Tintas Del Lerma I
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JUAN CARLOS COLORADO, DAVID GARCA, MARIO GONZLEZ, ANIL HERNNDEZ, RODRIGO IBARRA, SUGHEIT LAGUNA, PABLO LANUZA, JORGE LPEZ, CSAR FEDERICO MACAS, JULIO EDGAR MNDEZ, IVN MONTENEGRO, ROSO MORENO, ALBERTO MUOZ, JOS MANUEL ORTIZ, VICTOR PREZ, LUIS FELIPE PREZ, JEREMAS RAMREZ, KOMA QUETZAL SNCHEZ, ADN SILVA, LUPITA SOTO, LEONARDO VALDEZ.
Victor Hugo Pérez Nieto
Victor Hugo Pérez Nieto, nació un día de reyes de 1973 en Acámbaro Guanajuato y a muy temprana edad, sin todavía poder pronunciar su primer sílaba migró a Veracruz, pasando su infancia entre el sopor de alisios sureños y música Caribe. Regresó de nuevo a tierras altas para concluir la secundaria e impregnar su adolescencia con las tradiciones y leyendas del Bajío. Ingresó al Conservatorio de Música de las Rosas de donde desertó para probar suerte en la facultad de filosofía y letras, así como en la escuela de derecho y ciencias sociales del colegio de San Nicolás, pero concluyó sus estudios superiores en la facultad de medicina. Hizo cirugía ortopédica en el Hospital Juárez de México, para dedicarse actualmente a la práctica de la medicina privada e institucional que mezcla con su afición por la literatura, su verdadera vocación. Detesta el método científico y lo sustituye por el sentido común, siendo por todo esto el antagónico perfecto de su coautor José Antonio, con quien lo une desde niño una fuerte amistad que da frutos en esta obra literaria de cuentos, leyendas, aventuras e incansable búsqueda en las ciencias de la arqueología y la antropología. José Antonio Agraz, nació en 1971 hijo del escritor jalisciense Gabriel Agraz García de Alba, autor de “Los Corregidores de Querétaro” vive en Acámbaro Guanajuato, pequeña ciudad ubicada al sureste del Bajío en el centro geográfico de México. Tiene más de veinte años dedicado con pasión a la ardua labor de buscar antiguos tesoros escondidos. Además tiene una habilidad innata para reparar, reconstruir e inventar detectores de metales, algunos de los cuales vende a los miembros de su club de amigos exploradores de México, España y Sudamérica, con lo que mantiene su vicio de auscultación. En sus genes corre sangre de historiador que le facilita la labor de documentación, investigación y redacción de todo tipo de historias relacionadas a la presencia de tesoros llevada a cabo en su obra "Los Detectores de Metales en Áreas Historicas" de Trafford Publishing, lo que le llevó a la realización de este su segundo libro donde plasma sus más de veinte años de experiencia y conocimiento técnico que ha adquirido en el campo de la detección de metales y la literatura.
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Tintas Del Lerma I - Victor Hugo Pérez Nieto
Copyright © 2014 por Victor Hugo Pérez Nieto.
Número de Control de la Biblioteca del Congreso de EE. UU.: 2014901722
ISBN: Tapa Blanda 978-1-4633-7813-4
Libro Electrónico 978-1-4633-7812-7
Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright.
Esta es una obra de ficción. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia. Todos los personajes, nombres, hechos, organizaciones y diálogos en esta novela son o bien producto de la imaginación del autor o han sido utilizados en esta obra de manera ficticia.
Fecha de revisión: 02/04/2014
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451906
ÍNDICE
AGRADECIMIENTOS
PRÓLOGO
COAUTORÍAS DESCONOCIDAS
COLORADO MALDONADO JUAN CARLOS
FLORA Y DOÑA CUCA
GARCÍA CHÁVEZ DAVID
EL MURCIÉLAGO
GONZÁLEZ GARCÍA MARIO
LOS ENREDOS BUROCRÁTICOS DE LA MUERTE
HERNÁNDEZ BASTIDA ANILÚ
SANTACRUZ DE LOS ORIUNDOS
IBARRA MARTÍNEZ RODRIGO
SIN MÁS QUE DECIR
LAGUNA ALMARAZ SUGHEIT ARIELA
NOTAS DE PLATA Y DE CRISTAL
LANUZA PÉREZ LUIS PABLO AGUSTÍN
LA BILLETERA DEL POETA
LÓPEZ MEDINA JORGE
DE VEZ EN CUANDO
MACÍAS CERVANTES CÉSAR FEDERICO (1972)
MADRES SIN SOSTÉN
MÉNDEZ JULIO EDGAR
DISTOPÍA EN CRATÉRIA
MONTENEGRO HERNÁNDEZ IVÁN
CAOS
MORENO GRANADOS CAMELIA ROSÍO
EN EL VALLE DEL MÁS FINO AZUL
MUÑOZ DÍAZ ALBERTO
EL HOMBRE QUE PERDIÓ SU EXTREMIDAD SUPERIOR DERECHA
ORTIZ SOTO JOSÉ MANUEL
VIDA CHILANGA
PÉREZ NIETO VICTOR HUGO
YO FUI UN CHICO CURSI
PÉREZ SÁNCHEZ LUIS FELIPE
EL CIRCO
RAMÍREZ VASILLAS JEREMÍAS
EDGAR Y EL VIAJE
SÁNCHEZ LACROSS KOMA QUETZAL
EL BUEN CAMARADA
SILVA DURÁN ADAN ALBERTO
CANTO DEL ARCOIRIS
SOTO MONCADA LUPITA
UNA DECISIÓN DIFÍCIL
VALDEZ CHÁVEZ LEONARDO JAVIER
CUIDADO DE LA EDICIÓN A CARGO DEL CONSEJO CIUDADANO DE ARTE Y CULTURA DE ACÁMBARO (CONARTCUA)
LOGOTIPO%20DEL%20CONSEJO%20CIUDADANO%20DE%20ARTE%20Y%20CULTURA%20DE%20ACAMBARO_BW.jpgCADA AUTOR ES EL PROPIETARIO DE LOS DERECHOS DE SU OBRA
AGRADECIMIENTOS
ÁNGELES CRUZ DIRECTORA DEL MUSEO LOCAL ACÁMBARO
ORGANIZACIÓN RADIOFÓNICA DE ACÁMBARO S.A DE C.V.
EDITORIAL PUENTE DE PIEDRA
A TERE JASSO, CON QUIEN SE COMPARTE EL RECONOCIMIENTO DE AUTORA ANTOLOGADA, POR SU OBRA TINTAS DEL LERMA
, QUE DA VIDA A LA PORTADA Y CONTRAPORTADA DEL LIBRO.
PRÓLOGO
Podemos escribir lo que sea, pero para publicar, no basta juntar sujeto con predicado; se debe primero tener una balsa muy sólida y con ella alcanzar la otra orilla donde aguarda el lector, a quien conviene no defraudar. Invitarlo a subir al barco con la promesa de un bello recorrido y dejarlo encallado nada más ponga un pie sobre nuestra balsa, o lo que resultaría peor, ahogarlo a mitad del camino sería inmoral. Además, debemos tener conciencia que para fabricar cien libros se necesita talar un árbol; los espíritus del bosque nos dejarán insomnes en venganza si las tintas vertidas en sus hojas no le hacen justa retribución. Por eso hay que ser sensatos, despojarnos de soberbia y aceptar nuestras limitaciones, así cómo también, presentarnos ante el lector, únicamente si estamos seguros de recomendar lecturas de calidad. En ese contexto, con ayuda del Consejo Ciudadano de Arte y Cultura de Acámbaro, hemos compilado en el Círculo de Lectura y Creación Literaria, una antología de veintiún cuentos, para dar voz, de esa que sin emitir decibeles, hace más eco que la dinamita, con notables plumas de la cuenca media del Lerma. No es pretencioso afirmarlo: se han seleccionado las mejores narrativas en cuanto a calidad, sin tomar tanto en cuenta la trayectoria del escritor como principal requisito para estar aquí; por ese motivo, hay lo mismo narradores noveles como premios nacionales. La verdadera carta de presentación ha sido el cuento con el cual se presentan. Cabe destacar que no se dio ninguna línea editorial ¿La razón? La escritura es libre y las expresiones deben brotar insurrectas a la voluntad de cualquier tercero que quiera dictarle normas. Dice Vargas Llosa: el que escribe, lo hace por rebeldía, por no estar conforme con esa única oportunidad de vida que tiene. y enumero yo: a) la obediencia destruye al escritor, como lo habría hecho con la revolución científica de Galileo Galilei que fue punta de lanza para el Renacimiento, b) lo ha demostrado la historia: la obediencia destruye un pueblo.
En su profundo subconsciente, el narrador se sabe un insatisfecho que aspira a ser feliz una semana, un día o por lo menos algunas horas y cualquiera de sus historias, será más de la anécdota que nos platicará aquí.
Tintas del Lerma, es pues, una antología de insurrectos desobedeciendo las leyes en toda la amplitud del gerundio, para hacer lo que mejor saben: escribir, y poner en sus manos una serie de relatos de la mejor calidad. De mi parte corre la recomendación.
VICTOR HUGO PÉREZ NIETO
16 de diciembre del 2013
COAUTORÍAS DESCONOCIDAS
AUTOR:
COLORADO MALDONADO JUAN CARLOS
Escritor novel originario de Acámbaro Guanajuato, asiste al Círculo de Lectura y Creación Literaria del CONARTCUA, pues es aficionado a la lectura, neófito en la escritura y un experto en la curiosidad.
COAUTORÍAS DESCONOCIDAS
[AVISOS.
HIMNO NACIONAL.
CONVOCATORIA.
Ministerio de fomento, colonización, industria y comercio. –Deseando que el E. Sr. Presidente que haya un canto verdaderamente patriótico, que adoptado por el supremo gobierno, sea constantemente el himno nacional
, a tenido á bien acordar, que por este ministerio se convoque a un certamen, ofreciendo un premio según su mérito, a la mejor composición poética…] ¹
—Composición poética— repitió Guadalupe ligeramente en voz alta.
—¿Qué dijo señora? — preguntó Rufina.
—Nada — contestó Guadalupe — que tenemos que apurarnos a llevar las compras Rufina.
Guadalupe comienza a caminar a paso de preocupación con el semblante distraído, cualquiera que la veía podía leer su persona y actitud por completo, ella pensaba: —si es de una manera poética tal vez Francisco pueda ganar fácilmente— mientras, Rufina evitaba manchar el vestido acampanado de su señora con las gotas de lodo que se quedaron en sus huaraches al atravesar un charco e igualar el ritmo de su paso, al tiempo que cargaba una pesada bolsa con cebollas, frijoles, jitomate y chorizo, en tanto que meditaba acerca de la repentina actitud de su ama; tan misteriosa como el significado de los símbolos del papel colocado en la puerta de la miscelánea.
— ¡El reino de Dios y la salvación pueden encontrarse aún fuera de una iglesia! — Gritaba un pastor anglicano a una multitud atenta en la plaza principal, donde un sacerdote acompañado de otro grupo de personas lo acusaban de blasfemo, Rufina se detiene al escuchar esto y observar la trifulca.
— ¡Rufina!, ¡Rufina!, ¡date prisa!— Gritaba enfadada Guadalupe al darse cuenta que la nueva criada era tan joven como distraída.
—Perdón señora— se disculpa Rufina mientras acelera el paso, —señora, ¿Por qué se peleaban esas personas? Cuando fuimos a misa el domingo pasado el padrecito también nos dijo que Dios está en todos lados, ¿el hombre que gritaba en la plaza decía la verdad o no? — Guadalupe sorprendida por el sentido crítico y profundidad de análisis de su nueva criada pensaba que tal vez pudiera encontrarse ante un diamante en bruto o posiblemente con alguien de naturaleza muy impertinente. —De alguna manera tienes razón Rufina— mencionaba su señora pensando que pudiera ser que haya subestimado a su joven sirvienta, —los hombres como el que se encontraba frente a la iglesia se encargan de analizar las sagradas escrituras y en sus discursos existen argumentos en contra de ciertos elementos de la Iglesia Católica, esos hombres se hacen llamar liberales.
—Pero, ¿por qué se peleaban?, si los dos tienen razón— preguntó la joven criada.
—Pues tal vez en eso tengas acierto, pero una realidad es que la causa principal del problema son las muchas formas diferentes de ver la Biblia, cada quien tiene la suya, no creo que entiendas a menos que sepas leerla y analizarla, además, ahorita no tengo tiempo de explicarte así que apúrate con esas bolsas.
En tanto llegan al hogar, Rufina comienza a sacar los vegetales de una de las bolsas de palma en tanto la señora supervisa que todo en la cocina se encuentre en orden
— ¡María, apúrale con ese metate! ¡Dolores, pon a hervir agua y avísale a Genaro que mate dos pollos para que los peles!, voy a mis aposentos, Rufina, ven conmigo.
Rufina guarda la bolsa y se limpia la tierra de las manos con su rebozo roto y al pasar juntas por el vestíbulo de la casa Guadalupe grita con alegría:
— ¿Francisco aún no te has ido? ¡Qué fortuna!
—Rufina, adelántate a la habitación y prepara mi vestido
Rufina, con miedo de interrumpir la plática de su señora obedece inmediatamente y escaleras arriba medita en cuál de todos los vestidos preparar ya que no especificó ninguno.
Guadalupe pregunta a Francisco:
— ¿Recuerdas que me dijiste que la poesía sólo tiene el valor que sus creadores y su público le dan? ¿Qué me dirías si te menciono que existe la manera de dar a conocer tu talento a toda la nación?
Francisco como por arte de magia borra la sonrisa de su cara, toma asiento y con un semblante de absoluta seriedad responde:
— Diría que me hablas de la convocatoria para el Himno Nacional.
— ¿Cómo supiste? — pregunta Guadalupe.
—Ya varios de mis amigos trataron de disuadirme, y también al igual que con ellos creo que debo darte la negativa con mucha humildad.
—Pero ¿Por qué?
—La razón es sencilla mi bella flor de verano; escribirte hermosas prosas no es lo mismo que sentirme obligado a escribir sin inspiración, lo siento mucho pero no puedo hacerlo.
Con el semblante entristecido con una falsa mirada despectiva por la rotunda negativa de su novio, Guadalupe meditó acerca de buscar una mejor estrategia para convencerlo —pues qué lástima tu decisión Francisco, yo pienso que subestimas tu talento, con tu permiso voy a prepararme para la merienda.
—Pero ¿Te ha molestado mi decisión?
—No, sólo me has decepcionado un poco— responde en tono de sentencia con la esperanza de causar el remordimiento necesario para ablandarlo mientras piensa en su próximo movimiento.
En la habitación Rufina tenia listo un vestido sobre la cama del cual desesperadamente trataba de quitar con su rebozo las manchas de tierra que sus manos habían dejado — ¿Qué haces Rufina? —
—Perdón señora pero no me fijé y venía con las manos manchadas y traté de quitar la tierra con el rebozo, pero el rebozo venia entierrado
y luego escuché que se peleaba con su novio y escuché que llegaba y no supe que hacer.
—No te preocupes Rufina, no estoy enojada— menciona Guadalupe en tanto levanta su avergonzada cara.
—Mira, lávate las manos mientras te calmas ¡Y como no vas manchar todo si este rebozo es más tierra que tela!
Guadalupe se sienta frente a su tocador, comienza a cepillarse el cabello, abre el Decamerón de Bocaccio y continúa leyendo una de las historias que dejó pendiente.
— ¿Y cuál vestido le voy a dejar listo señora?
—El gris y negro por favor Rufina.
Mientras Rufina observa a su patrona leyendo profundamente sin poder soportar su curiosidad pregunta: — ¿Y está leyendo la biblia señora? —
Con risa espontánea por la ingenuidad del comentario contesta:
—No Rufina, esto no es la biblia.
— ¿Y en la miscelánea, esa era la biblia?
Guadalupe intrigada y convencida por la ingenuidad e ignorancia de su criada le pregunta:
— ¿No sabes leer nada verdad Rufina?
—No señora—, contesta en tono entristecido —mi tata
no nos mandaba a la escuela pero si me gustaría aprender, y uste` dígame ¿Por qué le corrió cuando vio el papel de la miscelánea?
—Porque me urgía hablar con Francisco, quiero que entre a un concurso para que muestre su talento pero no quiere.
— ¿Y por qué no lo obliga?
Indignada por el atrevimiento de su criada pero meditando la posibilidad de poder realizar esa acción, la idea provoca que la voluntad sea más grande que el orgullo de la señora.
— ¿Cómo? — Pregunta Guadalupe.
— Puede encerrarlo hasta que quiera, yo le ayudo.
—Pero… Eso no sería como cualquiera de las bromas que suelo jugarle, puedo provocarle un verdadero enfado.
—Hay señora, el joven Francisco casi siempre termina haciendo lo que uste` le dice.
Las palabras crudas pero francas de su criada reflejaban la confianza que comenzaba a gestarse entre las dos mujeres quienes pasaban la mayoría del tiempo juntas.
—Buena idea Rufina, si nos resulta la idea te prometo que te llevo a la fiesta de santa María del río en agosto y te regalo un par de rebozos.
—Mejor me enseña a leer señora, me gustaría aprender.
—Si las cosas nos resultan te prometo ambas cosas Rufina.
Guadalupe intrigada porque la buena pero quizá extrema idea pueda funcionar, pide a su criada que mande llamar a su prometido al cuarto de huéspedes mientras ella toma la pluma, hojas y tintero para colocarlos en dicho cuarto.
—Señor, la señora lo espera en el cuarto de invitados, dice que quiere hablar con usté.
—¡Gracias Rufina! —Vaya, mejor me doy prisa antes que pueda enfadarse más
, pensó Francisco y se dirigió al cuarto subiendo por las escaleras rumbo al fondo, hasta el último cuarto del cual curiosamente estaban las puertas abiertas y la oscuridad era tal que no pudo ver a Guadalupe quien lo esperaba detrás de la puerta de dicho cuarto, Francisco entró cautelosamente, pero su preocupación era tan grave por lo que pudiera estar planeando su prometida que la sorpresa de escuchar las puertas cerrarse tras de sí fue lo que le hizo buscar bien en la habitación y darse cuenta de que ésta se encontraba vacía.
— ¡Fausto se condenó por conocimiento y placeres; yo vendería mi alma porque dejaras de atormentarme así Guadalupe! Debes comprender que aún debo resolver el problema de la publicación del "Vasco Núñez", tengo que prepararme para la cita— gritaba Francisco a través de la puerta tratando de convencer y preocupar a Guadalupe.
— ¡Pero si mencionaste que la cita es mañana! Creo que tendrás el tiempo suficiente para realizar ambas cosas— mencionaba su amada cuando ponía el cerrojo a la puerta, —sosiego Francisco, que la verdad yo sé que no te costará mucho, en el escritorio hay velas para que tengas buena iluminación además de papel y tinta suficiente.
Francisco al escuchar que su amada no tenía intenciones de abrir la puerta comenzó a buscar una salida —¡Mil diablos me lleven! Ahora como haré para escapar de aquí, la ventana es demasiado alta, y sólo hay una cama, un escritorio, papel, pluma, velas y una bandera del imperio de Iturbide ¡Ni siquiera es actual! Aunque pensándolo bien la diferencia no es mucha, no tanto como los conflictos a los que la nación se ha enfrentado una y otra vez—.
Decidido por una pequeña inspiración mezcla de resignación comienza a trabajar y después de varias horas y de varios borradores, Francisco avisa a su prometida que tiene algo listo para deslizarlo por debajo de la puerta
Guadalupe finalmente abre la puerta y después de revisar el texto menciona a Francisco:
—Mexicanos al grito de guerra…, al sonoro rugir del cañón…, extraño enemigo…, sangrientos combates… Pero Francisco ¿No te parece que esto es muy beligerante? — Pregunta Guadalupe al analizarlo por segunda ocasión.
—Lo que me ha inspirado es la lucha por la creación de nuestra nación, la lucha que día a día se ve contra los enemigos ajenos y propios, porque nuestro pueblo es unido cuando tenemos una visión en común, quise crear algo que pueda unir el pensamiento