El Poder Incalculado De Las Creencias

Por Carlos Rafael Espinosa Villagran

Cuando comenzamos a escribir la primeras lneas de la presente
obra solamente queramos presentar algunos datos relacionados con
las diferencias educativas entre hombres y mujeres, pero Dios nunca se
equivoca, nos fue llevando por diversos caminos del conocimiento a tal
punto que cuando acordamos nos encontrbamos escribiendo mucho
ms, de tal manera que nuestras alumnas y compaeras nos comenzaron
a impulsar a seguir hacindolo y comentar con ellas nuestros hallazgos a
travs de conferencias y aportaciones en cursos. Por ello ser indispensable
incluir en esta dedicatoria a Dios por facilitarnos los caminos y a todas
ellas por su maravilloso impulso al estar en nuestro camino.

• Idioma: Español
• Editorial: Palibrio
• Fecha de lanzamiento: 17 ene 2014
• ISBN: 9781463377229

Carlos Rafael Espinosa Villagran

Nacido en Monterrey, Nuevo León, Noviembre de 1948, cursó sus estudios básicos y la Preparatoria, después estudió Pedagogía en la Universidad Autónoma de Nuevo León. Se tituló también de Psicología en el Centro de Estudios Universitarios, donde obtuvo una Maestría en Administración con especialidad en Mercadotecnia, siendo pasante de otra en Educación Superior por el Universitario Panamericano. Casado desde hace más de treinta años, tiene dos hijas profesionistas, una en Informática Administrativa, y otra en Comunicación con Especialidad en Desarrollo Organizacional, con quienes comparte proyectos. Considera que una familia con valores tiene una incalculable trascendencia en el desarrollo de las sociedades. Colaboro en revistas y periódicos como articulista y tuvo a su cargo un programa de radio. Participó en eventos locales, regionales, nacionales e internacionales, en temáticas de Pedagogía y Psicología. Fundo tres centros de trabajo, dos dedicados a la atención de problemas institucionales de educación y otro a la atención psicológica, ha llegado a la Dirección de ellos, siendo hoy un profesionista pensionado. Con objetivos claramente definidos de compartir el conocimiento y superarse para otorgar servicios de calidad, ha decidido apoyar el desarrollo de empresas y futuros profesionistas mediante la enseñanza de estrategias y cursos, divulgando conocimientos y experiencias que permiten la comprensión del proceso enseñanza-aprendizaje y la formación de actitudes relevantes para el éxito profesional, así como el mantenimiento de la calidad de los recursos humanos de la empresa. Sin perder el espíritu creador de escribir libros como la presente obra.

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EL PODER INCALCULADO

DE LAS CREENCIAS

Carlos Rafael Espinosa Villagran

Copyright © 2014 por Carlos Rafael Espinosa Villagran.

Número de Control de la Biblioteca del Congreso de EE. UU.: 2014900780

ISBN: Tapa Dura 978-1-4633-7724-3

Tapa Blanda 978-1-4633-7723-6

Libro Electrónico 978-1-4633-7722-9

Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright.

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Fecha de revisión: 05/02/2014

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522287

ÍNDICE

AGRADECIMIENTOS

DEDICATORIA

PROLOGO

CAPÍTULO PRIMERO

NUESTRA VERSIÓN DEL ASUNTO

CAPÍTULO SEGUNDO

LA VERSIÓN DE LA CIENCIA

CAPÍTULO TERCERO

LA REALIDAD CIRCUNDANTE DE LAS MUJERES

CAPÍTULO CUARTO

LAS CREENCIAS; FACILITADORAS Y FORJADORAS DE RESISTENCIAS

CAPÍTULO QUINTO

CÓMO OPERA UNA CREENCIA

CAPÍTULO SEXTO

LAS PAUTAS CULTURALES Y SU VÍA DE LEGALIZACIÓN DE CREENCIAS

CAPÍTULO SEPTIMO

LOS FACTORES PSICOSOCIALES

CAPÍTULO OCTAVO

UN POCO MÁS DE HISTORIA

CAPÍTULO NOVENO

UNOS CUANTOS DE LOS MITOS EXISTENTES

CAPÍTULO DÉCIMO

LA REFORMULACIÓN EN LOS SISTEMAS DE CREENCIAS

CAPÍTULO ONCEAVO

DESCUBRIENDO EL FUTURO

CAPÍTULO DOCEAVO

CONCLUSIONES

BIBLIOGRAFÍA

ANEXOS

AGRADECIMIENTOS

Sean estas líneas un verdadero homenaje de agradecimiento a todas las personas que, de manera directa o indirecta, colaboraron en la realización de esta obra, quienes con su desinteresada participación contribuyeron de manera definitiva en la elaboración de cada una de sus partes, consideramos sería injusto mencionarles, ya que implicaría establecer un listado de nombres, lo cual nos obligaría a asignarles un lugar, situación que pudiera llevarnos a no ser verídicos o justos en la importancia de sus aportaciones.

De manera especial mencionamos la presencia de Dios en nuestra vida, que nos permitió la oportunidad para conocer, charlar de nuestros gustos, comentar el interés de escribir y realizar el presente trabajo, más como una aportación que permita el entendimiento de un fenómeno social ubicado en la educación de las personas, sin llegar a ser más que solo un esbozo de divulgación científica producto de nuestros aprendizajes.

Agradecemos de manera muy especial a nuestra familia por su apoyo y permitirnos la oportunidad de trabajar junto con otras personas que, teniendo intereses comunes, en el momento y espacio, pero sobre todo, en la intención de dar fruto mediante la realización del presente trabajo, ya que no siempre se coincide en ello y, menos, cuando se realiza buscando trascendencia en las declaraciones o diferenciaciones de fenómenos sociales.

Mencionaremos que los primeros seres que nos motivaron a realizar este escrito fueron nuestras mujeres (abuela, madre, tías, esposa, hijas, compañeras, amigas, etc.), quienes con su ejemplo de lucha, abnegación y sacrificio, sobre todo superación, lograron la impresión suficiente para que, a partir de las observaciones sobre de ellas, pudiéramos construir las bases del desarrollo y edificación de esta obra. No podemos dejar de reconocer al cúmulo de especialistas y compañeros, que se tomaron el tiempo para leer sus diferentes partes y darnos su opinión o corrección, sin lo cual mucho de lo descrito jamás se hubiera logrado.

Igualmente habremos de mencionar a las diversas Instituciones que nos abrieron sus puertas para formarnos en la ciencia y trabajar en ellas posteriormente, sobre todo a aquellas que al enterarse de nuestro trabajo colaboraron con nosotros, así como las aportaciones que tuvieron a bien otorgarnos, mismas que alimentaron la información a lo largo del tiempo empleado para llevarlo a cabo, comprometiéndonos incluso a proporcionarles material de nuestros hallazgos, a quienes solo les podemos decir… Gracias por todos los conocimientos aportados.

A todos nuestros pacientes, amigos y compañeros que nos alentaron constantemente para que siguiéramos adelante, les decimos que aquí tienen un escrito del cual forman parte, sin ellos muchas de las situaciones que se plantean jamás se conocerían o se hubieran trabajado. Es decir que sus aportaciones brindaron la claridad, de lo acaecido en la vida cotidiana, para la comprensión plena de cada parte. No podemos olvidar a quienes se dedicaron a escribir y corregir las diversas partes del borrador, lo cual proporcionó la firmeza y consistencia del trabajo. En fin pedimos disculpas anticipadas para aquellas personas que, por diversas circunstancias, hayan sido omitidas en esta hoja, es más bien la premura de terminarlo, pero sean las letras los testigos mudos de nuestra admiración por todos ellos.

El Autor.

DEDICATORIA

Dedico este escrito al amor, la felicidad y a la vida, compañeros que me alentaron como si estuviera en el paraíso, fueron mi consuelo en mis noches de desvelo y mi fortaleza en los momentos que las cosas no iban bien y parecía abandonaría el trabajo por las arduas tareas y cúmulo de visitas o puertas que tuvimos que tocar, pero en todo siempre nos ubicaron para no desmayar a través de los años.

Cuando comenzamos a escribir la primeras líneas de la presente obra solamente queríamos presentar algunos datos relacionados con las diferencias educativas entre hombres y mujeres, pero Dios nunca se equivoca, nos fue llevando por diversos caminos del conocimiento a tal punto que cuando acordamos nos encontrábamos escribiendo mucho más, de tal manera que nuestras alumnas y compañeras nos comenzaron a impulsar a seguir haciéndolo y comentar con ellas nuestros hallazgos a través de conferencias y aportaciones en cursos. Por ello será indispensable incluir en esta dedicatoria a Dios por facilitarnos los caminos y a todas ellas por su maravilloso impulso al estar en nuestro camino.

Tengo que reconocer y dedicarle esta obra de manera muy especial a María del Carmen, mi esposa, amiga fiel, incansable aliento, compañera de faenas y sobre todo figura descollante de mi vida, que jamás me dejó caer, alentándome siempre con sus comentarios y opiniones de todo lo que me decía cuando quería renunciar Imagina el orgullo de tus hijas al saber que su Padre logro escribir un libro, situación que siempre hizo que me levantara nuevamente con las fuerzas suficientes para seguir adelante, estoy seguro que sin su compañía jamás hubiera logrado esta proeza. De igual manera admiro su tolerancia y paciencia para entenderme y atenderme en todas mis necesidades, pero ante todo por su amor fiel, desinteresado, por ese sentimiento que me permitió recargarme muchas veces en su hombro cuando las tareas de la obra me lo exigieron en viajes, gastos, transportes, tiempo y tantos medios más para la construcción del escrito. Verdaderamente no tengo con que pagarle todo lo que ha hecho por mí, sin su amor nada de esto habría sido posible.

También dedico esta obra a cada una de mis hijas, quienes de una forma u otra siempre me preguntaron… ¿Ya mero terminas? Ya que sin decir nada más, ni presionar en ningún momento, lograron hacerme consciente su impulso al hacerme saber… Todo lo que merece la pena no se obtiene fácilmente, de igual manera es un tributo y reconocimiento a su propio esfuerzo cuando estudiaron su carrera y tal vez una invitación a que sigan este ejemplo, con ello solo pretendo decirles que les amo con toda mi alma, no solo por ser mis hijas sino por todo lo que me han otorgado.

No quiero olvidarme y pasar por alto a cada uno de mis maestros, desde la primaria hasta la maestría, igualmente a todos los centros educativos que me dieron la oportunidad de saber acerca de la ciencia, con ello a cada uno de mis compañeros, amigos, vecinos y colegas de trabajo, pues a cada uno les debo reconocer su trato e impulso, en fin son tantas personas a quienes tengo gratitud que si los escribiera dejaría de lado esta obra, GRACIAS A TODOS, TAMBIEN A QUIENES LEAN ESTE TRABAJO.

PROLOGO

Prologar una obra como la presente significa un reto para cualquier profesional, máxime cuando se trata de la descripción de situaciones relacionadas con temas donde el género es el tema central, ya que nuestra cultura todavía no se ha sacudido plenamente las diferencias propias del machismo, pauta cultural que al parecer sigue aferrada a persistir en diversas situaciones vividas en nuestro país. Decimos esto por que aún y cuando los derechos de la mujer han sido proclamados y reconocidos, todavía se siguen presentando situaciones de discriminación social, bien sea en el trabajo, sus deberes hogareños, la legitimación de las conductas, la mercadotecnia, la administración de personal y tantos otros temas que, de suyo, son el pan de todos los días dentro de una comunidad humana.

La simple intención de dar a conoce, las situaciones que viven muchas mujeres de este país en sus lugares de origen, es todo un reto. Más aún cuando se apoya en la investigación y presentan casos diversos, así como estadísticos que permiten una apreciación cabal de sus señalamientos. En los quehaceres sociales, relacionados con la política, es muy común se presuma se estén tomando medidas y realizando acciones para cambiar dicha tónica, pero la realidad nos señalan otra cosa. Por otra parte, realizar una labor de divulgación del conocimiento científico sobre un problema de salud social, relacionado con la depresión; es una enseñanza que habrá de ser tomada en cuenta por otros autores e instituciones sociales como Universidades, el Sector Salud, Organizaciones No Gubernamentales y del Estado, quienes a últimas fechas se han distinguido por comenzar a enfrentar esta y otras problemáticas en forma integral.

Es necesario aparezcan muchos trabajos de este tipo para que logremos cambiar pautas de conducta, que son nocivas para la salud en general, específicamente para las damas, quienes son las mayoritariamente afectadas. No habremos de olvidar el papel trascendental que ellas tienen y juegan en la educación de los comportamientos que se otorgan en la casa y, después, se reproducen en las demás instituciones sociales.

Si bien es cierto el factor determinante de la depresión se ha ubicado en la herencia (predisposición genética) del ser humano, más es el medio ambiente social quien actúa como detonante de la enfermedad, afecta gravemente la economía de las familias que tienen un paciente con estas características, pues lo hace total o parcialmente improductivo. Y, su forma de actuar, contamina las ideas o pensamientos de quienes se encuentran cerca de ella.

Lo más interesante y novedoso que presenta este trabajo es su visión sobre el origen educativo de nuestra cultura, relacionado con la forma en que las creencias se vinculan con nuestras emociones y, cómo algunas de ellas, son utilizadas como instrumentos de control, provocando la aparición del trastorno depresivo, el cual se debe, según nos lo presenta, a ciertas emociones negativas que se ligan a ella, tesis importante de acuerdo a investigaciones realizadas en otros países, sobre estos tópicos.

Carlos ha sido un hombre singular, ya que comenzó este trabajo mediante discusiones de café, en su casa. En algunas de las cuales nos involucraron cuando tuvimos la fortuna de compartir la mesa por diversos motivos, bien fuera por el conocimiento de algún caso de la consulta, las pláticas de las compañeras de trabajo, la revisión de las historias clínicas o el conocimiento de algún familiar con esta problemática. El asunto estaba, en todas las oportunidades que tenía para charlar sobre la educación, las emociones involucradas, el aprendizaje, la familia, otras instituciones sociales, las costumbres y las pautas de conducta, los hábitos y las actitudes, pero sobre todo la descripción de la depresión relacionada con todo ello.

Consideramos que su objetivo ha quedado plenamente cumplido y rebasado, ya que originalmente solo se proponían escribir una obra donde se contribuyera a dar a conocer cómo las emociones influyen en las diversas instituciones y estas a su vez en los factores psicosociales que generan el estrés para desencadenar la depresión en las mujeres. Trabajos como el presente habrán de motivar un cúmulo de inquietudes en relación con otros factores que se les hayan escapado.

Nos hacen ver como cada país y su sociedad, se encuentran envueltos en una dinámica que va transformando las pautas culturales en el manejo de las creencias y emociones negativas, se establecen como una conformidad social, esto permite la estabilidad que desarrolla la evolución del pensamiento, percepción y conciencia, de las mujeres, anclando en su mente, patrones de conducta que serán reproducidos posteriormente. Trabajos como el presente, precipitan el conocimiento de dicha evolución aportando enfoques de prevención y tratamiento.

Además, señalan las relaciones existentes entre diversas emociones negativas y los resultados que se presentan en diversas funciones mentales, afectando su eficiencia o alterando la forma en que se procesa la información. Lo cual deriva no solamente en cuestiones depresivas sino en alteraciones diversas como los celos, los accidentes, dolor físico y emocional, así como llegar a tener diversas enfermedades y hasta cáncer. Incluso llega a hacer un análisis de cómo las pautas sociales son aprovechadas por personas e instituciones para actuar dentro y fuera de la legalidad, hablando incluso de la corrupción y sus orígenes. Pareciera por tanto, es un trabajo que verdaderamente vale la pena leer y revisar. Finaliza con una prueba que, se nota, tuvo varias fases de experimentación.

No nos queda más que reconocer su esfuerzo en la presentación de esta temática, que por su forma particular de aportar el conocimiento, dejan un sabor de boca que se convierte en deseo de buscar más información y formar un criterio al respecto. Entender y descubrir las relaciones entre las creencias y las emociones, ha sido una propuesta digna de un trabajo arduo y concienzudo, pero llegar a demostrar cómo se forman y operan las primeras es notorio en relación a la literatura existente.

Ha sido para nosotros un honor inusitado y al mismo tiempo un placer, nos eligieran para prologar este trabajo, consideramos que por su importancia y trascendencia, sobre todo en los aportes educativos, permite establecer aquello que podemos evitar en el aprendizaje de las nuevas generaciones, sobre todo en las familias, para prevenir la aparición de la depresión. Si bien es cierto que esta tiene un origen de predisposición genética, son muy pertinentes los señalamientos sobre los ambientes sociales de alta exigencia y la ubicación de nuestras emociones, ya que de ello dependerá siempre nuestra salud. La mayoría de nosotros tenemos mal manejo de las emociones, bien las tratemos de controlar o manipular, ya que en ambos casos hacemos que su energía se vierta sobre el cuerpo generando diversos trastornos que, de repetirse continuamente, desarrollan enfermedades crónicas de simples a complejas.

Durante los años que trabajamos al lado de Carlos, nos dimos cuenta de su inquietud para investigar y obtener conclusiones desde diferentes perspectivas, tuvimos la suerte de conocer a su alumnado en nuestra formación profesional, después convertirnos en su colega y finalmente su amiga, lo cual nos ha permitido conocerle de cerca y ver los alcances en los trabajos que se propuesto realizar.

Le admiramos por su entrega y dedicación, sobre todo en el trabajo compartido que permitió la consolidación de la presente obra, prácticamente podemos decir que él jamás hubiera intentado hacerlo solo pero se apoyó con otras personas y he ahí el resultado. No por falta de capacidad sino de tiempo. En lo cual reconocemos la forma en que se organiza y trabaja con los datos, así como su capacidad para el manejo de las relaciones entre conocimientos de diferentes áreas de la ciencia, sin ello muchas de estas líneas jamás se habrían realizado.

Hay muchas más personas a quienes reconocer o mencionar, por que Todos tienen un don de gentes, para tratar a los demás y otorgar la información pertinente para este trabajo, mismo que fue conducido plenamente para lograr el objetivo. Esperamos que esta no sea la única obra que realice, consideramos que a su publicación, vendrán otras de igual o superior interés. Lo cual nos habrá de llenar de gusto por la gran cantidad de personas que le conocen y esperan mucho de él.

Deseamos que este trabajo sea del agrado del público interesado en los temas que vinculan, salud, conducta y cultura, ya que en el encontrarán respuestas a un sinfín de preguntas que nos hacemos con relación a la depresión. Al parecer su autor no se conformó solamente con establecer dichas relaciones, sino que al profundizar en el trabajo, nos otorga una cabal comprensión de la influencia cultural en la educación personal y su exigencia sobre las mujeres.

Mostrar y demostrar son dos de las circunstancias más prometedoras para los pobladores de este país, especialmente para aquellos que ejercen una carrera, ya que eso es precisamente la diferencia de aquellos que aman su trabajo y la formación profesional a la que fueron sujetos y quienes solamente recibieron instrucción. No me queda más que desearle fervorosamente el éxito que se merece, esperando se cumplan sus más caros anhelos.

Licenciada Dora Elvia Treviño González.

CAPÍTULO PRIMERO

NUESTRA VERSIÓN DEL ASUNTO

Desde que éramos estudiantes en la instrucción elemental, se nos hacía énfasis en que fuéramos observadores, situación que hizo mella en nuestra mente para ver y analizar todo lo que ocurría en los ambientes de la vida, las circunstancias que nos había tocado, nuestra familia, los parientes, nuestros compañeros de escuela, los amigos del barrio, etc., era como un reto en apariencia, nos divertía; más, con el avance en nuestro proceso educativo llegamos a comprender que significaba una parte de la rigurosidad de la ciencia para hacer cualquier tipo de declaración, sobre todo para esgrimir razones y argumentaciones que avalaran cualquier temática que se quisiera tratar, así todo lo demás que se dijera… era realmente una simple creencia.

Terminamos la primaria, la secundaria y la preparatoria, trabajamos en diversos rubros, por lo que comenzamos a los 21 años la carrera profesional (psicología), tuvimos la fortuna de conocer a nuestra esposa antes de terminarla, misma que postergamos para cumplir con la palabra de la boda en una fecha determinada, a comienzos de 1974 en los primeros días de enero. Nuestra primera hija nació en noviembre de ese mismo año, los compromisos de trabajo, casa, atención de la niña y otros requerimientos familiares, hicieron abandonar la intención de ser profesionistas de ese campo de la ciencia, nos embarcamos entonces en la aventura de la vida.

Al enrolarnos en diversos trabajos, nos dimos cuenta que nos consideraban demasiado calificados para algunos puestos, pero definitivamente éramos aprendices en la mayoría, comenzamos a trabajar como técnicos de aparatos, así pasaron los años y casi tres después nació nuestra segunda hija, con ello se hizo más difícil nuestro anhelo de tener una carrera profesional, sin embargo años después, decidimos ingresar nuevamente a la universidad del estado, lo hicimos para estudiar pedagogía, por razones de trabajo y recursos económicos, la dichosa formación nos llevó ocho años, es decir que en 1990 la terminamos, desde luego con el apoyo de nuestra esposa y el cariño de las hijas, quienes ahora eran nuestras maestras en un campo educativo desconocido, la familia. Amparándonos en las creencias y tradiciones de la cultura por consecuencia, pensando siempre lo que era mejor para todos en aquel momento. Ya con una formación definida, como especialista de los métodos y sistemas educativos, comenzamos a trabajar como maestro en una universidad privada, dentro del campo de nuestra competencia, con lo cual adquirimos la experiencia y formación dentro del sistema educativo institucional, del estado y el país. Sin embargo, en nuestro interior algo nos decía que la rigurosidad de la ciencia nos hacía cuadrados al otorgar conocimientos de acuerdo a un programa de trabajo que fomentaba la memorización, es decir que no se permitía explorar otras formas de enseñar, era tal vez la influencia de los años 80 en la psicología del aprendizaje y de la enseñanza pedagógica que había acaecido en los 70 en México, lo que nos hacía pensar así, más la influencia en lo político y social, todo resultado de creencias sociales y nuestra óptica personal (Órnelas 1995).

Mientras estas cuestiones pasaban, en el trabajo nuestro jefe nos apoyo para hacer una maestría en administración, deseábamos una especialización en recursos humanos, pero por falta de cupo quedamos en el grupo de mercadotecnia, independientemente de todo terminamos y nos titulamos, lo que nos llevo a trabajar de manera simultanea en otra universidad privada, pero ahora con un cargo administrativo en el área académica, ahí iniciamos otra maestría en educación superior. Con la visión proporcionada en lo académico, nos dimos a la tarea de participar en la revisión, adecuación e innovación de planes y programas de estudios de ambos centros educativos, por la influencia de las revoluciones de la ciencia que señalaron era imprescindible actualizarlos al menos cada cinco años, evitando su obsolescencia de acuerdo a criterios especializados en ello, una serie de creencias institucionales e internacionales.

En tanto en nuestro ejercicio profesional como maestro comenzamos a utilizar diversas formas de trabajar, sobre todo uno centrado en la práctica de los conocimientos que se impartían, lo cual rindió resultados satisfactorios, tanto para los alumnos que se sometieron a esta formación, como para nosotros y aquellos quienes nos dieron oportunidad de vincular los campos de trabajo y las teorías, lo cual dio como resultado crear diplomados, para entonces en la primera universidad nos habíamos inscrito en psicología, a fin de cerrar ese ciclo de preparación que no habíamos terminado, ahí también nos titulamos, transcurriendo de esta manera nuestra formación profesional basada en creencias y los paradigmas de la ciencia.

Con el paso del tiempo y las repercusiones de tres factores que renovaron la educación que se otorgaba en este país, a saber; la introducción intensiva de las tecnologías de la información y la comunicación en los procesos educativos, las exigencias nacionales en la revisión de los cirrícula universitarios y la formación intensiva de los docentes en capacitaciones sobre el proceso enseñanza-aprendizaje, comenzaron a hacer menos rígidas las formas de aprender en los diferentes niveles de estudios y, es que, en verdad se había confundido la rigurosidad científica con la rigidez en la forma de manejar dicho proceso, apareciendo y siguiendo un cambio de paradigma (Órnelas; 1995).

Independientemente de todo las investigaciones que las mismas universidades emprendieron (a intramuros), sobre la obsolescencia del conocimiento, la aplicación de las tecnologías de la información y la comunicación, la eficiencia terminal, los índices de reprobación, la titulación de egresados y otros tantos asuntos más, nos llevo a involucrarnos en este tipo de tareas, así formulábamos la capacitación anual de maestros y empleados, revisábamos planes y programas de estudios de las carreras, establecíamos cursos tutoriales y remediales, así como estrategias de titulación, sin dejar de lado la formulación y aplicación de métodos basados en las tecnologías de la información y la comunicación para el proceso enseñanza-aprendizaje. Asimismo participamos en la elaboración, revisión y actualización de todo tipo de leyes, reglamentos y códigos de conducta para el personal, los alumnos y maestros de los centros universitarios bajo sus políticas.

Fue para nosotros la oportunidad maravillosa de conocer un sinfín de áreas de la ciencia, contactar investigadores, programar y promover su participación como conferencistas o cursos, coadyuvar en los jurados para examen profesional de maestría y licenciatura, establecer las políticas institucionales de intercambio de maestros y alumnos. Por lo que participamos en diversos puestos de la estructura universitaria realizando proyectos de aplicación en bibliotecas, medioteca, centros de vigilancia y seguridad, así como en el diseño de plazas tecnológicas de apoyo para estudiantes y planes de becas para el alumnado. Todo, como resultado de una formación tan amplia en pedagogía, psicología, administración, mercadotecnia y educación superior, de por si una visión integradora, más no por ello libre de creencias y paradigmas.

Pasamos a otra universidad privada, donde además de tener un cargo administrativo, comenzamos a realizar trabajos para empresas en un programa de vinculación comunitaria y abrimos nuestro consultorio de psicología, en ambos proyectos tuvimos éxito gracias a lo desarrollado en los centros educativos, lo cual se convirtió en una oportunidad para formar personal especializado de alto rendimiento, comprometidos con la calidad, situación que fue capitalizada por un grupo de alumnos que se han destacado en diversas tareas, la mayoría de ellos en empresas privadas, desde luego impulsados por nuestras creencias en la forma de pensar como profesionistas. Para nosotros se habían quedado dos tareas en el tintero, obtener el grado académico máximo (el doctorado) y escribir un libro al menos, curiosamente impulsamos a varios de nuestros compañeros a realizarlo, pero nosotros siempre argumentamos falta de tiempo y de recursos económicos, aunque en la realidad, eran más los compromisos sociales que nos detenían, más nunca dejamos de escribir y participar en proyectos propios y ajenos.

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