brújula la puso sobre el círculo que había dibujado a su mano derecha. Después, puesto en pie se dirigió a la tienda principal, que estaba justo al lado de donde nos encontrábamos. Al regresar, traía consigo un reloj de arena, el cual puso en el círculo que había bosquejado a su mano izquierda. Inmediatamente después, levantó su vista, y mirándome fijamente a los ojos me preguntó:

    --¿Qué es más importante según lo que has

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1