Gana David Monreal... y la delincuencia estalla
ZACATECAS.- La manta colgada bajo un puente vehicular dejó estipulada la advertencia: “Esto les va a pasar a todo el gobierno de San Luis Potosí por volteados y andar apoyando a los sinaloas. Atte. Grupo Guerrero CJNG”.
El mensaje fue dejado en el corazón del territorio zacatecano, en un puente vehicular de la avenida Arroyo de las Sirenas de la capital del estado.
A unos metros colgaban también los cadáveres de dos elementos de la Fuerza Metropolitana Estatal de San Luis Potosí, Benito Salazar Coronado y Felipe de Jesús Martínez, de los que nada se sabía desde el jueves 17, cuando su patrulla fue encontrada abandonada en una carretera del municipio de Santo Domingo, colindante con Zacatecas.
Este estado vive una convulsa transición política marcada por el furor de los grupos delincuenciales expandidos en la entidad y la región, aliados o enemigos de dos rivales que aquí se estarían enfrentando sin miramientos: el Cártel Jalisco Nueva Generación y el de Sinaloa.
Ambos grupos y sus socios (Golfo, Talibanes) llevaron al extremo su feroz rivalidad en el territorio zacatecano el viernes 25, en San Juan Capistrano, una alejada comunidad en
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