¿Necesitas un COACH para toda?
Llevo dos horas con Vicky Paul, que se dedica a analizar la vida de sus clientes en términos de talento, retos, potencial, aprendizaje y posibles problemas para ayudarles a «reconectar con su verdadero yo». Todo por 175 euros la hora. Acudo a ella con el objetivo de recabar información para este artículo, pero, ya que estoy, espero que me ayude a decidir dónde debería vivir. Preguntarle esto a una en vez de, por ejemplo, a tu madre, es algo cada vez más frecuente. El sector del factura a nivel global cerca de 3.000 millones de dólares al año (un 21% más que en 2015). Y todo el mundo tiene uno, incluso regulada, puesto que no existe ningún requisito legal para ejercer su actividad. Incluso es posible obtener un certificado a través de Groupon por sólo 20 euros. Cupones aparte, algunos profesionales adquieren sus conocimientos en instituciones con mayor prestigio, como la Federación Internacional de Coaches (ICF), que presume de ser un referente. Sin embargo, los diplomas que otorgan este tipo de entidades también pueden ser expedidos en teoría por otros colectivos de dudosa reputación. Es más, un sin titulación puede conceder ese título a quien quiera. Hasta Tracy Sinclair, del Consejo Mundial de la ICF, dice que la situación hoy resulta preocupante.
