A mor, crimen, hambre, delito, lealtad y traición. Esos son los elementos con los que Sandra Aza da forma a Libelo de sangre (Planeta), una novela histórica inspirada en el Madrid del siglo xvii, en aquella España de los Austrias donde había espacio para las luces y las sombras. Con un lenguaje escrupulosamente adaptado al vocabulario castizo, rico y chispeante de la época, la autora nos hace viajar en el tiempo hasta aquel Siglo de Oro donde existía el Tribunal de la Inquisición, de la que nos muestra otra cara, y los mentideros, contemporáneos todos ellos de Lope de Vega, Cervantes o Velázquez, habitantes de la villa. Madrileña y fanática lectora confesa, la escritora explica cómo ese trasfondo histórico es un absoluto protagonista de su primer libro en el que no faltan las tramas ni los misterios derivados de un cambio de identidades entre bebés, y donde abundan los bulos, los chismes, las defensas, las acusaciones, la amistad y el amor.
