Provocación, coaching y cuántica: ...La nueva frontera del coaching

Por Dionisio Quinteros

A lo largo de un proceso de aprendizaje profundo desarrolle algunas herramientas conceptuales y prácticas que han demostrado para mí y mis asociados de enorme utilidad en gran cantidad de intervenciones individuales, , grupales y organizacionales . Aquí las pongo a disposición de quien quiera acceder a ellas. Con este libro que cierra la trilogía que comencé con "Tejiendo el futuro" y continué con "Heroe" pretendo cerrar lo que hasta este momento de mi vida es mi visión del coaching en las empresas y organizaciones. Para ello les ofrezco a mis lectores una perspectiva "transversal" en el que reunido mi punto de vista histórico, científico y organizacional.

• Idioma: Español
• Editorial: Granica
• Fecha de lanzamiento: 1 nov 2019
• ISBN: 9786072910867

Vista previa del libro

Sobre este libro

"Mucho antes de pisar las playas del coaching yo ya transitaba las de las grandes empresas. Primero como empleado, luego como directivo y finalmente como consultor. Gracias a ese tránsito y viviendo en las entrañas del sistema, vi de cerca los modos en que se usa y se desperdicia la maravillosa energía que el hombre y la mujer generan en los lugares de trabajo, tanto individual, como grupal y organizacionalmente.

A lo largo de un proceso de aprendizaje profundo desarrolle algunas herramientas conceptuales y prácticas que han demostrado ser para mí y mis asociados de enorme utilidad en gran cantidad de intervenciones individuales, grupales y organizacionales. Aquí las pongo a disposición de quien quiera acceder a ellas.

Con este libro, que cierra la trilogía que comencé con Tejiendo el futuro y continué con Héroe, pretendo cerrarlo que hasta este momento de mi vida es mi visión del Coaching en las empresas y organizaciones. Para ello les ofrezco a mis lectores una perspectiva del panorama transversal en el que he nutrido mi punto de vista: histórico, científico y organizacional".

El Autor

Índice

Sobre este libro

Introducción

1

Historia

2

Provocación

3

El coaching en el trabajo y las organizaciones

4

Mínimo y elemental acercamiento a la física cuántica

5

Herramientas

Conclusión

Apéndice

Quinteros, Dionisio

Provocación, coaching y cuántica

La nueva frontera del Coaching

1ª. Ed. México, Quinteros, Dionisio

ISBN 978-607-29-1086-7

Título – 1. Provocación, coaching y cuántica

La nueva frontera del Coaching

Corrección de estilo: Rosa Helena Ríos

Conversión a epub: Daniel Maldonado

Provocación, coaching y cuántica

La nueva frontera del Coaching. Dionisio Quinteros,

Copyright © 2018 Todos los derechos reservados a Quinteros, Dionisio

ISBN 978-607-29-1086-7

Este libro no puede ser reproducido total ni parcialmente en ninguna forma, ni por ningún medio o procedimiento, sea reprográfico, fotocopia, microfilmación, micrográfico o cualquier otro sistema mecánico, fotoquímico, electrónico, informático, magnético, electroóptico, etc. Cualquier reproducción sin el permiso previo por escrito de la editorial viola derechos reservados, es ilegal y constituye un delito.

© 2018, Quinteros, Dionisio

Impreso en México. Printed in Mexico

Primera edición: mayo de 2018.

Ediciones Granica

www.granicaeditor.com

MÉXICO

Ediciones Granica México S.A. de C.V.

Calle Industria N° 82

Colonia Nextengo–Delegación Azcapotzalco

Ciudad de México–C.P. 02070 México

[e-mail]

Tel.: [phone]. Fax: [phone]

ARGENTINA

Ediciones Granica S.A.

Lavalle 1634 3º G / C1048AAN Buenos Aires, Argentina

[e-mail]

[e-mail]

Tel.: [phone] Fax: [phone]

URUGUAY

[e-mail]

Tel: [phone] FAX: [phone]

CHILE

[e-mail]

Tel.: [phone]

ESPAÑA

[e-mail]

Tel.: [phone]

Introducción

Con este libro pretendo cerrar lo que hasta este momento de mi vida es mi visión del Coaching en las empresas y organizaciones. Para ello les ofrezco a mis lectores una perspectiva del panorama transversal en el que he nutrido mi punto de vista: histórico, científico y organizacional.

La preocupación por este tema es muy anterior a mi decisión profesional. Al revisar la historia de la humanidad, siempre me ha llamado la atención cómo algunas culturas subsistieron durante siglos dejando obras imperecederas y otras apenas dejaron rastros detrás suyo. Aun hoy me pregunto por las razones de esas desigualdades y cuál era, sobre todo, la diferencia entre los individuos que las componían y sus modos diarios de vivir. ¿Qué hizo que unos dejaran obras perdurables y otros simplemente se extinguieran pensando sólo en su día a día, sin noción de su propia trascendencia?

Mucho antes de pisar las playas del coaching yo ya transitaba las de las grandes empresas. Primero como empleado, luego como directivo y finalmente como consultor. Gracias a ese tránsito y viviendo en las entrañas del sistema, vi de cerca los modos en que se usa y se desperdicia la maravillosa energía que el hombre y la mujer generan en los lugares de trabajo, tanto individual, como grupal y organizacionalmente.

De forma paralela y simultánea, y por cerca de tres décadas, fui profesor en las más importantes universidades argentinas, en distintas carreras, desde mi originaria sociología hasta mi actual especialización técnica. Allí me alimenté de las inquietudes de mis estudiantes y me di cuenta que no todas sus preguntas —ni las que yo mismo me hacía— tenían las respuestas en los libros que se encontraban en las bibliografías correspondientes a las materias dictadas.

También, como obligación y delicioso derecho de paso, seguí estudiando en mil y un cursos que ya he olvidado, pero que dejaron cada uno una semilla de duda e incomodidad a modo de nuevas preguntas cuyas respuestas nunca me satisficieron. Un lugar especial en mi corazón guarda mi pasaje por la Universidad de Harvard con el profesor Roger Fisher y su Curso de Negociación. Los momentos vividos en la Escuela de Derecho con él y su equipo de docentes son fotos inolvidables en mi memoria.

Luego, casi simultáneamente, llegaron a mi vida el Coaching Ontológico y la Física Cuántica. Y allí mi modo de mirar el mundo cambió de forma radical; también mi manera de intervenir en las empresas, porque el Tiempo y el Espacio perdieron la entidad y la separación que hasta entonces había tenido en mí. El Diseño de Futuro, la Voluntad y el Compromiso aparecieron como jugadores en un nuevo partido del que muy poco a poco fui comprendiendo las reglas.

A partir de ese momento se fue abriendo paso en mí, muy dificultosa y lentamente, la idea de que hasta ese momento había trabajado sobre ideas ajenas y que para ser fiel a mí mismo debía comenzar un largo y doloroso proceso de distinguir entre lo propio y lo que no era mío.

Luego de agradecer cuánto me habían brindado aquellos que durante tanto tiempo me iluminaron con sus ideas, debía animarme a abrir mi propia brecha, transitar mi propio camino.

Las últimas dos décadas han sido para afinar esta percepción del mundo acerca de las herramientas que la teoría me iba permitiendo diseñar y para aplicarla en decenas de empresas, tanto en México, como en el resto de América Latina. Algunas de estas herramientas las encontrará, estimado lector, en la última parte de este libro.

Hace aproximadamente diez años comencé a escribir mis ideas, este es mi tercer libro sobre ellas. La editorial Granica México me da la oportunidad de ofrecerle mis tres obras de forma simultánea, ojalá le gusten.

1

Historia

Diseño del Futuro. De la obediencia a la Inteligencia

Es probable que en la naturaleza todo comience por la relación entre las partículas inorgánicas. El primer contacto que podemos observar es la de vecindad, esa que es sólo aparente y que desaparece en cuanto se aplica un instrumento de observación más preciso y poderoso.

La vecindad es una característica aportada por el observador. Ninguna partícula inorgánica siente la vecindad de otra partícula. El universo inorgánico es vacío y compuesto por partículas que obedecen leyes.

La obediencia a las fuerzas que la mueven, la gravedad, el electromagnetismo y las dos fuerzas nucleares, la débil y la fuerte, es lo que conforma el universo desde hace casi catorce mil millones de años. En algún momento apareció la chispa de la vida, y mucho más tarde el hombre, tal como lo conocemos ahora.

El hombre que fue durante milenios recolector, cazador y agricultor elemental acumuló conocimientos que garantizaban que mientras más vivía más sabio era. Los ancianos de la tribu resumían la totalidad del saber, y por lo tanto del poder; porque en ese momento saber era poder. Pero no era cualquier saber. Su conocimiento tenía que ver con la supervivencia más elemental: detectar peligros, encontrar comida o plantas curativas, amansar animales o proteger a los suyos.

Y si en su memoria se tenía el capital de diez campañas de caza exitosa, con las heridas que las certificaban, era diez veces más sabio que aquel que iba a iniciar su segunda campaña, o su primera.

Por su parte, las hembras que habían parido, alimentado y mantenido con vida exitosamente a sus hijos seis veces, eran seis veces más poderosas que aquellas que no lo habían hecho en ninguna ocasión.

Entonces, en sociedades cuya esperanza de vida promedio no superaba los treinta años, esos datos eran galardones suficientes como para que, cuando alrededor del fuego se discutieran los temas importantes para el grupo, siempre tenían que ver con su subsistencia; cuando los adultos hablaban, los más jóvenes guardaran respetuoso silencio. No porque los mayores fueran mayores. Ese era un valor ético irrelevante. Los mayores que no habían sabido sobrevivir a un animal salvaje o a un accidente ya estaban muertos.

En consecuencia, se les escuchaba porque eran un modelo de supervivencia en una sociedad donde esta era el primer mandato. Ellos adquirían un valor de sacralidad porque habían superado muchas veces la muerte y conocían sus secretos, esto los hacía intocables. Quizás, sin desearlo, inventaron las reglas del juego creando a los primeros sacerdotes, porque conocían las hierbas que curaban y las palabras que mataban; porque fueron haciéndose amigos de la oscuridad y de los secretos del cuerpo y de la sangre, y hablaban entre ellos idiomas que los demás no conocían; porque habían viajado donde nadie más había llegado; porque quizá alguno de ellos conocía el secreto de ese misterio llamado fuego. Tal vez fue esto último lo que generó el primer estímulo de un nosotros, legitimando un nuevo espacio de relación.

Para aquella mayoría de gente que en toda su vida no se había alejado de su casa o de su pueblo más de lo que lo había llevado el rebaño mientras lo cuidaba, en este contexto relativamente estable, con un puñado de competencias que durante mucho tiempo no sufrieron variaciones, la obediencia a los mayores fue perfectamente funcional al sistema. Durante miles de años el sistema siguió equilibrado en esas condiciones socio-técnicas.

En la vida cotidiana de esos hombres que hoy llamamos primitivos, aparentemente sin cambios significativos, se fueron gestando nuevas condiciones que harían del mundo un