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Tormenta De Fuego En El Cerro Guazapa El Salvador, C.A: Una Historia Vivida, Contada, Y Escrita En La Vida Real
Tormenta De Fuego En El Cerro Guazapa El Salvador, C.A: Una Historia Vivida, Contada, Y Escrita En La Vida Real
Tormenta De Fuego En El Cerro Guazapa El Salvador, C.A: Una Historia Vivida, Contada, Y Escrita En La Vida Real
Libro electrónico162 páginas5 horas

Tormenta De Fuego En El Cerro Guazapa El Salvador, C.A: Una Historia Vivida, Contada, Y Escrita En La Vida Real

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Información de este libro electrónico

Esta es una historia real de una nia que a los 7 aos tuvo que huir a las montaas para sobrevivir pasando por las peores y precarias condiciones y las inclemencias del tiempo, teniendo que tomar un fusil y combatir en contra de sus enemigos. Ella se grababa en su mente que tena que vengar la muerte de sus familiares y as logro sobrevivir, teniendo que cumplir cada prueba y condiciones del ejrcito revolucionario dejando atrs su niez y teniendo que aprender a desarmar y armar fusiles y pistolas, teniendo que buscar la forma de supervivencia en las montaas porque as se lo ordenaban.
IdiomaEspañol
EditorialPalibrio
Fecha de lanzamiento16 ene 2012
ISBN9781463316877
Tormenta De Fuego En El Cerro Guazapa El Salvador, C.A: Una Historia Vivida, Contada, Y Escrita En La Vida Real
Autor

Norma E. Ayala de Arévalo

Nació en San Vicente, El Salvador, en el año 1972. Desde los 7 años creció en diferentes montañas de su país natal, en 1992 luego que se firmaron los acuerdos de paz lucho arduamente a diario mostrándose a sí misma y al mundo que podía vencer cualquier adversidad que se le presentaba a diario en los caminos de la vida. Logró estudiar con mucho sacrificio, la carrera que más le gustaba, estudió técnica en enfermería en un colegio privado de El Salvador, logrando así su objetivo. Actualmente se dedica a escribir, escribiendo así su primer libro publicado en los Estados Unidos, logrando así vencer los miedos y las adversidades que la vida le impuso. Actualmente se prepara a sacar sus próximos dos libros, una novela basada en la vida real y un cuento para todos los niños que un día soñaron con un abrazo de mamá.

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    Vista previa del libro

    Tormenta De Fuego En El Cerro Guazapa El Salvador, C.A - Norma E. Ayala de Arévalo

    Contents

    Introducción

    Tenía solo 7 años

    Glosario de palabras que se encuentran escritas en este libro

    Introducción

    Una historia vivida, contada, y escrita en la vida real

    Virtudes necesarias para sobrevivir, sin ellas dejas de tener existencia.

    A lo largo de mi vida he recibido solamente dolor, sufrimiento y tristeza, a menudo el ser humano confunde y complica la civilización y cuando te das cuenta te preguntas: Que es lo que tanto busco y no lo encuentro? Y cuando pides ayuda solo te encuentras con desánimos y sin fuerza. Hoy te abro mi corazón para darte fuerza y utilidad a lo que venga instintivamente, necesitas ser muy fuerte para enfrentar la envidia del ser humano en la que tienes que lidiar cotidianamente. Algunas veces es difícil enfrentar la realidad de la vida y la verdad es que cada vez que caemos debemos ser valientes, levantarnos y ponernos de pie firmemente con la frente en alto y poder poner resistencia a esos grandes retos que la vida nos da, a veces el gigante de la vergüenza no nos hace pedir ayuda y casi siempre sin pensar queremos resolver la vida y los problemas de otras personas sin antes mirarnos y resolver nuestros propios retos, casi siempre algunos de nosotros no trazamos las metas que en realidad deseamos realizar y se nos pasa la vida siempre diciendo: Si yo hubiera hecho esto, o si yo hubiera hecho lo otro como si se tratase de hacer una adivinanza el hubiera no existe, para mí solo es posible lo que tengo que hacer hoy y hacerlo y echarle muchas ganas a lo que voy a hacer hoy, el mañana casi no cuento con él porque siempre estoy en el hoy, en el ahora, ahora es cuando yo puedo realizar las metas y los desafíos que me he propuesto. Esfuérzate y se valiente traza una meta hoy y ponla a trabajar y veras que con esfuerzo, paciencia y muchas veces con coraje todo se puede lograr, la batalla es tuya arrebátala!.

    Norma E. Ayala de Arévalo.

    Tenía solo 7 años

    La noche que más recuerdo de mi vida. Éramos una familia humilde y muy trabajadora, mi padre un hombre trabajador y de un corazón noble que tenía siempre aquel semblante que lo hacía único. Recuerdo que eran las seis de la tarde cuando mi papa les dijo a sus trabajadores que ya era hora de sacar todos los toretes y chivitos tiernos de la vaqueriza ósea del corral, mi papa entro a la casa. Mi mama ya había servido la comida, éramos 5 hermanos, la mayor tenía 14 años, la menor era yo con solo 7 años, siempre nuestros padres acostumbraban a orar para comer, nos encontrábamos orando cuando escuchamos 5 disparos. Papa nos dijo; no salgan, quédense tranquilos que ya regreso. Aquellos momentos de angustia que mi mama sentía eran más y más, no sabíamos que era lo que estaba pasando, solo escuchábamos gritos afuera de nuestra hacienda. Cuando de repente, todo comenzó como un infierno. El corral ardía en llamas, los animales brincaban los cercos en llamas para poder salir del corral, los caballos ardían en el establo, el fuego había alcanzado todo lo que estaba a su alrededor.

    Mi papa nos llevo corriendo y nos dijo; hijos váyanse lejos, corran lo más que puedan porque han venido a matarnos a todos. Mi mama llorando pregunto; ¿Quien?, ¿y por qué?. Yo no entendía nada en ese momento solo sentía mucho miedo y corrí y me metí a un granero de maíz, mi mama y mis hermanas ya no tuvieron tiempo de salir de la casa. Yo no quise correr con mis dos hermanos varones ellos si escaparon pero mama no, mi padre alcanzo a irse lejos. De repente escuche cuando le dijeron a mi mama: somos de la guardia y tenemos ordenes del sargento chacón de matarlos a todos, hasta los chiquitos. Cuando mama les dijo; ¿señores porque han hecho todo esto?. El guardia se dirigió a mama y le pego con la culata del fusil, mama grito, cuando ella grito la comenzaron a golpear más fuerte y más seguido, y le decían; ¿vieja maldita, donde tienes las armas?. Y mi mama les decía que ella no savia de que armas estaba hablando. Entonces comenzaron a darles vuelta a todas las cosas de la casa, ahí fue que me encontraron escondida en el granero. Entonces me tomaron del pelo y me sacaron para fuera y se reían diciendo; hoy vamos a matar a todas estas vichitas y yo llorando me agarraba del vestido de mi mama, los guardias seguían pegándole y preguntándole por mi papa, mama les dijo una mentira y les dijo; Yo no tengo marido el murió, y ellos respondieron y le dijeron; Maldita estas mintiendo, al mismo tiempo el guardia se metió la mano a la bolsa y saco una navaja y se la enterró en la pierna a mama, entonces mi mama recogía su sangre de su pierna y se la restregaba al guardia en la ropa, ahí comenzó la pesadilla más grande de mis hermanas comenzaron a golpearlas y a desgarrarles sus vestidos, mis hermanas forcejeaban, lloraban, y gritaban, sus gritos eran horrorosos, sus gritos eran de dolor y desesperación y los guardias se reían unos a otros y las golpeaban salvajemente en la cara y en el estomago, luego mi hermana mayor quedo inconsciente la tiraban de un lado a otro como si era un pedazo de madera, luego a mi hermana menor la comenzaron a desnudar y la golpeaban salvajemente, arrancaron su ropa interior luego se la tiraban salvajemente uno al otro aquello era horroroso los gritos de mi hermana eran espantosos y a la vez se le escuchaba mucho dolor, aquello daba miedo, aquello solo huela a sangre, aquel acto era inhumano yo estaba mirando con mi mama todo aquello que parecía un infierno, yo miraba a mi madre sangrarse y la cogía con mis manitas por la falda y me habían amarrado la boca con un trapo y mi mama les decía a los guardias: por piedad dejen mis niñas, no sabemos porque ustedes han venido a cometer semejante masacre. Era tanto el dolor de mi madre de ver la suciedad y la bajeza tan salvaje que estaba haciéndole a dos inocentes niñas, el guardia le pregunta a mama; Como quieres que dejemos a tus hijas, enteras o picadillo mi mama respondió: antes muerta que ver lo que le van a hacer a mis niñas. Se da vuelta y le dice al guardia: Si tan valiente eres empieza a picarme las manos, y puso la mano en una silla y le dijo al guardia; empieza y pícala maldito porque con estas mis más manos te picare los ojos. Aquel guardia enfurecido la cogió del pelo y la empezó a arrastrar y le daba patadas en el estomago y en la cara, aquello era horroroso y vergonzoso, aquellos guardias se habían saciado de todos sus instintos diabólicos, aquello era realmente una pesadía, era aquello tan pero tan inhumano que aun no tengo palabras para relatar dicho acto salvaje, aquello que yo miraba con tanto miedo, aquellos hombres parecían perros con rabia, mi hermana ya hacían tiradas en el suelo casi agonizando la violaban, mientras que a la otra la arrastraban y jugaban con sus senos, aquello parecía un infierno porque yo miraba todo lo que estaba pasando y sentada en el lugar donde se encontraba una hacha, pensé agarrarla y dársela a mama pero aquello era horroroso, porque al mirar como golpeaban y violaban a mis hermanas pensé que si sacaba el hacha con esa nos harían picadillo, aquello era horrible, era la impotencia y el dolor de no poder ayudar a mama y a mis hermanas, yo en ese tiempo solo tenía 7 años pero a veces escuchaba a papa por las noches que decía, Ángel de la guarda no me desampares de día ni de noche, y empecé a decir: Ángel de la guardia no nos mates hoy ni en la noche. Si, era tanto el miedo que dije la oración quizá mil veces al revés y ni cuenta me di, pasadas 3 horas después de haber visto toda aquella más acre llego un empleado de papa, sorprendida mama le pregunto; ¿julio que pasa? ¿Porque nos han hecho esto? y julio horrorizado de ver aquella barbaridad de sangre regada en todas partes de la casa se dirigió al guardia y golpeándolo en el pecho les dijo: Malditos cabrones que han hecho?, se han equivocado de gente, no son ellos a los que tienen que matar, malditos pendejos, váyanse cabrones y maten a Ricardo Flores que es la mano derecha de Adán, Adán es mi padre. Luego aquellos hombres salieron en manada, parecían lobos hambrientos. Luego que se habían ido mama empezó a tratar de revivir a mi hermana Nubia, mama empezó a limpiarla, en un momento vi que las lagrimas que salían de mi madre era como un rillito que caía sobre las heridas de Nubia y vi que como si era un ángel que limpiaba las heridas que tenía Nubia y mama quebrantada no podía creer todo lo que estaba viendo, con su saliva limpio la cara de Nubia, luego vi que Nubia agonizando le dijo a mama: es mi culpa mama y mama acariciándola pasaba sus manos sobre su cuerpo y le decía; todo está bien. Luego camino a la otra esquina se encontraba mi otra hermana Edith, ella estaba tirada y apenas podía escucharse los quejidos, mama la levanto y como pudo la agarro y la puso boca abajo y empezó a hacerle fuerza de abajo para arriba y vi que mi hermana hecho de su boca tres cuaulos de sangre del tamaño de un mango, luego mama trato de sentarla y mi hermana pudo respirar, luego me dice mama: ve i tráeme un trapo y yo le lleve un vestido y vi que lo rompió y se amarro su pierna porque a ella le habían atravesado su pierna con una navaja. Luego salimos de la casa afuera habían 3 guardias, cuando yo salí de la casa uno de ellos me empujo y caí en un pozo de madera lleno de suero de leche de vaca, me quebré el dedo gordo de mi mano derecha cuando caí, al escuchar los alaridos que yo pegaba mi mama arrastrándose salió afuera y también la empujaron y cayó en el mismo poso luego nos levantaron, y vimos a los 13 trabajadores que tenía papa los tenían amarrados en línea todos mirando hacia atrás y los golpeaban dándoles patadas, golpes con los fusiles con la parte de atrás, luego les dijeron que se voltearan y les pegaban culatazos en la boca aquello daba mucho, mucho miedo y yo no entendía nada. Cada vez sentía que mi corazoncito se me movía como campanita y mis patitas o piernitas me temblaban como si eran de trapito de tela. Luego vimos a los 13 trabajadores de papa y 2 guardias que empezaron a amarrarlos de las manos y de los pies y luego empezaron a matar uno por uno. El primero era Don Felipe él era el que se encargaba de ordeñar las vacas, le pegaron un balazo en la frente. El segundo era Tulio él era el que limpiaba los corrales de las vacas. El tercero era marco se encargaba de darle el zacate y la melaza a las vacas. El cuarto era Pedro era el que se encargaba de llenar los pozos o los bebederos de agua para las vacas. El quinto Jeremías era el que se encargaba de llevar la leche a los pozos de madera. Lucas se encargaba de echarle a la leche las pastáis de cuajar leche junto con Bonifacio los 2 hacían el queso y otras tareas. Martin se encargaba de almacenar los quesos. José se encargaba personalmente de llevar el conteo total de las botellas de leche y de los quesos.

    Tellito era el sobrino más querido de mi padre ya que Tellito era el encargado de curar y vacunar el ganado de mi padre. Gilberto el hermano mayor de mi padre era un hombre educado de costumbres españolas ya que mi padre era descendiente de la raza Española, presumían siempre su sangre ya que eran los hombres más respetados de todo ese cantón donde vivíamos y a la vez era llamada la hacienda LOS AYALITAS, el tío Gilberto y mi padre Adán siempre los días jueves repartían leche, queso, maíz y frijoles a todas las familias y trabajadores que tenía mi padre ya que mi padre siempre era un hombre educado, responsable y de semblante serio y muy trabajador. Federico se encargaba de cultivar las tierras de papa sembrando caña, yuca, maíz, frijoles, arroz, ajonjolí entre otros. Un guardia le pregunta a mama: perra quien de estos 13 hombres es tu damo o marido?. Mama encaprichada les dijo: Pobres hijos de puta, me van a matar pero no les voy a decir donde esta él o quién es él. Luego se acerca un guardia me levanta y me cargo tocando mi carita se saca de la bolsa un pañuelo y me limpio mi carita y con voz chiquitita casi en secreto me pregunto: Mamita quien de esos señores que están amarrados es tu papa? y yo con mucho miedo y dolor lloraba tenía mucho miedo aquellos quejidos y lamentos se me grababan más en mi cabeza no conteste la pregunta solo lloraba y lloraba como si era la forma más perfecta para ablandar los más bajos pensamientos de esos hombres que estaban borrachos y enfurecidos.

    Ninguno de esos hombres era mi padre, Ricardo la mano derecha de mi padre era un hombre alegre era reconocido y querido por todos los que vivían en el cantón de mi padre ya que él y su familia eran los que tocaban cuando habían posadas de los santos en los pueblos. Nunca supe porque toda aquella más acre se había hecho frente al patio de mi casa. A Ricardo Flores la mano derecha de mi padre vi como al frente de aquel palo de mango lo golpeaban como si se trataba de un muñeco de trapo. Luego vi junto a mi madre cuando le ponían un lazo en el cuello colgándolo entre 2 hombres lo mecían de un lado a otro. Luego vimos que saco la lengua hasta afuera, luego lo dejaron colgado y se escondieron para a ver quien llegaba a bajarlo del palo, pasaron 3 días y nadie llego a bajarlo luego mama intento bajarlo y le dispararon por los pies a quema ropa. Luego llego uno y le dijo a mi mama: verdad que este es tu marido? y mi mama no respondió ni sí ni no. Pasados los

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