La guerra de tres años
Por Emilio Rabasa
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La guerra de tres años - Emilio Rabasa
LA GUERRA DE TRES AÑOS
COLECCIÓN
RELATO LICENCIADO VIDRIERA
Director de la colección
Álvaro Uribe
Consejo Editorial de la colección
Jazmina Barrera
Gonzalo Celorio
Jorge Comensal
Ana Clavel
Fernanda Melchor
Emiliano Monge
Director fundador
Hernán Lara Zavala
COORDINACIÓN DE DIFUSIÓN CULTURAL
Dirección General de Publicaciones y Fomento Editorial
Contenido
Introducción
Emmanuel Carballo
I. Minutos mas o menos
II. Pero no estaba ya tan basto
III. ¿Qué había de decir Hernández
IV. Y andaba en efecto
V. Bufando y con mil picardías
VI. Los Angelitos eran gemelos
VII. Aquel día muchas personas
VIII. Tras don Santos
IX. En efecto, doña Nazaria cayó en cama
X. Sin embargo, el cura no
XI. Hernández procuró
XII. Doña Juana Álvarez Diego de Cruz
XIII. Esto es todo lo que pasó
Aviso legal
Emilio Rabasa
(1856-1930)
fue un escritor ocasional: cconsideraba la literatura como un pasatiempo, por lo cual dedicó la mejor parte de su talento al derecho y la política, actividades (según su criterio) más serias y trascendentes.
Don Emilio nace en Ocozocoautla, Chiapas, el 22 de mayo de 1856. Sus primeros estudios los hace en casa, bajo la tutela de sus padres. Los superiores los cursa en el Instituto de Ciencias y Artes de Oaxaca, plantel donde se gradúa de abogado (1879). Una vez recibido, desempeña puestos públicos de cierta importancia en su estado natal y en Oaxaca. En 1886 (año en que aparece La musa oaxaqueña, antología preparada y prologada por él) se traslada a la ciudad de México.
Aquí dedica su tiempo a la enseñanza de la profesión, al mismo tiempo que la ejerce, sucesivamente, como defensor de oficio, agente del ministerio público y juez. Funda junto con Reyes Spíndola El Universal. Escribe para la prensa. En 1887 aparece el primer tomo de su tetralogía, La bola, que continuará ese mismo año y el siguiente, con tres volúmenes más: La gran ciencia, El cuarto poder y Moneda falsa. Más que cuatro novelas, son otros tantos momentos
de la vida de los personajes centrales y, por tanto, se les puede catalogar como eslabones de una novela seriada. En 1891 publica en las páginas de El Universal, La guerra de tres años, novela corta que cierra el ciclo de su actividad literaria.
En ese mismo 1891, asume la gubernatura del estado de Chiapas, cargo en el que permanece cuatro años. Regresa a la capital de la República como senador por aquella entidad. Reanuda su labor docente, desempeña comisiones oficiales. Reside, a partir de 1914, seis años en Nueva York, donde desempeña una comisión del gobierno; viaja durante este tiempo en dos ocasiones por Europa. Es admitido en las más altas agrupaciones científicas y literarias de México y España. Si sus estudios de derecho constitucional son básicos para entender el desarrollo de esta disciplina entre nosotros, sus novelas son imprescindibles para conocer cómo era y qué valores se propuso realzar nuestra novela durante los últimos veinticinco años del siglo xix. Muere en la ciudad de México el 25 de abril de 1930. Es, en muchos aspectos, el prototipo del intelectual porfirista.
En la tetralogía, Rabasa es un novelista de tesis. Paralela a la intriga amorosa, que sirve de carnada a los lectores sencillos, traza un preciso cuadro de la vida nacional, desde su ejercicio más ingenuo hasta su praxis más elaborada. Los personajes, no todos de carne y hueso, le permiten el pretexto y la tribuna para difundir sus ideas: representan maneras de comportarse en la realidad social y política. La ironía anima a los personajes, convirtiéndolos en hombres que tienen algo de caricaturas. En vez de predicar en abstracto, como lo hicieron sus contemporáneos, se proyecta en sus criaturas, a quienes vuelve cómplices de sus ideas. Rabasa usa pocas veces (a diferencia de López Portillo y Delgado) el privilegio épico del